2. El chico al que le gustaba el azul
Nota de autor: ¿Adivinen qué? La historia le pertenece a theHarryPottergirl02. Yo solo traduzco y ustedes disfrutan.
"Todo es azul
Sus pastillas, sus manos, sus jeans
Y estoy cubierta por los colores
Tirada aparte en las costuras
Y es azul
Y es azul"
"Colors" por Halsey
James:
Desde que James tenía memoria, Teddy Lupin era la persona más importante en su vida.
Por supuesto que amaba a su madre, claramente luchando con sus hermanos para reclamar el título de hijo favorito, así como adoraba a su papá quien constantemente bromeaba con él y amaba a su padrino Ron y madrina Hermione, pero cuando se trataba de Teddy... siempre había sido diferente.
James consentía, adoraba, amaba y estaba totalmente encantado cada que Teddy venía de visita. Teddy, quien siempre estaba dispuesto a ayudarle a crear las mejores bromas de la historia; Teddy, quien siempre tenía tiempo de sobra para escuchar lo que James quisiese decirle, sin importar que tan infantil o ridículo fuera; Teddy, quien nunca esperaba el que James fuese un hermano perfecto.
¿Cómo podían pedirle que no amara a Teddy con todo lo que tenía?
Si James era honesto, nunca entendió porque sus padres esperaban que diera un mejor ejemplo a Albus y Lily. Claro, que eran familia, pero también lo eran de Teddy. Y con Teddy siendo el hermano mayor, ¿No debería ser él en lugar de James quien diera el ejemplo?
Tenía casi seis años cuando esa respuesta llegó.
— ¿Por qué Teddy debe irse al final de ciertas semanas? —Preguntó a su padre mientras preparaban la cena.
— Porque su abuela también quiere pasar tiempo con él, James —Su padre explicó, resistiendo el impulso de sonreír— Teddy ya pasa muchas aquí con nosotros.
James bufó: — Pero entonces se va muchoooo tiempo —Se quejó, cruzándose de brazos— Mamá y tú nunca nos han mandado lejos, incluso cuando yo le provoqué un ataque de pánico a Kreacher después de que estornudara accidentalmente sobre él —Su padre se rió en aquel momento, tratando de lucir nuevamente serio dado que seguía castigado por aquello— Entonces ¿Por qué Teddy nos abandona tan seguido?
— James, Teddy legalmente vive con Andrómeda. Hicimos un trato hace unos años para que pasara unas semanas conmigo al ser su padrino.
Lo último le pegó a James como un rayo: — ¡¿Tú no eres el padre de Teddy?! —Era escandaloso. Terrible. Horrible. Toda su vida había sido una mentira.
Su padre se sorprendió igualmente: — James, sabes que no soy el padre de Teddy —James no pudo ignorar el dolor que su padre sentía al decirlo— Incluso cuando lo amo igual que a ustedes tres, no soy su padre. Pero él es mi hijo en todo menos sangre.
Por las axilas de Merlín, ¿En qué otra cosa le habían mentido? ¿Era el cabello de Albus ahora rojo en lugar de negro? ¿Era Lily buena cantante en lugar de tener el mismo talento que una ardilla moribunda? ¿Era él RESPONSABLE ahora? Necesitaba sentarse. Merlín y Morgana, esto era mucho para él.
— ¿Quién es el padre de Teddy entonces? —Indagó, queriendo saber todo acerca de este hombre misterioso que se robaba a su Teddy cada cierto tiempo.
Su padre suspiró: — El padre de Teddy era Remus Lupin. Es por eso que su segundo nombre es "Remus" y su apellido "Lupin" en lugar de "Potter"
Frunció el ceño, trazando las pecas de su brazo derecho: — Yo nunca he visto a ese tal "Wemus" ¿Cuándo puedo conocerlo? —Oh, James no quería hacer más que conocerlo. Tenían que acordar el que Teddy se quedará más de dos semanas.
— James, no quiero tener esta conversación ahora.
— ¡Pero quiero conocerlo! —Empezó, cruzándose nuevamente de brazos— ¡Podríamos invitarlo a cenar! A él y... —Oh, si su padre no era el padre de Teddy, entonces obviamente su madre no era la madre de Teddy— ¡Y a la madre de Teddy! ¿Qué no sería genial?
