XI
Explicaciones
[Algo más, La quinta estación]
La narración de Alexa comienza con lentitud, los recuerdos van desde su infancia muy bella hasta la adolescencia y juventud tormentosa.
Sus padres la habían criado sin estereotipos marcados y cuando se enfrentó al resto de las personas, se dio cuenta que su cuento de hadas no era real.
Crecer con un hermano mayor y que este fuera su único amigo en su infancia, hizo que sus gustos fueran similares. Las princesas y superhéroes eran equitativos, aunque Alexa se tomaba más a pecho las cosas. Por eso, cuando crecieron, ella se quedó con la mayor parte de las cosas de colección referentes a ellos.
Un adolescente, al llegar a esta etapa, no sólo comienza el desarrollo y crecimiento en su cuerpo para convertirse en adulto, sino que busca su identidad, y es un momento muy vulnerable para ellos. Las palabras mal intencionadas dejan huellas más profundas y cuando son muchas, tardan bastante tiempo en ser borradas.
Alexa explica que fue una combinación letal: su familia y la escuela. Todos tenían algo qué decirle, ya fuera su aspecto descuidado y nada femenino, o sus gustos peculiares por "cosas de chicos".
Al principio intentó no escucharlos, pero parecía que ellos le gritaban directamente al oído cada palabra. Que buscaban marcarla con fuego dentro de su alma. Y lo consiguieron.
En el último año de preparatoria todo cambió. Comenzó a estudiar el comportamiento del la mayoría y los empezó a imitar, aunque al final también fue un fracaso y se encerró en ella, escondiendo toda su alegría y personalidad. Pero esta no era ni una mínima parte de lo que era ella.
Alexa lo entendió ya que fue grande, y se armó de valor para ir a terapia. Su vida no había sido nada linda en los aspectos sociales: nunca tuvo una amistad verdadera, sus únicos dos novios fueron un verdadero fiasco y desde entonces no tuvo ninguna relación seria.
Además, de que la mayoría de la gente se creía con el derecho de juzgarla de pies a cabeza. No está familiarizada con recibir cumplidos o escuchar una felicitación, pues estaba acostumbrada a que fuera su obligación complacer a los demás.
Durante su narración, rompe en llanto varias veces y otras más, se detiene porque se queda recordando aquellos momentos. Chris la escucha con atención, la observa e intenta leer su lenguaje corporal.
—No puedo realmente querer a alguien si no me quiero a mí primero —murmura ella jugando con sus manos.
Alexa escucha al actor suspirar y piensa lo peor, pero de inmediato sus manos atrapan las suyas y las acerca hacia sus labios para dejar un pequeño beso.
—Podemos empezar a querer a Alexa juntos, aunque te advierto que ya llevo ventaja —le dice con una pequeña sonrisa, que la reconforta.
—¿No te importa lo que acabo de decirte? —pregunta viéndolo a los ojos.
—Me importa saber quiénes fueron los que te hicieron tanto daño para poder defenderte. Pero si la pregunta es, que si es que me importa vivir este proceso contigo... Lo haré, quiero hacerlo. Deseo estar a tu lado.
Chris se acerca aún más a ella y toma el rostro de la joven entre sus manos, la observa con dulzura.
—Me gustas, físicamente me pareces una mujer preciosa. Pero el día que te conocí sentí algo más que una atracción física, te juro por lo más sagrado, sé que hubo algo más. Por eso busqué acercarme a ti. En este tiempo que llevamos saliendo, no puedo sacarte de mi cabeza. Estoy empezando a quererte y no le puedo ordenar a mi corazón que deje de hacerlo, porque ya es tarde, Alexa. Estoy dispuesto a estar contigo durante el proceso, claro, si tú me lo permites. Prometo no juzgarte y escucharte, todos tenemos problemas, algunos más fuertes que otros.
Alexa suspira y un par lágrimas se le escapan. Chris de inmediato besa sus mejillas, haciendo que desaparezcan.
—Vamos a llevar esto con calma, tú marcarás el ritmo. Si aún no te sientes completamente lista para mantener una relación, está bien, pero no me alejes, por favor. Voy a esperar el tiempo que necesites, siempre y cuando me digas que tengo al menos una pequeña oportunidad a tu lado.
La forma en que el actor le habla y hasta el tono de voz tan dulce que utiliza, le estrujan el corazón. Chris no la ha juzgado, en cambio, la escuchó y respetó durante el tiempo que ella habló.
—¿Crees que algún día te aburras de esto? De mí y todo lo que pueda ser en algún momento —pregunta y el actor sonríe.
—Algo me dice que nunca me voy a aburrir de esto —susurra.
El actor se acerca más a ella y captura con lentitud sus labios formando un delicado beso. Alexa no duda en corresponderle y lo atrae hacia ella. Se besan sin prisas y con cariño, él se permite acariciar el rostro y cuello de la joven, para relajarla un poco más.
Se dan pequeñas pausas para que de inmediato continúen besándose. El tiempo parece detenerse ante tan delicada caricia. Al final, un profundo suspiro sale de los labios de ambos cuando por fin se separan.
Cuando se dan cuenta, Alexa está acostada a lo largo del sillón, y la parte superior del cuerpo del actor está sobre ella. La chica sonríe y acaricia su barba con la punta de sus dedos.
