Capítulo 26 "tú y yo"

El mundo se detuvo a nuestro alrededor, la música suena lejana, los fuegos artificiales seguían ayudando con el ambiente, dándole ese toque romántico que merecíamos por habernos hecho esperar tanto tiempo, Smile fue parte de mi primera vez, fue mi primera cita, probablemente fue parte de mi primer beso, siendo sincera, sigue siendo un misterio cómo fue que perdí la virginidad, estaba tan ebria ese día que no recuerdo cómo sucedió, pero él estuvo ahí, y cada vez que tuvimos sexo, yo no estaba en mis cinco sentidos, sumando que estábamos con otras personas, no sé como será el sexo con Smile, no sé qué tipo de cosas le gustan y yo estoy oxidada, no he tenido sexo desde que me rescataron en la boda y antes de eso, siempre estaba drogada e incapacitada, y no quería, por supuesto, no quería unir mi cuerpo con Aiden, que puto asco.

Estaba nerviosa por lo que pudiese decir el ruloso castaño frente a mí.

— ¿Ir a tu casa y... ver una película?

Aún acuclillado entre mis piernas, sujetando mi cintura con sus manos.

— Podemos ver películas si quieres, pero yo tenía otros planes.

No quería decirlo directamente.

Me daba vergüenza.

Ahora podía comprobar eso que dicen sobre los nervios en el sexo cuando lo haces con alguien que te gusta, no me había puesto nerviosa antes, ni siquiera cuando estaba en un trío con Yui y Luke, y sí que tenían el pene grande.

— ¿Qué planes?

Sonriendo de lado, tomando mi mano, trazando círculos con su pulgar en el dorso de esta.

— Pensé que tú... y y-yo...

Viéndolo voltear mi mano, acariciando con sus dedos mi muñeca.

Mierda...

De seguro sentiría mi pulso acelerado.

— ¿Tú y yo...?

Prosiguió.

Molestándome.

— ¿Vas a hacer que lo diga en voz alta?

Asintió.

— Quiero escuchar qué es lo que quieres.

Apreté los dientes, enredé mis dedos en el cabello en la parte posterior de su cabeza, acercándolo a mí.

— Smile ¿Quieres tener sexo conmigo? Toda la noche. Tu y yo, desnudos, en mi cama, estrenando el colchón.

Sonrió lenta y ampliamente, acercándose a mis labios, depositando un corto beso.

— Si me lo dices así, no puedo negarme. No sabes cuanto tiempo he esperado para que tú me lo propongas, será la primera vez que lo aremos solos... y sobrios.

El juego paró y la puerta fue abierta otra vez.

El mismo idiota nos pidió bajar ¿Por qué siempre nos interrumpía?

— Estira el entrecejo, aún nos quedan juegos por visitar.

Tomó mi mano, mi peluche y salimos del canasto, rumbo a nuestro próximo destino.

— ¿Podemos subir al barco pirata? — Señalé— siempre quise subir al barco pirata, es de los que dan vuelta en 360 grados.

— Vamos al barco pirata, subiremos a todos los juegos que quieras, estamos aquí para divertirnos.

Y así lo hicimos, subimos a todos los juegos hasta que anunciaron la hora de cierre a la una de la mañana, tomamos nuestras cosas y caminamos hacia la motocicleta, yendo directo a casa.

Smile cerró la puerta principal, puso llave y depositó el peluche sobre el sofá, suspiró dándome la espalda, sin darse la vuelta, observando el piso, colocando ambos brazos en jarra.

— ¿Q-qué pasa?

Acercándome.

Estaba nerviosa.

Ambos a solas, en casa, en silencio...

— Jules... no sabes las ganas que tengo de besarte ahora.

Dando media vuelta, acercándose a mí, deteniéndose a escasos centímetros.

— Yo... muero por besarte Jules... y no sé si la invitación de antes siga en pie.

Observó mi boca, tragando grueso.

— Quédate conmigo hoy — acortando la distancia— No te vayas...

Susurrando cerca de su boca.

— No pensaba hacerlo.

Deslizó su mano por mi cintura, pegándome a su cuerpo, arquee la espalda, gimiendo por lo bajo al sentir el contraste frío de su mano con mi cuerpo caliente.

— Lo siento — deslizándolas hacia mi trasero, frotándose con mi cuerpo— pronto las calentaré.

Ataqué su boca, besándolo con urgencia, cambiando de dirección cada tanto para tomar aire mientras deslizaba mis manos bajo su camiseta, sintiendo su abdomen duro y bien trabajado, podía sentir pequeñas pronunciaciones en él, no demasiado definidas, y así... era perfecto.

— ¿Tu cuarto...? — desviando sus besos hacia mi barbilla, separándose un poco para quitar mi camiseta de la jugada— ¿Dónde está tu cuarto?

— Arriba... ultimo cuarto a la izquierda...

Sin querer separarme de sus labios.

Todo en él era embriagador. Su aroma, sus besos, sus caricias, su calor...

