CHAPTER SIX

Azriel había pasado a lo largo de su extensa vida miles de noches en vigía, solo sentado y observando, ni siquera las había sentido pasar, en su naturaleza estaba ser callado y observador pero esas tres noches que el cuerpo de Gwyneth Berdara pasó  sobre su cama fueron las más extensas , cada pocos minutos tenía la necesidad de comprobar directamente su respiración a pesar de ser hipeconiente de que estaba viva, al igual que no permitió que nadie (a no ser Nesta y Emerie que amenazaron con echar abajo su casa ) cambiara sus vendajes.

La sanadora le había dicho que estaba por despertar pero aún así necesitaba descanso u tranquilidad cuando lo hiciera , él solo quería que lo hiciera para poder mirarla a los ojos y pedir perdón.

Feyre y Rhysand habían venido a verlo en varias ocasiones acompañados de su pequeño hijo Nyx pero el cantor de sombras se comportaba algo distante con todos y demasiado sobreprotector con la encamada.Elain fue quien no volvió a presentarse allí.

A mitad de la cuarta noche él se encontraba sentado en el mismo lugar de siempre, sin levantar los ojos un segundo de ella, mientras sus sombras se tomaban la libertad de ir a por ella, acariciarla y jugar a su alrededor, pero esta vez un pequeño gemido ahogado salió de su garganta.

Azriel se sorprendió ante esto y justo cuando trató de acercarse ella comenzó a removerse violentamente contra las sábanas, y cristalinas lágrimas corrían contra sus mejillas.

—No —Sollozó con fuerzas la hembra su rostro se encontraba totalmente desfigurado por el dolor —No... Catrin.

Azriel corrió hasta la cama tomándola por los hombros, su piel ardía demasiado pero no sudaba , pensó en que tenía fiebre pero el calor que desprendía era diferente.

Gwyn sollozaba entre los brazos del cantor de sombras sumergida en su infierno  personal, Azriel sabía que era una pesadilla de su peor día, pero no conseguía despertarla.

—Gwyn...—Llamaba su nombre una y otra vez —Gwyn todo eso acabó  —Sus sombras estaban envueltas a su alrededor mientras ella sufría, Azriel desperado optó por hacer lo primero que se le ocurrió y le echó en la cara un vaso con agua que se encontraba en la mesita de noche.

Un extraño vapor se desprendió de la piel de la valkiria a la vez que sus grandes ojos agua marina se abrieron. Por un momento parecieron confundidos de encontrarse con los ojos avellanas del cantor de sombras.

—Az...—Pronunció lentamente su garganta le ardía demasiado y el recuerdo de su pesadilla , donde volvió a vivir ese día en Sangravah  consiguió que sus ojos se llenarán de cristalinas lágrimas nuevamente —... yo... mi hermana —No pudo evitarlo y volvió a romper en un silencio llanto.

Azriel se sintió conmovido por la vulnerabilidad mostrada por la sacerdotisa, no había visto su morada tan triste desde el día en que la rescató, deseaba que esos hombres que mató aquella noche vivieran, solo para poder matarlos de nuevo.

Gwyn escondió la cabeza en la curva del cuello del cantor de sombras buscando algún tipo de consuelo por ella misma cuando Azriel alguien que normalmente odiaba el contacto , menos uno tan personal , la estrechó contra su pecho , abrazándola y sintiéndose extrañamente cómodo.

Se recostó en la cama con ella encima mientras acariciaba su cabello color bronce iluminado por la luna , esa que brillaba mejor en la cuidad de la luz de estrellas, Velaris, quería ser lo que ella necesitaba en esos momentos, un apoyo.

—Gracias —Susurró la voz ahogada de la chica.

—Shuu duerme —Susurró el cantor de sombras acariciando su espada sobre la tela de las ropas de dormir de la chica , sus sombras también la acariciaban por doquier.

Esa noche ambos durmieron mejor como si estuvieran donde debían estar.

...

Azriel se levantó agitado, sorprendido de haber dormido una noche entera, sin pesadillas y con todos sus escudos bajos? literalmente , no se levantó ni un segundo para revisar si sus dagas estaban en los lugares correctos. Lo siguiente que notó fue un delicioso olor a huevos proveniente de la cocina.

Instintivamente buscó a su lado a Gwyn pero era obvio que estaba solo en la cama. A pesar de que toda su casa olía a cierta sacerdotisas de cabello color bronce.

