ACLARACIONES:

-Esto ocurre mucho antes de los sucedido en la parte anterior "One-shot"

-Al menos que yo lo indique, la narración será omnisciente

-La guerra entre humanos y monstruos no sucedió jamás

-Temas delicados a tratar

-No me hago responsable del jaleo mental que pretendo provocarles

Sin más, empecemos.

---------------------------------------------------------------

(Por favor, poner si se puede cada canción que salga de aquí a continuación. Muchas gracias de antemano)

https://youtu.be/OeB6cB_-VQE

La Tierra sigue trasladándose alrededor del sol y girando en torno a su eje; que alguno de estos movimientos cese y provoque un desequilibrio de niveles universales, que destruya todo lo conocido y por conocer, es un macabro y codicioso deseo persistente en los corazones de algunos ignorados, desentendidos seres tan importantes, como cualquier otro, olvidados por pereza a tratar con ellos o porque ellos tienen pereza a tratar con el resto, bajo la desolada excusa de que no hay nada que entender sobre su forma de pensar o actuar, que no vale la pena si quiera intentar comprenderlo.

Las manecillas del reloj indican las 10'45 PM.

  Un día sin problemas, sólo un maldito día sin problemas, simplemente tranquilidad por veinticuatro horas seguidas. Es todo y lo único que piden, ¿acaso es demasiado para ser concedido? Parece caprichoso, hasta incluso irónico, que lo que se anhela con más fuerza, es lo único que no se cumpla, que todas las plegarias silenciosas y lágrimas no derramadas, no causen ni un poco de compasión, en el mundo que por la razón o la fuerza habitan diariamente.

El cucú suena molestamente al ser las doce de la medianoche, ¿a quién se le ocurrió ponerlo a cantar a esta hora?

Chara es un chico de diecisiete años, por razones que nunca ha querido mencionar quedó huérfano cuando tenía seis y vivió  en un orfanato, hasta los once cuando la familia Dreemurr lo adoptó. Desde entonces ha vivido rodeado de mimos y amor por parte de ellos, y de su hermanastro casi un año mayor, Asriel. Sin embargo, ¿qué tanto pudo pasar antes de ser adoptado, para que fuese como es? No inadaptado socialmente, sino persistentemente cerrado a siquiera intentarlo. No agresivo o violento, más bien paranoico de intercambiar un par de palabras de resolución. No un mal chico, simplemente alguien sin la capacidad de escuchar lo buena, de la oportunidad que se le está ofreciendo.

La 1'30 ha comenzado el cierre de transmisiones de los canales nacionales, ojalá tuviesen televisión abierta en el dormitorio.

Frisk es una chica de diecisiete años, hija de un matrimonio de clase media, sin nada que destacar, todos opinan que su infancia y niñez fue plena, por lo que no saben explicarse el por qué decidió irse de casa, mucho menos logran explicarse el por qué sus padres le permitieron irse con lo suficiente, para comprar medio kilo de pan por una semana. Gracias a Alphys, una amiga que hizo por Internet, vive en un piso que comparten y pagan a medias hace casi un año, balancea siempre al borde del colapso la escuela, sus trabajos de medio tiempo y desconfianza en los demás -además de si misma-. Quienes la aprecian quieren saber que ha sucedido con ella, pero ella no cuenta con la habilidad de hablar sobre lo que siente.

Por fin son las 4 de la mañana, según el reloj digital de sus veladores.

Es difícil explicar la cantidad de cosas que los humanos nos perdemos, por tener que dormir en promedio ocho horas, bastante desconcertante pensar que en si hemos vivido un tercio de nuestras vidas, en incluso más durmiendo, aunque opinando sin mucha base, tal vez sea lo mejor, con lo volátil del pensamiento, quien sabe en que se podría aprovechar ese tiempo. En fin, puede ser bastante genial no dormir cuando se tiene que hacer, pero aguantar horas y horas casi sin moverte, sin nada más que un techo al cual observar en medio de la oscuridad, te puede conducir a un estado emocional y físico lamentable.

Pero gracias a quien sabe que o quien, la alarma de sus celulares suena, son las 5'30 de la mañana al fin, hora de empezar otro día tortuoso, que acabará con otra noche sin poder dormir.