Su padre dejó de pelar las papas, mirando a James con aquellos brillantes ojos verdes que solo Albus había heredado. Era una de esas veces en que su padre se veía demasiado serio, la misma forma en que actuaba desde que era el jefe del departamento de Aurores: — James, ¿Recuerdas dónde están tus abuelos? —El chico asintió, permitiéndole a su padre continuar— Lamentablemente los padres de Teddy también están ahí.
James no era tonto. Sabía que sus abuelos estaban muertos, incluso cuando no comprendía totalmente lo que significaba la muerte. Y si los padres de Teddy estaban... Oh, Merlín.
Su padre sintió el cambió en su comportamiento dado a que se sentó a su lado, silenciosamente esperando a que James procesará la información. Tras unos minutos solo pudo decir: — ¿Teddy lo sabe?
— Sí, Teddy lo sabe. Y apreciaría mucho el que no hablaras al respecto con él, ¿De acuerdo?
El pelirrojo murmuró un suave "Sí" y la conversación terminó tan abruptamente como empezó. James, leal como siempre, se prometió a sí mismo que jamás traería aquel tema de conversación en la familia.
Iiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii
Resultó ser la cosa más difícil que había hecho, James se dio cuenta, una semana de estar guardado el terrible y trágico secreto de Teddy.
No era como si quisiera hablar con Teddy sobre sus padres o tuviera la urgencia de hacer que el chico le contara lo que sentía, simplemente... se sentía mal. James, quien usualmente no le daba importancia a que su madre lo consintiera estaba de repente muy consciente de las acciones y repercusiones que podrían tener en Teddy. ¿Alguna vez el chico de cabello azul se molestaba con él por tener una madre? O aquellas veces en que su papá jugaba con ellos a las atrapadas, ¿Sentía Teddy envidia?
James quería preguntarle, pero dado que Teddy cursaba su primer año en Hogwarts y no regresaba hasta la tercera semana de Junio, unos días antes del cumpleaños de James, era prácticamente imposible. No quería escribirlo en una carta, no después de todo lo que Teddy le contaba sobre los nuevos amigos que había hecho, como logró convertirse en comentador de Quidditch después de que un chico de Ravenclaw fuese noqueado por un Bludger, la cantidad de problemas en la que se había metido con el típico "James, desearía que pudieras VER las cosas que hemos hecho".
Teddy se veía contento y no parecía que odiara a James por el simple hecho de tener padres, entonces ¿Para qué debería arruinar su humor?
La única persona con quien podía hablar sobre lo que le molestaba era con su prima mayor, Victorie, quien también era bastante cercana a Teddy y lo acompañó a llorar cuando su amigo peli azul se fue a Hogwarts en Septiembre, aunque James lo negaría con espada si alguien preguntaba. El problema era que James, extrañamente, no quería compartir lo que pensaba que molestaba a Teddy con la chica mitad veela.
Ya era malo cuando Victorie se involucraba en sus juegos con Teddy como para ahora darle una razón para preocuparse por el metamorfomago.
Así que esto dejó a James con una incertidumbre constante sobre qué actitudes molestaban a Teddy, analizando cada movimiento y preguntándose qué hacer para ayudarlo.
Iiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii
La respuesta, como un milagro, apareció durante una bonita noche de Julio.
Desde que volvió de Hogwarts, habiendo conocido a magos de su edad, Teddy estaba mucho más emocionado en demostrarle a James todos los trucos que tenía para hacer bromas.
— Deberías conocer a mis amigos pronto —Prácticamente le había gritado, incapaz de quedarse quieto por la emoción— ¡Cygnus y Hope son las mejores personas del mundo! Es como tener una fábrica de bromas en constante funcionamiento.
James también se sentía feliz por el chico, quien había decido quedarse con ellos las primeras semanas de vacaciones. James aún actuaba extraño con sus padres, cuidadoso de no ser tan apegado o mostrar un afecto que pudiera hacer sentir mal a Teddy.
No creía que estuviera molesto con él, especialmente tras ver su regalo que contenía dulces especiales de Hogsmeade que pudo obtener al escabullirse la última noche de escuela. James estaba boquiabierto cuando vio el regalo, Teddy dándole su mejor sonrisa traviesa y simplemente diciendo: — Era una tentación tan grande como para resistirla.
Ciertamente había complicado las cosas para James, quien tenía la súbita necesidad de inventar una solución para resolver los problemas de Teddy con respecto a tener padres. Pero ¿Qué podría hacer? ¿Qué opciones podía darle cuando lo habían dejado sin una desde tan pequeño? Y entonces, durante una cena en la cual Teddy hacía caras para convencer a Lily de comerse sus vegetales, la revelación casi le hace caerse de la silla.
