Capítulo 20 "Confesiones"

Le di una miradita cargada de seguridad y burla a Emily, quien quitaba su mano lentamente, avergonzada por lo que acababa de escuchar.

Sí zorrEmily, Tyler sabe de tu esposo, no tienes oportunidad con él, ya no es tan idiota.

O eso me gustaría creer.

— ¿Cómo sabes de Robert?

Perpleja.

— ¿Fue tu boda tan fantástica como la de Jules?

¡Eso Tyler! Destrúyela.

— La mía no fue tan grande, ni pública. Yo no soy ninguna heredera, sólo soy la segunda hija, Aiden es el importante en la familia... o lo era ¿No es así hermanito?

— Cállate Emily, voy a casarme de todas maneras, no me he rendido.

Rodé los ojos.

— ¿Quieres que te meta los anillos por el culo? — inclinándome hacia él— Te dije que no me voy a casar ¿Qué parte no entiendes?

— Le haré la vida imposible a tu noviecito y al resto de delincuentes con los que vives entonces — hablando calmado, tomando la caja de terciopelo— Tú sólo dame tiempo, sacaré todos los trapitos al sol.

Tragué grueso, preocupándome de inmediato, esa sí que era una buena nueva amenaza.

— No hay nada que pueda llevarnos a prisión, tú tranquila — Tyler tomó mi mano, dándole un ligero apretón— No caigas en sus chantajes bebé.

Tyler jamás me dijo así.

¿Está usando ese apodo para joder a Emily? Mi corazón no puede con tantas emociones, no me gusta que juegue conmigo.

— ¿Estás seguro?

Quitando mi mano de entre las suyas.

No me gustaba esta sensación de vacío y confusión que se arremolinaba en mi estómago, en estos momentos, no estoy cien por ciento segura de poder confiar en él, necesito tiempo.

— Seguro, así que... — viendo nuestras manos separadas con confusión— No le hagas caso, no te vas a casar con él, estás conmigo ahora.

— Cuando me la llevé, también estaba contigo — hablando con ese molesto tono de voz arrogante— Y ya vez cómo salió todo.

Tyler se levantó de la silla con rapidez, provocando que esta callera al piso con estruendo, llamando la atención de las personas en las mesas a nuestro alrededor, empuñó su mano y tomó impulso, dispuesto a romperle el rostro a Aiden, llegué justo a tiempo para detenerlo, sintiendo un dolor profundo en mi mano izquierda, joder...

— No lo golpees ¿No ves que eso es lo que quiere? — mirándolo mal— Aiden jamás da un paso en falso.

Mi ex prometido aplaudió con lentitud, levantándose.

— Veo que sigues siendo tan astuta como siempre mi querida Jules, tienes a tu perro con la correa bien corta — dando dos pequeñas palmadas en mi mejilla— suéltasela un poco, quiero ver de qué es capaz.

Tyler sujetó el brazo de este, empujándolo con molestia.

— Te dije que no la tocaras.

En tono bajo, amenazante.

Si en algo tenía razón Aiden es que Tyler es como un perro, en alerta todo el tiempo, listo para atacar, esperando la oportunidad perfecta para morderlo directo en el cuello.

— Llegó la mesera ¿Pueden comportarse y dejar de pelear por esta... — observándome— ...Asquerosa mojigata de baja cuna?

Con mi mano buena, sujeté el borde de su vestido, apretando con fuerza.

— Cuidadito Emily, porque esta mojigata de baja cuna aprendió muchos trucos y no teme ensuciarse las manos.

Sonrió con sorna, sujetando el cuello de mi camiseta con fuerza, acercándose a mí, quedando a escasos tres centímetros de distancia, podía sentir su aliento caliente chocar con mi rostro.

— Tú sabrás unos trucos, yo yo escribí el libro completo... perra, que no se te olvide que yo viví años aquí, yo formé la pandilla con Ty, yo viví con la abuela, yo conocí al abuelo en vida, yo recluté muchos de los sujetos a los que tú llamas amigos, comenzando por esos gemelos que tanto quieres, y esa casa dónde irrumpiste, Ty y yo la compramos juntos, duermes en mi colchón, comes en mí cocina, sobre mí mesa, que no se te olvide cual es tu lugar, porque puedo regresar y arrebatarte todo otra vez.

