Se abrazaba a sí mismo mientras su cuerpo temblaba. Sus recuerdos pasaban por su mente, y le hacían entumecerse debido al miedo y repulsión que sentía en ese momento.
No quería nada más que su vida sólo siguiera como antes, su hermano molestándole, que Rurik le acose, pero ya no podía ser. Le habían encontrado, debía huir lo antes posible de allí antes de que lo dañen a él, o peor, dañen a Rurik o a su hermano, eso jamás se lo perdonaría.

Si tan sólo ella estuviera allí le diría que hacer. Era tan inteligente a la hora de actuar que era admirable, si quizás ella jamás se hubiera sacrificado por él...

...

...

Sus lagrimas caían de sus ojos inconscientemente. No debía recordar, no debía...

—¿Goth...?— Escuchó de la voz de Rurik, y volvió a la realidad, limpió sus lágrimas rápidamente, aunque era tarde, Rurik ya le había visto llorar.

Realmente, se veía horrible, los moretones en su rostro, las heridas, las ojeras, y el hecho de tener ojos hinchados le hacía lucir peor. Era horrible siquiera imaginar a alguien con esas características, y peor verlo, pero bueno... Estamos hablando del psicótico que incluso ha matado personas por el, así que... Bueno, no hay mucho que explicar.

Goth miró hacia otra parte y se cruzó de brazos, tenía una imagen que mantener.

Aunque, era muy tarde. Rurik se había sentado al borde de la cama, y su mirada expresaba seriedad y preocupación.

—Goth, ¿qué ocurrió?— Necesitaba respuestas.

Fell!Goth desvió aún más la mirada.

—Nada que te importe, imbécil.— Murmuró con su típico tono de voz.

Rurik rió un poco y se acercó a él para tomar su mano y sonreír de manera nostálgica. El y todos los demás habían estado allí por un día, y perdió la cuenta de horas, no había dormido esperando a que Goth despierte, pero sabía cómo era el caracter de su ukesito, y sabía que le insultaria. —¿Sabes? Realmente extrañé que me insultaras. Extrañé que me llamaras "idiota", o "Imbécil", a pesar de que no fue mucho tiempo, me preocupé por tí, porque se que si Frisk no hubiera llegado, nunca más me hubieras vuelto a insultar.— Dijo con cierta nostalgia, y tenía su mirada dirigida al suelo, sin notar que Goth lo estaba mirando con cierta compasión. —Se que sabes quién es ese sujeto, y sé que ocurre algo, y no te atrevas a decirme "Nada".— Cupcake sintió un escalofrío recorrer su cuerpo al ver una mirada asesina de Rurik dirigida a él. —Porque no me vas a decir que el hecho de que un imbécil te haya intentado matar, no es "nada".—

Cupcake quedó en silencio por unos momentos y se abrazó a sí mismo, para desviar la mirada. —Charlos... Él... Se llama Charlos.— Se sentía tan incómodo. —Lo conocí cuando era un niño.—

—¿Cómo?—

—E-El... Me "adoptó" de la calle... A-Aunque no me llevó a un lugar m-mejor...—

Rurik se quedó en Shock. —. . . ¿Qué?—

—Yo era... Huérfano... Pero la familia de Goth me adoptó... A-Aunque no recuerde mucho... E-Ese sujeto era un maldito... Me hizo cosas horribles... Y-Y no sólo a mi...— Cupcake temblaba, sentía asco.

Rurik no tardó en acercarse un poco, y su pequeño tsundere lo abrazo, llorando y temblando del miedo.

Acariciaba el cabello de su uke, y este se escondía en su pecho. Una sonrisa de un maniaco, que era menos peligrosos que él cuando alguien se metía con SU Goth, se formo en su rostro.

No sabía quien era "Charlos", pero si tenía algo claro...

. . .  L o  p a g a r í a  c a r o  . . .