Mientras yo acababa con el zombi, Aimi también se había ocupado del otro. Mi mirada se dirigió al techo de la escuela, y como se esperaba, un estudiante de pelo negro estaba de pie, con los ojos abiertos de par en par.

Era el protagonista, Komuro Takashi.

Era extraño, mi vista no era tan buena antes. ¿Otro rasgo del Humano Superior?

Sobre Komuro, debería estar advirtiéndole a su novia ahora, pero aquí estaba, totalmente aturdido por la situación. No sucedió en la serie por lo que la única razón podría ser la matanza que cometimos aquí.

Le hice un gesto con la mano.

"¡Ve y dile a los demás sobre esto! Evacua lo más rápido posible!"

Le advertí ya que no odiaba al tipo. Él tenía mi simpatía por perder a la mujer que amaba por su indecisión.

Me giré hacia la puerta a punto de romperse por la gran cantidad de zombies que la empujaban.

Por mucho que me gustara farmear, luchar contra cientos de ellos no era posible hasta que aprendiera alguna magia que requiriera algo de práctica.

"¡Aimi! Nos retiramos"

"¡Hai!"

Esprinté hacia las escaleras del edificio con Aimi siguiéndome a la derecha. Su mano derecha sostenía una espada corta de color negro azabache y una pistola en su mano izquierda.

¿De dónde sacó la pistola aquí? Y más que eso, ¿Dónde escondió esa espada corta de menos de un metro?

Al notar mi mirada confusa, giró la cabeza.

"Klyscha-sama me dio las armas a mí"

"Ohh"

"Klyscha, compra el arma más adecuada para mí"

(Claro, costaría 450 de karma. No te preocupes por el precio. Mi amor ya ganó 6 puntos de karma de los zombis... Cuanto mayor sea la amenaza que imponen al mundo, más Karma recibirás por matarlos. Sigue matando para hacerte más fuerte)

'Cuanto mayor sea el nivel, mayor será el Karma que obtendré. De acuerdo'

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[450 Karma reducidos por crear "Dagas de Cuentas de Hielo"]

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[Dagas de Cuentas de Hielo]

Arma de rango C

Efectos: Fuerza+10, Destreza+15

Habilidades:

-Destello Gélido (habilidad activa): Lanza un número igual de siete ataques en un segundo.

Condición: Tiene un enfriamiento de 1 minuto.

-Hoja Glacial (habilidad activa): Consume maná para recubrir el filo de la hoja con una fina capa de escarcha, que hace que la sangre del enemigo se congele.

Condición: Agota 3 puntos de maná cada 1 minuto.

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Al instante, mis manos se volvieron pesadas por el peso. Detuve mis pasos y examiné las dagas que salieron de la nada. Ambas tenían el mismo aspecto; una empuñadura ligeramente curvada con textura de piel de serpiente negra, un protector de filo de púas y, por último, la hoja azul con grabados exóticos, estaba muy bien curvada como las dagas utilizadas en el Khanjar medieval. Las habilidades no eran tan útiles para gente común, pero mi reserva de magia ya era alta, y también me ayudaría a evitar que me ensangrentara demasiado en los combates largos.

"Asahi-sama, ya vienen"

Su recordatorio me devolvió a la realidad. Seguí donde ella señaló para encontrar tres zombis acercándose desde las escaleras que llevaban a la escuela. Todos ellos tenían uniformes escolares rotos y espeluznantes ojos negros.

"Aimi, vigílame si pasa algo"

"Entendido"

Al menos mi guardaespaldas Yandere me cubría las espaldas. Con su seguridad, apreté ambas dagas y susurré;

"Hoja Glacial"

Ese cántico despertó algo en mi interior. Sentí que se movía a través de mis manos, y de repente, un viento helado estalló, haciéndome temblar. La hoja ahora brillaba con una fría luz azul mientras irradiaba un aire visiblemente frío.

Incluso esto funcionaba igual que esos Isekai.

Ya preparado, me apresuré hacia las escaleras tan rápido como pude. Todo pasó como un borrón, y en otro momento, un olor insoportable me golpeó, convirtiendo mi estado de ánimo feliz en agrio.

Tengo que acostumbrarme a él.

Ya estaba frente a los zombis. Sin desperdiciar mi impulso, salté sobre las primeras escaleras. La adrenalina se me subió a la cabeza, y el tiempo parecía pasar lentamente cuando mi daga tocó el cuello del zombi del centro.

¿Era éste el infame tiempo de bala?

Reflexioné, y de inmediato, una extraña sensación llegó a través de la daga, que no duró mucho.

Era la sensación de cortar la carne...

*¡Thud!*

La cabeza rodó por las escaleras, cerca de mis piernas, y con otro ruido, el cadáver sin cabeza cayó. Rápidamente pateé el de la izquierda, haciéndolo caer por las escaleras y clavé mi daga en la frente del de la izquierda, atravesando directamente su cerebro.

"¡RAAWHR!"

Dejó escapar ruidos nauseabundos, incluso con el cerebro herido, trató de agarrarme hasta que empujé la daga aún más profundamente.

"Al menos le di algunos poderes a las mujeres, o estos zombis de mierda habrían acabado con el mundo" Susurré y acabé con el último.

*¡Ding!*

La nueva notificación casi me hizo gritar de emoción.