Capítulo 4 "La vida es una"
Me tomó un tiempo procesar de lo que hablaba Tyler, digamos que mis neuronas aún estaban un poco ahogadas en alcohol y el piso se me movía levemente, me sentía como si estuviese en el mar, estoy flotando las olas mueven mi cuerpo tranquilamente, disfrutando del buen clima.
— Cachorro ¿Me escuchaste?
Moviendo su mano frente a mí.
— ¡Oh, sí! — Espabilando. Estaba pensando en el mar— Estoy bien, fue toda una locura, no puedo pensar que hice algo como eso — sigue siendo bastante irreal la verdad— Pero estoy bien.
— ¿Segura? ¿Estás diciendo que les diste tu consentimiento? — dando un paso hacia mí— te dije que te cuidaras de Luke, y ahí vas tú, sentándote con él.
Rodando los ojos.
— Sí se los di... o eso creo — encogiéndome de hombros— La cosa es que no estoy molesta, fue divertido, ellos me trataron bien, yo estoy bien, y probablemente, en otra borrachera, volvería a repetir.
Estaba muy consciente de que si me lo pedían en otra oportunidad, aceptaría, Luke es muy divertido, Yui es reservado, pero bastante caballeroso, Smile... ese bastardo está loco, y por esa misma razón creo que seremos buenos amigos, yo también lo estoy.
— Bien, si lo disfrutaste, eso está bien — suspiro con... ¿Alivio? ¿Alivio por qué? — Tu camiseta.
Entregándomela.
— ¡Oh! ¿Dónde la encontraste? — tomándola— No la veía por ninguna parte.
— Te estabas quitando la ropa sobre la mesa.
Señalando la mesa ratona frente al sofá.
— Mierda... — Deslizando la mano por mi rostro— ¿Fui un desastre?
— Y uno grande, así que, en el futuro, procura no aceptar los tragos de Smile, ese bastardo loco siempre embriaga a todos, sus mezclas son peligrosas.
— Lo mismo pensé yo — riendo— está loco, pero es buena persona.
— Demasiada platica, ahora, a limpiar. Nos gusta la fiesta, pero el anfitrión siempre se queda con la peor parte, así que limpiamos todo antes de irnos.
— Suena a un buen plan.
Asentí dando media vuelta, dejé mi camiseta sobre la chaqueta de Tyler y me puse a ordenar, recogiendo botellas vacías y latas de cerveza.
Joder... cómo beben estos sujetos.
Apenas terminamos, miré la hora en mi móvil, ya era la una de la tarde, eso explica por qué tenía tanta hambre, Tyler se ofreció a llevarme a casa, dijo que dormiría todo el día, así que no debía joderlo, pero decliné la oferta, tenía tanta hambre, y la alacena de casa estaba tan vacía, que me vi en la obligación de ir al supermercado, comprando todo lo que pudiésemos necesitar para comer, incluidos un par de ollas y utensilios de cocinar, en casa no había absolutamente nada ¿Es que no comía?
— Tengo que aprender a administrar mi dinero — suspiré viendo los billetes en mi cangurera— a este paso, acabaré en un par de meses la venta de la corona.
Deteniendo un taxi para que me llevara a casa.
Me ayudó a subir las cosas amablemente, subimos al auto y comenzó a avanzar, preguntando dónde iba.
Casi se le salió un pulmón cuando le di la dirección, tuve que pagarle tres veces la tarifa para que quisiera llevarme, "nadie se mete a la boca del lobo" dijo, digamos que la Free Souls no es la única pandilla del lugar, era peligroso, pero por dinero... lo hizo.
¡Gracias a Dios!
Me ayudó con las bolsas de las compras, dejando todo a la entrada de la casa, le pagué y salió volando por las calles, desapareciendo a toda leche, antes de que alguien lo asaltara supongo.
— Bien, entremos esto.
Una a una, arrastré las bolsas hasta la cocina, repitiendo el proceso al menos unas cuatro veces, era bueno que las compras las metieran en gigantes bolsas para no tener que hacer tantos viajes desde el exterior y el interior. Seguí el consejo de Tyler y cerré la puerta apenas terminé, no queríamos invitados indeseados.
