La soledad de mamá

"Te aprovechaste de un mundo que bien te quería."

[.]

Hilda se mordía los dedos nerviosa, la escuela fue normal otan normal, considerando que las ratas de la ciudad estaban haciendo estragosporque el rey rata se había molestado por quienes estaban intentando quitarlesu territorio. Luego de arreglar eso, todos los niños fueron al gimnasio de laescuela donde tuvieron una charla obligatoria.

Frida mencionó que tal vez podría ser otro simulacro anti trolls o algo cercano, ella misma lo había creído, David incluso menciono que tal vez se debía al incidente del rey rata. Todo eso quedo descartado cuando la charla trato sobre depredadores y sobre cómo evitarlos.

Ella no sabía de qué hablaban hasta que empezaron a hablar del abuso sexual.

Luego de entrar en la escuela de Trollberg supo que ella no era como los otros niños, fue increíblemente obvio incluso con los maestros. Vivir por tanto tiempo lejos de la civilización, con solo los animales, criaturas mágicas y su madre a su alrededor, hizo que fuera difícil socializar como tal.

El haberse hecho amiga de Frida y David era una prueba de que aún le quedaba mucho por aprender.

Click...

El sonido de la puerta abriéndose la hizo saltar, Twig la miraba confundido y ella pudo ver que deseaba saber qué pasaba con ella.

-¡Estoy en casa!- La voz de su madre la saco de sus pensamientos, caminando a la sala de estar, la vio dejando su abrigo y la sombrilla mojada.

Era un día lluvioso, por lo que ella se encontraba en casa, vio a su mamá con bolsas de comestibles dirigirse a la cocina. Alfur estaba entretenido en su cuarto con los informes del día, considerando lo ocupados que estuvieron en la semana se ponía al día con ellos, y no es como si no disfrutara de hacerlos.

Tontu, por otro lado, estaba en el espacio Nisse esperando a ser llamado, a pesar de ser bienvenido en la casa, él aún prefería estar en el espacio Nisse la mayoría del tiempo.

(El frío de la noche era más fuerte con la lluvia, aun con el sueño en sus ojos tomo el edredón que estaba a los pies de la cama. Twig se había despertado al escucharla tomar aquellas gruesas mantas, subiendo a su cama, se cubrió con ella y la propia Hilda lo abrazaba antes de dormir.)

-¿Hilda?-

-Sí, mamá?- Había mucha comida dentro de las bolsas, y probablemente habría también otras cosas para la casa.

-¿Me ayudarías a guardar todo?-

-Claro.-

(Unos besos en el cuello la despertaron, aún estaba oscuro y la lluvia había empeorado ahora con relámpagos que iluminaban el cuarto por momentos.

Manos frías se metían debajo de su camisa para dormir, y antes de poder abrir los ojos sintió el peso de otro cuerpo entrar a su cama.)

No sabía por qué se sentía nerviosa. Era solo mamá.

Tomando latas de encurtidos comenzó a colocarlos en los cajones correspondientes, sus ojos veían por momentos a su madre tararear mientras colocaba la comida en su sitio.

(Gerda tenía un pizarrón en el gimnasio mientras señalaba sería la palabra "Depredador" con su mano. Estaba confundida, ¿iban a hablarles de los peligros del bosque?.

-Los depredadores están al acecho en todo momento.- Su acento holandés era serio, muy diferente al amigable que usaba para los niños.

Los maestros estaban allí también, incluso el propio director. No estaba Erik, sino alguien más de la patrulla de seguridad. Si los contaba, podría decir que había al menos cinco de ellos.

-Existen personas, niños, que les gusta hacer daño.- Comenzó a caminar frente al pizarrón, ¿Qué tenían que ver los depredadores con la gente que era mala?. Su duda fue contestada cuando volvió a hablar.

-Esas personas malas, hacen cosas con las que se les clasifica. Si robas algo eres un ladrón, si haces daño a alguien eres un abusador,- Su mano enguantada se levantó, los niños escuchaban todo atentamente. -pero, existe más de un abusador.-

Volviendo a la pizarra comenzó a escribir la palabra "Abuso" junto con los diferentes tipos que había de este.

Hilda vio, entre ellos, "Abuso físico", "Abuso verbal", "Abuso emocional", "Abuso psicológico" y "Abuso sexual".

Un panfleto llegó a sus manos y al abrirlo descubrió que significaba cada uno, la voz de Gerda la hizo volver a prestar atención.

-Es por eso que vamos a hablarles de los depredadores sexuales, muchas veces ellos buscan víctimas indefensas a quienes dañar. Los niños son, por mucho, los que no siempre pueden defenderse y es por eso que hoy van a aprender sobre cómo evitar a los depredadores y defenderse si llega a ser necesario.-)

Aún tenía el panfleto, estaba en su mochila y agradecía tanto que nadie más que ella sabía que estaba allí. Estarían yendo a la charla obligatoria por el resto de la semana, nadie podría evitarla porque era algo que todas las escuelas hacían.

Frida había comentado que esas cosas era algo que ya sabía por charlas con sus padres, David menciono que su padre le dijo que hacer en caso de encontrarse con uno.

Ella no comento que no tenía idea de lo que era ese tipo de depredador hasta ese día, como tampoco las ganas de hacer preguntas.

-Cariño, ¿me pasas las tollas?- Saliendo de sus pensamientos tomo el rollo de toallas y se lo dio a su mamá, el nerviosismo seguía allí. Se sentía en peligro.