Se levantó de un salto siguiendo el olor a la cocina , donde se encontraba una Gwyn tarareando alguna canción mientras removía lo que fuera que estuviese cocinando, vestida solamente con una de las camisas de Azriel. Los días que había pasado en cama los había hecho con un vestido traído por Nesta, era obvio que en cuanto despertara se lo quitaría. Su cabello estaba húmedo y olía a flores desde la distancia.

Azriel entendió que había dormido más de lo que pensaba

—Buenos días —La saludó y ella sorprendida dio un pequeño salto.

La vista de Gwyn fue directa a los pectorales del cantor de sombras, que apenas iba vestido con un pantalón de hilo, sin camisa dejando totalmente a la vista sus perfectos y duros pectorales tatuados con dibujos ilyrios, las mejillas de la sacerdotisa se tiñeron de rojo.

—Bueno días —La chica apartó la mirada —Hice desayuno.

Azriel siguió sonriendo ante la vergüenza de ella y se sentó en la mesa, tomando una fruta de las que allí se encontraban.

—¿Hiciste más que eso ?—Se burló—Te lo agradezco pero no suelo desayunar.

—Ah...—Murmuró algo decaída —Entiendo . Gracias por traerme a tu casa —Murmuró algo distante —Cuando quieras puedes llevarme a la biblioteca.

—No —Dijo simplemente y mordió su fruta.

—¿No me vas a llevar ?—Protestó enojada —No hace falta seguro Cassian, mi maestro , me lleva.

—Hiciste especial énfasis en "Mi maestro " ¿Por qué?

Gwyn alzó las cejas retadora , y Azriel lo entendió, Cassian era su maestro porque él la había dejado sola, nunca había llegado con ella esa noche.

—Creo que aprenderé lo suficiente de espionaje de los libros en la biblioteca — Gwyn tiró los huevos y trató de alejarse por el pasillo pata ir en busca de sus ropas pero Azriel fue más rápido y la tomó de la muñeca.

—¿Por qué estás tan enojada? ¿Acaso sabes por qué no fui?

Gwyn suspiró siempre había pensado que Azriel había tenido sus motivos para no ir pero aún así le dolía el abandono.

—¿Por qué no fuiste conmigo Azriel?

Oír su nombre en sus labios en lugar de cantor de sombras, le dolió más de lo que imaginaba, y sobre todo sabiendo que su respuesta no lo justificaría para nada, solo pudo bajar la cabeza.

—Estaba con Elain...

—La hermana de Nesta —En los ojos de Gwyn se reflejó un dolor que cualquiera podría haber notado si la hubieran visto a los ojos directamente, pero Azriel no lo hizo—¿Estás enamorado de ella?

—Yo debería estar con ella —Dijo levantado la mirada —Debería ser quien está unido a ella por el lazo de apareamiento, un hermano para cada hermana , pero no fue así, el caldero fue cruel y se la dio a otro.

Gwyn sentía que el mundo caía bajo sus pies con cada palabra pronunciada por el cantor de sombras pero aún así , sonrió y acarició con sus largos dedos el varonil rostro de Azriel.

—Te entiendo —Susurró calmada —Si yo tuviera la oportunidad de pasar unas pocas horas con la persona que amo, lo haría sin pensarlo.

Azriel unió su mirada con la de la valkiria, había escondido algo bajo esos misterios ojos azules agua marina, pero era incapaz de verlo.Se sentía inmensamente culpable por haberla dejado sola, por sus heridas, por molestarla , incluso por no haber aceptado el desayuno que ella tan amablemente le había preparado.

—No dejes de ser mi aprendiz por favor —Tomó entre sus manos bronceadas llenas de cicatrices las pálidas de Gwyn —No dejes de ser mi amiga.

—Eso jamás va a pasar cantor de sombras —Sonrió la chica besando las manos llenas de cicatrices del guerrero ilyrio.

—Hagamos un trato —Propuso Azriel —Uno con magia que son más divertidos —Gwyn sonrió mientras asentía —Siempre estarás a mi lado y yo siempre voy a llegar a tiempo para estar al tuyo.

— Siempre —Susurró Gwyn y la magia comenzó a trazarse a través de sus manos.

En el centro del pecho de Azriel, entre sus tatuajes ilyrio apareció una flor de loto, hermosa, de esas que sacan lo mejor de los oscuros y sucios lagos. En el de Gwyn también debió haber aparecido, pero claramente el no lo vería por lo privado del lugar.

Una flor de loto, justo como lo era ella, brillando con fuerzas a pesar de la oscuridad que la rodeaba constantemente.

—Siempre —Azriel depositó un beso en la frente de su amiga cerrando el trato.

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¡Con amor Hielo !