— Bien... ordenemos todo esto.
Estuve a punto de poner mi playlist para ordenar, pero luego de la adivinación acertada de Luke, decidí poner otra cosa, música más del estilo de la fiesta.
Ordené la alacena al ritmo de Eminem en menos de treinta minutos, y luego de tener todo como correspondía, me puse a cocinar, algo rápido, literalmente me estoy muriendo de hambre.
Tomé dos hamburguesas de soya e hice una taza de arroz, tenía todo en marcha cuando sentí a alguien bajar por las escaleras.
— ¿Estás cocinando?
Acercándose a la cocina, olisqueando.
— Sí, muero de hambre, fui al supermercado ¿Quieres que prepare para ti también?
— No le digo que no a la comida.
Abriendo las tapas, viendo cómo se hacía la comida.
— Está bien — tomando dos hamburguesas más del congelador— hazte a un lado.
Obedeció, pero solo se apartó lo suficiente para darme espacio, siguió cómo perro enjaulado paseándose de un lugar a otro hasta que la comida estuvo lista, serví los platos, él los llevó a la mesa, y nos sentamos juntos a comer.
— ¿Por qué no hay comida en esta casa?
Pregunté.
La curiosidad pudo conmigo.
— Porque la abuela cocina siempre para mí, hoy no fui a su casa, así que no había comida.
Encogiéndose de hombros, tragándose la comida.
— Mmm... le falta sal.
Viendo el arroz.
— Está bien así, no seas quisquillosa.
— Es... la primera vez que cocino, está bastante decente.
Auto felicitándome a pesar de haber cocinado con menos sal.
— ¿Nunca te habías acercado a la cocina?
Levantando la cabeza, asombrado.
— Mi mamá siempre me cocinaba.
Mentí.
— ¿Qué le pasó a ella?
Preguntó de pronto.
— Tuvo un accidente, le dio un derrame cerebral, murió poco tiempo después, tuvimos que desconectarla de las maquinas.
Decirlo en voz alta siempre era doloroso.
— Vaya... lo siento mucho.
Sincero.
— Fue hace un año — odiaba recordarlo— Ella... cuando ella se fue, todo se volvió un caos.
Ese día, el día en que murió, era mi graduación, claramente no pudo llegar y yo no estuve en la ceremonia, fue la ultima vez que hice vida social antes de que todo se fuese al caño, mi padre se puso a la defensiva, abusivo y agresivo desde ese momento.
Era un extraño.
— Bueno, historia por historia — suspiró— Mi padre también es un hijo de puta, abandonó a mi madre cuando estaba embarazada de mí.
— Salud por los hijos de puta.
Levantando mi vaso de agua.
— Salud, cachorro.
Chocó su vaso conmigo y siguió comiendo.
Para cuando terminamos de comer, me sorprendió escuchar el ronroneo de una motocicleta en el exterior, insistía e insistía, presionando ese motor.
— ¿Quién demonios puede ser?
Se quejó Tyler, saliendo a ver, tres segundos después, regresó adentro.
— Es para ti.
Dijo sin más, quitándome los platos de las manos, caminando hacia la cocina.
— ¿Quién puede estar buscándome?
Salí de la casa un tanto confundida, encontrándome con Smile, sin bajarse de su motocicleta, sonriente y tan campante como siempre.
— ¡Smile! Hola — saliendo— ¿Qué haces por aquí?
— Anoche lloriqueabas porque querías aprender a defenderte en caso de verte involucrada en otra pelea, me ofrecí a enseñarte, y aquí estoy.
Yo borracha soy un peligro.
Eso lo tengo más que claro.
— ¿Vas a enseñarme? ¿Es en serio?
— Pues claro ¿A qué más vendría? Ve a ponerte algo cómodo, te espero aquí.
Cargando su peso en la moto.
— No tardo, ya regreso.
Regresé al interior de la casa casi saltando de la alegría, volé por los escalones directo a mi cuarto, buscando algo cómodo que pudiese usar, me decidí por unos shorts negros, top rojo, una camiseta lo bastante grande para cubrir hasta la mitad de los muslos, y unas simples zapatillas, tomé mi cangurera y volví abajo.
