Después de que Laurie se marchará de su casa, deciden cada quien prepararse para irse a dormir.

Shadow se fue a su habitación, busco en su armario su pijama más cómodo, luego de eso fue al baño para tomar una ducha caliente pues quería relajarse después del juego y recordar lo que había pasado en la sala de su casa hace más o menos una hora; entra en el baño, se desviste y se dispone a darse su ducha.

Él conocía las actitudes que podía llegar a tener Laurie y también sabía que tenía influencias. Hacerle algo malo a Laurie no era algo muy conveniente, pues este rápidamente podía hacer quedar mal o bien a una persona dependiendo que haya hecho con él o en contra de él.
Y definitivamente no quería quedar mal, pues está oportunidad, viéndola desde otro ángulo era algo muy bueno para su familia, pues como se había mencionado Laurie tenía influencia a pensar de solo tener 17 años y tenía dinero debido a las ganancias que tenía el padre de Laurie en sus empresas, de hecho la familia de Laurie era la séptima familia más rica de su cuidad y el hecho de que él estuviera en su equipo le daba una buena imagen y prestigio a su familia.
Ellos no eran millonarios ni mucho menos, pero si vivían muy cómodamente y esta oportunidad era beneficiosa, pues en un futuro incluso podría ganar dinero con esto.

Después de un rato de pensar tanto, Shadow sale de la ducha y se dispone a vestirse; luego con un cepillo para peinar se desenreda su cabello de color negro que le llegaba hasta sus hombros y a él le gustaba mucho tenerlo así.
Una vez vestido y su cabello bien desenredado sale de su cuarto para darle las buenas noches a sus padres.

—¡Buenas noches, mamá, papá! — dijo Shadow elevando un poco su voz para que sus padres lo escucharán.

—¡Buenas noches, hijo! ¡Descansa! — respondieron los padres de Shadow al unísono; con eso Shadow regresa a su habitación y cierra la puerta.

Como no tenía sueño y su cabello seguía húmedo, decide ponerse a dibujar un poco pues era otro de sus pasatiempos aparte de jugar Fútbol, cantar, y bailar y se le daba muy bien este arte, sin más tiempo que perder, tomó su libreta y unos lápices; decidió terminar de dibujar un paisaje que había dejado a medio terminar hace unos tres días.

Al cabo de más o menos 30 minutos terminó dicho dibujo el cual quedó hasta mejor de lo que él pensaba.

—Vaya, pero si me quedo muy bien. Incluso mejor— habló para sí mismo mientras miraba su dibujo con una sonrisa.

Luego de admirar el dibujo por unos cuantos segundos está vez se dirige a su cama para dormir, no sabía exactamente cuándo empezaría a entrenar con Laurie casi que era mejor están descansado para el día siguiente.

Al día siguiente
7:50 a.m.

Shadow se despertó a la misma hora que de costumbre, se levantó fue al baño y se lavó la cara y los dientes antes de salir de su habitación.
Salió de la habitación cerrando la puerta detrás de él y se dirigió a la cocina.

—Buenos días— saludó mientras entraba a la cocina.
Sus padres lo vieron y le devolvieron el saludo.

—Buenos días, hijo— saludó la señora Mercedes mientras iba a darle un cálido abrazo a su hijo.

—Buenos días— dijo el señor Augusto mientras lo volteaba a ver y ponía el desayuno en la mesa este último.

Se sentaron los tres a desayunar unos Brötchen que su padre había preparado; con mantequilla y un poco de café.

—Buen Provecho— se dijeron los tres al unísono y luego prosiguieron a empezar a comer.

Los tres comían en un silencio cómodo un poco antes de que terminaran de comer el señor Augusto recibió una llamada. Era de Laurie.

—¡Buenos días, Laurie! — saludo alegremente el señor Augusto.

—Buenos días, señor— hablo Laurie con un tono algo serio —Lo llamó para decirle que me gustaría empezar a entrenar hoy mismo con Shadow— dijo esté siendo muy directo.

—¿Hoy...? — pregunto el señor Augusto algo sorprendido, pues no pensó que Laurie empezaría a entrenar tan de inmediato.

—Sí, señor... quiero empezar con éllo antes posible y también que conozca a los demás miembros y sus seudónimos— hablo insistente —Dentro de dos horas irá uno de mis choferes a su domicilio a recoger a Shadow— concluyó.

El señor Augusto tenía una cara de sorpresa y tanto su esposa como su hijo lo miraban muy curiosos y la señora Mercedes tenía un aire de preocupación en su rostro por no saber qué pasaba.
Al final el Señor Augusto solo dio un suspiro antes de decir:

—De acuerdo, manda a traer a Shadow— dijo finalmente el señor Augusto y con esto Shadow se quedó muy sorprendido, aunque ya se imaginaba de que estaba hablando su padre.

—¡Muy bien! Que Shadow esté listo para cuando llegue mi chófer— concluyó y con eso colgó la llamada.
Shadow y su madre miraban al señor Augusto con insistencia hasta que esté decidió hablar.

—Shadow, hijo será mejor que te prepares, Laurie quiere empezar a entrenar contigo y que conozcas a los demás miembros del equipo— hablo el señor Augusto.

—Pero… ¿Ya? — hablo la señora Mercedes —Apenas ayer él acepto estar en el equipo, ¿no crees que es demasiado apresurado? — dijo está última.

Y sí, sí era muy apresurado, pero este chico era imparable y quería que las cosas fueran como él decía.

—Sí... yo también lo creo, pero Laurie lo quiere trabajar lo más pronto posible con él— dijo su padre mientras miraba a Shadow —Así qué hijo... ve a prepararte, dentro de dos horas vienen por ti— habló.

Con esto Shadow se levantó de la mesa y salió como una bala hacia su cuarto para preparar algunas cosas solo se escuchó en la estancia un "¡Permiso y gracias por la comida!" por parte de Shadow antes de desaparecer del comedor.