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Zigzag
¿Acepto?
Mi gran día llegó a sólo horas de mi boda, estaba tan feliz, pero a la vez nerviosa. Marcos, mi papá, Adrian, Douglas y Eros estarían con Jonny, sí, Eros se encontraba con ellos. Resultó que Douglas sabía cuidar niños y se le daba muy bien. Estaba un poco molesto por las fotos que montó Erika en el estado de WhatsApp, pero vio a Eros y se le pasó.
—¿Cómo se llaman tus hermanas? —pregunté a Oscar mientras me maquillaba.
—Brillit, Elena, Perla, Lucía, Liv y la más pequeña Anastacia, igual que tú.
—Genial una tocaya... ¿cómo te la llevas con ellas?
—Las tres primeras, son mis tesoros, porque con ellas crecí, me divertí e inventé locuras, aunque a todas las defendería siempre, ellas son las principales, las otras tres son pequeñas y sólo juego con ellas.
—Entiendo... ¿Y si no soy buena esposa? —regresé a mis nervios.
—Serás una gran esposa, estoy seguro de ello, lo sé desde que jugabas con Jonny cuando tenías ocho años —Sonrió.
—¿De verdad? —Analicé todo el tiempo que había pasado.
—Sí, Adrian era más celoso, te odio por un largo tiempo... —Reímos—. Bien ya estás lista.
Vi mi imagen en el espejo, me sentía bella, con una presión en el pecho, el estómago lo tenía revuelto, pero bella.
Mi peinado era una crencha en zigzag, con unas trenzas en cada lado de la cabeza que se unía en el centro con unas flores blancas, un maquillaje muy sencillo de diferentes tonos dorados, un brillo labial. Mi vestido blanco se ajustaba en mi pecho hasta mis caderas y una falda corte princesa.
Siempre soñé con verme vestida de novia, con el vestido ideal.
—Elstás hermosa —afirmó Erika, una muy rebelde lágrima se deslizó por su mejilla.
—Parece una princesa —comentó Oscar—. No lloren, arruinran el maquillaje.
—Cierto, estoy demasiado feliz y a ustedes los quiero mucho. —Los abracé—. Oscar ¿qué ha pasado con Keith?
—Es la mejor chica que he conocido en mi vida. —Sonrió con sinceridad—, ella me espera en la iglesia.
—Tienes que presentármela. —obligué.
—Ana, tu papá ya está en la iglesia con todos ellos, los invitados ya llegaron solo faltamos nosotros tres —anunció Erika.
—Bueno vamos —dije saliendo de la casa.
—¡Ey! Ana, espera. —Erika me detuvo y colocó sobre mi cabeza una diadema, con un delicado velo—, ya estás lista.
Minutos después nos encontrábamos en la iglesia, me impresionó ver tantos coches, pero era de esperarse la señora Vanesa se encargó de algunos invitados, vecinos, amigos, los amigos de mi mamá entre otros... Jonny estaba afuera de la iglesia, se veía hermoso, llevaba un traje azul con una corbata color perla, era divino mi futuro esposo. Erika se encargó de avisar que la novia (o sea yo) llegó, el joven llamado Jonny se veía muy nervioso y eso no me ayudaba a mí.
Se acercó a mi mejor amiga con mi papá, él se montó en en el carro a mi lado. Tomó mi mano y me miró.
—¿Lista? —preguntó con una enorme sonrisa, asentí—, dos bodas en un año, ¡estoy feliz! Mi pequeña se va a casar de blanco.
—P-papá tengo miedo... —Me sincericé con él.
—Anastacia. —Besó mi frente—, todo va a estar bien. ¿Vamos?
Asentí sonriente.
—Vamos —miré la entrada de la iglesia, mis nervios aumentaron.
Bajamos del coche con mucha delicadeza, mi papá me ofreció su compañía con un gesto formal, tomé el brazo de mi papá. Bajé la mirada por miedo, él pareció notarlo y dejó un beso en mi frente, alcé la mirada y lo vi sonreír. Empezamos a caminar, al adentramos a la iglesia, todas las personas se pusieron de pie y giraron a verme, vi muchas sonrisas mientras di mis cortos pasos, los invitados estaban felices, mi familia estaba feliz. Elegimos como padrinos a Marcos y a Lisa, porque ambos nos conocían muy bien. Mi mirada cayó en la sonrisa más importante y deslumbrante del lugar, la de Jonny, era un sentimiento recíproco, su felicidad y amor se conectaron conmigo y los dos queríamos llorar. «Ahora intenta caerte» amenazó mi conciencia.
