2.
Libertad.
Una larga palabra aunque sea tan corta de pronunciar. La libertad se define como un derecho sagrado e imprescriptible que todos los seres humanos poseen. La libertad es la facultad de obrar según su voluntad, respetando la ley y el derecho ajeno. En pocas palabras, es lo que se les da a las personas para que se sientan libres de ser ellos mismos o incluso cuando están libres de problema alguno y pueden hacer lo que quieran. Eso pensé, que tendríamos libertad. A decir verdad era lo que todos esperábamos después de años de sufrimiento.
Pero, nuestra "libertad" duró muy poco.
Cuando el rayo de luz me pegó, pude sentir en mi cuerpo un escalofrío recorrerme aunque fuese en otro mundo en el cuál no estaba en carne y hueso. Mi mente decía que todo estaría bien, no quería asustarme por el momento. Mi mano estaba temblando un poco, mientras después de que el rayo me pegó solo veía oscuridad. Y solo había silencio. Mucho silencio.
Me sentía cansada, sin darme cuenta un pequeño golpe en el pecho hizo que mis ojos se abrieran de golpe y me di cuenta, que estaba dormida. ¿Cómo podía haberme dormido después de que el rayo me pegara?
Mi pecho comenzó a subir y a bajar junto con mi respiración mientras miraba mis manos, y después de ver mis manos mi vista pasó hacia la cubrecama de la cama en la que estaba. Era blanca y lisa, muy blanca. De todos modos estaba segura de que no había sido un sueño, no podía serlo, mucho menos podía haberme quedado dormida en mi nueva habitación. No tenía este tipo de cubrecama, parecía algo vieja.
Me quedé perdida en el color, me puse a pensar y no encontraba respuesta alguna.
—Parece que has despertado—habló una voz a mi lado—Tranquila, yo también lo he hecho hace unos minutos solo que tenía miedo de ser la única que despertara aquí.
Miré a mi lado, y vi a una chica pelirroja con pecas y cabello algo desordenado a mi lado. De pié al lado de mi cama. Sus manos se movían con nerviosismo pude notarlo, traía un vestido algo extraño e incluso se me hacía un vestido algo vintage para el año en el que estábamos. Ese vestido azul por lo menos era de los años 1900 y tanto, hace ya mucho tiempo.
No podía dejar como actuaba de pié frente a mi.
Tragó grueso antes de que yo pudiera hablar y siguió—Yo, no soy la causa de la cual estás aquí. Créeme no quiero tener enemigos, yo solo fuí como los demás a los cuales los obligaron a venir aquí, solo recuerdo que estaba escuchando al creador de todo esto y un rayo de luz impactó en mi pecho. De ahí en más desperté en esa cama—señaló una cama vieja no muy lejos de mi, a la esquina de la habitación de madera—Solo sé que no se que pasó, y quise saber si estabas con vida por ello me acerqué y te vi dormir hasta que te despertaste de golpe.
Fruncí las cejas un poco. ¿Habíamos despertado solo nosotras dos en está habitación? Pero, está habitación viéndola bien es... Algo vieja, de madera y por dentro estaba con pocos muebles de madera viejos. No había mucha luz, solo la luz que entraba levemente por las ventanas a los costados de la pequeña habitación. Tenía muchas dudas, tengo más bien.
—¿No tienes una idea de que hacemos aquí?
Negó con su cabeza.
—Lo único que sé es que estaba en una ciudad y terminé aquí. Es extraño, desperté con un vestido el cuál no tenía antes de entrar aquí, digo puedes escoger tu ropa en tu registro pero...—ella paró un poco y miró hacia abajo, después me miró a mí con una cara de confusión—Pero, no recuerdo haber seleccionado un vestido así.
—Esto... Es extraño.
—Ni tan extraño, también tienes uno casi igual al mío—espera, ¿Qué?—Es color amarillo de hecho. Un amarillo muy bajo, pero te queda bien con el color de tu piel blanca.
—Tienes que estar bromeando—ella se quedó en silenció—¿Cierto?
—Ojalá, no tengo ni idea de quién eres no suelo hacer bromas a personas que no conozco. Pero, me presento soy Hannie.
Me extiende su mano y yo la tomo dudosa.
—Christa. Christa aday.
—segundo nombre ¿Eh? Que buena suerte tienes, los míos no se decidieron por otro además de Hannie.