Temblé de la frustración y la rabia al escuchar sus palabras, mis ojos se humedecieron de la colera, no me importaba quebrarme la mano si con eso lograba sacarme este mal sabor de boca, si con eso podía hacer que la chica frente a mí fuera menos guapa.

Empuñé con dificultad mi mano vendada, tomando impulso para golpearla, apretando su vestido con mayor fuerza, temblando de la ira y la envidia, ella pasó tantos momentos con los chicos, por tantos años...

— Eh eh, tu mano guapa, no te desgastes por quienes no valen la pena — Tyler me detuvo, abrazándome— No te dejes envolver por las palabras de Emily — tomando su móvil— resolveré esto.

Colocándolo en su oreja.

— Tyler... no la soporto, no soporto a ninguno de los dos.

Escondiendo mi rostro en su pecho, respirando con fuerza, estaba tan molesta, tan enojada, que las lagrimas comenzaron a salir, odio que me vean llorar, odio que me vean débil.

— Luke, sí, hola hermano...

— Mándale mis saludos, nos divertíamos mucho.

Dijo Emily.

Ella quería hacerme llegar a mi límite. No soy alguien dotada de paciencia, está logrando su cometido.

— Luke ¿Puedes llevar a un par de chicos a casa? Saca todas las cajas del cuarto de invitados y déjalas afuera... — algo oí de la voz al otro lado del móvil, pero no pude distinguir palabras— Emily irá por ellas en algún momento, si son importantes mejor que se apresure o se las robarán... sí, me importa una mierda lo que suceda a sus cosas, muchas gracias hermano.

Cortó la llamada, guardó su móvil y acarició mi cabello.

— No debimos venir aquí en primer lugar, sólo perdimos tiempo — tomando mi mano con seguridad— tú y yo iremos a una cita.

— ¿Una cita?

Confundida, levantando mi cabeza para observarlo.

— Sí, creo que debemos aprovechar el tiempo perdido.

Emily rodeó la mesa con molestia, empujando a la pobre mesera que seguía esperando por nosotros, al ver la incomodidad de la situación, se largó, pero ahora teníamos problemas mayores, viendo a los hermanos Colin frente a nosotros, viéndonos con Colera.

— Tyler Scott — señalándolo— Dijiste que ibas a comer conmigo ¿Qué mierda es eso de tirar mis cosas a la calle? ¡Esos delincuentes de mierda que tienes por amigos se las van a robar!

Haciendo un berrinche.

— Pues suerte llegando antes de que eso suceda — sonriendo con malicia— Y Em, espero no volver a ver tu rostro por aquí, no tienes protección ahora — rodeando mis hombros— Suerte intentando entrar al barrio con tu auto, yo si fuera tú, no iría.

Dimos media vuelta dispuestos a dejar el restaurante, o esos planes teníamos, Aiden tomó mi mano lastimada, apretándola con fuerza.

— ¿Crees que puedes pasar por encima de mí Jules? No eres nadie, no eres nada más que una maldita basura.

— No soy una basura — golpeando sus bolas con mi rodilla— No más.

Viéndolo arrodillarse en el piso con una expresión de dolor en el rostro.

Sonreí con suficiencia a Emily, acuclillada junto a su hermano, sobando su espalda, sin despegar su mirada de la mía, furiosa y celosa.

Moví mis dedos a modo de despedida, tomé la mano de Tyler y salimos del restaurant, caminando directo al auto.

— Te dije que era una mala idea, esa mujer sigue intentando manipularte.

Subiendo al auto.

— No más, no soy tan idiota — cerrando la puerta apenas subió— Lamento haberte hecho pasar ese mal rato, no creí que fuera tan incómodo, o que ese hijo de puta estuviera ahí ¿Por qué no me dejaste golpearlo?

— Aiden no hace ningún movimiento sin calcular, podría estar buscando razones para que la policía te detenga ¿Seguro no hay nada que pueda poner en peligro a alguno de los chicos?

