Capítulo 1 "Escape"

Si algo pudiese elegir en este momento, sería no ponerme este ostentoso vestido, para comenzar, el escote abrazaba mis pechos y se perdía a milímetros de mi ombligo, la espalda era transparente, por lo que llevaba muy poca tela en el tronco superior, la falda... bueno, eso estaba bien, caía con gracia hasta el piso, ocultando los ridículamente altos tacones, más altos que mis expectativas de vivir ¿Lo ridículo? El montón de diamantes que tenía cocido por todas partes y la corona de oro que llevaba en la cabeza para sostener el velo, el diseño sí me gustaba, representaba la naturaleza en todo su esplendor, hojas, ramas y flores, bonito hubiese sido si fuera una corona natural, me dolía el cuello soportando el peso de esta cosa sobre la cabeza.

Agradecía que al menos me hubiesen dejado elegir el tipo de maquillaje, natural y sobrio, ya tenía demasiadas cosas encima, no era necesario usar un kilo de maquillaje, así estaba bien. Eso sí, de las uñas no me salvé, una francesa preciosa que terminaron hace poco menos de media hora, debería agradecer que no siguieron las instrucciones de mi padre cuando gritó ¡Rojo! Antes de salir del cuarto, eso hubiese sido una tragedia.

Me veo como una jodida princesa.

— Que puto asco.

Analizándome frente al espejo.

Padre suele decir "Que no se note pobreza" pero esto es ridículo.

— Señorita, se ve muy guapa hoy — dijo la mucama junto a la puerta— estoy segura de que será una esposa estupenda.

Esposa. Matrimonio. Idiota arrogante.

Exacto. Esas palabras fueron las que me jodieron todo hace aproximadamente dos semanas.

Como resumen, mi padre caga dinero, y encontró un tipo que caga más dinero que él, a los dos, les importa un pimentón lo que sus hijos piensen, y arreglaron un matrimonio, me negué claramente, pero aquí no me dieron opción para eso, papá cerró mis tarjetas, cortó el plan de mi móvil, eliminó todo aparato tecnológico de mi cuarto, "Castigándome" por "No querer hacer feliz a su pobre y viejo padre desdichado y solitario".

Siempre utiliza esa carta para manipularme, después de la muerte de mamá hace unos años, cree tener el derecho de manipular mi vida para, según él, mantenerme a salvo.

Lo cual es horriblemente asfixiante.

— ¿Dónde está mi padre ahora?

Pregunté.

— Está arreglando los últimos detalles, el patio está listo para comenzar con la boda, su futuro esposo ya está esperando.

Aiden Colin es el idiota más arrogante que he conocido. Soberbio, altanero, machista, abusivo... ni en un millón de años sería su esposa, el dinero no justifica una vida de miseria, engaños y abusos.

— Bien, iré a saludar, mi futuro suegro debe estar por ahí también, quiero que apruebe mi vestido.

Mentí, sosteniendo la falda para no caer, comenzando a caminar fuera del cuarto.

— Me alegro que por fin tomó la decisión más sensata señorita. Los matrimonios arreglados no deben ser terribles todo el tiempo, quizá logre amar a su futuro esposo en algún momento.

— Sí, puede ser.

Pasé de ella, caminando por el pasillo con tranquilidad, observando mis posibilidades, todo el mundo estaba inmerso en sus cosas, organizando flores para los jarrones, revisando la lista de invitados, dejando entrar a los idiotas que querían ser testigos de este circo. La cocina no era la excepción, todo el mundo corría de un lado hacia el otro preparando todo lo que nos íbamos a comer, eran más de quinientas personas, y yo no conocía a ninguna.

"Conexiones" dice papá.

El mundo se basa en conexiones.

— Señorita ¿Qué hace aquí? Ensuciará su vestido. Parece una princesa.

Dijo la cocinera principal, viéndome maravillada.

A todo el mundo le gustan los vestidos de novia, y este vestido es... es precioso joder.

— Vine a fumar — sacando la cajetilla de mi brasier, tomando los fósforos del mesón— Mi padre me regañaría si me ve fumando con este atuendo, estoy escondiéndome.

Sonreí inocente.

— Oh, claro, tiene razón, pase, fume con tranquilidad.

— Gracias Rosita.

Crucé las puertas de servicio y fumé mi cigarrillo en paz, viendo como bajaban nuevas cajas del camión, una tras otra, una tras otra, con un montón de comida que comerían los espectadores de este absurdo chiste.