Sus padres le habían admitido que amaban a Teddy como a un hijo. Albus y Lily claramente lo amaban como un hermano, posiblemente igual de ignorantes como James lo había sido una vez con respecto a que Teddy no estaba emparentado con ellos. Y James ciertamente estaría feliz de aceptar al Metamorfomago como un miembro familiar.
¡Era brillante! La mejor idea que había podido concebir.
No fue hasta la medianoche, cuando James ya no podía soportar más la tentación de contarle a Teddy sobre esta maravillosa posibilidad, que decidió caminar de puntitas a la habitación del chico.
Mientras caminaba por el oscuro pasillo revisó que sus padres durmieran, asegurándose de que no pudieran escucharlo cuando comentara a Teddy su plan. James también revisó las habitaciones de Albus y Lily, porque los dos eran unos pequeños entrometidos y James quería asegurarse de tener todo el crédito por la idea.
Albus dormía con todas las cobijas encima, mucho más calmado sin sus comentarios sarcásticos o lanzando datos raros que leía de aquellos libros que le daba la tía Hermione. Luego revisó a Lily, quien parecía haber peleado con las sábanas, con una pierna fuera de la cama y el cabello rojo enredado sobre su rostro.
Al fin, James llegó su destino final. Teddy dormía profundamente, con el cabello de un rubio arenoso que lo hacía lucir extraño. No era que a James no le gustase, pero estaba tan acostumbrado a verlo con el cabello azul porque, bueno, el azul era el color estrella de Teddy. Facilitaba, al menos para él, el saber si el chico se sentía mal por el cambio radical en el color.
— Teddy —Susurró, sacudiendo al chico.
— Mmmm, no quiero ir a Historia de la Magia —Teddy murmuró, abrazando las cobijas.
— Levántate, Lupin, es importante —Dándose cuenta de que no lo lograría fácilmente, se subió encima del chico y empezó a sacudirlo con más fuerza— ¡Venga, por el amor a Merlín, levántate!
Teddy abrió los ojos con sueño, luciendo como si decidiera el si era muy temprano para matar a alguien: — James ¿Hablas en serio?
— No es momento para discutir mi segundo nombre ¡Levántate!
Teddy gimió, lanzando a James a la cama y sentándose, con el cabello en todas las direcciones y dándole un look muy a lo Medusa. Bostezó, viendo alrededor y tratando de entender por qué el chico lo había venido a buscar: — ¿Rompiste un vaso otra vez?
— No, pero...
— Entonces ¿Escuchaste algo debajo de tú cama que quieres verificar no sea una araña?
— No, solo escucha...
— James, si metiste una cabra a la casa de nuevo...
— TEDDY —El chico exclamó, deteniéndose unos momentos para asegurarse de que nadie se había despertado— Quiero decirte algo. Es importante.
Teddy miró el reloj, susurrando algo similar a "Juro por los cadáveres de Merlín y Morgana, si me levantaste a medianoche para algo que no sea indispensable pondré unas grageas vomitivas en tu desayuno" pero que al estar bostezando se escuchó más como "Pondré unas g'geas de 'omi'o en tu 'esa'uno"
Teddy se sentó y pasó una mano por su rostro, cruzando las piernas y mirando a James con unos ojos de brillante color amarillo, porque de alguna forma tenía que lograr el que su amenaza se viese creíble.
— Mira, he estado pensando por un largo tiempo y finalmente tengo la solución —Empezó felizmente, ignorando el hecho de que Teddy se quedaba dormido. James, educadamente, le pegó en la pierna— ¡Presta atención! —Bufó.
— Lo hago, lo hago —Teddy murmuró, riendo— Las cosas que hago por ti, honestamente. No me pagan lo suficiente por esto.
— No te pagan en absoluto —James le recordó, teniendo que retomar la conversación por la que había venido— ¡Escucha! Lo he sabido por un tiempo y no dejaba de pensar en lo malo que debía ser para ti, así que obviamente, vine con una solución perfecta para tus miserias.
Teddy se vio realmente confundido: — James ¿De qué estás hablando?
— ¡Mis padres van a adoptarte!
— ¿QUÉ?
Si Teddy había tenido sueño, se le había quitado de inmediato. Sus ojos estaban abiertos de par en par y el cabello era de un púrpura brillante que le daba aspecto de discoteca.
