Capítulo 45 "Fin"

Cinco años pasaron en un abrir y cerrar de ojos, Charlie y Claire crecen demasiado rápido a mi parecer, están en su primer año de escuela y debo admitir que... son un torbellino, traviesos y de lengua suelta como ellos solos, muy despiertos en inteligentes, y esa sonrisa hermosa que tienen... no puedo dejar de pensar en Smile cuando me muestran esa amplia sonrisa cuadrada mientras achinan los ojos, sin duda, ellos, Smile y la Free Souls es lo mejor que me pasó en la vida.

— Pero... Claire ¿Por qué le hiciste eso a tu muñeca?

Escuché decir a Smile, caminé hacia el cuarto para ver a qué se refería, Claire tenía su muñeca con cinta adhesiva cubriéndole la boca, también en sus manos y piernas juntas, casi parecía un secuestro de muñecas.

— Porque me dijo puta — señaló con naturalidad— ¡Mírala! Tiene rostro de culpable.

Smile y yo intercambiamos miradas, intentando no carcajear.

Los niños han compartido demasiado con la Free Souls, intentan controlar el lenguaje, pero siempre se les sale más de un improperio.

— Claire, puta es una mala palabra, no lo digas, no está bien.

Le explicó mi ruludo a nuestra hija, acuclillándose frente a ella.

— Papá, yo sólo dije lo que Susi la muñeca me dijo — levantando las manos con inocencia— Yo no digo malas palabras, Charlie si las dice.

— ¡Oye! — el mencionado salió de su escondite en la pila de peluches, mirando mal a su hermana— Yo no te acuso Claire, no seas soplona.

Mirándola mal.

— No hay que ser soplones, eso es cierto — acuclillándome— Los hermanos deben cubrirse, son cómplices de fechorías siempre, prefiero eso a que se estén acusando entre ellos.

— Entonces, sólo para aclarar — dijo mi niña— si hacemos cosas malas y ustedes nos preguntan muchas veces si fuimos nosotros, no se enojarán si no les decimos.

— Prefiero eso cariño, prefiero eso.

El sonido del timbre nos alertó.

— Bien, llegó la hora, nos vamos preciosas, debe ser la niñera.

— Me gusta Zara, es muy amable y divertida.

Carcajeó Claire, tomó de la mano a Charlie y bajaron las escaleras con cuidado, esperando a que abriéramos la puerta, ellos saben que no deben abrir la puerta por muy conocida que se escuche la voz al otro lado.

Smile fue quien abrió la puerta, era la niñera, tras ella, venía Tyler y Emily, normalmente dejamos a los niños juntos, se entretienen bastante.

— Hola Zara, adelante, pasa, ya sabes la rutina, los números de teléfono en el refrigerador, dinero sobre el mesón, deben ir a la cama a las diez y ya tomaron su baño, sólo... vigila que no hagan sus fechorías de costumbre.

— Claro señora, no hay problema.

Sonrió.

— Adentro mocoso, ve a jugar con tus primos.

Dijo Tyler, poniendole la mochila a su hijo, acariciando su cabello.

— ¡Diviértete mi amor! No te tires por las escaleras otra vez ¿De acuerdo?

Le dijo Emily, viendo como el pequeño entraba a casa y se unía a los mellizos, corriendo escaleras arriba para jugar en el cuarto.

— ¿Todo listo chicos?

Dijo Tyler, montando otra vez su motocicleta, a su lado Emily, sonriendo con malicia.

— Lista, no tienes idea de las ganas que tenía de un poco de acción.

Apoyando mi bate en el hombro, yendo hacia mi moto.

— Yo también, hace mucho que no hacemos esto ¿Por qué nadie quiere meterse con nosotros?

Dijo Smile, subiendo a su moto, ya todos listos, encendimos los motores, hoy teníamos una pelea, debíamos lucirnos, hace mucho que nadie nos retaba por el territorio, es divertido no perder las viejas costumbres.

Llegando al territorio bajo el puente, dónde arreglábamos las disputas, bajé de la moto e hice girar el bate varias veces en mi mano, siguiendo a mi pandilla, caminando directo a la otra, con bastardos que creían poder robarnos el lugar seguro que criamos para nosotros y nuestros hijos.

— Última oportunidad para rendirse — dijo nuestro comandante— estoy siendo piadoso.