—Espero que no me niegues tus besos, porque de ser así, voy a protestar —bromea él acariciando su mejilla.
Alexa le dedica una sonrisa y niega con la cabeza. La joven tampoco podría vivir sin los besos del actor.
Ella le confiesa su gusto por los superhéroes y su fanatismo por el UCM, aunque no está lista para hablarle de su pequeño cuarto de juegos.
—No quise decirte antes, porque me daba miedo que pensaras que me acercaba a ti sólo por eso, pero juro que no es así. Realmente me gustas —dice ella en un susurro —. No me interesa qué haces, me gusta mucho la forma en que me tratas y en la que me haces sentir.
Chris sonríe enternecido y le da un pequeño beso.
—¿Por eso sabes tanto de las películas? —pregunta él con curiosidad.
—De esas y casi todas, cuando tomo confianza, a veces utilizo algún diálogo que me guste. Es divertido, pero lo es más cuando la otra persona lo entiende —afirma con emoción.
—Supongo que tendremos que ver más películas juntos para que entienda todo lo que dices —bromea y ella asiente —. Por mí, habla, ríe y compórtate como quieras. Quiero que te sientas cómoda a mi lado y seas auténtica, nunca te voy a juzgar.
—Gracias por esto, Chris.
Evans besa la punta de su nariz y se acomoda a su lado en el sillón, quitando los cojines del respaldo para tener espacio, algo que ya se está convirtiendo en costumbre. Alexa se acuesta para tenerlo de frente, Chris observa en silencio como la chica comienza a jugar con la cadena que le cuelga de su cuello.
—Hay otra cosa que debo contarte —murmura ella con la mirada fija en el dije de la cadena.
—Dime, te escucho —responde, al mismo tiempo que hace suaves caricias en la cintura de la chica.
—Helen venderá su parte de la pastelería al dueño de Piero's y es muy probable que la pierda por completo —susurra con tristeza.
Para Chris no pasa desapercibido ese temblor en su voz al decir aquellas palabras.
—¿Es un hecho? —pregunta.
—Helen está decidida a vender su parte y como es la socia mayoritaria, es casi un hecho que terminaré perdiendo el resto —explica, y ahora empieza a jugar con los botones de la camisa del actor.
—¿Y no hay alguna forma de evitarlo?
—No es algo que esté a mi alcance. He comenzado a resignarme y probablemente inicie desde cero. En la semana irá un evaluador para dar el precio final y la oferta que nos harán, pero no aceptaré. Creo que voy a esperar hasta que me tengan que sacar de ahí.
—No suenas muy convencida de eso, preciosa —afirma al verla tan entretenida jugando con su ropa.
—No lo estoy. Mis opciones se reducen a aceptar el trato y trabajar para ellos, o rechazar la oferta y mantenerme con mi pequeño porcentaje hasta que ellos logren sacarme de la jugada. Me quedo con la segunda, puedo ser algo terca cuando me lo propongo —murmura y se acerca más a él para abrazarlo —. Pero ya no toquemos ese tema, por favor. Sólo abrázame.
Chris sonríe y la rodea con sus brazos, luego besa su frente repetidas veces. La calidez y suavidad del cuerpo de Alexa se siente como un analgésico natural.
Se quedan de esa forma varios minutos, simplemente compartiendo este momento. Alexa siente su rostro hinchado por el llanto previo, pero ahora está tranquila prendida al pecho del actor, puede escuchar los relajados latidos de su corazón y el suave movimiento de su pecho cuando respira.
Alexa no puede evitar sonreír por la extremada comodidad que experimenta. Su mirada se encuentra con la del actor y por varios segundos, se pierde en el océano que hay dentro de ellos, así como en esos pequeños destellos de otras tonalidades.
—¿Quieres helado? Tengo en el congelador algunos botes pequeños —dice ella con una sonrisa inocente, luego de volver de la profundidad de su mirada.
—Acepto —dice con una sonrisa, pues se ha dado cuenta lo que ella ha pasado.
—¿Algún sabor en especial? —pregunta ella separándose del abrazo.
—El que tú decidas —responde complacido al verla más tranquila.
Alexa asiente y se dispone a ir a la cocina, pero él la detiene sosteniendo su mano y la atrae hacia él para besarla. En medio del beso, la chica busca la bolsa en la camisa del actor y arroja algo ahí.
Apenas ella se separa y va por los helados, Chris busca en el fondo de aquel bolsillo y encuentra un pequeño botón, lo analiza por unos segundos hasta que ella vuelve con dos pequeños botes y un par de cucharas.
—¿Qué es esto, Alexa? —le pregunta al mismo tiempo que le muestra la pieza.
—Accidentalmente rompí el botón de hasta arriba de tu camisa, perdón —murmura apenada.
Chris no puede evitar reír ante tal gesto. Alexa le entrega un helado de vainilla con una gruesa costra de chocolate en la parte superior, es del mismo sabor que tiene ella.
Se acurrucan uno al lado del otro en el sillón, cubriendo sus piernas con aquella frazada por mera costumbre. Ponen alguna película, aunque se concentran en comer y en robarse algunos besos.
Gracias por leer ❤️
Voten, no sean lectores fantasma 💔☹️
La siguiente actualización será hasta que me ponga al corriente con la respuesta de los comentarios, ¡He dicho! 🤭😅
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