— Nada que pueda llevarlos a la cárcel, todo está bien, en serio Jules — observando por el retrovisor mientras iba marcha atrás, dejando el estacionamiento— entonces... ¿Dónde quieres ir?

— Quiero ir a tu casa, estará Luke, dijo que me ayudaría con unos trámites.

— Creí que tendríamos una cita.

Observándome por breves segundos.

— Creíste mal. Dejé muy en claro que no quiero saber nada de ti por ahora, sigo molesta.

— Pero le dejé las cosas claras a Emily, le dije que ya no había un nosotros.

Observé por la ventana, recordando lo ultimo que esa mujer dijo.

— Aún hay muchas cosas que no sé de ti, hay mucho en tu pasado que no me has dicho y que ella vivió, me siento... confundida, y molesta, no confío en ti Tyler, temo que vuelvas a darme la espalda en cuanto algo nuevo se presente.

— Hoy no te di la espalda, y él estaba ahí.

Usando ese tono de voz grave otra vez, molesto.

— Necesito tiempo Tyler, viví muchas cosas y tengo muchas más que hacer ahora, soy heredera de un gran imperio tecnológico ¿Eres capaz de acompañarme en las ruedas de prensa, las reuniones con los inversionistas, los viajes, las firmas de contratos, y todo lo que conlleva el cargo? Porque a mí me encantaría tener compañía, pero no sé si es lo que a ti te gustaría hacer.

— ¿Quieres... marcharte?

Dolido.

— Claro que no. Voy a ponerle fin a ese imperio, pero para hacerlo, debo hacer muchos viajes y un montón de maldito papeleo, no puedo terminar todo hoy para volver a la vida que quiero aquí, con todos ustedes.

Suspiró.

— Jules, sabes que no puedo hacerlo, tengo obligaciones aquí, tengo personas que proteger, tengo un territorio.

— Lo sé. No voy a exigirte nada.

Observándolo.

Nuevamente sostenía el manubrio con fuerza, emblanqueciendo sus nudillos.

— No sé qué es lo que quieres — Suspiró— No entiendo cómo recuperar tu confianza.

— Detalles, Tyler, acciones, eso es lo que quiero.

¿Cómo es posible que aún no lo entendiera?

— ¿Lo que hice en el almuerzo no fue suficiente? Ni siquiera hablé con ella sobre lo que debíamos hablar e hice que tiraran sus cosas a la calle ¿No fue eso suficiente?

— ¿Suficiente? — carcajee sin ganas— Tyler, cuando lo entiendas, ve a buscarme. No puedo perdonarte en un solo día, yo viví dos semanas en el infierno, aterrada, mientras tú te creías la victima de toda esta situación ¿Crees que es agradable verme al espejo luciendo como luzco? ¿Crees que puedo verte y no sentir un poco de rencor por faltar a tu palabra y abandonarme?

— Jules yo...

— Si no quieres esforzarte por mí, por esto, está bien, no voy a exigirte nada. Soy una persona rota, probablemente no le haga ningún bien a nadie.

Tyler hizo un rápido movimiento con el vehículo, saliendo de la carretera, orillándose.

— Jules — tomando mi mano, observándome— no pienses en ti de esa manera, y no creas que no quiero luchar por ti, por lo que teníamos — acariciando mi mejilla— Voy a hacer hasta lo imposible para recuperar tu confianza ¿Qué me dices si tomamos unos días y nos vamos lejos? Unos cuantos días nada más, podemos ir a la playa con los chicos, o a un lago, de campamento o algo así, para despejarse y salir de la rutina.

Cerré los ojos, disfrutando de sus caricias en mis mejillas, moviendo mi rostro cuan minino.

— También debo darme cuenta si me gustas o... si me gusta que me traten bien. Tú fuiste mi primer gran apoyo aquí.

— ¿Estás confundida sobre lo que sientes por mí?

Asentí.