— No vamos a rendirnos — dijo el otro comandante— ¿Nos temen? ¿Es eso?

Tyler carcajeo.

— No digan que no se los advertí.

Dada la señal, ambos bandos se enfrentaron, Dios... extrañaba mucho esto.

— ¡Lobo! ¡Abajo!

El sujeto hizo lo que le pedí, apoyó una rodilla en el piso y bajó la cabeza, ya lista la posición, corrí en su dirección, salté sobre su espalda y di un brinco como impulso, yendo hacia el grupo de sujetos que venía hacia nosotros, aterricé con un pie sobre el rostro de cada uno de ellos, la gravedad hizo lo suyo y caímos al piso, ambos perdieron la conciencia casi de inmediato, giré mi torso y golpee al siguiente tipo con el bate, al siguiente con el puño directo en la barbilla, como adoro el sentimiento de adrenalina recorriendo mi cuerpo...

— ¡Jules!

Smile me esperaba con las manos juntas, levemente agachado, pies a la altura de los hombros, entendí inmediatamente lo que él quería, corrí hacia él, puse mi pie sobre sus manos y dejé que me impulsara sobre su cabeza, directo a los sujetos tras él, aterricé sobre el rostro de dos, clavé el bate en el rostro del tercero.

— Mierda, denme un respiro — respirando agitada— Y así querías tener a otro bebé.

Agachándome cuando Smile y su puño hicieron aparición, golpeando al sujeto que venía a mis espaldas.

— No más bebés, creo que con dos es más que suficiente... a menos de que quieras otro.

— No Smile, más bebes no, por favor.

Golpeando a otro sujeto.

— ¿Ni siquiera uno?

— Ni siquiera uno.

— ¿Y un perro? Los niños y yo queremos un perro.

Rodé los ojos.

— Está bien, un perro sí, pero sólo uno, te conozco, y querrás un perro para cada niño.

— Los dos querrán dormir con el perrito, se van a pelear.

— Smile...

— Piedra, papel o tijeras, el ganador elige la cantidad de perros.

— Uno o dos, no más ¿Ok?

— Ok.

Preparándose.

— Piedra, papel o tijera...

***

Claramente siempre he apestado en los juegos, por lo que ahora estamos con los niños en la perrera, viendo un montón de peludos animalitos con cara de tristeza, deseando ser los elegidos y que los llevemos a casa ¿Cómo puedo negarme a sus ojitos?

— Jules ¿No que sólo dos?

Viéndome medio sonriente señalando a una pequeña chihuahua blanca que sostengo entre los brazos, fue la primera que se me acercó, parecía tan asustada que sólo la cargué y la acaricié sin siquiera pensarlo.

— Ella me eligió a mí, no fue al revés, la llevamos a casa, no está en discusión.

— Menos mal que no querías perro, de querer perro, tendríamos que comprar otra casa para llevarlos a todos ¿Qué estás haciendo?

Señalando al móvil que cargo con dificultad con una mano.

— Estoy sacándole fotos a los perritos, de seguro la pandilla querrá adoptar a más de uno, mira las caritas de todos, son tan bonitos, perritos preciosos.

Acuclillándome, dejando que todos ellos me llenaran de besos.

— Ok... mi esposa es la mujer de más blando corazón en el mundo — riendo— Iré a ver a los niños.

— Creo que ya pusieron sus ojos en dos pequeños.

Señalando con la cabeza.

Charlie estaba muy entretenido con un perrito salchicha negro, este le traía la pelota cada vez que mi hijo se lo lanzaba, Claire... bueno, mi hija era algo extremista, ella siempre iba en grande, estaba recostada sobre la panza de un Golden retriever, creo que hicieron clic, porque estaba mostrándole videos de tiktok, de seguro el perrito no entendía mucho lo que pasaba, pero estaba feliz de tener su atención.

— Bien, creo que todos eligieron ¿Puedo elegir también? Creo que acabo de enamorarme.

Cuatro perros...

Ok, nos estamos volviendo locos.

— A la mierda, llevemos cuatro perros a casa, podemos hacerles un cuarto de juegos, tenemos muchos cuartos vacíos ¿Se te pasarán las ganas de otro hijo con cuatro perros?

— Ya ni siquiera considero la idea.