— Tyler, voy a salir, regreso más tarde.
— Toma Jules.
Di vuelta en el momento justo en el que lanzó un par de llaves en mi dirección.
— Tus llaves, por si no estoy en casa.
— ¡Gracias!
Salté emocionada por tener llaves de la casa ahora, sintiéndome parte de lo que sea que fuese, y salí de casa para encontrarme con Smile.
— Sube cachorro, vamos a practicar.
Incorporándose en cuanto me vio.
— Ya te dije que mi nombre es Jules — subiendo tras él, sujetando su cintura— recuérdalo.
— Lo recuerdo — arrancando— pero me gusta joderte la existencia.
Riendo con malicia.
— ¿Dónde iremos?
— Un lugar dónde podrás practicar y pelear todo lo que quieras.
¿Qué tipo de lugar es ese?
Esperé pacientemente mientras Smile conducía entre los autos como si no le tuviera miedo a la muerte, yo sí que estaba muy asustada ¿Cómo es que este idiota sigue vivo después de conducir así?
Al final, resultó detenerse frente a una taberna de mala muerte, empujó las puertas dobles como si estuviese en su casa, acomodándose en una de las mesas.
— ¿Qué esperas cachorro? Ven aquí, vamos a beber un poco.
¿Cómo podía beber luego de la borrachera de anoche? Sigo sintiendo como me arde el estómago, todo liquido que bebo me arde por la garganta, y el dolor corporal y de cabeza sigue manifestándose a ratos.
— ¿Qué vamos a beber?
Algún día aprenderé a decir que no.
Tomando asiento junto a él.
— ¡Tetas locas! ¡Dos cervezas por aquí!
Gritó emocionado.
En menos de cinco minutos un chico sin camiseta vino a dejar dos vasos enormes llenos hasta el tope, golpeándolos sobre la mesa, derramando bastante de su contenido, mirando mal al chico sonriente aquí.
— Si vienes a buscar problemas, puedes beberte eso y salir de aquí.
— ¿Buscar problemas yo? — irónico— sólo vine a beber buena cerveza.
— Nuestra cerveza es la peor, mentiroso.
Lo miró mal una ultima vez, dio media vuelta y regresó tras la barra para secar vasos.
— ¿Vienes seguido para dar problemas?
Bebiendo un sorbo de cerveza.
Uuugh... sí que era mala.
— Vengo muy seguido a beber aquí, y puede que cause un par de problemas algunas veces.
Bebiendo como si nada.
Como si le gustara.
— ¿Algunas veces?
Carcajeó.
— Es a lo unico que vengo últimamente, tetas locas me prohibirá entrar en cualquier momento.
La que reía ahora era yo.
— ¿Por qué le dices tetas locas?
— porque de noche, cuando está muy ebrio para darse cuenta de lo que hace, hace que sus pectorales bailen, no sé cómo lo hace la verdad, pero las aprieta y se mueven.
Tomó el cuello de su camiseta estirándola e intentó hacerlo, moviendo los hombros de forma graciosa mientras sacaba la lengua, intentando mover los pectorales.
No pude evitar reír con fuerza.
— Eres... eres un idiota — sujetando mi vientre, doblándome en dos— ¿Cómo se te ocurre tanta tontería junta?
— ¿Tontería? ¿Qué tontería?
Dejando de hacer muecas, levantando la cabeza.
— Tanto de dónde beber y yo tan sediento...
Susurró un ebrio en mi oído, abrazándome por detrás.
— Te lo dije, siempre hay problemas por aquí — Smile se levantó— Sácale las manos o te arranco los brazos... amigo.
Levantándose de la mesa con su cerveza en la mano.
— ¿Si no lo hago qué pasa... enano?
— ¿Cómo me llamaste?
Se ceja tembló ligeramente.
— Enano ¿Algún problema?
El sujetó apretó mis senos, antes de que Smile pudiera actuar, moví mi cabeza con fuerza hacia atrás, reventándole la nariz, provocando que me soltaran.
— Y no le digas enano, hijo de puta asqueroso.