—Él te ama, lo noto es su mirada —comentó mi papá.
—Lo sé, lo demuestra todo el tiempo. —Sonreí.
Me acerqué a Jonny y al padre.
—La cuidas —advirtió mi papá.
—Lo haré —afirmó sonriendo, se despidieron con un apretón de mano y dirigió su mirada a mí—, sabía que estarías hermosa.
Me sonrojé. Empezó la ceremonia de matrimonio, había muchas sonrisas, miradas, aplausos, palabras, cantos, todo era especial y espectacular.
—Dolores Aba —¡Diablos, odiaba mi primer nombre!—, ¿acepta a Jonny Cáceres, como tu esposo, para amarlo y respetarlo, hasta que la muerte los separe?
«¿Acepto?» una vida llena de colores, de felicidad, poder vivir con la persona que amo, con mi pequeño hijo, hasta que la muerte nos separe.
—Acepto. —Sonreí y noté como Jonny botó todo el aire de sus pulmones y se sonrojó «¿nervioso Cáceres?».
—Jonny Cáceres, ¿aceptas a Dolores Aba, como tu esposa, para amarla y respetarla, hasta que la muerte los separe?
—Acepto —afirmó—, hasta que la muerte nos separe —murmuró.
—Si alguno se opone a esta boda, que hable ahora o calle para siempre. —Silencio.
—¡Yo me opongo! —«¿Qué?» iba a morir.
—¿Por qué hoy? —preguntó Jonny tenso sin querer ver de quién se trata.
—¿Quién se opone? —preguntó el padre.
—¡Yo! —Giré y miré a la chica dueña de esa dulce voz.
—Erika... —regañé entredientes.
—Pero eres mi Ana. —Sonrió.
—No, es mi Ana, tú ya tienes tu esposo. —La desafió Jonny.
—Les recuerdo que esto se trata de un acto decente ¿la boda sigue? —habló con algo de molestia el padre.
—Oh sí, perdón —volvió a su asiento—, cuidado Jonny Cáceres o me vas a conocer.
—Bien. Después de está pequeña interrupción, continúo. —El padre regresó su mirada a nosotros—, yo los declaro marido y mujer. Puedes besar a la novia.
Con mucha delicadeza Jonny levantó el velo, me sonrió, mirándome fijamente con sus hermosos ojos verdes.
—Eres perfecta Ana. —Me besó, comencé a escuchar los aplausos, pero los olvidé al perderme en el suave beso de Jonny—. Anastacia, señora de Cáceres. Eres oficialmente mi doncella. —Besó mi nariz.
—Cáceres te amo.
—Y yo te amo a ti Aba.
Salimos de la iglesia y miles de pétalos de rosas cayeron sobre nosotros acompañadas de arroz, los flash no me dejaron ver bien a las personas, muchas cámaras por todas partes y claro tratándose de el joven Cáceres, un miembro de una de las familias más importantes de Diontina, no me sorprendía tantas cámaras.
Nos llevaron al Salón de fiesta, que fue organizado por Amore's, la agencia del papá de Adrian. Allí un vals sonó por todo el lugar, Jonny tomó mi mano alzandola para llevarme al centro de la pista. Un, dos, tre, un, dos, tres... Bailamos sin dejar de decirnos cuanto nos amábamos... Llegó el momento del brindis, todos tenían su atención en nosotros, esperando nuestras palabras.
—Bien. Nos casamos —celebré y todos ríeron—, me costaba mucho imaginar este momento con Jonny, porque yo en mi pequeña burbuja de fantasía sabía que esto nunca pasaría, pero el destino me dio una lección, que nunca, debo decir nunca. Sólo quiero vivir la vida feliz y enamorada.
—Yo lo único que diré es que tengo a la mujer perfecta a mi lado y que la amo —dijo Jonny.
Cruzamos nuestros vasos para darle un sorbo al champán de cada copa, todos aplaudieron.