— Hecho.

Smile se fue por un perro policial que parecía bastante imponente, según sus registros, la policía lo dejó aquí porque en vez de encontrar droga, la escondía, es perfecto para la pandilla, no delatará a nadie.

— Muy bien, vamos a hacer el papeleo, por aquí, familia Ivanov — Señaló la mujer que nos recibió— nunca una familia llevó tantos perritos a la vez.

Sorprendida.

— Digamos que somos... bastante peculiares — dijo mi esposo, besando mi mejilla— Tenemos una gran casa, así que el tema del espacio no será un problema.

— Eso me alegra mucho, estos peludos amigos han sufrido mucho.

Acarició a la perrita de Claire y nos guío al gran mesón, en dónde firmamos el papeleo y dimos el consentimiento para hacer seguimiento a los nuevos integrantes de nuestra familia. Me gustó que la chica hiciera participe a los niños de este proceso, entregándoles el mismo formulario que a nosotros, pero versión para niños, dónde ellos ponen su nombre en la parte inferior, comprometiéndose a cuidar y querer a sus nuevos amigos.

***

Apenas regresamos a casa con nuestras nuevas mascotas, vimos a Tyler apoyado en su motocicleta, fumando tranquilamente, al vernos con nuestras nuevas mascotas, sus ojos casi salieron de orbita.

— Es una broma ¿Cierto?

Viéndonos bajar de la camioneta.

— Yo quería uno — dije— pero una cosa llevó a la otra y aquí estamos — besando la cabeza de mi perrita— Ella es Lulú, saluda lulú.

Tyler estiró la mano y acarició a la perrita, recibiendo todos sus lametones.

— ¿Y quienes son el resto de la pandilla?

— Esta es Princesa, yo le hubiese puesto algo así como Maquina del mal, pero Princesa también es un buen nombre ¿Cierto? Mi perrita, bonita, hermosa.

Haciéndole mimos, saltando con ella, Princesa lo seguía en cada una de sus estupideces.

— Bien, creo que Smile conectó con ella, tienen el mismo intelecto ¿Qué hay del resto de la pandilla? ¿Cómo se llama tu perro, princesa?

Le dijo a Claire, colocándose a su altura.

— Ella es Sasha, su pelo es muy bonito ¿No Crees tío Tyler? Es como el cabello de Barbie, pero Sasha no me dice puta, así que me gusta más.

Tyler me observó con sorpresa, me encogí de hombros, sin saber lo que ocurría en su mundo de fantasía.

— Ok... princesa, espero que tus Barbies no sigan insultándote — siguiéndole el juego— Y tú principito ¿Cómo se llama tu perro?

Viendo a Charlie.

— Ella es Atena, sus dueños eran abuelitos, murieron hace poco, la dejaron solita, así que ahora tiene una nueva familia.

— Y la mejor de todas, serán muy felices con sus perritos, mis niños — les dijo a ambos, acariciando sus cabellos— Podrían hablar con Thomas, para que venga a jugar con ellos también.

— ¡Claro!

— Jules, Smile, quería pedirles un favor.

— Claro, el que quieras.

Respondimos sin pensar.

— ¿Puedo llevarme a Claire un ratito? Sólo un ratito.

— ¿Para qué?

Pregunté.

— Emily quiere probar un peinado nuevo, Angry no se queda quieto, a Claire le encantan los peinados.

— Ah, bueno, veamos — viendo a mi pequeña— Cielo ¿Quieres ir con tía Emily?

— ¡Sí! ¡Ella tiene siempre un montón de helado!

— Yo cuido a Sasha por ti, hermana.

Le dijo Charlie.

— Te traeré una paleta como agradecimiento, hermano.

Chocando palmas.

Este par es... es increíble.

Adoro a mis hijos.

— Bueno, te la traigo más tarde entonces — cargándola— Y gracias por darle permiso.

— Claro, no es problema, adiós cariño, pórtate bien.

— ¡Adiós mami! ¡Adiós papito!

Smile se derritió por completo al escuchar a su princesa llamarlo así, Smile adora a nuestros hijos.

— Adiós, mi amor, te vemos más tarde.

Le dijo, cargando a Charlie en brazos.

Tyler montó la moto, sentí a la niña en frente y cuidadoso, se incorporó a la calle.