Escuchándolo quejarse en el piso, apretando su rostro.
— ¿Ves cómo sí aprendes a pelear aquí?
Reventándole el vaso de cerveza en la cabeza al hombre.
— ¡Smile!
Asustada.
— ¿Ves? Sus amigos.
Señalando al grupo de personas que venía hacia nosotros.
— S-smile, yo no sé pelear, son sólo chicos, yo soy mujer y...
— ¿Y por qué te victimizas? ¿Qué tiene que seas chica? Tú también puedes ser increíble.
Saltando de un lugar hacia el otro, esperando a esos sujetos.
— ¿Y qué hago? ¿Qué tengo que hacer?
Eso en realidad me ayudó a creerme mejor de lo que me enseñaron a ser.
— El pulgar va por debajo, si lo dejas recto, te lo romperán en el primer golpe — colocándose frente a mí, golpeando al primer sujeto, mostrándome— Golpeas principalmente con el dedo índice y el corazón, los nudillos quiero decir — riendo, golpeando al otro sujeto— de esa manera evitas las fracturas, alinea el brazo, balancea tu propio peso y utilízalo cómo impulso.
No me dio tiempo de pensar en cómo debía hacerlo, sólo se quitó y esperó a que diera el siguiente golpe, pero lo que ninguno vio venir, fue que yo recibí el golpe ¿Cómo iba a estar lista tan rápido? Es la primera vez que hacía esto.
— ¡Sólo disfrútalo! ¿Por qué piensas tanto?
Riendo como un desquiciado, gritando: ¡Muere! Cada vez que daba un golpe.
— Que lo disfrute, que lo disfrute, que lo disfrute.
Aproveché mi estatura para agacharme y no recibir el siguiente puñetazo, golpeando su barbilla con mi puño, lo vi tambalearse, sintiéndome orgullosa de mi hazaña, di un paso hacia él y lo seguí golpeando, tal y cómo hacía Smile, que no les daba la oportunidad de devolver el golpe, él atacaba y atacaba hasta que el pobre dejaba de moverse.
Y así lo hice.
— ¡Smile! ¡Gane!
Mostrándole mi gran hazaña.
— ¡Suerte con el siguiente!
Bueno... sí que necesitaba suerte, porque era lo bastante corpulento como para derribarme, me sacaba al menos dos cabezas de estatura, era... era demasiado.
Agradecí que Smile se compadeciera de mi persona cuando vio que ya no podía con él, Smile simplemente saltó sobre la mesa en la que estábamos bebiendo, dio leves saltitos para prepararse, y en un pestañeó, estaba saltando sobre la cabeza del hombre, quien terminó en el piso, noqueado y ensangrentado.
— ¡Perro loco! ¡Lo volviste a hacer!
Lo regañó tetas locas, acercándose a pasos agigantados.
— Mejor corre si quieres sobrevivir a otra experiencia — tomó mi mano, comenzando a andar directo a la salida— ¡Dejé el dinero sobre la mesa, tetas! Cómo siempre, es un placer venir aquí.
Salimos de la taberna, montamos la motocicleta y arrancamos como si nuestra vida dependiera de eso, y al parecer así era, porque tetas locas estaba persiguiéndonos con su paño de secar y un vaso entre las manos, el que no tardó en lanzarnos, agradezco que tuviera mala puntería.
— ¿Cómo estuvo tu primera clase?
— Me golpearon bastante... pero golpee bastante también, supongo que es un buen cincuenta y cincuenta.
— La próxima vez, tienes que dar más golpes de los que recibas, parando frente a un bonito y pintoresco edificio.
— ¿Dónde estamos?
¿Vivirá aquí?
— Te dije que algún día te presentaría a mi mamá ¿No necesitas trabajo? Yo trabajo aquí.
Esperó a que bajara, para tomar mi mano y saltar feliz hacia el interior, dónde todo olía a frutilla y toallas limpias.
— N-no, yo... no creo que sea buena para esto, ya sabes, era virgen y todo eso, no tendría buenos trucos para entretener a los clientes.
Mentí.
