K

Karma
Quería visitarte pero...

Si soy sincera toda mi vida le he huído al karma, pero siempre termino por creer que pagaba algo que había evitado.

Desde que aclaré mis sentimientos por Jonny  evité hacer sufrir a alguien, era clara y precisa desde el principio, recuerdo la vez que Luciano me besó, besa bien, para que decir "no", si es sí, pero tuve que armar una torre pieza por pieza, hasta llegar al punto de afirmarle que nunca iba a funcionar algo entre nosotros, porque mi cabeza y mi corazón se enredaron y perdieron en la dulzura de los ojos verdes de Jonny, así aclaraba la situación entre nosotros. Solo quería que no sufriera como yo... constantemente.

—¡No soy extraña! —Me quejé.

—¿No? Eres la única chica que conozco que le gusta bañarse con agua fría, ¡casi helada! Que no lleva un orden para maquillarse, que tiene una colección de piedras (y no son exactamente piedras preciosas), que duermes con un pañuelo por si te dan ganas de llorar en la madrugada, te puedas limpiar lo mocos con toda libertad, mocosa.

—Bien, bien, sí soy extraña —admití. Jonny me sonrió triunfador.

—Y aún me faltan mil y un cosas extrañas de ti. —Guiñó—, pero a lo que iba: ¿dices que Eros no puede ver Scooby-Doo?

—Nunca dije eso. —defendí—. Es sólo que te entretienes tú y olvidas la existencia de Eros.

—¡¿Yo?! —Exageró el "yo" ofendido—, tienes razón, pero, ¿cómo no quieres que me distraiga, si los monstruos o los fantasmas son los menos esperados?

Me crucé de brazos frente a él y alcé una ceja.

—Bien, puede que tengas un poquito razón.—dijo, vencido—. Scooby-Doo sólo bajo tu supervisión. —Sonrió.

Me dio un abrazo muy fuerte, apretó mi cuerpo hacia su el suyo, y besó toda mi cara.

Mis vacaciones ya habían empezado, tenía más tiempo en casa, salía hacer compras, veía películas, limpiaba y me divertía en casa. Eros ya llevaba once meses de nacido, cada vez nos acercamos más a su cumpleaños, cosa que me deprimía, no quería que creciera, el debía ser mi pequeño siempre.

Erika, como su madrina, dijo que haría la mejor fiesta de cumpleaños, no había dejado de hablar sobre dónde la harían, quiénes iban, la comida —algo de suma importancia—, y la ropa del bebé. Ella se emocionaba con la organización y yo me entristecía porque no quería que los días pasaran.

—Bueno ya —chillé. Quité sus brazos de mí y cedí a su petición—, anda y ve Scooby-Doo con Eros.

Mi teléfono comenzó a sonar, trataba de buscarlo porque no recordaba dónde lo dejé, cuando lo encontré vi en la pantalla el nombre de quién me llamaba: Papá.

—¿Aló?

Ana... —Su tono de voz era de preocupación.

—¿Pasa algo? —pregunté, seguía el hilo de su angustia.

—Hija, no pasa nada grave o bueno no para nosotros.

Un mal presentimiento me invadió.

—Papá, me pones nerviosa —aseguré.

—Perdona, hija, quería visitarte, pero Oliver tuvo un accidente y está grave...

—¿Qué? —No le deseaba el mal nadie, pero sentí un gran alivio con respecto a Eros. Oliver estaría un poco más lejos de mí.

Sé que es un poco fuerte la noticia, porque él te ayudó la semana pasada con ese ataque de nervios. —afirmó. ¿Ataque de nervios?—, pero la vida es así. —Hizo una pausa y yo no sabía qué contestar—, Ana ¿estás bien?

—Sí papá, no te preocupes.

Después de despedirnos, pensé sobre la información que acababa de llegar a mí, fue increíble ver como en un momento tienes una amenaza encima y al otro momento todo cambia.

¿"Ataque de nervios"? ¿Me ayudó? Quería saber qué clase de mentira le dijo a mi papá.

Caminé pensativa al cuarto de Jonny, cuando entré lo vi con un Eros cachetón en sus brazos, sonreí ante la escena que fue capturada por mi teléfono. Eran momentos que jamás quería sacar de mi mente, mi Eros, con mi mejor amigo... apoyándome en esa nueva aventura. "Temeraria Aba y su bebé".

—¿Cacéres? —llamé. Él me miró y frunció el ceño.

—¿Sí...?

—Oliver Gil tuvo un accidente, está grave. —conté, la expresión de Jonny cambió.

—¡¿Qué?! ¡¿De verdad?! —dijo sorprendido, yo sólo asentí—. El karma va en contra de unos y a favor de otros.

—Pues para mí siempre ha ido en contra —susurré, no deseaba que él escuchara mi realidad emocional.

—¿Por qué lo dices? —Su mirada se fijó en la mía.

—No lo sé...

🔹🔹🔹

Eros dormía, nosotros comíamos en la sala. Jonny buscaba mi mirada cada cinco segundos de por medio, ¿por que me miraba tanto? O sea esta chica fuerte —mentira nada fuerte— también se ruboriza, ¿acaso él ya no sabía eso? Tomaba agua y él hacía lo mismo, aclaré la garganta y él me imitó. Las manos me sudaban, el calor invadió mi cuerpo, empecé a toser a propósito, él repetía mi actitud, «Padre Nuestro que esta en el cielo», me acomodé en la silla y él lo repitió «Dios te salve María, llena eres de gracias» sonreí, él me regresó la sonrisa «Creo en Dios padre to... »

—Ana —llamó. Sonrió nervioso—. ¿Quieres ser mi novia?