Odio cuando mis niños suben a una motocicleta así, es... peligroso, y Tyler lo sabe, pero se la llevó antes de poder decirle algo, le tiraré la sartén por la cabeza cuando regrese.

— Bien, a bañar a nuestros animalitos, Charlie, ve con papá a la tienda de mascotas, necesitaremos camas, cepillos, shampoo, acondicionador para perros, juguetes, y un montón de otras cosas, tú serás el encargado de elegir los diseños, los aromas y los tipos de jueguetes ¿Qué me dices?

— ¡Me encanta la idea! — celebrando— ¡Vamos papá! ¡Vamos! ¡Vamos!

Smile me entregó las correas que él sostenía y regresó a la camioneta con Charlie, lo sentó en su silla y luego subió tras el volante, me lanzó un beso y se incorporó en la calle.

— Aah... amo a mi esposo.

Con las correas en mano, entré en casa con nuestras nuevas mascotas, abrí el ventanal y dejé que corrieran libres por el patio para que reconocieran su nuevo hogar.

Tenía todo listo en el baño superior, agua calentita para nuestras mascotas, toallas limpias y el secador de cabello para que no les diera frío, sólo queda esperar que mis hombrecitos lleguen con lo demás para poder bañarlos, y en medio de mi espera, recibí una llamada de Angry.

— Buenas, buenas, galán ¿Qué sucede?

— ¿Tu dejaste que Tyler trajera a la niña al taller?

— ¿Al taller?

Sorprendida.

— Sí, Claire está a cargo de la caja ahora, tenemos muchos clientes, Tyler desapareció en un momento y regresó con ella.

— Ese idiota me va a escuchar — enojada— Cada vez que trabajo en el taller, esos idiotas o me miran el culo, o me lo toquetean, no es ambiente para una niña, voy para allá.

— Sí por favor, yo le dije que no era ambiente para mi sobrina, pero a mí no me escucha.

— A mí me va a escuchar.

Corté la llamada, tomé las llaves de mi motocicleta y conduje a todo dar directo al taller ¿por qué joder me mentiría?

Sabe que no me gusta llevar a los niños al taller.

Bajé de la moto, la estacioné y entré pisando duro al taller, viendo a Claire tras la caja.

— Págame pendejo, y cuenta bien los billetes que a mí no me ves la cara de estúpida.

Estirando la mano.

— Que bonito lenguaje — le dijo el hombre— ¿Cuántos años tienes? ¿Treinta?

Dándole los billetes.

— ¿Cuántos tienes tú? ¿Cincuenta? —Sin perder de vista los billetes— Diez, once, doce... quince... veinte... te faltan cinco dólares ¿Crees que no sé contar? El tío Tyler me enseñó a contar billetes y monedas muy bien ¿Quieres verme la cara de estúpida? Paga pendejo, paga, ahora.

Exigiendo.

— Chiquilla lista — dándole los cinco dólares— ¿Descuento por cliente frecuente?

— Si hiciera descuento por cada cliente, este local no existiría, camina amigo, fuera, fuera.

Tecleó en la caja y guardó los billetes, puso alcohol gel en sus manos y levantó la cabeza, entonces palideció.

— Mami...

— Sí, mami — colocando los brazos en jarra— ¿Cuántas veces has venido aquí, jovencita?

— Unas... cuantas veces.

— Así que el lenguaje de las Barbies...

— Puede que ellas aprendieran del taller...

Llevaba puesta una gorra negra al revés, llevaba la jardinera que le puse antes de ir a ver a los perritos, se ve tan... tan acorde al taller, joder, eso me molesta.

— ¿Cómo va la caja, princesita? Eres la mejor cajera que he tenido, cuentas muy rápido para tu edad, si tu mamá se enterase, me cortaría las...

Palideció al verme.

— ¿Emily sabe?

Negó lentamente.

— No te las cortaré yo, te los cortará ella.

Tomando el móvil.

— ¡No la llames! No la llames por favor — rogó— Emily me va a matar.

— ¿Qué te hace pensar que no te mataré yo? Ella es muy pequeña, la dejas sin vigilancia en este lugar, bien sabes que nuestros clientes no son de la mejor calaña, no la traigas más.

— A ella le gusta trabajar aquí.

Señalando a Claire, estaba atendiendo a otro cliente mientras nos ignoraba.