—Yo —dijo Erika—, brindo por mi mejor amiga, por el señor Cáceres, deseo que sean felices. Cáceres debes cuidar muy bien a Ana, porque ella se lo merece, ella sólo se merece lo mejor de este y otros mundos, no seas un Don arruina corazón o seré una Doña mata Jonny. Salud. —Todos ríeron ante las palabras de mi mejor amiga.
—Yo brindo por mi hijo, porqué tu felicidad sea plena. —Brindó el papá de él—, salud.
Así brindaron todos, Marcos, la señora Vanesa, Adrian, Oscar, Douglas, mi papá, Lisa, sorprendentemente el profesor "Don arruina días con sus clases" hizo un pequeño brindis.
Disfruté de mi alrededor, Erika disfrutando de la música y de mi hermano, él le quitó la bebida y se la cambió por jugo. Oscar no dejaba de hacer reír a Keith. Douglas cuidaba de Eros, 'realmente nos sorprendía. Adrian, bueno... seguía siendo él. Mi papá se veía feliz. La mamá de Jonny siguió buscando el perdón de él y quería ser la mejor esposa de William. Lisa era una mujer muy alegre y consentía mucho a Eros. Todo fue hermoso, cuando lancé el ramo, aunque habían muchas mujeres intentando agarrarlo, le cayó a Adrian y nosotros nos burlamos de él.
Y mi mamá, sabía que ella estaría muy orgullosa, sus hijos encontraron su felicidad, ella me cuidaba, de eso estaba segura, «gracias mami».
Tantos recuerdos con Jonny me llegaron, los mejores momentos junto a él. Eros, mi hijo, su llegada nos cambió la vida entera.
A, B, C... Un niño cambió mi vida... El inicio de una vida llena de colores.
—¿Ana? —Me llamó Jonny—, es hora de escapar.
—¿Te he dicho lo mucho que te amo? —Lo abracé.
—No... Despierta Ana estas en un sueño —afirmó Jonny muy serio.
—¿Qué? —pregunté.
—Caíste —eludió—, te amo Ana.
—Por un momento creí, que me iba a despertar un día antes de iniciar las clases. —Tomé aire—, ¡Jonny! —chillé y él me besó, suave y dulce, su boca sabía a vino blanco.
—El coche esta listo —anunció Adrian.
—Aquí está el pequeño. —dijo Douglas entregándole el niño a Jonny. No podíamos celebrar dejando por fuera al causante de todo eso—, lo voy a extrañar.
—Sólo son unos días, después lo puedes cuidar cuando quieras. —Me miró—, vamos. —Jonny sonrió mientras extendía su mano invitando a seguir.
—Vamos. —Tomé la mano de él y salimos corriendo de allí a nuestra luna de miel. La familia Cáceres completa.
A, B, C... Seremos colores.
A, B, C... Somos padres.
A, B, C... Nuestra familia.
A, B, C... Cáceres y Aba.
A, B, C... Aprendemos más allá de enseñar.
A, B, C... Un niño cambió mi vida. Nuestras vidas.
Fin.
Leería mil veces está historia, aunque la escribí yo jaja que tonta soy.
¿Soy la única que odia los finales?
Si quieres leer:
Confieso la verdadera razón de mi historia... Un día muy extraño empecé a sentir que muchas cosas habían cambiado en mí, estaba tan enamorada que olvidé quién realmente soy.
Mí autoestima era la peor y no lo sabía manejar y como siempre una no se sentía entendida, cuando realmente me sentía insegura de expresar algo, porque era la primera vez que luchaba contar la baja autoestima.
Los raros sentimientos que narraba en la historia, tienen mucho sentido, como una montaña Rusa, todos y cada uno fueron sentimientos profundos, reales...
En el tiempo que escribí está novela juvenil, mi vida dio muchos giros, giros que no esperé, pero me enseñaron que sufrir es parte de aprender y crecer, este final es mi sentimiento actual, no estoy enamorada, no es necesario estarlo para ser feliz... En realidad es mi felicidad es personal.
Ahora gente bella, les aconsejo que nunca duden en buscar la felicidad personal. Chica eres hermosa y te mereces lo mejor. Chico eres valiente e inteligente.
Eviten que las personas las dañen con sus palabras.
Sean ustedes mismos y que los demás se jodan, después de todo ellos no te ayudan.
Con todo cariño yo. :)
Vivan la vida.
Y...
Nunca, digas nunca.
♡
PD: La cita es para el epílogo.
–Génesis Aponte.
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