Rurik avanzaba por los barrios bajos de la ciudad, donde antes solía estar para buscar pelea, o simplemente intentar descubrir alguna emoción a través de la droga. Iba con capucha, sus botas militares y un pantalón deportivo suelto.

—¡R-Rurik! ¡Espera!— y al voltear su sorpresa fue encontrarse con el hermano menor de Fell!Goth.

—¿Qué se supone que haces tú aquí, Goth?—

—Vine a... A ayudarte.—

Rurik soltó una inevitable carcajada. —Te matarán aquí, mejor vete antes de que se haga tarde.—

—¿Sabes? Fell es mi hermano también... Yo... Daría cualquier cosa por protegerle.—

Rurik rodó los ojos. —Lo que sea, sígueme. Y sea lo que sea que veas, no abras la boca.— Goth asintió y comenzó a caminar con el.

La sorpresa de ambos fue cuando una niña a lo lejos, de unos trece años, vestida con ropa provocativa, siendo acosada por un hombre ya mayor.

¡Bingo! Estaban cerca de Charlos.

Le hizo una señal con la mano a Goth para que se quedara atrás y se acercó, golpeando al tipo.

La niña había retrocedido asustada. Había salido corriendo, provocando que Rurik la siguiera, y que Goth siguiera a Rurik. 

Al llegar, se toparon con quién querían.

—¿Qué putas te pasa? ¿Eh? ¿Quién te crees que eres para golpear a un cliente.— y vió a la niña. Llorando, llena de moretones. Y por un momento vió a FellGoth.

Le metió un puñetazo derribandolo, y todos los niños corrieron asustados.

—Goth, sácalos de aquí.—

Lo arrastró al callejón más cercano y lo lanzó con fuerza.

Oh sí. Ahora lo mataría y lo gozaría como no se imaginan.