Retrocedió conmigo sin separar nuestros cuerpos, pegando mi espalda a la pared más cercana, tocándonos, tentándonos, erramos dos personas deseosas de la otra. De un momento a otro, Smile tenía una mano en mi muslo, sin esfuerzo alguno, tomó el otro y caminó en dirección a las escaleras mientras yo me sujetaba bien a su cadera y hombros, marcando su cuello con besos húmedos, mordiscos y chupetones, quería que fuera mío, quería verlo mañana y recordar todas las perversiones que hicimos.

Abrió la puerta del cuarto de un golpe, depositándome con cuidado en la cama con las piernas colgando de esta, se quitó la camiseta de un solo movimiento, apoyando una rodilla entre mis piernas, escalando por mi cuerpo, apoyando ambas manos a los costados de mi cabeza.

— Jules... he estado tanto tiempo por esto... tanto tiempo para poder disfrutar tu cuerpo...

Apoyé ambos codos en la cama, acercándome a su rostro, dando cortos besos en su mejilla.

— Quítame el brasier...

Susurré en su oído baja y lentamente.

Siseó entre dientes, estirando su mano hacia mi espalda, un movimiento y dos de sus dedos fuero suficientes para desabrochar la prenda, lanzándola al piso.

No pude evitar las ansias, estiré mi mano y acaricié la protuberancia en sus pantalones, viéndolo temblar bajo mi tacto. Con manos rápidas, quité el botón de en medio y bajé el zipper, viendo saltar su pene hacia el frente, grande, ancho, ansioso, podía ver sus venas sobresalir y el líquido preseminal humedeciendo la punta.

— ¿No llevas ropa interior?

Alzando una ceja en su dirección, con diversión.

— Tenía esperanzas.

Mordí mi labio inferior, viéndolo desnudarse con premura.

Smile tenía escaso vello por donde lo viera, prácticamente no tenía vello púbico.

— ¿Puedo?

Preguntó antes de llevar sus manos a mi short.

— Claro que sí.

Con manos temblorosas, deshizo el agarre alrededor del botón y bajó el zipper, deslizando la prenda fuera de mi cuerpo junto con las bragas.

Se quedó un buen rato observándome con asombro.

De repente sus labios chocaron con los míos de forma lenta, encajando con los míos a la perfección, haciéndose un hueco entre mis piernas, podía sentir el roce de nuestros sexos mientras su boca mi adoraba y sus manos me exploraban. Dejó mis labios para explorar mi mandíbula, depositando húmedos besos, formando un camino hasta mi cuello, lamiendo y chupando, mordiendo con ansias, dejando sus marcas por mi cuello y alrededor de mis pechos, torturando mis pezones con sus pulgares, dientes y lengua ansiosa, obligándome a despegar la espalda del colchón, jalar sus cabellos y apretar su boca contra mi pecho para sentir más de sus duras atenciones.

— Déjame hacerte un oral.

Dijo de pronto, tomándome desprevenida, formó un circulo su dedo pulgar e índice, sacando su lengua hasta el tope, metiéndola dentro de esta circunferencia, sonriendo con malicia.

— Ay... mierda...

Apreté las piernas y gemí bajo, Smile era endemoniadamente caliente, un diablo oculto tras esa sonrisa.

— ¿Eso es un sí?

— Sí... sí...

Perdida en el deseo y en ese par de ojos lobunos, él estaba por comerme.

Repartiendo besos por mi abdomen bajo, tomó uno de mis pies, se hincó en la cama y comenzó a repartir besos por este, subiendo, formando un camino de húmedos besos, mordisqueando la cara interna de mi muslo, repitió el mismo proceso con la otra pierna.

Sostuvo mi cadera y acomodó dos almohadas bajo mi trasero para ganar altura, lamió sus labios y acercó su rostro a mi sexo, dando una larga lamida, que me hizo ver estrellas sobre mi cabeza, succionó mi clítoris, y con su lengua, lo acarició lenta y tortuosamente en círculos, estaba tan sensible joder, tan dispuesta, tan deseosa, tan excitada...

— Mierda...

Gemí enredando mis dedos en su cabello, apretándolo contra mi vagina, estaba tan cerca... tan malditamente cerca del orgasmo.

— No te contengas Jules — Deslizando dos de sus dedos en mi interior— Dámelo todo... quiero saborearte...

Sus palabras tan calientes, el movimiento de sus dedos que no me daba tregua, y su bendita lengua terminó haciéndome explotar en el más maravilloso de los orgasmos, no pude evitar jalas de sus cabellos y apretar su boca a mi sexo mientras eso sucedía, Smile no detuvo su lengua ni sus dedos mientras mi cuerpo convulsionaba, alargando mi orgasmo lo más posible.

— ¿Estás bien?

Preguntó apenas levantó el rostro, con labios brillantes y enrojecidos.

— Ven aquí.

Tiré de él hacía mí, besándolo otra vez, tomando su pene con una de mis manos, guiándolo a mi vagina, Smile no esperó más palabras, sostuvo su peso con una de sus manos mientras la otra acariciaba mi cintura, y me penetró con lentitud, ambos gimiendo del gusto cuando nuestros cuerpos se conectaron.

