CAPÍTULO 6
Hicca estaba en medio del ruedo, en el que habían metido grandes paredes de madera para la siguiente actividad...pelear contra un Nadder.
Ella veía a Bocón, le quería preguntar acerca del furia nocturna...¿Pero qué obtendría? Si en el libro no había nada, Bocón tampoco lo sabría.
Se limitó a solo seguir a sus compañeros para formarse y esperar la salida del dragón.
— ¡SALE EL NADDER! — Bocón gritó en el exterior del ruedo, y todos escucharon las puertas metálicas abriéndose bruscamente
No pasó mucho hasta que todos se dispersaron...juntos eran presa fácil.
— Hoy aprenderán sobre el ataque — empezó el 'maestro' — Los Nadder son rápidos y ágiles, su trabajo es anticiparlo más rápido de lo que se mueve —
El primero en ser ubicado por el dragón fue Patapez.
El Nadder levantó la cola, sacando sus espinas y arrojándolas hacia el chico, que logró cubrirse con su escudo, en pánico.
— ¡COMIENZO A CUESTIONAR TUS MÉTODOS DE ENSEÑANZA! — Patapez gritó, aterrado y chocando una pared, quitando las espinas de su escudo
— Busquen su punto ciego — continuó Bocón, aburrido y con su mano buena siendo un reposo para su cabeza — Todo dragón tiene uno, búsquenlo, escóndanse en él, y ataquen —
Mientras decía aquello, los gemelos se toparon de frente contra el Nadder, quedándose paralizados justo en el centro de su visión, evitando ser vistos.
Sin embargo, claro que el escondite no duraría mucho.
— Oughhh, ¿Nunca te bañas? — Brutilda preguntó a su hermano, respirando el aire e intentando esquivar tanto la vista del dragón como el olor de su gemelo
— Si no te gusta busca tú punto ciego — Brutacio la molestó dándole un cabezazo con la nuca
— ¡YO TE VOY A HACER UNO! — la chica empujó a Brutacio y chocó cascos con él
Antes de que continuaran, escucharon al dragón, disparando su fuego, ambos se apartaron a tiempo.
— ¿Punto ciego? Sí, ¿Punto Sordo? No exactamente jeje — se rio ligeramente
Hicca había encontrado a Bram, que estaba siguiendo por la espalda al Nadder, sin que se diera cuenta.
Él le hizo unas señas, la castaña entendió lo suficiente; "Tú a la izquierda y yo a la derecha" eso fue lo que Bram 'dijo'.
El pelinegro avanzó primero, rodeando al dragón...pero algo salió mal.
Por estar viendo entre las grietas de la pared al Nadder, Hicca accidentalmente chocó la parte metálica de su escudo con otro trozo metálico que mantenía unida la madera, lo que provocó suficiente ruido para atraer al dragón.
Este dio un salto sobre las paredes y observó a Hicca, que le sonrió nerviosamente, dando pasos hacia atrás.
Ella levantó una mano para demostrar que no era hostil, y para su sorpresa, el dragón permaneció observándola por varios segundos.
— "¿Eh?" — Hicca se confundió al ver como el Nadder no la atacaba, más bien, parecía estar analizándola, lleno de desconfianza
No pudo continuar pensando, pues Astrid la empujó y preparó su hacha para lanzarla al dragón, que descendió de la pared y corrió hacia ellos, interrumpiendo el lanzamiento.
— Yo me encargo nena — Patán la empujó levemente a ella, con una actitud arrogante, luego, lanzó su martillo al Nadder...le pasó al lado
El dragón incluso se detuvo, viendo el martillo pasar a su lado y chocar con la pared detrás de él, al regresar la mirada a los chicos, hizo un gesto de burla.
Nuevamente eso sorprendió a Hicca, a pesar de que el gesto era pequeño, era muy significativo para ella.
Pero eso no quitaba que ahora el Nadder era agresivo, así que se escabulló, observando como Astrid miraba a Patán como un idiota.