— Estar allá, con Aiden y mi padre, me hizo pensar mucho en ti, demasiado — posando mis manos sobre las suyas, abriendo los ojos para observarlo— repasé cada una de las veces que estuvimos juntos; las discusiones; las veces en las que ordenamos la casa, lavábamos la ropa o cocinábamos; cuando teníamos sexo y te ibas a tu cuarto después; cuando me buscabas sólo para meterte en mi cama y luego lo olvidabas todo y volvías a odiarme; las veces que te vi con otras chicas y me daban unos celos terribles — sonriendo ante el recuerdo— la vez que te me confesaste, ese era mi sueño más frecuente, fuimos muy felices ese día; también recordé las veces que íbamos de fiesta y me cuidabas cuando me emborrachaba para que no me quitara la ropa; las veces en las que me enseñaste sobre cómo trabajar en el taller, los tipos de bujías, los tipos de llaves, dónde se ve cuanto aire necesitan los neumáticos, lo mucho que nos divertimos con todos, lo mucho que me gusta cuando yo soy tu centro de atención...

No pude seguir hablando, mi labio inferior tembló de los nervios, nunca antes le abrí mi corazón así, sin embargo, quería que supiera que todos los momentos que viví con él, de una u otra manera, fueron especiales.

— Eso quiere decir que yo te gusto Jules, quiere decir que te gusto, pero tienes miedo de admitirlo, tienes miedo de salir lastimada — acariciando mi rostro— pero tranquila, yo me preocuparé de hacer que confíes en mis palabras y en mis acciones, haré que estés segura de lo que sientes por mí.

Me acerqué a su cuerpo, rodeando su cintura con mis brazos, apoyando mi cabeza en su pecho.

— ¿Qué me dices si vamos unos días a mi casa? Mi padre no está, las mucamas y demás personal deben ser los únicos ahí, podríamos ir todos, hay habitaciones de sobra, comida y alcohol para botar y una enorme piscina, dos en realidad, y tres jacuzzis en el mismo lugar, podríamos llevar a la abuela para que se haga todos los tratamientos que quiera, yo me haré cargo de los gastos del viaje.

— Jules, son casi doce horas y no es poco el dinero.

— Tengo un montón de dinero Tyler, si es para divertirnos todos juntos y descansar, me da lo mismo lo que suceda con él, yo quiero disfrutarlo con todos.

Sonrió amplio, acunando mi rostro otra vez, acercándose lentamente hasta detenerse a milímetros de mi rostro.

— ¿Sabes? Creo que me estoy enamorando — depositando un beso en la comisura de mis labios— ¿Puedo besarte?

Utilizando esa sensual voz que me hacía temblar las bragas, grave y rasposa, baja... haciendo vibrar mi pecho.

— Sólo porque mi comandante me lo pide.

Rozando mis labios con los suyos, tentándolo.

— No entiendo muy bien tu definición de "Necesitamos tiempo" — Besando mi mejilla, repartiendo besos por mi barbilla, mordisqueando el lóbulo de mi oreja— Dices que no quieres que vivamos juntos, pero quieres que te bese.

Depositando un rápido beso en mis labios, movió su rostro hacia la izquierda ahora, plantando otro, y otro, y otro, jugando conmigo.

— Tyler... ya bésame.

— ¿No es lo que estoy haciendo?

Repartiendo cortos besos por mi cuello, masajeando mis hombros en el proceso, haciéndome suspirar del gusto.

— Ya sabes a lo que me refiero...

Llevando mis dedos a su cabello, jalando levemente de ellos.

— Yo tampoco puedo soportar más.

Deslizó sus dedos a mi nuca, besándome con necesidad, con deseo, con urgencia, acariciando su lengua con la mía, tomándonos breves pausas para respirar. Sus manos que hasta entonces se mantuvieron quietas, trazaban círculos en mi espalda, apretujando mi trasero con delicadeza.

Mierda...

La temperatura en el auto comenzó a subir, los vidrios comenzaban a empañarse, la gente que pasaba en su vehículo por nuestro lado se daría cuenta de lo que estábamos haciendo, todo lo que quería era sentirme amada y follar con Tyler.

Lentamente, deslicé mi diestra por su cuello, pecho y abdominales, parando sobre su pantalón, sintiendo la incomodidad entre sus piernas.

Estaba duro.

Y yo estaba húmeda.

