07| All too well
Angie
Hay cosas que duelen más que las heridas externas. Que te rompan el corazón es una de ellas. Ni siquiera sé si está sangrando, no hay alguna forma de parar la hemorragia. Él me mira, pero el anhelo con el que miraba a la rubia no se compara, y me duele en lo más profundo.
Me duele como las pequeñas cosas que he descubierto de él, y como creía que era. Lo que el verano me mostró, se lo ha llevado, la imagen que tenía, sus caricias, sus besos, los suspiros, me ha arrebatado todas las ilusiones.
—Mejor vamos a otro lado.
—¿Porqué, Marco? ¿Me quieres ocultar?
—Por favor, Angie, vámonos —suplica entre dientes. Extiende su mano para luego pedir —: No creo que estés en condiciones de manejar, mejor dame las llaves.
No me muevo. Él trata de alcanzar las llaves, evito que lo haga, no quiero ni el más mínimo contacto, ni mucho menos que toque mis cosas.
—Yo manejo.
No necesito decir más, ni siquiera me apetece hablar ya. Conduzco sin rumbo, me parece irónico la imagen tan parecida de la primera noche de la playa, pero esta vez, no somos los mismos.
—Sé que todo...
—¿Todo qué? Todo fue mentira —salto a la defensiva. Seguro tiene mil excusas y de seguro le creería todas, así que es como un recordatorio de que no debo hacerlo. —No es lo que piensas.
—No, obvio no lo pienso, es lo que he visto. O me vas a decir que el beso de hace rato con esa rubia lo soñé. Por favor, Marco, no nos vamos a hacer los tontos.
No responde, todo lo que he dicho es verdad y él lo sabe, no tiene como contradecirme.
—Angie, todo lo que tuvimos fue real.
—¿Real? Real en que sentido, me engañaste, tenías novia, tenías alguien esperándote, mientras me besabas, me tenías junto a ti —. Hago una pequeña pausa en donde trato de recuperar mi respiración, la cual se a acelerado. —. Te acostaste conmigo, teniendo novia. Solo fui una aventura de verano, no signifique más ¿Cierto? ¿¡Cierto!?
Baja su cabeza y entiendo todo.
—Entonces, ¿Para qué me llamaste? ¿Para hacer que te viera con alguien más? ¿Para que me recordarás la estupidez que hice al...?
—No fue ninguna estupidez.
—¿Puedes dejar de repetir palabras y decirme de una vez las cosas?
—Entiéndeme, yo no estaba con ella cuando estuve contigo —. No le creas, me repito, no caigas —. Ella y yo estábamos peleados, separados. Cuando regresé, hablamos, y estuviste ahí cuando ella fue la que me besó. No hay más.
—Y dejame dudar. Ni bien terminaste con ella, estuviste conmigo. Por favor, ¿Es que no lo dudaste ni un segundo?
—No era lo mismo. Por eso, quería hablar contigo. Yo la dejaré del todo, cortaré toda la comunicación con ella, y podremos continuar esto. —. Detengo el auto, la carretera está solitaria y varias plantas nos rodean. Aprovecha que no estoy manejando para acercarse y acariciarme la mejilla, el acto produce que lo mire fijamente. —. Podrá ser igual, solo no tienes que decir nada, hasta que esto acabe, y seremos los mismos del verano. Lo prometo.
Se acerca a mí, y me besa, toma mis labios entre los suyos como un pacto de promesa. Sella sus palabras callando mis inseguridades, mientras nuestras bocas están unidas y le creo. Le creo que esto seguirá siendo lo mismo. Sostiene mi cuerpo, a punto de desfallecer y siento volver a la vida.
Y volvemos aquí, donde nadie tiene que saberlo.
—En una semana me voy —susurro aún cerca de su boca.
—Podemos llevar esto a distancia ¿sí?
Asiento, mientras siento que todo puede normalizarse, tan fácil como me ha hecho caer con sus palabras.
—Dime que no regresaste con él, por favor —suplica Irene cuando llega a mi casa.