— Ella tiene cinco años Tyler, ella no sabe muchas cosas aún.

— ¿Me quieres ver la cara de estúpida? Te faltan diez dólares — golpeó el mesón— Le diré a mi tío Angry que quieres estafarme ¿Y sabes qué te hará? Te cortará en pedacitos y te esparcirá en el río para que flotes igual que la popó de los vagabundos.

Señaló.

— Tiene talento para insultar, es innato, mi Thomas no es así, sacó tu carácter fuerte.

Observando a Claire con orgullo.

— Tiene cinco años.

— La vigilamos todo el tiempo, siempre hay alguien mirándola.

— Tyler.

— Jules, tu hija es como si fuese mía, ella, Thomas y Charlie se criaron prácticamente juntos ¿Por qué haría algo que le hiciera daño?

Claire tomó el desatornillador y señaló al hombre.

— ¡Tío Angry! ¡Limpieza en el pasillo cinco, este bastardo no quiere pagar!

— ¡Claire! Ese vocabulario — regañándola— no digas palabrotas.

— Mami — protestó— estoy trabajando — mirándome como si yo estuviese equivocada— en el taller se permiten las palabrotas.

Se quejó.

Su seriedad ante esto fue... impresionante, no pude evitar reír ante sus palabras, literalmente ella se sentía en su ambiente.

— ¿Qué pasó princesa? — llegó Angry a socorrerla— Cuéntame cuál es el problema.

— Me debe diez dólares, quiere estafarme, pero a mí los billetes no se me escapan ni se me pegan.

Angry miró mal al sujeto, sentándose en el mesón, Claire se subió a este y apoyó el codo en el hombro de su tío, mirando al hombre.

— ¿Sigues queriendo verme la cara de estúpida? ¿Sabes quien es mi tío? ¿O mi otro tío? — señalando a Tyler? ¿O mi papi? Mi papi te arrancaría la cabeza si sabe que molestaste a su princesita.

Hablando con orgullo.

— ¿Quieres problemas?

Le dijo Angry.

Dos simples palabras, calmado.

— Joder... no volveré a este taller.

Sacando diez dólares de su billetera.

— Pues no vuelvas, no aceptamos basura como tú.

Le dijo mi hija.

— Adiós, amigo.

Dijo Angry, cargando a Claire.

El sujeto dio media vuelta y dejó el taller, Angry le acomodó la gorra a la pequeña y le entregó los diez dólares, ella se removió para que la bajaran, regresó a la caja, tecleó y guardó el billete, cerrando otra vez.

Suspiró.

— Es un día movido, mami, hoy quiero hacer horas extra ¿Puedo quedarme en el taller? El tío me está enseñando a reparar un motor, aún olvido los pasos a seguir, necesito venir más seguido, quiero trabajar aquí cuando sea grande.

Su determinación fue admirable.

— Dos condiciones — suspiré rendida— Uno, ninguno la pierde de vista — señalando a Tyler y Angry— dos, tú señorita, no te alejas de tus tíos, está Lobo y Jack también por si necesitas cualquier cosa, Claire, cualquier cosa.

— Mamá, llevo meses viniendo aquí, estaré bien, este es mi ambiente.

Saltando emocionada.

— Bien — suspiré— Se las encargo, por favor, no le pierdan el ojo, mi niñita es... es mi niñita.

— Tú tranquila — dijo Tyler— te la llevaré sana y salva a casa. Y lo digo en serio, ella tiene talento para trabajar aquí, si aprende de pequeña... será una gran mecánica cuando sea grande.

— Mientras sea lo que a ella le guste, por mí, que venda perritos calientes en la intersección, jamás la obligaría a ser sucesora de la compañía, creo que eso es lo de Charlie, el otro día contestó una llamada de reunión por mí y les dio una charla digna de un ingeniero a mis trabajadores, es bueno en eso.

— Tus hijos heredaron lo mejor de ambos mundos ¿No crees?

— Estoy orgullosa de los niños que estamos criando. Pasaré a buscar a Thomas para que conozca a las mascotas, él y Charlie serán mis ayudantes el día de hoy.

— Le encantará la idea, te lo agradezco, así no se aburrirá.