—¿Qué? —pregunté atónita, sentía que mi cara estaba de todos los colores, sudor, calor, respiración acelerada...

—Dolores Anastasia Aba Marante, ¿quieres ser la novia de este estúpido que te quiere?

—Yo... eh... Siento que estoy en un sueño... —murmuré.

—¿Ana? ¿Sí o no? —insistió.

Estaba asustada nunca lo esperé... o bueno sí lo esperé desde hace años, en sueños, yo ya había perdido la esperanza.

—Entiendo tu silencio —Su sonrisa desapareció.

—No, no dejes de sonreír —exigí. Me miró confundido—. ¡Sí! Sí quiero ser la novia de Cáceres.

Con una sonrisa en sus labios me besó de una manera dulce y delicada, Su legua se dio paso a mi boca profundizando cada vez más el beso, se alejó por unos escasos centímetros de mí.

—Eres perfecta, Ana.

Dicho eso intentó besarme de nuevo, pero caímos al piso, él estaba sobre mí. Miré sus ojos, ese brillo de una particular y peculiar felicidad, una perfecta nariz, sus cejas gruesas, las pestaña hermosas... Juntó su nariz a la mía hasta que hizo contacto con nuestros labios regalándome un beso corto, siento como sonríe entre mis labios. «dos palabras: es perfecto».

✾✾✾

—No lo creo... ¿de verdad sucedió eso? —cuestionó Erika, perpleja—. Te lo dije, hay amor en esos ojos cuando te ve, ¿le preguntaste?

—Preguntarle... ¿qué?

—Lógico, Ana, lógico, preguntarle el porqué ha tardado tanto en decirte lo quue siente. —Encogió los hombros—. Algo así.

—No puedo ser tan directa. —Solté una sonrisa triste.

—Pero tienes que saber esa información, Ana, más allá de un secreto o una simple información es algo que tú como su novia debes saber, quizá siempre sintió algo por ti, o es desde ahora... no sé, pero debes saberlo.

—Novio... —Suspiré—, suena tan lindo por fin decirle así.

—Ah, no, Anastacia, pisa tierra, hablo en serio, pregúntale —insistió.

—Bien, yo buscaré el momento para preguntarle.

—Yo ya le pregunte a Marcos sobre Lucy.

—¿Qué te ha dicho?

—Hoy —suspiró—, hoy le termina.

—¡Wao! —Abrí mucho los ojos—, aunque la verdad es que se ha tardado mucho para tomar esa decisión.

—Punto para Ana. —Terminó de lavar los platos de la cocina y se volteó pra mirarme de frete. La invité a almorzar, aproveché que Jonny a salió con sus amigos y ella se ofreció a lavar los platos sucios—. Ana, el cumpleaños de mi bebé es este fin de semana.

—¿Tan pronto? —exclamé, posé mis manos sobre mi cabeza—, ¡no quiero que crezca mi bebé! —chillé.

—Y lo hará. No sólo dirá "mami", sino empezará sus clases y cuando menos lo esperes empezará la universidad. Oh, hasta se muda de casa, como todo niño mayor de edad.

—Erika... ¿sabes que no me ayudas con tus comentarios? —Hice una pausa—. Ya vengo.

—¿A dónde vas? —preguntó en voz alta.

—A darle muchos besos a mi bebé antes que se case y me de nietos.

Caminé hasta la habitación, Eros había despertado y balbuceaba, sus manos seguían siendo pequeñas, aunque no como antes. Cuando llegué, sus ojos se centraron en mi cara, le hice una mueca divertida y una repentina risa apareció en su rostro, sonreí. Los bebés tienen tanto poder con sus carcajadas.

—Ma, vua, la, —Eros balbuceó, hasta entonces sólo había dicho "agua".

—No, pequeño Eros, mamá di: ma-má. —Separé en sílabas.

—Ba, ba, laa... —sonrió—, papá.

—¿Es en serio, Eros Gabriel? ¿Papá? —dije enojada.

Aba.
4:40pm.
Te odio, Cáceres.
¿Es en serio "papá"?

Cáceres.
4:45pm.
¿Qué?
Sabes que me amas ;)
¿Qué hice ahora?

Aba.
4:47pm.
>:[
En estos momentos te odio.
Dijo: "papá" :.(..

Cáceres.
4:48pm.
O:
Te quiero mucho, Dolores :)
¡Wow! Eros si ama a papi.

—Pa-pá —repitió Eros.

—¿Por qué "papá"? Tenías que decir mamá.

—Bla, da, ba.

—No, Eros, inaceptable. Era "mamá", niño injusto.

—Abua, bla, la papá. —El pequeño sólo se burlaba.

—No me importa si es más fácil decir: papá.

Cuando Jonny llegó tuve una seria conversación con él, no me parecía justo, estaba molesta con los dos. Sin embargo... fue una discusión que terminó en cosquillas y miles de besos, momentos que nunca olvidaré, cada risa y cada mirada para mí, son perfectos.

G e n e s i s  A .
Espero y les haya gustado ;)

"Fuiste triste y te preguntas si la felicidad volverá".
-Micro TDH.



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