Luego de haber aceptado regresé a casa, pensando en la felicidad que me produce haber regresado con él.
Mi cara de culpable seguro me delata cuando veo como Inés rueda los ojos.
—Ay por favor, lo primero que te digo, lo primero que haces.
—Tienes que entender, él me explico todo.
—¿En serio? Y esta vez como te engaño.
Le cuento todo lo que pasó desde que llegué al lugar, hasta lo del carro y la promesa que me hizo. Inés solo me mira, por ratos peina su cabello, pero a decir verdad parece enojada.
—La excusa más barata que he escuchado, y eso que he visto demasiadas novelas —. Pone una mano en su cabeza simulando que le duele —. Esto no es un musical de Disney. Es la vida real, y aquí existe más que la versión de él.
—Ya, y quieres que...
—Hables con Bea.
—¿Bea? —pregunto sin saber a quién se refiere.
—Su novia.
—Pero él me dijo que...
—No importa lo que te dijo, sabes que la historia tiene más de una versión.
—Claro es tan fácil como presentarme y le decir: ¡Hey! Soy Angie, estuve con Marco este verano, ¿ustedes seguían mientras se acostaba conmigo? —ruedo los ojos. Se me hace difícil creerle a Marco, ya, pero quiero seguir dándole el beneficio de la duda, tal vez, al final de todo si puede resultar verdad. —. Además, es probable que ella me diga que siguen juntos solo para alejarme.
—Y que harás si no es cierto. Porque cantar Amor pirata no es una opción —Busca una respuesta en los gestos que hago, pero no puedo articular algo. Saca su teléfono a la vez que veo como escribe algo, mientras suspira diciendo —: Esto no es posible.
—¿Qué haces?
Me acerco a ella sin éxito de ver lo que hace.
—No puedes guardar secretos solo para tenerlo, Angie. Es hora de que se sepa la verdad, tanto como ella, como tú, lo merecen.
Al entender sus palabras, me acerco a ella, en un impulso tengo el celular en mis manos. El nombre de Bea aparece en la parte superior y un mensaje flota en la barra.
—¿¡Qué haces!? No puedes ir metiendo las narices por donde se te da la gana, es mi asunto si...
—Sí que, ¿si te vas con él como la otra? ¿Acaso aspiras a eso? Mereces alguien mejor, entiéndelo.
Me toma de los brazos, como si zarandearme me hiciera reaccionar.
—Cuando pasó lo de Jessica te escuché, ni siquiera opiné, porque sabía que si lo hacía te enojabas, ¿porque no me entiendes? estuviste en mí misma situación.
Se aleja, le duele que saque a relucir el tema, retrocede lentamente negando con la cabeza. Las miles de posibilidades de querer estamparme contra una pared seguro están pasando por su cabeza. Su respiración se acelera y me señala con el dedo.
—Entiéndelo, yo no estuve en tu posición —dice lentamente —, yo estuve en la posición de Bea. A mi me fueron infiel. Y la otra persona lo sabía, así que no sabes lo que se siente que te engañen, que todo el mundo lo sepa menos tú.
—No lo sabe todo el mundo.
—¿Y tú de verdad te crees que Marco no presume con sus amigos lo que pasó contigo?
Él no haría eso, ¿no?
Antes de poder contestarle a Inés, la puerta se abre. Papá ingresa y ambas nos alejamos demasiado, ni siquiera nos miramos. Si mi padre lo nota, no dice nada, al contrario, cambia de tema.
—¿Todavía no estás lista?
Hago un ademán de pregunta cuando no recuerdo lo que dice.
—Hoy es tu cumpleaños, Angie. Vamos a salir.
Verdad, con tanto ajetreo me he olvidado de la invitación de papá. En estos momentos debería ya estar saliendo con él.
—Ahorita voy a alistarme, es que Inés vino a saludarme.
—Sí señor, venía a felicitarla —sigue Inés con mi juego. —. Pero ya me voy.