Me despedí de los chicos, les advertí una última vez y subí a la moto, pasé por Thomas y lo llevé a casa, él y Charlie jugaron con nuestras mascotas toda la tarde, hasta que la princesita llegó con un buen montón de dinero, la sorprendí metiéndolo dentro de sus muñecos, tiene un montón de dinero en sus muñecos, ella dice que es el lugar más seguro para guardar dinero, porque si entra algún ladrón, jamás pensarían en mirarlos.

Claire es astuta.

***

El día acabó para nosotros a media noche, las mascotas que Smile y yo elegimos dormían a los pies de la cama, los niños decidieron dormir en sus camas con sus propias mascotas, a estas horas, ambos estaban completamente fritos, fue un día atareado para todos.

— Smile — acurrucándome con él— ¿Sabías que Claire va al taller a manejar la caja?

— Lo sabía — suspiró, acariciando mi espalda— pensé en enojarme cuando me enteré, iba a decirte, pero ella es tan feliz ahí, le encanta insultar a los clientes y es muy buena contando dinero, muy rápida, es una genio, me gusta verla feliz, no quise contarte para que no te preocuparas ¿Estás molesta?

— Pensé en molestarme, pero yo también la vi muy cómoda y totalmente en control, ese era su ambiente, será una gran mecánica cuando crezca, Tyler le enseña muchas cosas.

Recordando con orgullo lo bien que se maneja en el taller para tener cinco años ¿Cómo aprendió a contar tan rápido?

— Y Charlie no se queda atrás, hoy estuve trabajando en unos algoritmos en alemán para la compañía, y nuestro hijo habla alemán al revés y al derecho, también comprende los algoritmos rápidamente, se interesa mucho por ese tipo de temas, creo que ya tenemos sucesor para nuestra compañía.

A Smile le brillaban los ojos cada vez que hablaba de nuestros hijos.

— Yo creo lo mismo, a Charlie le interesa mucho ese tema, a Claire le gusta el taller, y a mí me sigues gustando tú — besando su barbilla— Todos los días los pequeños detalles me hacen recordar por qué me casé contigo, y por qué esa fue la mejor decisión de mi vida.

Afianzando mi abrazo.

— A mí también sigues gustándome tú, sin duda fuiste el mejor salto de suerte de mi vida, hice bien en arriesgarme, nunca fui más feliz en mi vida — acariciando mis muslos, mi trasero, mi cadera, luego mi cintura, apretando mis pechos— Y uuf... tu cuerpo sigue siendo mi mayor tentación.

Lo sentía, su pene se clavaba con insistencia en mi abdomen.

— Mañana tengo que ir a trabajar en el taller, te conozco, eres peligroso — deslizando mis manos bajo su camiseta— mañana es viernes, que tal si mañana...

— ¿Qué tal si mañana le dejamos los niños a Angry y nosotros...?

Subiéndose encima de mí, separando mis piernas con su rodilla, depositando dulces besos por mi barbilla, cuello y hombro.

— Oye... dijimos que mañana...

Suspirando, cerré los ojos y disfruté.

— Sí... mañana también... mañana...

Subiendo mi camiseta, acariciando sobre la piel descubierta.

— Sí está bien... mañana también...

La puerta se abrió de pronto, un par de ojitos agudos nos observaron.

— Mami, papi, tuvimos una pesadilla.

Smile se puso de todos colores y se movió con rapidez, lejos de mí.

— Nosotros también tuvimos una, mami estaba llorando así que papi la consolaba — riendo con nerviosismo— Vengan a la cama niños, iré al baño y regreso.

Cubriendo su problema con un cojín para que ellos no se dieran cuenta.

Rayos, debimos cerrar la puerta, estos accidentes son peligrosos.

— Mami ¿También tuviste una pesadilla?

Ambos niños subieron a la cama ¿Y cómo no? Con sus peludas compañías a la siga.

— Sí... soñé que mis preciosos niños ya no me querían más, fue la peor pesadilla de todas — besando la coronilla de cada uno— ¿Qué me dicen de una pijamada en casa de tío Angry mañana?

— ¡Sí! El tío Angry hace una pizza muy rica, la hace con sus propias manos, paso a paso.

Dijo Charlie maravillado.

— Y nos hace jugos naturales, dice que tenemos que crecer fuertes y grandes como un tronco para unirnos a la pandilla cuando seamos grandes.