Me di cuenta que Hannie solía hablar mucho, me quedé perdida unos segundos mientras ella explicaba el por qué le habían puesto así o algo parecido pero tenía que ver con su nombre. Yo miré el suelo de madera mientras me moví para sentarme en la orilla de la cama antes de levantarme.
—Entonces mi madre creo que no se decidió por otro nombre que Hannie, aunque bueno mi padre...
¿Esto es normal? ¿Es normal sentir que el aire de alguna forma cambió y que mi pulso se acelera de vez en cuando? Mis manos se aferraron un poco a la orilla de la cama, puse un pié sobre el suelo y después el otro para poder levantarme y quedar frente a Hannie de pié mientras seguía hablando.
—Creo que por eso me pusieron así al final de cuentas, todo por qué mi abuela intervino.—se detuvo y soltó una risita—¿No es impresionante y divertido a la vez?
—Claro, muy...—Ni siquiera puse atención a lo que había dicho por estar tratando de analizar todo esto—Interesante Hannie, ahora ¿Si salimos? Debemos averiguar qué hacemos aquí.
Comencé a dar vueltas por la habitación buscando un par de zapatos ya que al despertar estaba completamente descalza. La sensación de la madera helada entre mis piés era tan real, que sentías como si te quedabas mucho de pié tus pies se helaban como si estuvieran caminando sobre hielo.
—¿Debemos salir de aquí? Digo, hemos despertado hace poco y no hemos convivido mucho. No sabemos qué puede haber allá afuera ¿Que tal si hay peligro?
Encontré un par de botines marrones algo desgastados al lado de un buró, los tomé y me dirigí de nuevo hacia la cama para poder ponermelos mientras Hannie seguía frente a mi.
—Si no salimos—me detuve al decir aquello y me quejé maldiciendo un poco por qué no entraba bien el botín—No tendremos idea de que nos estamos perdiendo Hannie, así que tendremos que salir de aquí. ¿No quieres averiguar que hay ahí a fuera?
Su mano tocó su mejilla.
—No creo que sea buena idea...
Me levanté con mis botines ya puestos girandolos un poco sobre mi eje para ajustarlos.
—Bien pues, si no vienes conmigo puedes quedarte aquí. Tu decides Hannie, yo necesito respuestas—me dirigí hacía la puerta de madera con un marco algo particular y toque la perilla, miré hacia atrás y vi a Hannie de pié todavía frente a la cama—¿Estás segura?
—Te alcanzaré después, yo aún no quiero salir.
No podía obligarla a venir conmigo, no nos conocíamos y, por lo menos yo quería estar por mi cuenta ahora.que lo pensaba mejor. Solo reprimí una sonrisa, me giré de nuevo y giré la perilla para finalmente salir.
Una fuerte luz me dio en la cara, reconocí de inmediato la magnitud de ese rayo en mis ojos. Era la luz del sol.
Aparté mi vista para ver lo que había a mi al rededor y no podía creer lo que estaba mirando. Era un pueblo, un pueblo medieval.
Pequeños puestos de madera abundaban las calles, personas con vestimenta similar a la de Hannie y a la de otras personas de los años pasados vagaban por las calles como si todo fuera normal. Las casas, la mayoría eran de adobe, piedra y madera. Yo me quedé de pié, mirando todo lo que tenía frente a mi. ¿Por qué desperté aquí? más bien, ¿Que nos pasó a la mayoría que estábamos ahí presentes?
Comencé a caminar las calles, se veían las personas tan llenas de alegría y lo que más podía notar era que la mayoría eran adolescentes. No vi a una sola persona adulta, no había ningún señor o señora mientras recorría las calles. Me acercaba a los pequeños puestos para ver la variedad de fruta y alimentos que contenían y confirmaba que olían y se veían reales.
Al acercarme a uno, examiné una manzana verde que se veía reluciente. La tomé entre mis manos y comencé a olerla y a sentirla, más que nada a examinarla. Quizá estaba siendo algo rara pero, todo lo era en estos momentos, nada tenía sentido alguno para mí y, ni siquiera sé por qué nadie cuestiona nuestra existencia en este lugar.
Solo queda una pequeña prueba para darme cuenta de algo...