— Es ahora o nunca.

El chofer se acercó a Rosita para firmar el recibo final, los trabajadores recibieron botellas de agua y unos snacks para agradecer su trabajo, y mientras todos estaban distraídos, caminé rápidamente hasta el camión, subiendo atrás, escondiéndome entre el montón de cajas.

— La vida es solo una, prefiero morir soltera, que vivir casada y maltratada toda mi vida.

Escuchando las puertas cerrar segundos después, el camión se puso en marcha, y rápidamente nos alejamos del lugar.

Padre: 0

Jules: 1

Espero que jamás me encuentre, porque si lo hace... será inevitable esta absurda unión.

— Puedo sacarle varios billetes a esto — observando en anillo de compromiso— Además, tengo los diamantes del vestido y la corona, podré sobrevivir bien por un tiempo, debo buscar trabajo y un lugar para vivir, también debo comprar ropa, claramente tengo que comer — suspiré— Bueno, no hay mal que por bien no venga, voy a estar bien, todo va a estar bien.

El cansancio físico y mental que resultó de las largas horas sin dormir, el estrés, y las horas y horas de compras para lucir como luzco, cayeron sobre mí, por fin podía relajarme, decidiría mis propias cosas ahora.

Pero cometí el error de dormirme, y para cuando desperté por los gritos de sorpresa de los pobres trabajadores que quitaban las ultimas cajas, estaba en un lugar totalmente desconocido y con mala pinta.

— ¡Mieeeerda!

Levantándome de un brinco.

— ¿Dónde estamos?

Observando las puertas abiertas de par en par.

— En el pueblo, señorita ¿Usted... cómo llegó aquí? ¿De dónde salió?

— Yo... sólo salí a dar una vuelta — caminando hacia atrás para poder saltar— el camión parecía cómodo, y me quedé dormida.

— ¿Sabe dónde está? Podemos ayudarle con indicaciones, esta es la última parada del día, podemos llevarla a su casa.

Mi madre siempre decía que los ojos eran la ventana del alma, y que podían delatar las verdaderas intenciones de las personas, y estos dos... definitivamente no me dan buena espina.

— Puedo regresar sola, pero muchas gracias.

Salté del camión arriesgándome a romperme un pie por estos absurdos tacones, entrando al primer bar que vi, mamá decía que, si estaba rodeada de personas, sólo debía esperar a que las personas malas se fueran, no actuarían en público.

Cuando pequeña, fui secuestrada una vez, pidieron una enorme recompensa que mis padres no dudaron en pagar, desde entonces, nunca he salido sola... hasta ahora, me aterra que cosas como esas vuelvan a ocurrir. Ese es el miedo de las personas con dinero, si el mundo conoce tu rostro, jamás vivirás tranquila.

— Parece que tuvo un mal día ¿Qué va a beber?

Dijo el amable chico tras la barra.

— ¿Puedo pagar con esto? — quitando un diamante del vestido— es real.

— ¡Claro! — arrebatándolo de mis manos— bebe todo lo que quieras.

No le pedí nada, y aquí todo huele a cerveza rancia, por lo que tampoco pude saber muy bien que fue lo que me dio, pero al menos tenía hielo, parecía ser un trago fuerte.

— Gracias — sonreí— esto mejorará mi día.

Dispuesta a beber, levanté el vaso, llevándolo a mi boca, casi podía saborear el conocido ardor dulzón, pero la mano de alguien me detuvo.

— Rick ¿Qué demonios intentas? ¿De nuevo en las mismas andanzas?

El pelinegro que impidió que bebiera, me quitó el vaso, reventándolo contra el muro tras el chico que me lo sirvió.

— ¡Oye! ¿Qué estás haciendo? —Observándolo con molestia— Iba a beberme eso.

Sus ojos recayeron en los míos, indiferentes y vacíos.

Cabello oscuro, ojos verdes, un cigarrillo apretado entre los dientes, camiseta blanca, antes de analizar el resto de su outfit, quedé hipnotizada por su chaqueta con relucientes letras blancas en la espalda.

"Free Souls"

¿Será una marca comercial? Me gusta el nombre, pero el diseño de las letras es un poco... aterrador.

— Cuando los hielos no flotan, es porque la bebida está alterada — explicó— y en el fondo de tu vaso, se podía observar el polvillo de lo que quedó de pastilla, tienes que confiar menos en las personas.

Arrebatándole el diamante al chico, colocándolo en mi mano.