—Oh está bien, hija. Saluda a tus padres —se despide papá, para luego dirigirse a mí —. Y tú, no te demores mucho.
✩₊˚.⋆☾⋆⁺₊✧
Las luces cálidas decoran el restaurante, el ambiente es relajante; sin embargo, mi cabeza no puede dejar de pensar en el caso de Marco y Bea. Y odio el enfoque que le estoy dando. De verdad trato de enfocarme en mi papá, o en la comida, pero nada de eso me va bien.
—Debería ser alegre —. Levanto la cabeza al escuchar a mi padre. Observa mi rostro, y a l notarme acaricia mi mano. Hago un sonido de pregunta, cuando no entiendo sus palabras —. Cumplir dieciocho. Deberías estar feliz. Recuerdo que cuando tenías siete, ocho años, contabas los años para ser mayor, porque decías que todo iba a ser más fácil
—Definitivamente no sabía cómo era ser adulto.
—La mayoría de los niños piensan eso, pero tu lo pensaste por más años, no solo cuando eras niña, el año pasado te vi entusiasmada también. ¿Pero ahora?
Trago saliva, él tiene razón, anhelé demasiado mi cumpleaños dieciocho. Pero ni siquiera me apetecía celebrarlo.
—Supongo que es la manía de crecer.
Chasquea la lengua y un sonidito de desaprobación sale de sus labios.
—No es eso, dime porque no te veo tan feliz como antes, ni siquiera te escucho parlotear todo el día, ni el brillo de los ojos. ¿Qué es lo que te ha pasado estas vacaciones para que estes así?
Inmediatamente la imagen de Marco aparece en mi cabeza, porque parece haberse llevado el brillo del día como cuando el sol se esconde, y me enoja que yo haya sido quien se lo he permitido, le he permitido que juegue conmigo, que me tenga como amante, que me engañe con cada una de sus palabras.
Debería dejar que juegue conmigo a su antojo.
—Papá, ¿está bien si te dejo aquí? Es que una amiga me dijo que me iba a regalar algo, y me olvidé de ir temprano.
Primero se extraña, frunce el ceño, y sin borrar esa expresión asiente, dándome el permiso.
Igual toda la valentía que logré reunir se desvanece cuando estoy parada frente a la puerta que abrirá muchas respuestas y seguro muchas de ellas me dolerán más de lo que imagino.
Antes de arrepentirme toco la madera. Una chica rubia aparece, es linda, tiene los ojos café y facciones más delicadas que las mías, labios gruesos, y nariz respingada. Tiene puesto un abrigo de lana y me pregunto porqué si hace calor.
—¿Bea? —pregunto, aunque sepa que si es ella. Ella asiente confundida —. Soy Angie, creo que ya sabes quien soy, pero quería hablar contigo.
Veo como su semblante pasa de confusión a un enojo que sé que merezco. Al final de todo Inés llegó a contarle los rumores, o mejor dicho parte de la verdad.
—Inés me lo ha contado, y no quiero saber nada de ti, ni de él.
Trata de cerrar la puerta, pero mi cuerpo se lo impide, de verdad necesito hablar con ella.
—¿Qué es lo que te ha dicho?
—Lo que sea que tú y Marco hayan tenido.
—Déjame contarte lo que pasó. Al menos mi versión.
Mi corazón se acelera pensando que no me dejará pasar, pero es lo contrario, ella abre la puerta en su totalidad y deja que cuente mi historia.
✩₊˚.⋆☾⋆⁺₊✧
El último capítulo del año, y el de Angie también, al menos de los seguidos, todavía faltan algunos después para darle un fin.
Angie es uno de mis personajes favoritos, siento que soy tan ingenua como ella cuando estoy enamorada, pero si hubo veces donde quería zarandearla y por eso puse a Inés a hacerlo por mi
Quisiera saber ¿Qué fue lo que más les gusto de ella?
¿Y que creen que venga después?¿Qué deparará el futuro?
Lxs amo (si ven guiones chicos es porque hoy lo publique de mi celular)
Besos de recordarlo todo muy bien
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