La manzana hizo su típico sonido crujiente cuando la muerdes comúnmente, su sabor era exquisito... Su textura era igual a...
—¡Oye!
¿Eh? Miré hacia en frente del puesto donde estaba un chico castaño con un delantal blanco algo viejo y con manchas cafés.
—Esa manzana es de mi puesto, tienes que pagar por ella—reprochó—¿Acaso estás loca? No puedes solo comer una manzana así como te venga en gana, esa manzana era una de las más valiosas por lo menos deberías haber considerado pagarla—hizo un gesto dramatico—Oh dios, mi pobre manzana.
—¿Eres un demente,no?
Fue lo único que pude decir con ironía al ver cómo hacía un drama ridículamente por una manzana.
—¿Un demente? Debes estar jugando niñita, esa manzana—señaló—Vale 1500 Derbex, si puedes pagarla adelante págala y dejaré de reprochar.
—¿Derbex?
Ni siquiera sabía de qué estaba hablando este tipo.
—Agh—me arrebató la manzana y yo lo miré extrañada, se puso a examinarla y después dió un suspiro y me la extendió de nuevo—Esa cosa ya no sirve, puedes quedartela. Dejaré pasar esta vez eso, pero a la próxima te llevaré con los guardias y ellos...
—¿Guardias?
En verdad que no entendía nada, no entendía ni siquiera cómo podía estar como si nada pasara aquí, como si aquel rayo no nos hubiera pegado en aquel instante extraño. ¿Cómo puede ya estar despierto y vendiendo en un puesto?
—Oye, ¿No sabes nada de nada?—asentí ante lo que dijo—¿Persiste la memoria o algo así?
—No he perdido la memoria... Solo, estoy confundida. ¿Acaso no te das cuenta?, esta vida no es normal.
—Estas confundida en ¿qué sentido?
Me preguntó mientras yo veía un poco la manzana mordida en mis manos. Mi mente podía explotar en cualquiera momento, podía explotar y estaba segura de que no me gustaría. El chico se acercó hasta mí y se quedó de frente.
—Cierro dentro de poco, puedo resolver algunas de tus dudas—suspiró algo pesado—Solo, siéntate ahí—señaló un banco de madera que estaba en la esquina de la calle—Y espérame, no hables con nadie por que podrías confundirte mucho más de lo que ya estás.
La cara del chico era angustiante, como si fuera un delito no saber de qué hablaba o el que significaba todo esto. Solo murmuré un "gracias" y fui a sentarme sin decir nada más a dónde me dijo.
_*_
El río cerca de aquí era una vista espectacular, podía mirarlo todo el día sin detenerme. Las pequeñas piedras y peces se veían en él, se veía tan transparente y tranquilo mientras algunos pocos árboles estaban rodeándolo.
Me senté en una banca de madera y el chico también se sentó a mi lado. Había decidido venir aquí para tener una plática tranquila y alejada de algunas personas ya que dijo que podían verme como un bicho raro, no sabía el por qué pero, no dije nada más. El atardecer estaba haciéndose presencia y el sol se alcanzaba a reflejar en el agua.
—Bien, dime ¿Que es lo último que recuerdas antes de despertarte el día de hoy?
—Recuerdo...—enchiné un poco mis ojos mientras veía el río—Recuerdo haber estado en el proyecto desde el inicio, estaba en la ciudad y de pronto un rayo de luz comenzó a caerle a cientos de personas a mi al rededor, yo me quedaba observando anonada a lo que pasaba sin tener respuesta alguna. De pronto, el rayo impactó en mi pecho y todo se puso oscuro...
El chico me miró sorprendido un poco, no sabía por qué si le había pasado lo mismo a todos los que estábamos aquí.
—¿Es lo único que recuerdas antes de despertar hoy?
Asentí y él estaba con la boca abierta.
—Después, desperté en una habitación con una chica a mi lado de pié. Suele hablar mucho de eso me di cuenta pero, yo quería respuestas así que aquí estoy.
—Bien pues...—se llevó su mano a la frente—Joder es que no se cómo explicar esto. Christa, si no me equivoco en la pronunciación de tu nombre—continuó—el evento del rayo pasó hace un mes.
¿Qué? Cómo puede haber pasado un mes de eso. Para mí solo fueron unos pocos segundos, fracciones de tiempo lento y preciso. Solo vi oscuridad y de pronto desperté aquí, ¿Cómo puede ser posible que el tiempo pase así de rápido?