El beso subió de intensidad, tocándonos con más urgencia, con más necesidad, mis manos desabrocharon su pantalón con rapidez, acariciando su pene por sobre la tela, sintiendo la humedad en la punta, metí mi mano dentro del bóxer, necesitaba tocar más, necesitaba mayor contacto, lo necesitaba a él.

Necesitaba que me hiciera el amor.

— Jules, no podemos.

Sujetando mi mano, alejándose de mí.

— ¿Qué? P-pero ¿Por qué?

— Es que no puedo, no quiero.

Su negativa me dolió en lo más profundo, estrujándome el estómago de mala manera.

— ¿Por qué? — dejando caer las manos sobre mi regazo, apoyando la espalda en el asiento— ¿Es por mi aspecto?

Deslizó las manos por su cabello con nerviosismo, ambas manos le temblaban.

— Sí y no.

— ¿Cómo que "Sí y no"? Sé que doy asco ahora mismo Tyler, pero que me rechaces así ahora es...

— No me das asco, tonta, no es eso — tomando mis manos— Es que no quiero lastimarte — viéndome dolido— Cuando te ayudé con el baño, vi varias de tus heridas frescas, esa "A" en tu espalda... no sé cómo te la hizo ese hijo de puta, pero se ve muy reciente, y las heridas en tu entrepierna... ¿Cómo crees que puedo hacer el amor contigo sin pensar en el dolor que vas a sentir? No puedo, no quiero lastimarte.

"Hacer el amor" dijo... "Hacer el amor"

— ¿De verdad no es porque te dé asco?

— Jamás pensaría de esa manera, cachorro tonto.

Reí con su apodo, lo había olvidado.

Hace mucho que no me llamaba Cachorro.

— Hagamos un trato.

— ¿Qué tipo de trato?

Besando mi frente.

— Viviré con los gemelos por ahora, hasta que me cure, de esa manera, no saltaré sobre ti durante la noche y podremos extrañarnos, creo que nos hará bien tomar algo de distancia.

— ¿Sigues con eso? Yo no quiero distanciarme de ti, quiero cuidarte, protegerte, ayudarte, además, conozco a Smile, tiene un crush contigo, te va a pedir sexo, sé lo insistente que puede ser.

— También tiene un crush contigo — señalándolo— y fuiste el ultimo en follar con él.

Carcajeando.

— Yo no entiendo cómo no te pusiste celosa por eso, creí que me ibas a matar, temí por mi vida.

— Es que es Smile, es mi mejor amigo, tener sexo contigo era una de sus fantasías, además, fue todo para salvarle la vida, te lo dije, me hubiese enojado mucho más si lo dejabas ahí.

— Si te ofrece un trío, yo no quiero eh, no me gusta compartir.

Besándome otra vez.

— Ok, ok, está bien. Pero ahora vamos a casa, tengo mucho que hacer y debemos preparar un viaje de vacaciones exprés, yo me encargo de los gastos.

— Jules, tus diamantes, yo... los saqué.

Dijo de pronto.

— Me di cuenta, no estaban donde los había dejado, pero no importa. No interesa.

Encogiéndome de hombros.

— Es que no ocupé ni uno sólo de esos, les dije a los chicos que sí, pero mi orgullo no me permitió utilizar tu dinero, no era correcta sacar tantos diamantes sin tu permiso.

— Entonces ¿Cómo conseguiste todo ese dinero para costear el viaje de todos?

— Pedí un préstamo, uno muy grande — acomodándose en el sofá— Creo que es mejor si nos vamos pronto, o que no pases por casa por un tiempo, es peligroso.

— Tyler, pudiste sólo tomar unos putos diamantes, págales con eso, los intereses, todo.

— Lo solucionaré ¿Sí? Yo lo solucionaré.

Encendiendo el motor del auto, dando por zanjado el tema.

— No Tyler — viéndolo incorporarse a la carretera otra vez— No puedes arriesgarte así, sólo paga con eso.

— Jules, sé que tienes la mejor de las intenciones, pero crecí en un entorno machista ¿Sí? Yo debería ser el que te mantenga y te de dinero para gastar en lo que se te de la gana, no me gusta la idea de que me estés dando de tu dinero, limpiando mi mierda tras de mí.