— ¡E-EL SOL ME DESLUMBRÓ, ASTRID! — él se excusó, mientras corría detrás de Astrid, esquivando una llamarada del dragón — ¿Qué quieres que haga? ¿Qué bloquee el Sol? ¡PODRÍA HACERLO! —
Ambos corrieron un rato más con el dragón pisándoles los talones.
Patán tomó un desvió, esquivando al Nadder, que solo siguió a Astrid como última presa, y fue muy insistente en atraparla.
Bram estaba corriendo tras el dragón, intentando alcanzarlo mientras causaba enormes destrozos, derribando las paredes.
Sus compañeros decidieron tomar distancia y resguardarse en la entrada, viendo la situación.
Astrid de alguna manera consiguió subirse a una de las paredes, que por efecto dominó estaba en plena caída, y dio un salto para caer lejos del destrozo.
Al darse la vuelta, vio al Nadder, listo para embestirla, ella lanzó su hacha hacia el dragón, que usó sus crestas para bloquearla, se quedó indefensa, sin las paredes de madera, estaba perdida, los Nadder eran expertos en distancias de todo tipo, y eran fantásticos con los giros cerrados.
— ¡ASTRID, ABAJO! — ella escuchó a Bram gritar, y lo pudo ver corriendo tras el dragón
Ella no dudó e hizo caso, y en el suelo pudo ver como el pelinegro lanzaba con toda su fuerza su hacha hacia la derecha, lejos del dragón, que daba giros en el aire al punto de volverse un borrón.
Por la forma del hacha, esta actuó como un boomerang, y al actuar como tal, terminó impactan con el costado del Nadder.
El dragón se detuvo, girándose para ver al responsable de lanzar el hacha, que había salido disparada al aire y cayó cerca de Astrid, enterrándose en un gran trozo de madera de una de las paredes destrozadas.
El Nadder se había salvado de una herida no muy bonita en sus alas gracias al ángulo y el 'blindaje' de las mismas.
Bram y la bestia se quedaron viendo fijamente, sin moverse un centímetro.
— ¡GRAAAAAHG! — Astrid dio un grito de guerra, sujetando el hacha de Bram clavada en la madera
La rubia usaba todas sus fuerzas para poder levantar el trozo de madera, que tenía un tamaño mayor que ella, y así, golpeó la cabeza del dragón, que había devuelto la mirada hacia ella por el grito, solo para recibir el fuerte impacto.
Esto dejó aturdido al dragón, que se comenzó a alejar, sacudiendo la cabeza y desistiendo de su cacería.
— ¿Estás bien Astrid? — Bram se acercó a ella, vigilando al Nadder, que lo miró por unos segundos antes de irse
— Sí, ¿Y tú? — la rubia asintió, devolviéndole el hacha a Bram y yendo a buscar la suya
— Intacto — él le sonrió, como una especie de burla, luego, señaló su hombro
Astrid se miró, confundida, pero se sorprendió al ver una herida, era pequeña, pero salía un poco de sangre de ella.
— No creo que deje cicatriz — Bram habló de repente, ganándose su atención — Pero estuviste muy cerca de perder tu carne — sin decir más, se acercó, tomando un trozo de tela de su pequeña bolsa a su costado derecho, también tomó su cantimplora — Hoy vengo preparado —
Él vertió algo de agua en la tela y luego la pasó por la herida en su hombro, la limpió y luego hizo un vendaje improvisado.
Sin decir nada más, Bram le sonrió y se despidió con un gesto de mano.
La rubia sonrió y continuó en busca de su hacha, con una pequeña sonrisa y un pequeño rubor en su rostro.
— Eso es todo por hoy, vayan a casa, los veré en la noche, solo busquen la fogata...no falten — Bocón les advirtió, cerrando las puertas de las que había salido el dragón
Mientras él hablaba, todos comenzaron a irse, sin embargo, Hicca corrió para saludarlo.
— ¡ESTUVISTE INCREÍBLE! — ella lo halagó, muy sorprendida por lo formidable que era el pelinegro
— Tú no lo hiciste mal — él le sonrió, comenzando a caminar hacia la salida del ruedo
— ¿De qué hablas? Solo me escondí — la castaña desvió la mirada, siguiéndolo
Realmente Hicca no quería lastimar dragones, sin embargo, el que tampoco pudiera defenderse de que quienes la atacaban era frustrante.