Me quedé impactada con lo que había dicho, traté de hablar en hice el movimiento de mis labios como si una frase fuese a salir pero no pude.
—No entiendo cómo pudiste despertar hasta ahora, pero al parecer por lo que dices no fuiste la única—aclaró— Pero, llevamos en esto un mes. Eso es seguro, al principio ni siquiera yo sabía que había pasado.
Nos miramos ambos y su mirada se desvío hacia el río de nuevo como si estuviera recordando.
—Cuando el rayo me pegó, yo desperté también. A diferencia de ti, yo desperté en la plaza principal de esta ciudad, la mayoría había despertado ahí o bueno, eso creía. En ese momento todos estábamos asustados, no sabíamos que había pasado ya que solo veíamos la oscuridad del cielo estrellado mientras muchos de nosotros estábamos alarmados. De pronto...—dio una mordida a su manzana— apareció él.
—¿Él?
Pregunté intrigada.
—Augustus Forth.—Pronunció amargamente— Uno de los tipos del proyecto, aquella vez en la ciudad antes de que el rayo nos impactara a todos, el dio el comunicado oficial. No obstante, cuando llegamos, él nos dio uno a nosotros. Nos dijo que esto era un escape a la realidad, que solía ser dura algunas veces. Creyó que sería mejor separar a los adolescentes, de los niños y mayores de edad. No nos explicó mucho, solo nos dijo que disfrutaramos lo que nunca pudimos disfrutar años atrás... creo que se refería a la época medieval.
Augustus Forth... ¿Qué es lo que en realidad quiere? ¿por qué nos separó de todos los demás? los de la organización no habían mencionado nada sobre esto... no habían mencionado nada sobre que viviríamos apartados de la mayoría de las personas...
—Augustus quería darnos roles para tener algo por lo cual vivir aquí, me tocó llevar un puesto como lo ves. A todos se nos dio un rol, a algunos se les dio el rol de cosechar, a otros hacer guardia, abrir puestos, encargarse de molinos y esas cosas. Es como si realmente viviéramos en esa época. Las monedas y el dinero aquí se llaman derbex, son monedas que ganas mientras cosechas o haces algo según tu virtud o lo que Augustus haya seleccionado para ti.
Se quedó callado unos segundos, aún tenía algunas preguntas que necesitaban respuestas. Mi mente iba a volverse loca, estaba apunto de hacerlo, no podía creer que había dormido durante un largo mes y para mí solo habían pasado segundos.
—Una pregunta más, ehm—¿cual era el nombre de este chico?
—Caleth, me llamo así.
Bien, por lo menos se dio cuenta que no me había dicho su nombre antes. Menos mal.
—Bien Caleth, Augustus ¿dijo algo más?
Movió su cabeza de un lado a otro.—Después de decirnos aquello, él desapareció. Dijo que nos veríamos pronto y la verdadera libertad se pondría en juego, no sé qué significa eso pero lo dijo antes de irse.
¿Libertad en juego? La libertad no puede estar en juego, ¿somos libres,no? no estamos encadenados a nada ni nadie por el momento, no somos presas de algo, ni siquiera somos humanos viviendo en la verdadera realidad. ¿Acaso esta no era nuestra dichosa libertad?
—Christa—Habla y yo volteo—¿Que rol te tocó emprender a ti en este mundo?
Un rol... ni siquiera sabía que estaba pasando para ponerme a averiguar algo más de mi en este lugar. Mi mente se estaba cuestionando sobre que debería hacer, sobre si debería hacer como si nada extraño pasara en este lugar o tratar de investigar a que se referían las últimas palabras de Augustus. Aún así, debo también investigar sucesos que pasaron aquí en el tiempo que tardé en despertar.
—Yo...—Me quedé sin que decir exactamente. No sabía como checar el rol que me había tocado a mí.—Creo que no tengo uno, digo no se como seleccionarlo o como darme cuenta de cual es la virtud de mí persona en este lugar.
Lo miré y no hablaba, solo sus cejas se arrugaron un poco como si se tornaran en cierta confusión.
—Al despertar, ¿no te salió como una notificación frente a ti de qué papel te tocó en este mundo?