Definitivamente admiro a todas las personas que hacen esto, yo definitivamente estaba esperando el amor para perder mi virginidad, lo de anoche... la única manera de follar con desconocidos sería bien bebida.
— Tienes razón, es todo un arte, pero si necesitas trabajo, la oferta está en pie, las chicas son muy amables, me enseñaron todo lo que sé.
Tocando una de las puertas, observándome con su típica sonrisa.
— ¡Ocupada!
Respondió alguien en el interior.
— ¡Oh! ¡Lo siento mamá! Estaré en mi cuarto, quiero presentarte a alguien.
— ¡Te veo allá en un rato cariño!
Sin inmutarse, siguió su camino por el pasillo hasta el ultimo de los cuartos, abriendo la puerta.
— ¡Joder! ¿Qué haces aquí Smile?
Una chica desnuda cubrió su cuerpo con la toalla próxima, mirándolo mal.
— Trixie, este es mi cuarto ¿De qué te sorprendes?
Pasando de ella, tomando asiento en su cama.
— Creí que tardarías más en volver, tienes clientes por la tarde ¿Ella es tu clienta?
Señalándome.
— Es mi amiga — encogiéndose de hombros— mis clientes son sólo cuando tengo tiempo libre.
— Es muy conveniente que vengas con una chica, oye ¿Crees que se ve lindo? Me lo hice hace poco.
Mostrándome las perforaciones en sus pezones, quitándose la toalla como si nada.
— Se ven muy bonitos la verdad — acercándome, intentando sonar casual, a Smile no pareció importarle su desnudes— ¿Te dolió mucho?
— Como el infierno — se quejó— mira, tócalos, se siente irreal.
— ¿No te molesta?
— Los tocan todo el tiempo — encogiéndose de hombros— toca, toca, toca.
Un poco incómoda, sí que los toqué, se ve bonito, se siente bonito... algo me dice que me haga lo mismo.
— ¿Dónde te los hiciste?
— ¿Quieres? Yo me los hice.
— ¿Aquí? ¿Ahora?
— ¡Claro! La vida solo es una — acercándose al closet de Smile, tomando una camiseta— Iré a buscar las cosas, tengo piercing de sobra — colocándosela— vengo enseguida, lávate el rostro mientras, tienes un poco de sangre.
Sin más, se marchó.
Supongo que después de todo si me perforaré los pezones, siempre hay una primera vez para todo, sería mi primer piercing.
Y cómo dice Trixie, la vida es sólo una, quizá también me tatúe un día de estos, siempre quise tatuarme.
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HOLA HOLA MIS AMORES BELLOS, HE REGRESADO CON UN NUEVO CAPITULO
TYLER SÍ SE PREOCUPÓ POR ELLA AAAWWWW ES QUE YO AMO A ESE HOMBRE YA, SIEMPRE PREOCUPADO POR TODOS SUS CACHORROS.
EL CAPITULO DE HOY ESTUVO MÁS CENTRADO EN SMILE Y JULES, ESTE CHICO LE PROMETIÓ EN ALGÚN MOMENTO QUE LE ENSEÑARÍA A PELEAR Y CLARO QUE LO HIZO, PERO QUIZÁ NO DE LA FORMA CORRECTA JAJAJAJ JULES DEBIÓ DE QUEDAR CON MÁS DE UN REGALITO EN EL ROSTRO
Y ESO DE QUE VIVE EN EL PROSTIBULO Y SE PROSTITUYE, BUENO, ESO NO ME LO ESPERABA
SU MAMÁ ESTABA AHÍ OCUPADA Y ÉL COMO SI NADA LE DICE QUE LA ESPERA EN SU CUARTO
Y TRIXIE? TRIXIE LE VA A PERFORAR LOS PEZONES A JULEEEEEES, NUESTRA CORRECTA CHICA QUE SIEMPRE VIVIÓ BAJO ESTRICTAS REGLAS Y SEGURIDAD, SE ESTÁ SOLTANDO LAS TRENZAS PERO FULL
VOLVERÉ DENTRO DE POCO CON UN NUEVO CAPITULO
UN BESOTE PARA TODAS
FELIZ SEMANAAAA
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