James sonrió brillantemente: — ¿Qué no es genial? Te quedarás todo el tiempo, serás el hermano mayor oficial y mis padres serán tus padres. ¿No te gusta?
— ¡No! —Teddy gritó tan fuerte que James saltó del susto. Sus marrones ojos fueron los que se quedaron abiertos de par en par ahora— Santo Dios, Jamie, ¿De qué estás hablando? ¿Cómo se te ocurrió algo tan ridículo?
James se había preparado para muchas reacciones: Teddy abrazándolo, diciéndole que era el mejor y lo emocionado que estaba por ser su hermano mayor, con una ilimitada regla de hacer todas sus tareas en la casa como recompensa permanente encabezando la lista. Pero un Teddy molesto y triste, gritando que no lo quería jamás lo esperaba.
— Pero... pero yo pensé que te agradaría tener padres —James no pretendía que su voz se rompiera, pero no pudo impedirlo. ¿Qué había hecho mal para que Teddy se enojara con él? Solo quería ayudarlo.
Teddy se dio cuenta, inmediatamente suavizando su mirada y forzando su cabello a regresar a un tono turquesa: — James Y-yo... por supuesto que quiero eso, pero ya los tengo.
James bufó: — ¡Pero están con mis abuelos! ¿No quieres a alguien más cercano? ¿Alguien que te acompañe al parque o juegue contigo o te compre cosas?
— Lo hago.
— ¿Entonces por qué no te gusta mí idea? —James se sintió herido. Si Teddy deseaba una familia, ¿Qué había de malo en compartir la suya?
— No es que no me guste —James volvió a bufar— Oh, para ya con eso, pareces una vaca. Mira, lo que tú describiste sé que muchos niños lo desean pero... pero yo no quiero reemplazar a mis padres —Teddy pasó una mano por su cabello, despeinándolo tanto que parecía el que hubiese luchado con las almohadas— Soy el último Lupin que queda, mi papá jamás pensó que podría tener hijos y mi mamá era tan joven que seguramente pensó el que podría tener una familia más grande; nadie se esperó lo que pasó, no es como si esas cosas pudieran predecirse, pero... pero soy su hijo. Y me agrada cuando la gente lo descubre.
— ¿Incluso cuando ya no están alrededor?
Teddy sonrió, rodando los ojos: — Sí, James, especialmente por eso. El que me adoptaran implicaría el que estoy tratando de cambiarlo y todo por lo que lucharon. No me malinterpretes, amo a mi padrino y Ginny es solo que...
— No sería lo mismo —James finalizó, no pudiendo resistir la carcajada que lo mandó a tenderse de la risa hasta que Teddy lo miró como si se hubiese vuelto loco. Cuando finalmente pudo calmarse, rodando hasta meterse bajo las cobijas con Teddy, fue que dijo— Me estaba matando la consciencia, te digo, matando la consciencia el pensar que me resentías por tener padres.
— ¿Todavía tienes consciencia? Pensé que había muerto con tú sentido común la vez que comiste tierra para poder convertirte en planta —Teddy esquivó la almohada lanzada contra su rostro, James maldiciendo el que tuviera reflejos de lobo. El chico azul también empezó a reír, tirándose sobre las almohadas y girando para ver a James— No podría, para que sepas. Odiarte por ello.
— Es bueno saberlo —James murmuró, agradecido de ver el brillo en los ojos de Teddy intacto— Aunque ya no sé qué hacer con la presentación que había elaborado. Incluso tenía confeti y todo con una cartelera que decía "Hagan de Teddy mi hermano mayor" en los colores del arcoíris.
Teddy lanzó una carcajada estruendosa, su cabello volviéndose amarillo canario y haciéndolo lucir como una linterna: — No sabía que querías renunciar a tu título de primogenitura tan pronto.
— No sería tan malo. Todavía soy mayor que Al y Lilu para molestarlos libremente.
Antes de que intercambiaran más palabras, sin embargo, la voz de Lily resonó desde el final del pasillo: — ¡Son las doce y media, tarados! ¡Cállense!
James y Teddy empezaron a reír nuevamente antes de quedarse dormidos.
Y a medida que los años pasaron, James se prometió a sí mismo que haría todo lo posible para hacer sentir a Teddy cómodo con la familia que tenía y por la que había perdido.
Después de todo, aunque le gustara el cabello azul prefería ver aquella sonrisa acompañada por un amarillo canario.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top