—Al despertar lo único que vi fue a una chica que hablaba como una loca sobre como sus padres le pusieron su nombre actual.—Traté de no reír aunque al mirarlo él no lo hacía, supuse que esto era algo serio, en verdad—Pero, contestando a tu pregunta no me salió algo parecido a lo que tu describiste.
—Eso no puede ser posible, tienes que tener un rol para conseguir trabajo y dinero, y una vida.
—¿una vida seleccionada, eh?—Me puse de pié y me estiré frente al rio.—No se tú Careth, pero mi vida no debería ser algo que deban asignarme o seleccionar en que seré buena o que debo hacer para vivirla. Tal vez sea un nuevo mundo pero, no significa que deba aceptar lo que Augustus seleccione para mí.
—Pero...
—Pero nada, si no me dieron ese tal rol no debería haber preocupación alguna. podría buscar yo misma mi propia cualidad aquí—Dictaminé mientras seguía viendo el reflejo de la mitad del sol en el agua que se comenzaba a ocultar por las montañas.—No debería ser un problema, o ¿si?
El único problema del que soy consciente es como averiguaré el por qué desperté después de mucho tiempo. El por qué Hannie también lo hizo, y él por qué muchos de nosotros al parecer lo habremos hecho. ¿habrá personas que tampoco han despertado aún?
Sin querer buscar más respuestas con Careth, decidí despedirme de él mientras lo veía con cierta preocupación moviendo sus manos unas a otras. No quiero decir que ocultaba algo, por que al parecer estaba tan sorprendido como yo lo estaba al momento en que hablamos nuestras versiones de la historia. Tal vez, solo deba regresar a donde desperté esta mañana.
_*_
Mientras me quitaba los botines sobre la orilla de la cama Hannie estaba escuchando lo que había descubierto sobre que había a fuera y la razón evidente del por qué estábamos aquí. O por lo menos la razón que Augustus dió a todos los chicos que despertaron antes que nosotros, hace unas 4 semanas para ser exactos.
Hannie estaba sentada en el suelo frente a mi cama, ya que la suya estaba en el otro extremo de la habitación por lo cual no podríamos hablar mejor.
—Es algo interesante...Muy interesante a decir verdad pero, ¿cómo es posible que llevemos dormidas un mes?—cuestionó—Digo, no noté siquiera que fuera un mes, para mi mas bien fueron segundos.
—Creeme que para mi también lo fue, fue extraño como todo pasó. Algunos cabos están sueltos aún en mi mente.
No sabía si debía confiarle mis pensamientos también, quizá solo deba compartir la información que debería saber por lo pronto, no debo adentrar a otra persona a las preguntas que me hago o a la investigación que quiero hacer. Me estiro un poco por que siento que mis brazos comienzan a dormirse, lo cual es raro ya que no soy yo realmente en carne y hueso, algunas veces la tecnología es extraña...
—¿Cabos sueltos? Creo que el tipo nos dio toda la información que necesitamos ¿no lo crees?
Acaso para ella la información que Augustus dió a todos los demás, ¿era normal y justificaba todo esto? veo que Hannie no pensaba demasiado como yo, no la culpo yo debería también dejar de pensar en temas profundos y conformarme con una respuesta tan poco coherente. pero, yo soy yo y mi mente me pide a gritos que trate de encontrarle sentido a esto. El verdadero sentido.
—Si, creo que tienes razón. Al fin y al cabo Augustus ya nos dio roles a la mayoría de las personas, ¿a ti te dieron uno, Hannie?
Se puso a pensar un poco.
—Creo que me dieron repostería, una notificación apareció con esa cualidad frente a mi cuando me desperté—Okay, eso no lo veía venir en lo absoluto, ¿Hannie tenía alguna cualidad, y yo no?—Pero bueno, no creo que eso de la repostería se me de tan mal. ¿A ti cuál te tocó?
O miento o le explico. Creo que mentir está bien.
—Mhm—Hice como que estaba recordando, cuando en realidad estaba pensando en qué inventar—Creo que me pusieron en el área de cosecha, algo así leí cuando desperté.
—¿cosecha?
—Sí, qué cosa tan mas rara lo sé pero que se le puede hacer. Oye creo que tenemos que dormir, digo mañana comenzaremos a trabajar, ¿no?
