Un joven de cabello negro cuyas puntas estaban teñidas de azul, se encontraba alejándose del Françoise Dupont con una expresión cabizbaja luego de haber ido a ver a cierta chica de coletas, quien al igual que él, no traía un gesto de "contento" en su rostro.

El chico caminó varias cuadras en dirección a su hogar, sin embargo en un punto se detuvo durante unos segundos para desviar su paso hacia un puente en el río Sena, donde tomó asiento al llegar a una banca del mismo.

A simple vista parecía que su mirada se encontraba admirando las corrientes de agua, sin embargo la realidad era otra, pues no estaba enfocado en algo en concreto; respiraba profundo a la par que sentía como alguien se sentaba al otro extremo de la banca, pero no puso atención en ver de quien se trataba, al menos hasta que aquella persona le hablara...

-Así que tu linda y tierna Marinette terminó contigo, —soltó en un tono burlón— ¿eh?

-¿Disculpa?... —parpadeó un par de veces antes de ver quien era, encontrándose con una chica de coleta y cabello rubio— ¿Y tú eres?

-¿Acaso vives debajo de una roca?, soy Chloé Bourgeois, la hija del alcalde de París, duh

-Ammm, si... Ya ubico quien eres, ¿por qué mencionas a Marinette?

-Porque los vi discutir-

-No estábamos discutiendo, sólo hablamos tranquilamente

-Ambos terminaron con caras horrendas... Bueno, esas ya las tenían desde antes, —soltó una risita burlona— a lo que me refiero es que no se vio como una plática muy tranquila

-¿Y me seguiste sólo para burlarme de mi físico y de la situación?

-¿Para burlarme de ti?, no... Pero si para reírme de la situación, cualquier cosa que Duran Cheng haga mal, me interesa

-¿Y por qué asumes que ella tiene la culpa?

-Ay, por favor... Todas las personas con un poco de sentido común saben que de 10 problemas que ella tenga, al menos 11 son su culpa y eso que mencioné un número menos, además prácticamente hablaron frente a mi, tengo oídos, inevitablemente iba a oír... —se puso sus lentes— Es curioso como ella terminó contigo porque tú estabas en otro país con tu padre, cuando la realidad seguramente es otra

-¿De qué me hablas?

-De que en todo este tiempo ella ha estado con Adrien más que nunca y digo, aunque suene cruel, tú eras su "peor es nada" en lo que el idiota de Agreste le hacía caso

-Eso no me hace sentir mejor, además suenas como si estuvieras vengandote de ella porque te quitó al chico que quieres...

-Primera, yo no busco hacerte sentir bien, eso me tiene sin cuidado; segundo, yo no quiero a Adrien, era mi mejor amigo pero de un momento a la fecha me di cuenta que no puedo contar con personas tan... Manipulables y superficiales como él y tercera, yo molesto a Dupain Cheng porque eso es lo que le da sazón a mi vida... Tengo mejores cosas que hacer, pero ver enojada a Marinette es lo mejor que me puede pasar...

-La odias mucho, ¿cierto?

-Hay cosas que son tan obvias que no se preguntan, me encanta dejarla en mal cada que puedo y no siento pena o vergüenza de decirlo, digo, por el mundo hay muchos hipócritas, al menos yo estoy admitiendolo aunque muchos me digan odiosa, pedante, egoísta, mentirosa o lo que sea

-¿Y no sientes nada cuando te dicen eso?

-No, lo mío no es ser buena y una heroína, lo comprendí luego de mi fracaso como Queen Bee, además todos, incluyendo ella, me dicen que yo soy la mala, la villana, un monstruo y bueno, tienen razón, pero si voy a ser mala, lo haré bien, hasta que me odien, no como la basura de Lila, ella es mala pero demasiado hipócrita que todos la aman, cree que me está usando, pero la verdad es que yo la estoy usando a ella para mis propósitos, como sea, ese no era el punto

-Creo que hay mejores caminos que ser odiada

-No me interesa el respeto y cariño de esas personas, sólo busco tener su odio, comenzando mi labor con ella al dejarla mal parada, aunque ¿sabes que es lo peor?, que no tengo que esforzarme en planear mentiras, simplemente digo la verdad, pero como de hoy en día la gente es tonta y prefiere una piadosa mentira a una dura verdad, pues terminan dejando como malo a quien fue sincero, por eso estoy aquí, diciéndote la verdad deseando que la puedas odiar aunque sea un poco

-No es fácil que yo odie a alguien... —la rubia lo volteó a ver con una expresión de tedio mientras se acomodaba de nuevo sus gafas en la cabeza— No tengo tiempo para eso

-Pues te lo pierdes, la vida es muy corta para siempre ser un buen niño, ver el error de alguien que detestes es lo máximo, pero este ya es otro nivel de conversación para gente más experimentada, adiós y ojalá nunca volvamos a hablar.

Sin más se puso de pie y comenzó a alejarse bajo la vista confundida del Couffaine que simplemente soltó una pequeña risa de lo extraña que había sido aquella plática tan "casual"; quizá esa joven no le había hablado con el fin de sacarle una sonrisa, pero de alguna u otra forma lo había provocado. 

Pd. Se me ocurrió de la nada, quería publicarlo, pero que weba crear otro apartado. ¡Se la lavan!