— Cuando no puedes contra un dragón, a veces es mejor solo tomar distancia y refugiarse — Bram la consoló como pudo, había algunos agujeros en su lógica, pero esperaba que ella lo entendiera, que al parecer fue el caso
Hicca y Bram se fueron hacia la herrería, y al llegar, el pelinegro no preguntó al verla tomar un escudo, sabía que era lo que iba a hacer.
— Ten — Bram le ofreció un pescado entero — Creo que quieres acercarte, ¿Cierto? — le preguntó, con una sonrisa
La castaña lo miró con sorpresa, ¿De verdad apoyaba su idea? El pensamiento la ruborizó, y mientras pensaba en ello, aceptó el pescado.
— ¿Po-Por qué confías en que haga esto? — ella le preguntó
Por un segundo, Bram se quedó congelado, luego, volvió a sonreírle, caminando con dirección al bosque.
— Confío en ti, eres gentil y de un buen corazón, no te lo dije, pero después de pensarlo un poco, creo que he descubierto algo — él comenzó, mientras Hicca lo seguía con curiosidad — En ese hoyo, el dragón me vio como un peligro, pero a ti...te vio con cautela, pero también parecía curioso...igual que tú — le sonrió
Hicca se quedó sin palabras, y miró al suelo, pensativa.
Ambos caminaron por el bosque hasta llegar a donde habían encontrado al Furia Nocturna la vez anterior, sin embargo, planearon buscar otra ruta.
— ¿Cómo bajaremos? Está demasiado empinado para bajar — la castaña preguntó, buscando un lugar donde fuese seguro bajar
Bram le señaló una pequeña grieta en la depresión, por la que ambos podrían entrar sin muchos problemas.
Resultó muy conveniente que la entrada fuese una suerte de escalera, sin embargo, al llegar a la salida hacia la depresión, Hicca accidentalmente atoró el escudo con las paredes de la grieta.
Molesta, se agachó y pasó, tomando el escudo y dando un último intento de sacarlo, cosa que solo terminó causándole más presión y dejándolo aún más estancado, ella suspiró, mirando con vergüenza a Bram.
Ambos caminaron por el lugar con precaución, este Berk había demostrado ser más impredecible de lo que el pelinegro creyó en un principio, así que, ¿Por qué no ser precavido?
En cierto momento, ambos se quedaron viendo el pequeño río en el que el dragón había intentado cazar, al mirar hacia la izquierda, pudieron ver un enorme lago, el agujero era muy grande.
Al ver ambos al mismo lugar, no vieron al Furia Nocturna subirse sigilosamente sobre una roca, al lado de la fisura por la que entraron, observándolos con detenimiento, como un cazador.
Bram tuvo un escalofrío y miró hacia atrás, viendo los ojos verdes de un dragón.
Por su repentino silencio, Hicca también miró hacia donde él, y se quedó paralizada, todo lo que pudo hacer fue ofrecer el pescado, nerviosa.
El dragón descendió de la roca, acercándose muy lentamente, pero al estar suficientemente cerca, gruñó y dio un gran paso atrás.
Hicca y Bram retrocedieron instintivamente, ella mostró la pequeña daga en su cinturón y Bram sujetó el mango de su hacha, que estaba en su espalda, el dragón era mucho más grande e intimidante de lo que recordaba.
El dragón gruñó una vez más, aunque vio especialmente al pelinegro, que también lo miró con ferocidad.
La castaña tomó su daga y la lanzó hacia el río, quedando desarmada, el Furia Nocturna pareció relajarse un poco, pero el acto de la chica hizo que mirara con más sospecha a Bram, que seguía sujetando el mango de su hacha con una mano.
— ~Bram, tu hacha~ — Hicca lo miró, algo nerviosa
El pelinegro asintió, dejándole en claro que entendía.