—Oh, tienes razón—Se levantó y comenzó a sacudir su vestido—No había pensado en eso, bueno. Nos veremos mañana, buenas noches.
—Buenas noches—moví mi mano y le di una sonrisa hasta que se fue a acostar.
Estando entre las sabanas, solo podía observar el techo y tratar de dejar de pensar cosa que no podía dejar de hacer. Giraba mi cuerpo de un lado a otro tratando de buscar un punto bueno para poder dormir, pero esto era en vano. Solté un quejido que pareció más bien un murmullo y coloqué la almohada sobre mi cabeza.
Cuando pude escuchar como si alguien corriera por la calle cerca de está casa. Traté de ignorar ya que dicen que la curiosidad siempre mata al gato, pero el sonido fue aumentando y multiplicándose, me levanté y me asomé por la ventana y entonces vi como habían personas que se dirigían hacia un lugar, todos corrían como si hubiese prisa. Mi rostro de seguro estaba hecho de confusión, de repente escuché el sonido de la puerta como si alguien la tocara. No le di importancia y seguí mirando cuando los golpes se hicieron más fuertes.
Entonces decidí abrirla.
Había un tipo con camisón y un pantalón roto, su cara parecía alarmante y su cabello estaba algo alborotado. Al parecer a él tampoco lo habían dejado dormir.
—Han hecho un llamado en la plaza principal, debemos acudir todos. Sé que es madrugada pero han dicho que es algo urgente, debo seguir avisando no demoren.
—Oye—se detuvo—¿Por qué todos están tan alarmados?
—Después de mucho, él está aquí. Al parecer dará otro comunicado, no lo sabemos con exactitud pero, por lo menos yo ya estoy cansado de lo mismo todo el tiempo y al parecer podría cambiar algo en esta vida medieval que nos dió.
Con eso, el chico con cabello color azabache se marchó y yo corrí lo más rápido que pude a ponerme los botines que había dejado a justo a un lado de la cama. Con mi cuerpo en la orilla y mi pie apoyado en mi pierna del lado contrario, comencé a hacerle un nudo a los botines.
¿Augustus Forth había regresado? ¿Planeaba lanzar otro comunicado? No entiendo él por qué mucho menos por qué hora, ya que era algo que había surgido al parecer a mitad de la noche.
En menos de minutos, estabamos todos reunidos en la Plaza principal del pueblo. Todos estaban angustiados y otros murmuraban cosas, tdoo era oscuridad por lo pronto. Solo murmullos llenaban la plaza principal, Hannie había decidido venir después de mi, ya que quería seguir durmiendo pero de seguro debe estar por ahí.
De pronto una luz se proyectó como aquella vez en la ciudad, Augustus se proyectó frente a nosotros de nuevo con una barba exageradamente larga y una bata científica mientras sus lentes seguían en él como la última vez. Ahora su aspecto daba más mala espina que antes, y con exactitud no sabía el porqué.
—Buenas noches habitantes de esta nueva vida virtual. Hacía ya un mes que no los veía ¿no es así? he decidido hacer mi aparición para poder por fin comenzar nuestra nueva vida correctamente.—¿ahora de que estaba hablando este tipo? cuando mas creo saber, me doy cuenta que no sé absolutamente ya nada sobre esto—Sé que muchos estarán confundidos ahora mismo, no los culparé si estuviera en su lugar también lo estaría. He esperado un mes para poder hacer esto... Bueno comencemos con, el principio de todo esto. Seguramente habrá algunas personas que se despertaron él día de hoy y no sabían donde estaban y, seguramente me están escuchando ahora mismo entre la multitud. Debo agradecerles, no sabía cuando exactamente despertarían y para ser exactos, no tenía mucha paciencia.
Al parecer Augustus sabía que muchos de nosotros despertaríamos después de algún tiempo, pero como veo las cosas no sabía con exactitud si íbamos a despertar en poco tiempo después de que el rayo nos pegó.
—Seguiré con esto, hoy buscarán la libertad. Hoy...—Baja un poco sus lentes y hace una cara como si estuviese viendo a cada uno de nosotros fijamente— Hoy comienza el verdadero proyecto de la organización. Primero que nada, Espero se hayan divertido con los roles que les di mientras esperábamos a que los demás despertaran. En cierta parte debo agradecerles por ser parte de este proyecto, ya que sin ustedes no podría hacer mi jugada... Bien, desde ahora en adelante su nivel de vida puede bajar fácilmente, pueden morir en la vida real o pueden sufrir daños irreparables...