Dijo Claire.

Ella sin duda será parte de la Free Souls cuando sea más grande, adora la acción, adora la adrenalina, será... uf... terrible en su adolescencia.

— ¡Ya regresé! ¡Regresé! — Dijo Smile, con su cabello húmedo y tiritando, debió tomar una ducha con agua fría— ¿De qué estamos hablando?

Volviendo a la cama, abrazando a Charlie, ordenando su rubia y ruluda cabellera, adoro los rulitos de nuestros hijos.

— Hablábamos de la pijamada que tendrán en casa de tío Angry mañana, están emocionados por la pizza que les hace y los jugos naturales, Angry es un gran tío, los niños lo adoran.

— Angry es un gran tío, coincido — podía notar el orgullo de su voz— Creo que todos hemos cambiado para bien, me encanta lo que tengo, todo, todo, todo.

Besando la cabeza de cada uno de nosotros.

— Y Sí, ustedes también, peludas amigas.

Mirando a los perros a los pies de la cama.

— Papito ¿Me lees un cuento, por favor?

Dijo Claire, bostezando.

— Claro cielo ¿Cuál quieres?

— ¡Mulán! ¡Yo también quiero ser una guerrera!

Mi princesa favorita, su princesa favorita, los gustos simplemente se heredan.

— Bien, iré por el cuento, pónganse cómodos.

Salió de la cama de un salto y dejó el cuarto, regresando segundos después con el cuento entre las manos, una versión especial que encontró en uno de los viajes que hicimos a Rusia, las solapas se mueven y muestran una divertida historia con grandes dragones, espadas movibles, y princesos deslizables para salvar al emperador, era una versión que me hubiese gustado tener de pequeña, es muy bueno que los niños sepan ruso, su abuelo siempre les inculca el idioma, adoran a sus primas, en fin, nuestra familia está mejor que nunca.

— Muy bien, voy a comenzar.

Los niños se acurrucaron en el centro de ambos, Smile les puso el libro en frente y comenzó a leer, haciendo esos cambios de voz y morisquetas que lo hacían ver adorable.

Diez minutos después, los niños cayeron rendidos... y nosotros también, fue un día agotador.

***

Nuestra historia fue bizarra, nunca pensé que dos personas podrían encajar tan a la perfección, Smile y yo... nuestras vidas eran miserables de diferentes maneras, ahora es todo lo contrario, somos felices, estamos completos, tenemos una bonita familia y... consejo, jamás le dejen los niños al tío luego de semanas sin sexo, porque al primer día de estar solos, se les olvida el preservativo y ¡BOOM! Sales embarazada ¿Y que creen? Son gemelas.

Nos deseo suerte.

Si salen como Claire, que Dios nos ampare.

Fin.









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BUENAS BUENAS MIS AMOREEEES

LLEGAMOS AL FINAL DE ESTA HISTORIA Y JAJAJAJA CLAIRE SENCILLAMENTE SACÓ TODO LO DE LA FREE SOULS, LO LLEVA EN LAS VENAS Y ES TODA UNA EXPERTA CON EL DINERO, TYLER LA LLEVABA PARA QUE SE OCUPARA DE LA CAJA JAJAJAJAJAJA SI EMILY SUPIERA LITERAL LE CORTA LAS BOLAS

ME ENCANTA LA VERSIÓN DE SMILE PAPÁ, CUANDO LE BRILLAN LOS OJITOS CUANDO SUS HIJOS LO LLAMAN PAPI O PAPITO, ME ENCANTA.

CUATRO MASCOTAS... BUENO, PARA MÍ NO ES TANTO JAJAJAJ TENGO OCHO CONEJOS, TRES GATOS Y DOS PERROS, ASÍ QUE...

LES GUSTÓ LA MORALEJA? JAJAJAJAJA NUNCA LE DEJEN LOS CRÍOS AL TÍO PORQUE APARECEN SORPRESAS DOBLES. SMILE TIENE MUY BUENOS GENES PARA QUE VUELVAN A SALIRLE DOS CRIATURAS

BUENO... ESPERO QUE SU FUTURO SEA BUENO, SMILE Y JULES SE MERECEN TODO LO BUENO DE LA VIDA

NOS VEMOS EN UNA PROXIMA HISTORIA

BESOOOS



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