El problema era un poco más personal, esta hacha lo había protegido una y otra vez, en manos de su padre y ahora en sus manos, aunque era un mero objeto, el que tuviera ese diseño único y esos grabados familiares hacía pensar a Bram si debería soltarla.
Finalmente, tras unos segundos de pensar en algo, lo que hizo fue mover el hacha, aún en su espalda, hasta dejar la en forma horizontal en su espalda baja, después levantó ligeramente ambas manos en señal de paz.
La posición del hacha haría imposible un ataque que no fuese lento o incluso débil, él esperaba que el dragón entendiera ello.
El Furia Nocturna suavizó su mirada, lo que fue una buena señal, sin embargo, no dejó de verlo fijamente, con cierta amenaza en sus ojos.
— Ehm, t-te traje un poco de...bueno — Hicca dio un paso adelante, ofreciendo el pescado
La bestia entrecerró los ojos y se acercó con cautela...era una fortuna que pareciera demasiado hambriento como para pensar con más cuidado.
Al estar suficientemente cerca, Hicca notó algo raro.
— Ouh, no tienes dientes — ella habló sorprendida, acercándose un poco más, pensando en cómo hacer que coma el pescado, ¿Quizá molerlo? — No tenía idea de que fueras_— el dragón sacó sus dientes repentinamente
Por el susto, la castaña lanzó el pescado al aire, tratando de alejar su mano, pero el Furia Nocturna lo atrapó en el aire, tragándoselo entero y lamiéndose los labios.
— ...Chimuelo — Hicca dijo la frase
El dragón la miró unos segundos, después, empezó a 'atragantarse', parecía que iba a vomitar.
Hicca se alejó un poco, y al instante el dragón soltó un trozo del pescado, lleno de saliva.
El Furia Nocturna acercó su hocico al pescado y lo empujó hacia ella, dejando en claro lo que quería.
La castaña inmediatamente miró a Bram en busca de ayuda, él tomó su cantimplora y la levantó en el aire, como si le preguntara si quería usarla.
Ella lo miró como si fuese el mayor traidor de la historia, por lo que el pelinegro volvió a encogerse hombros, haciéndole señas para que rechazara el pescado.
— Uhm, gr-gracias, pero... — se quedó en blanco, demasiado asqueada para pensar claramente
Con sus palabras, el dragón simplemente parpadeó, mirando el pescado y luego a Hicca.
Ella comenzó a pensar rápidamente en cómo no tener que comer el pescado...que no solo estaba lleno de baba de dragón, sino que también estaba crudo.
— Pe-Pero no puedo comer esto — ella señaló el pescado, luego así misma y negó con la cabeza
Le sacó un gran suspiro de alivio cuando el Furia Nocturna se agachó y volvió a tragarse el pescado.
Hicca vio la cercanía del dragón como una oportunidad, no supo exactamente como, pero llevó su mano lentamente hacia el hocico de la bestia.
Chimuelo, así bautizado por Hicca a partir de ahora, gruñó y se alejó planeando hacia el otro lado del río.
— ¿Quieres quedarte? — Bram le tomó el hombro y le preguntó
La castaña lo miró, y asintió, regresando su mirada al dragón, que había usado una flama baja para calentar la tierra bajó de sí, luego se acostó, relajado.
— Esperaré aquí, suerte — él le dio una palmadita en la espalda y fue a una de las rocas para sentarse, aunque estaba seguro de que no habría 'time skips', no podría perderse el nacimiento de esta amistad por nada
Hicca le sonrió y cruzó el río saltando sobre algunas rocas, luego se sentó cerca del dragón.
Chimuelo miró a un pájaro volar, no pudo evitar seguirlo con la mirada, pero al seguirlo, pudo ver por el rabillo del ojo a la castaña, que lo saludó de forma amigable.
El Furia Nocturna cambió de expresión a una aparentemente aburrida, luego se acomodó, tapando a Hicca de su vista usando la cola.
Ella miró a Bram, que le asintió con una sonrisa divertida.
