Andele,  ya era turno de la pareja protagonista.  Lamento haber desviado demasiado eso,  a veces sucede que nos emocionamos con algunas ideas que nos olvidamos por completo que la historia trata de algo en específico y nos desviamos. ㄟ(≧◇≦)ㄏ

Pero bueno. Ya espero acabar esta historia jeje,  cálculo menos de cinco capítulos o quizás ese número exacto. Y ya todos se trataran de la pareja protagonista. 0^◇^0)/

Sin más que decir, es hora del capítulo :3

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♎Narradora♎

El castaño se quedó en su lugar,  sin moverse y meditaba esa advertencia o amenaza que aquella diosa le había dado antes de darle una última oportunidad de vivir.  No la había dejado ir por simple amabilidad,  no por supuesto que no.  Athena merecía sufrir lentamente todo aquel daño que causó a muchos,  además recordó algo que podía ser muy benéfico para él y su esposo. 

——— Es hora recordarte quien eres, amor.  Esta vez no nos tomará por sorpresa...— habló para él mismo,  cerrando los ojos y disfrutando una gran paz.  Una sonrisa ocupó su rostro cuando un par de brazitos rodearon sus piernas, éstas no estaban cubiertas por su armadura divina,  bastó con solo inclinar su mirada a dicha parte de su cuerpo y notó a la pequeña castaña-azabache. 

——— ¿Papi?  —lo nombró ella cuando la tomó en sus brazos,  dejando reposar su cabeza en el pecho de su madre sintiéndose ya en calma.  Él por su parte le dirigió la mirada y le dio su atención.

——— ¿Si princesa? — estaba feliz,  por fin estaba con su hermosa familia y la mitad estaba esperándole en un sitio muy especial.  Así que tomo rumbo en la misma dirección que tomaron sus espectros,  perdiéndose entre pasillos y habitaciones.

——— ¿La vieja bruja ya no molestará más? — cuestionó un poco asustada debido a lo que había ocurrido hace tanto.  Temía que fuera encerrada de nuevo en ese silencioso lugar, era una sola habitación que no tenía fin alguno pero estaba muy bien amueblada.

  Por más de doscientos años su única compañía fueron su hermanito adorado y unos libros que le dieron entretenimiento por algunos años,  eso después de pasar medio siglo tratando de descifrar ese lenguaje escrito.  Tuvo éxito, logró ampliar no sólo su mente sino también la de su hermano menor;  deseaba que sus padres estuvieran orgullosos de sus progresos por qué ellos prometieron volver... Y así lo hicieron. 

Si tardaron, sabían bien quien fue la causante de todo, aquella diosa con aquél caballero de armadura dorada que no venía en ningún libro sobre los signos zodiacales. Investigó más, suerte que el estante en esa habitación infinita también tenía sus libros infinitos.  Ahora que estaba con su madre le ayudaría en todo lo que pudiera, pero debía saber que hizo el castaño con la diosa. 

——— Por ahora no, pero estaremos listos cuando intente hacer la misma jugada.  —miró a su hija, los ojos casi bicolores eran hermosos y estaban llenos de una gran inteligencia siendo de apenas dos años humanos.  Maldecia a esa tonta por negarle el derecho de ser él mismo quien instruyera tales conocimientos.  Pero ahora que todo volvía a su cauce,  aprovecharía al máximo cada segundo con su familia. 

——— Lo volverá a llamar,  pero se que hacer.  No es el único que puede acabar con los dioses —concluyó la plática, alegre y serena.  Al instante llegaron a una sala muy cómoda.

Sofás tapizados de un color rojo cereza,  cuatro en total siendo dos largos para cuatro personas y anchos que hasta dormir podías.  Dos principales estaban frente a un gran ventanal, que era iluminado por un hermoso sol y con una grandiosa vista de un hermoso jardín con flores exóticas;  uno era más grande que el otro y el de mayor tamaño estaba el padre de la pequeña jugando con su hermanito.

——— ¡Mami volviste! 

——— Claro que si, pequeño travieso.  —respondió feliz el castaño a su fiel copia que contenía su sangre y la de su amado.  Llegó a sentarse a lado de su esposo no oficial en esa época,  porque Hades tenía planeado volver a casarse pero esta vez sería muy distinto. 