¿P...Porque se sentiría en peligro estando con mamá?

(Había dos diagramas ahora, uno de un niño y una niña. No había nada explícito como lo que veían en los libros de ciencias, sin embargo, se podía notar que estaban en un grado de desnudez.

-Por lo general, los depredadores intentarán tocar estas zonas- Una mujer pelirroja señalo la pelvis de ambos dibujos.

Un escalofrío escaló en la espalda de Hilda y los vellos de su nuca se estiraron tanto que le dolió. La sensación fría de sus manos en su piel, manos húmedas y gélidas que le hacían cosquillas en sus muslos.

-No dejen que se acerque a su espacio personal, ellos buscaran cualquier excusa para tocarlos.-

Labios que mordían y magullaban su piel, uñas que dejaban marcas y el sabor a cobre por su labio roto. El sabor agrio de vino en su lengua.

-Siempre deben pedir ayuda a un adulto o a sus padres, ellos los protegerán hasta que las autoridades se encarguen de él.- Hilda se sentía mareada.)

Twig choco su hocico contra su pierna, saliendo de sus pensamientos, le sonrió para acariciar sus orejas. El zorro-ciervo veía a su ama con preocupación en sus ojos.

-Prepararé la cena, porque no haces tu tarea, Hilda.- La sonrisa de su madre la hizo sentir un poco mejor, sonriéndole, asintió con la cabeza y fue a su habitación.

Necesitaba despejar su mente.

(El agua del arroyo era fría y agradable para sus pies, sus ojos veían las montañas mientras el viento desarreglaba su cabello. Sus ojos fueron a la libreta de dibujo donde en el papel la figura de un gigante.

El viento se llevaba algunas hojas y cuando se levantó para irse a casa, vio a su madre esperándola con su cena.)

El sonido de la lluvia comenzaba a relajarla, parecía que sería una noche larga. Sus ojos vieron al pequeño elfo escribiendo en su pequeño escritorio, se preguntaba si había un formulario sobre territorios para el rey rata.

(Twig corría con ella por el césped, sonriendo levanto la pelota antes de que pudiera alcanzarla. Lanzándola espero a que la trajera de regreso, su cuerpo se sentía caliente y el sudor corría por su cara, sin embargo, se sentía tan viva.

Cuando volvió mamá la mando a cambiarse y limpiarse, su ropa estaba llena de barro y su cuerpo, en especial sus rodillas, estaba lleno de barro y césped pegado.)

La comida era una delicia, tomando más ensalada la cubrió sobre la carne. Ya no se sentía nerviosa y ya no sentía un nudo en su estómago, se sentía mucho mejor.

-¿Paso algo en la escuela hoy?- La pregunta era sencilla, siempre hacía esa pregunta para así saber de su día. Pero algo en ella le impidió decir la verdad o al menos toda la verdad.

-El rey rata estuvo en la escuela, parece que algo le ha estado queriendo quitar su territorio. Todas sus ratas estuvieron por toda la escuela.- Movió sus brazos hacia arriba en un intento de mostrarle donde habían estado dichos roedores.

-Oh... eh... espero que el rey rata no vuelva a pasearse por allí.-

La cena fue normal, de postre hubo pastel de zanahorias. Tontu se comía su pedazo, contento de no tener que tomar sobras como los Nisse generalmente hacen. Alfur, por otro lado, estaba muy contento de hablar de todos los formularios que había completado.

Él había mencionado la idea de ir a su escuela nuevamente, siempre era interesante documentar la educación de niños humanos y ver las diferencias entre la educación elfo.

[.]

Escupiendo la pasta de dientes, se enjuagó la boca esperando el momento de ir a dormir. Su pijama estaba comenzando a enfriarse, parecía que aun viviendo en una ciudad tan habitada como Trollberg, no escaparían de ese tipo de frío.

Twig dormía en su cama y ella estaba lista para seguir su ejemplo, eso hasta que unas manos conocidas la tomaron de los hombros. Viendo hacia arriba, su mamá la veía con una mirada familiar en sus ojos.

No queriendo despertar a nadie, obedeció y la siguió de camino a su propia habitación.

(Su camisa sin mangas era fresca y suave para su piel, se río un poco sin poder evitarlo. Los dedos de mamá le hacían cosquillas en sus piernas.)

El cuarto de su madre no era tan diferente al que tuvo en su vieja casa, lo único nuevo era una cama mas grande y mucho más suave.

(El beso fue rápido y apenas perceptible, pero para Hilda era su parte favorita siempre. Los besos eran agradables, le gustaría que mamá la besara más seguido en vez de hacerle cosquillas.)

Hilda comenzó con los besos, sus labios fueron a su mejilla, luego detrás de su oreja y comenzó a bajar por su cuello. La respiración de su madre comenzaba a volverse pesada, antes de siquiera continuar, fue empujada a la cama donde su camisa de botones fue arrancada con brusquedad.

(Los dientes de mamá dejaban marcas tan dolorosas, se preguntaba si podría pedirle que dejara de morderla. Le dolía el cuello.)

-Te amo tanto, Hilda.- El beso vino con la declaración, y abrazando a su madre correspondió. Al separarse le dedico una sonrisa y su respuesta.

-También te amo, mamá.-

¿Por qué eso era, no?

Era amor.

¿No es verdad?

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top