Hicca se acercó un poco más, aún sentada, e intentó tocar la cola de Chimuelo, que de repente la levantó y la miró, soltando algo similar a un ronroneo, aunque más acorde a un dragón que a un gato.
La chica se levantó rápidamente, caminando algo lejos, y no fue la única, pues el Furia Nocturna también se alejó.
Bram pudo ver como Chimuelo se trepó a un árbol seco, usando su cola como contra peso, era igual a un murciélago.
Por su parte, Hicca se había sentado en una roca, tomando una rama para dibujar, parecía intentar idear alguna manera de acercarse...quizá, pues se veía pensativa.
El pelinegro tuvo que esperar aproximadamente 30 minutos hasta que Chimuelo abriera los ojos y viera a la castaña, que ahora garabateaba en la tierra su rostro dragonial, ya sin más ideas.
El dragón se acercó a sus espaldas, cosa que obviamente ella notó, sin embargo, continuó con su dibujo.
El pelinegro vio a Chimuelo seguir con la mirada las líneas que Hicca dibujaba, parecía muy entretenido.
No pasó mucho hasta que el dragón se fuera, con la mirada de la castaña sobre él.
Chimuelo arrancó un pequeño árbol y empezó a garabatear en el suelo, ante la mirada de ambos, Bram se rio un poco, divertido.
Tras unos segundos de espera, el Furia Nocturna había terminado su 'obra'.
Hicca se rascó la cabeza, levantándose y caminando sobre el garabato, pero al momento de pisar una de las líneas, Chimuelo le gruñó, molesto.
Ella quitó su pie al instante, pareció entender a la primera y pisó en la zona libre, sonriéndole al dragón, Bram no pudo evitar pensar una cosa.
— "Se ve...hermosa" — sonrió ligeramente, viendo como el Sol iluminaba a la chica
La vio hipnóticamente, ella cuidaba cada paso que daba e incluso regresaba sobre sus pasos para continuar avanzando, llegó al punto en que cada movimiento era fluido, hasta que finalmente, chocó su espalda con el dragón.
Ambos se miraron, y Bram acercó su rostro un poco más, ni siquiera parpadeaba.
Hicca extendió levemente su mano, pero la dejó a mitad de camino, y le pidió permiso a Chimuelo con la mirada.
El dragón se detuvo unos segundos, hasta que al final, acercó lentamente su rostro, haciendo que ella tocara su hocico.
Cuando quitó su rostro, él gruñó levemente y se fue corriendo, ante la mirada sorprendida de la castaña.
Hicca pensó que era más que suficiente, y regresó con Bram, al verlo, no pudo evitar emocionarse y correr a abrazarlo.
— ¿¡VISTE ESO!? — le gritó, emocionada
— Por supuesto — se separó un poco, para tomarla levemente del rostro, apartando un flequillo de su rostro, ella se sonrojó lentamente, pero no apartó la vista — Estuviste genial — él amplió su sonrisa
El corazón de la chica se ablandó aún más por él y volvió a abrazarlo.
— Vamos a casa — él tomó la delantera y caminó hacia el lugar por el que entraron
Hicca sonrió, acariciándose la mejilla, recordando como los dedos de Bram la rozaron, aunque fue un momento breve, sintió mucha calidez en su pecho.
Sin decir nada, ambos se fueron, con muy buenas sensaciones y pensamientos.
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El capítulo termina aquí, espero y les haya gustado, aquí quise relajarme un poco, pues esta película es muy hermosa para mí, fue de mis favoritas cuando aún me comía los mocos, así que ni siquiera pensé en saltármela, ojalá no se les haya hecho pesado.
La razón del por qué subo este cap literalmente al siguiente día del anterior, es porque sentí que el anterior era un tanto aburrido, pero les dejo en claro que la idea es que los capítulos salgan más o menos uno o dos días después del otro.
También lo hice por un tal Armando-casa, quizá no es mucho, pero quiero darte algo entretenido en lo que te recuperas, ojalá te haya gustado. Recuerden usar condón, cepillarse los dientes, obedecer a su mami y no robar, a mí no me queda nada más que decir más que adiós, así que...
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