La escuela es un panorama, cuanto menos, siempre desconcertante. Entrar, decir buenos días al portero, subir cuatro pisos, abrir y cerrar la puerta del salón, escuchar uno que otro murmullo, ver unas treinta mochilas colgadas en los asientos y seguir sintiendo que no hay nadie a tu alrededor, solo uno mismo junto a la extraña sensación de vacío en el estómago, que como si se tratase de reflujo sube hasta el pecho.

Esa sensación los domina, los deja indefensos, caen en sus puestos y no cesa, hasta el reproche del profesor al empezar cada clase.

Es el fin de la jornada, cada uno se va por su lado. Chara es acompañado por Asriel, para que no se le ocurra escaparse de su cita al doctor, mientras que Frisk corre, para llegar a tiempo a la cafetería donde trabaja lunes y martes de 5 a 10 PM. Ambos están agotados de que siempre sea así, de que siempre sean los mismos pensamientos, emociones y actos los que constituyen sus aburridas tardes.

Las preguntas incómodas comienzan para el chico, los tratos cuestionables para la chica.

Chara intenta ser paciente, tal vez si se comporta no tenga que venir más a hablar de sus problemas con alguien que no está interesado ni en lo más mínimo, sus respuestas son ambiguas, pero no carecen de honestidad, si quien lo atiende fuese apto, para su trabajo, se daría cuenta. Oh no, falsas conjeturas lo están sacando de sus carriles.

Frisk anda atareada de un lado a otro, pidiendo permiso y con gracia evitando chocar con la gente, rápidamente atiende, toma la orden, la lleva a la cocina y la entrega, su jefe cree que es muy eficaz, si tan sólo usase el cabello más largo, los labios pintados, la falda más corta y el escote más abierto, ¿acaso será muy atrevido ofrecerle un aumento, si se viste de prostituta? 

Otra cita agendada, un aumento dado. Es momento de volver casa. Pareciese que el mundo supiese lo que están pensando, pues todos los semáforos han dado en verde, quieren evitar un accidente. La noche calurosa no les ayudará a conciliar el sueño, es perceptible. De repente, parece que todo no es tan malo, tienen un techo y cobijo, no como el monstruo frente a ellos, que en una mano sostiene lo que parece unas tiras de aspirinas y en la otra un envase vacío de patatas pequeñas.

Unas monedas menos, unas monedas más, no harán ni a nadie pobre, ni a nadie rico.

Asriel no hace preguntas al respecto, nadie puede preguntarle nada a Frisk, le compran 5 tiras de 10 aspirinas cada uno, el monstruo con las manos les indica que no tomen más de una por ni un motivo, eso trae ideas a sus cabezas.

¿Qué planeará este monstruo hablándoles a los dos al mismo tiempo, pero en lugares tan diferentes?

Llegan a casa, con un fuera de contexto "gracias por todo, los quiero" se van a sus habitaciones a descansar. Agarran las aspirinas que compraron, se dicen a si mismos: esto no es aspirina. Como si recién se hubiesen dado cuenta. Chara va donde Asriel, le pregunta si quiere jugar vídeo juegos con él, se niega. Frisk va donde Alphys, le pregunta si quiere ver un película, se niega. Nuevamente en sus habitaciones dejan cosas de valor a las vista, se miran en los espejos que tienen a la mano, sonríen, arrugan el entrecejo, hacen muecas graciosas, ser ríen de su estupidez y van por un vaso grande lleno de agua.

Miran la ropa que llevan encima y luego ven sus armarios, se dan cuenta de la cantidad de ropa que nunca han usado, aprovechan de probársela, da igual si le gustó o no, se la dejan puesta, se cepillan el cabello, se cepillan los dientes, revisan los mensajes de sus celulares. Vacío. Observan la pantalla sin descanso por unos 15 minutos, se resignan.

Consumen una de las pastillas, se preguntan qué pasará si se toman otra, se preguntan qué pasará si se toman una tira completa, se preguntan qué pasará si se las toman todas. Ah, ya acabaron con todas ellas. Ven por sus ventanas el cielo oscuro, es hora de dormir.

Que tengan dulces sueños, buenas noches.