— Arruinando el negocio como siempre, Scott.

Mirándolo mal.

Es cierto, era una buena oportunidad para el chico, podía sacar mucho dinero si se quedaba con mi ropa y mi corona.

— En fin — suspiró— Piensa mejor lo que haces, y por tus pintas, creo que no perteneces aquí, vete a casa.

Soltó el pelinegro.

— Tyler... no creo haberte enseñado a hablarle así a las chicas.

El pelinegro rodó los ojos, cruzándose de brazos, dando un paso hacia un costado para dejar pasar a la mujer de edad avanzada.

— ¿Qué te pasó chiquilla? Por tus pintas... ¿Te escapaste de tu boda? ¿Estás bien?

Apelar a los sentimientos siempre puede ser una buena idea.

— No estoy bien señora, estoy escapando, mi padre me quiere casar con un bastardo maltratador, no puedo volver a casa, por favor... por favor ayúdeme.

Rogué.

Por primera vez en mi vida.

— Abuela... se supone que te quedarías en el auto.

Reclamó el tal Tyler.

— Es que vi a esta chiquilla correr y me preocupé ¿Por qué no la ayudamos?

— Ya has ayudado a bastantes chicos, ni de coña.

Se negó.

— Puedo ayudar en lo que sea, pero por favor... no me deje aquí.

La abuela podía con el pelinegro.

¡Vamos abuelita! ¡Convéncelo!

— Abuela, compré tu helado ¿Se te antojó un trago ahora?

Un chico de cabello lacio, costados rapados y peinado de hongo entró al lugar, su cabellera era rubia, pero tenía las puntas teñidas de rosa, es guapo y se ve agradable.

— Luke, cariño ¿Ayudemos a la niña?

Intentó convencerla su abuela.

El rubio se acercó con los tres helados, analizándome de pies a cabeza.

— ¿De qué libro de cuentos te sacaron a ti? ¿No nos demandarán si la ayudamos?

La abuela levantó la mano, golpeándole la cabeza con la mano extendida.

— Modales.

El chico se quejó, sin soltar los helados.

— Lo siento abuela...

— Luke, dile que no, nosotros no somos niñeras.

Sostuve la falda de mi vestido, haciendo una mueca, moviéndome hacia los lados, sólo necesitaba que me ayudaran a esconderme al menos por hoy.

— Pero mírala ¿No te da pena?

Me señaló el rubio.

— Ella se metió en esto, que ella misma salga de sus problemas.

Encogiéndose de hombros.

— Ya está, decidido — la abuela tomó dos helados— Nos vamos todos juntos, qué les estoy preguntando a ustedes también, par de mal agradecidos — colocando un helado de chocolate entre mis manos— Tyler tiene un cuarto extra en su casa vivirás con él, Luke tiene novio y no quieres escuchar lo que hacen en esa casa — negó— Vamos.

Saliendo del bar de mala muerte.

— Abuela ¿Y mi helado?

Se quejó Tyler, siguiéndola.

— Cómprate otro, te esperamos en el auto.

Le dijo sin parar de caminar.

— ¿Por qué tiene que vivir conmigo?

Se quejó.

— Ve a comprarte un helado.

— Pero abuela...

La abuela me tomó del brazo, comenzando a caminar conmigo.

— Bonito vestido mi niña, pero no es el look indicado para ir por estas calles, pueden lastimarte para quitarte lo que llevas encima.

— No tuve oportunidad de ponerme otra cosa, me estaban esperando en el altar, era correr o casarme, y definitivamente no quería casarme.

Lamiendo mi helado.

mmm... me encanta el chocolate.

— Para tu buena suerte, vine aquí para visitar la tumba de mi difunto marido, nuestro hogar está a once horas en auto, así que estaremos lo suficientemente lejos de lo que sea que quieras escapar.

— Mi más sentido pésame señora, quisiera hacerle una pregunta... ¿Por qué me ayuda? Digo... no quiero sonar descortés, pero esos dos chicos no parecen muy felices ante la idea.

— Ya verás por qué lo dicen — dejando de sonreír— Por lo general, son buenos muchachos, pero llevan una vida difícil.

— Eso no me deja muy tranquila que digamos...

Pasando frente a una casa de cambio y empeño.

— ¡Espere! ¿Podemos pasar ahí?

Señalando con el helado el local.

— Claro ¿Qué quieres empeñar?

— Esta maldita corona, me duele el cuello con el peso.