— Me importa una mierda ¿Entendido? Yo también crecí en un entorno machista, pero con mujeres increíbles en él, y aprendí que en la vida hay que tirar y soltar para que las cosas funcionen, es tu momento de soltar y dejarme a mí tirar.

— Dije que no — doblando en la avenida principal, ya podía ver la casa— Yo me las arreglaré, sólo necesito algo de tiempo, tengo una manera de ganar dinero rápido y fácil.

— ¿Cuál?

— No te va a gustar.

— ¿Cuál, Tyler?

Perdiendo la paciencia.

Frenó el auto frente a casa, ambos observando el mismo panorama, Luke estaba recibiendo una paliza junto a dos chicos más, había diez hombres desconocidos, intentaba entrar a la casa.

— ¡Ya te dije que no está! Entregaré el maldito mensaje, pero Tyler no está.

Explicaba Luke, intentando por todos los medios detener el paso de esos hombres.

— Quédate en el auto.

Dijo Tyler.

Saliendo a paso apresurado.

— Mierda, mierda, mierda — tomando su móvil que aún descansaba sobre el radio, desbloqueándolo— Bien, no ha cambiado la contraseña.

Busqué el chat de la Free Souls y presioné el micrófono.

"Chicos, estamos en problemas, casa de Tyler, hay un chingo de hijos de puta aquí, la cosa se ve fea, si hay alguien cerca... por favor..."

Envié el mensaje, esperando impaciente una respuesta, y cómo era de esperar, todo quien estaba cerca respondió que no tardaba en venir.

— Escuchamos sobre tu noviecita Tyler ¿Cómo es que no tienes dinero para pagar si ella caga y se limpia el culo con billetes de cien?

Dijo uno de ellos, soltando a Luke para ir a por Tyler.

— Mis problemas, yo lo resolveré, a ella no la metas en esto.

Cuatro cabrones fueron a por Tyler a la vez, golpeándolo cobardemente, Luke intentó ayudarlo, pero eran tantos los sujetos que no tuvo ni siquiera la oportunidad de dar tres pasos cuando le cortaron el paso a punta de golpes.

Si nadie llegaba a intervenir, la cosa se pondría fea.

Temerosa de lo que estaba pasando en el exterior, observé en el auto algo que me pudiese servir.

— ¡Bingo!

Tomé el bate que descansaba en el piso de los asientos traseros y salí del auto, maniobrando el palo de madera con una mano, haciéndolo girar.

— Suéltalo, hijo de puta.

Golpeando en la espalda al sujeto que no le daba tegua a Tyler.

— ¡¿Qué haces?! ¡Te dije que te quedaras en el auto!

Bramó furioso Tyler, escupiendo sangre al piso.

— ¡Y yo te dije que yo pagaba!

Dándole de lleno en el rostro al mismo hombre de antes que ahora venía por mí.

Esto se pondría feo.





~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

¡HOLA MIS AMORES! HE VUELTO CON UN NUEVO CAPÍTULO

TYLER LA PUSO EN SU LUGAR POR FIN, ME ENCANTÓ CÓMO EMILY QUEDÓ CUANDO ÉL LA MANDÓ A LA MIERDA Y TIRÓ SUS COSAS A LA CALLE, SE LO MERECÍA

Y JULES ENFRENTANDOSE A AIDEN? DIOSA MÍA, VEN AQUÍ PARA REZARTE

ESTA PAREJITA ESTUVO ECHELE QUE ECHELE FUEGO A LA SITUACIÓN, PERO ENTIENDO POR QUÉ SE NEGÓ, CREO QUE ERA LO MÁS SENSATO, JULES NO HUBIESE SOPORTADO EL DOLOR, TIENEN QUE AGUANTARSE... LAMENTABLEMENTE

TYLER CABROOON, LA CAGASTE EN NO USAR LOS DIAMANTES, A JULES NO LE IMPORTAAAAA Y AHORA ESTÁN TODOS EN PROBLEMAS

MEJOR VAYANSE DE VACACIONES :c YA DESCANSEN Y AMENSE

NOS LEEMOS PRONTO MIS AMORES

LOS AMOOO

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top