El individuo al lado del castaño que sostenía en sus brazos al bebé de casi un año,  era un azabache de cabellera rebelde y ondulada, larga hasta más allá de su espalda.  Ojos color verde agua, piel clara;  rebasaba por una cabeza al castaño Seiya, no llevaba su armadura sino una de sus túnicas negras.  Sí,  Hades estaba en su cuerpo original. 

——— ¿Cómo te fue?  — recibió un beso con suave mordisco de su cónyuge sacándole una sonrisa, su mirada le indicaba en un aviso silencioso que esa noche no iban a dormir. Se obligó a calmar los impulsos de tomar ahí mismo a su esposo, deseaba tener la experiencia de subyugar a esa criatura rebelde bajo sus fuertes brazos, que le suplicara que le hiciera suyo sin descanso.  Sin embargo, estaban sus hijos y no deseaba traumarlos. 

———Si todo sale como lo planeamos,  ella irá otra vez con él para sacar ventaja.  —le contesta calmado mientras se despoja de su armadura quedando en ropajes más a su época.  Pantalones de seda un poco holgados de color negro,  sudadera gris y su típica camiseta roja sin mangas.  Sus pequeños rápidamente montaron la armadura que tenía la forma de un Pegaso Negro. 

——— Está idiota si cree que me atacará por la espalda dos veces.  —aseguró con burla pero se le fue esa sensación cuando notó a sus pequeños jugar con tan peligroso armatoste.  — Niños lo van a romper y creanme que no voy a soportar a la amargada de Pandora por dejar que jugarán con la armadura. 

——— Pero la tía Pandy le encanta que le pidamos favores,  papi.  Además una mirada de Fénix y está domada — opinó con mucha diversión y algo de perversión la pequeña Luka.

——— Tienes prohibido acercarte a Fénix y a cualquier hombre que no seamos tu padre,  tu hermano y yo.  —exclamó medio horrorizado de que su pequeña tuviera tanto conocimiento de la debilidad de la mujer enamorada. Todo este tiempo extrañó tanto lo que muchas vidas le costó como para que cualquier imbécil quitara la inocencia de su Princesa. 

——— Pero papá, no es justo. Tenía una cita con Eros.  — se queja la pequeña y va a donde Seiya que intentaba no carcajear al ver el rostro y la reacción de su esposo al saber que ya Luka tenía una cita. 

——— ¿¡Qué demonios!?  —exclamó estupefacto ante tal revelación— ¡Por Kronos!  Tienes apenas dos años,  ¡Dos años Luka!  Ni creas que vendrá ese remedo de dios con pañales a Mi Territorio. Es más —ve al pequeño castaño y le señala, asustándolo pues ya estaba a las risas—Dante¹,  tienes mi permiso para encerrar a tu hermana en el Tártaro² si se atreve a venir ese pervertido en pañales.  ¿Entendiste? 

——— Sí papá —Dante,  el castaño se mordía la mejilla por dentro para no estallar en carcajadas. 

——— ¡Papá!

——— Amor creo que estás siendo algo paranoico.  —trata de calmar al azabache que ya estaba dando vueltas en circulo frente al ventanal.

——— Paranoico nada ¡es una bebé, ya tiene cita y no han pasado mi siquiera medio día!

——— Pero solo se tardó unos minutos cuando Nix se lo presentó — susurra Dante,  sin embargo Hades si logró escucharlo.

——— ¡¿QUÉ!?

———¡Dante! ¡Boca floja! 

——— Ups.... Je.

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¹: No recordaba el nombre,  pero una hermosa chica me ayudó a colocarle el nombre correcto.

²: El Tártaro es un profundo abismo usado como una mazmorra de sufrimiento y una prisión para los titanes en el Inframundo o el Hades, como también se le llama al territorio del dios con el mismo nombre.

Así también es una deidad importante,  es como el creador del inframundo o algo así.  Lamento si no puedo explicar bien esta última parte.

Y es todo,  quise poner más cálido a Hades ya que en realidad si lo es.  Investigué y él era benévolo, compasivo y sereno;  así que pensé ¿Por qué no ponerlo más protector?  No le quitaré lo "malvado", igual ya está harto de tanta insolencia humana. 

Agradezco mucho cada voto, vista y comentarios suyos.  De verdad que me dan ánimos para seguir escribiendo,  oh y también a quienes se suscriben, jamás pensé tener tantos y ya más de doscientos es mucho para mi.  Lo agradezco de ❤, ahora si me despido y nos leemos en otro cap :3/