— ¿Me estás diciendo que es real?

Abriendo mucho los ojos.

— Sí, papá quería que me viera como una princesa para mi boda, ni de pequeña me gustaban las princesas ¿Esperar a ser salvadas? Por favor... a mí me gusta Mulán.

Entrando al local con la mujer, viendo al chico tras el mostrador.

— Hola, quisiera empeñar esto.

Quitándome la corona, colocándola sobre el mostrador.

— Vaya... que belleza ¿De dónde la sacaste?

Tomándola con ambas manos, analizando cada centímetro.

— Es mía ¿Cuánto me das por ella?

— Cien dólares, tómalo o déjalo.

Sonriendo como si esa fuera la mejor oferta de su vida.

— Es una corona hecha de oro de veinticuatro kilates, el gramo de oro está en aproximadamente 60.80 dólares, y esta corona por lo menos debe pesar un kilo, yo creo que más, me está matando el peso — haciendo tronar mi cuello— Así que, dime de nuevo ¿Cuánto me vas a dar?

El chico abrió los ojos con exageración.

— Lo que más me emperra son los clientes que saben lo que tienen — suspiró— ven por aquí, vamos a pesarla.

— Gracias — sonreí con suficiencia— Y sería estúpido que no supiera cuanto cuesta lo que llevo en la cabeza, así que no intentes estafarme.

Chasqueó la lengua, colocando la corona sobre la pesa, fijándome en todo momento que no estuviese arreglada, al final, la corona pesaba un kilo y medio, saqué un buen montón de miles de dólares por ella, compré una mochila en su tienda para meter el dinero dentro y salí junto con la abuela.

— Ahora sí me siento mucho más cómoda y ligera... me dolía tanto el cuello...

— Chica, esa corona parecía valiosa ¿Segura que querías venderla?

Obligándome a parar.

— Sí, estoy muy segura, no quiero tener conmigo nada que me recuerde de dónde vengo.

— Bien, pues cosa tuya cielo, ahora dime ¿Vamos de compras? Una chica necesita tener sus cosas, tienes dinero, y creo que necesitas sacarte ese costoso vestido, saca todos los diamantes y guárdalos, puedes ir empeñándolos a medida que lo necesites.

— ¿Quiere ir de compras conmigo? — emocionada— Le compraré lo que usted quiera, nunca salí de compras con otra mujer.

Dando un brinco que la hizo reír.

— Pareces una niñita ¿Qué edad tienes cielo?

Terminándose su helado.

— Tengo diecinueve.

— ¿Y tu nombre?

— Jules a secas, sólo Jules.

— Es un bonito nombre, el mío es Marta, pero de dónde vengo, la mayoría me conoce cómo abuela.

— Entonces... ¿Puedo decirle abuela?

— Claro Jules, estoy segura que te divertirás mucho.

— La abuela se dedica a recoger chicos solitarios y ubicarlos con nosotros, así conocí a mi novio.

— ¡Mierda!

Luke apareció de pronto, rodeando mis hombros.

— ¿Con esa boca saludas a tu madre chiquilla?

Riéndose de mí.

— Me asustaste, apareciste de repente.

— Si te quedas en mi casa, no hablas, no ves, no escuchas, y definitivamente no existes.

Se plantó de pronto frente a mí el tal Tyler, obligándome a chocar contra su pecho, perdí la estabilidad y terminé sentada en el piso, con ambas manos apoyadas en el asfalto.

Creo que él y yo no seremos muy buenos amigos... 








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POR LO GENERAL, SIEMPRE SE ESCOGE NOMBRE DE FANDOM, CÓMO POR EJEMPLO, EL DE "LA TENTACIÓN DEL DIABLO" QUEDÓ COMO "LECTORAS MAFIOSAS" , YO CREO QUE LE QUEDA COMO ANILLO AL DEDO ¿QUÉ QUIEREN QUE LES DIGA? JAJAJAJA  YO AMOO LOS FANDOM, LOS NOMBRES, LOS COMENTARIOS, INTERACTUAR CON USTEDES.

YAA DIJE, PIENSO RESPONDER A TODOS LOS COMENTARIOS DE ESTA HISTORIA, SIENTO QUE VA A SER UNA DE LAS MEJORES QUE HE ESCRITO!

ME COSQUILLEAN LOS DEDOS ESCRIBIENDOOOO

SUBIRÉ EL SIGUIENTE CAPITULO, CONTINUEN CONTINUEN 

BESOS BESOOS

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