Sin esperar más tiempo Smile levantó una de mis piernas y aceleró las penetraciones, golpeando fuerte y rápido en el mismo, punto, mi cuerpo seguía sensible, el cosquilleo familiar se arremolinaba en mi vientre bajo mientras el chico frente a mi pegaba mis rodillas al pecho, golpeándome tan profundo que de seguro cuando salga, sentiré que perdí a un ser querido, sentiré ese vacío en mi interior.

El ruludo se corrió en grandes descargas en mi interior, contrayendo su rostro, cerró los ojos, sintiendo su propio orgasmo mientras su macizo cuerpo se tensaba, esa imagen fue suficiente para alcanzar el orgasmo otra vez, sintiendo mi cuerpo pesado y liviano a la vez.

— Mierda, mierda, mierda, olvidé el preservativo — llevó ambas manos a su cabello— Jules lo siento, lo siento, no quería olvidarlo, estoy limpio, lo juro, me hice un chequeo y estoy completamente limpio.

Vi el temor en sus ojos, estaba nervioso por mi reacción.

Él aún no puede dejar atrás su pasado, sigue atormentándolo.

— Smile, fui contigo a ese chequeo, me hice un test de drogas para que a ambos nos saliera algo negativo ¿Lo recuerdas?

Hincándome en la cama, hice una mueca al sentir escurrir el liquido blanquecino entre mis muslos, era una sensación extraña, de todas maneras, la ignoré por ahora, llevando mis manos al rostro del chico asustado frente a mí.

El hecho de que Smile fuera prostituto y el miedo latente de coger una enfermedad de transmisión sexual siempre estaba presente, pero a pesar de todo, él siempre fue cuidadoso, siempre mantenía preservativos para todos los gustos en la mesa de noche junto a su cama.

— Te juro que estoy limpio, te lo juro Jules.

— Y yo dije que te creo — subiéndome a horcajadas sobre él empalándome a mí misma con su sexo— ¿Continuamos?

Depositando un beso corto en sus labios.

— ¿Estás segura?

Asentí.

— Podemos tener sexo hasta que estés saciado.

Subiendo y bajando, sintiendo su pene más profundo que antes.

Sus manos apretaron mi trasero, levantó sus caderas y besó mi hombro, soltando un sonido primitivo desde el fondo de su garganta.

— ¿Estás segura Jules? No tengo sexo hace semanas, soy difícil de saciar.

Hice mi cabeza hacia atrás, disfrutando de la sensación de sus labios en mi cuello, sus manos apretando mi trasero y su pene perforándome con fuerza.

— Estoy muy segura — levanté la cabeza, acercándome a su oído— Destrúyeme.

En menos de cinco segundos, mi rostro estaba pegado en la cama, caderas levantadas y dispuestas, Smile aplastó mi espalda, haciéndome pegar mi pecho al colchón, y sin previo aviso, me penetró, sujetando mis caderas, utilizándolas como impulso para ir más en mi interior si eso es posible, sintiendo sus pelotas rebotar con mi sexo con cada estocada, permitiéndome oír el ruido obsceno que producíamos, los gemidos, gritos y suplicas.

No sé por qué dije que tendríamos sexo hasta que estuviese saciado, no me dio tregua, terminamos follando en la cama en diferentes posiciones, en la pared, y la bañera... dios mío, la bañera... fuimos a tomar un baño con la intención de limpiar todo lo que depositó en mi interior, me sentía demasiado llena, pero sus dedos joder... esos benditos dedos... una cosa llevó a la otra y eso llevó al sexo.

Sexo, sexo, sexo.

Sólo nos dimos cuenta de la hora cuando las alarmas hicieron eco por la habitación.

Demonios, se supone que debíamos trabajar.

Sinceramente, no sé si pueda sentarme hoy, menos mantenerme despierta luego de todo lo que hicimos la noche anterior, después de todo lo que nos dijimos.



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HOLA HOLA MIS AMORES
LES DIJE QUE PREPARARAN SUS PAÑUELOS Y NO PARA LLORAR 🤣🤣🤣👌👌
JULES Y SMILE RSTUVIERON RE INTENSOS
SUMEMOS A LA LISTA DE LAS PERFECCIONES DE SMILE QUE REEE BUENO EN LA CAMA JAJAJAJAJA

ME DIO UN POCO DE TRISTEZA QUE SE PUSIERA ASI POR NI USAR PRESERVATIVO, PENSABA QUE JULES LO IBA A JUZGAR, SU PASADO LO SIGUE ATORMENTANDO, Y AUN SABIENDO QUE NO TIENE NINGUNA ENFERMEDAD TRANSMISIBLE SIGUE PREOCUPANDOSE DE QUE MAL PIENSEN DE ÉL
ESTÁ CHIQUITO:( HAY QUE CUIDARLO

Y SI HACEMOS UNA RIFA PARA LA SILLA DE RUEDAS DE JULES?? 🤣🤣🤣👩‍🦽👩‍🦽
SUERTE CAMINANDO HOY JAJAJAJA

NOS LEEMOS PRONTO MIS AMORES!

UN GRAAN GRAAN BESO

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