Todos comenzaron a asustarse aún más, yo solo sentía que mis manos temblaban mientras escuchaba lo que él decía. No se en que nos había metido esa organización pero, al parecer no era para nuestro bien. ¿Que tramas, augustus?
—Ah..—suspira patéticamente frente a nosotros—Debe ser aburrido tener que vivir como si nada malo pasara, ese no es el chiste de la vida verdadera. El chiste es luchar, sobrevivir y tratar de buscar libertad, ¿no? verán, ahora mismo su sensibilidad a las cosas está en un estado... crítico, pueden sentir de mejor forma, pero también pueden sentir el dolor. Ustedes buscaran libertad, verán cómo poder sobrevivir a distintas pruebas que tendrán que pasar muchos de ustedes, se preguntaran, ¿Para que Augustus?
Esa era la misma pregunta que me estaba haciendo...
—Tendrán que cruzar distintos reinos y distintas montañas atravesando diferentes sujetos muy fuertes, de un nivel superior al suyo. Esta es la primera capa, el primer reino. Para salir del primer reino, deben cruzar las respectivas montañas o encontrar una forma para llegar a la puerta que atraviesa el siguiente reino. En total hay 59 capas de reinos.
—¡Eso tiene que ser una broma!
Un tipo grita con cierto terror y todos comienzan también a gritar un poco. Yo no lo hacía.
—En cada puerta en su entrada hay un jefe, puede ser brujo, hechicero, caballero, monstruo o criatura mitológica. Al matarlos, una llave se suelta y esa es la indicada para abrir el paso al siguiente reino, es como un laberinto ¿no? si uno de ustedes es expuesto a un poder o allgo que el jefe o cualquier criatura les haga, si su hp es mayor que el suyo, ustedes moriran tanto en la vida virtual como en la real, así que ustedes sabrán cómo quieren pasar las puertas. Para hacerlo, deben ser muy fuertes... —Comenzó a reír—Y tratar de no morir. Su cuerpo será quemado por unas ondas que el dispositivo manda hacia su cuepo para los que no crean que pueda ser capaz esto, ceberían creerlo. Al llegar a la capa 60, llegan al castillo del rey rojo de seguro se preguntaran ¿que hay al llegar a él?
De solo pensar en que debemos arriesgar nuestras vidas... me hace apretar cada vez más mis puños. Podemos sentir el dolor pero peor aún, podemos morir realmente.
—Eso es lo misterioso, sólo puedo decirles que encontraran libertad. La libertad que se les quitó por una enfermedad, podrían regresar a la vida real o quedarse aquí—Eso hizo que bajara mi rostro y apretara mas mis puños—Ustedes deciden, desde ahora declaro el juego de Caballeros Sangrientos, inaugurado.
Tiene que ser una maldita broma...
Todos comienzan a gritar con terror, la risa de augustus comienza acrecer, hay chicas temblando en el suelo, otros tratando de convencerse de que esto no es real.
—Sin embargo pensé en ustedes también—todos los gritos se convirtieron en silencio—Pueden vivir en paz, pero si quieren avanzar tendrán que pelear, Tendrán que convertirse en unos luchadores. O más bien, en caballeros. Así que, ¡que comience el juego!.—Una sonrisa de maniático aparece en la pantalla frente a nosotros— La libertad está en juego, si no luchan moríran. Me despido, Augustus Forth.
Y así, la pequeña pantalla de luz desaparece. Los murmullos, el miedo y terror comienzan una vez que Augustus vuelve a desaparecer y, mi mente en estos momentos está en blanco. La realidad está en juego, estamos en una vida que es llamada Caballeros sangrientos...
¿Moriremos por buscar libertad? o ¿Moriremos por intentarla ganar?
Sin duda alguna, preguntas a las cuales no hay respuestas aún para ellas. Y mientras todo se convierte en un caos, mi mente también lo está.
*
N/A
¿Que les pareció? Si bien es solo el inicio de todo lo que se viene por aventurar Christa, espero y sea de su agrado este cap. Actualizaré una vez a la semana o dos, dependiendo como esté mi inspiración. Nos leemos pronto, M.G. ❤️
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