Epílogo.
A,E,I,O,U.
Jonny enfermo.
Jonny se había sentido muy mal, vomitaba, comía mucho, se mareaba, dormía más de lo normal, vomitaba, se cansaba más rápido, vomitaba, creo que -vomitaba- me produce más asco... Era algo muy extraño que estuviera así.
Habían pasado dos semanas desde que me casé, mi papá nos pidió mudarnos a una casa que compró en la misma residencia, porque él deseaba compartir con Eros y le dejó la casa donde crecimos a Marcos y a Erika, por la pequeña que venía en camino, Marcos vendió su antigua casa y se mudó. Yo no dudé en irme a esa casa, si el quería disfrutar a Eros ¿por qué no?, todos vivíamos en la misma residencia y mi papá iba a poder visitar ambas mansiones cuando quisiera, después de todo, primero fueron suyas.
En todos los periódicos la foto más visible entre nosotros era donde él besó mi nariz, el fotógrafo tuvo un buen eje y era la foto más tierna y así comentada por todos y todas.
Me levanté por una manzana en la cocina, llegó Jonny con una gran sonrisa sobre su rostro, en cuestión de segundos esa sonrisa desapareció y se desmayó encima de mí. Lo sostuve con fuerzas.
—¡Papá! —grité—, ¡papá Jonny está mal! —no reaccionaba y el miedo invadió mi cuerpo.
—¡Ana! —entró mi papá y se acercó ayudarme con Jonny—. Vamos al hospital —entre los dos lo sacamos de la casa al coche de mi papá—, Lisa encargate de Eros —ordenó.
—Sí señor, lo haré. —Se adentró a la casa y nosotros fuimos al hospital.
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—No entiendo por que me desmayé —dijo Jonny sobre la camilla—. Yo vomité, pero sólo fue eso, no me sentía mal.
—Tranquilo, todo va a estar bien —acaricié su cabello para que se tranquilizara.
—Ana quiero vomitar. —Salió corriendo al baño y vomitó, otra vez vomitó «asco... ».
—¿Crees que sea grave? —pregunté a mi padre—, es muy extraño eso que le sucede.
—Tranquila, Jonny sólo está enfermo, unas medicinas y estará bien.
—¿La familia de Jonny Cáceres? —preguntó el doctor.
—Yo soy la esposa ¿cómo está Jonny? —pregunté preocupada, Jonny se acercó a mi lado.
—Pasen al consultorio, necesito hablar con ambos. —Su tono de voz serio me alteró.
No quería que algo malo le ocurra, no lo soportaría, no sería justo... Los dos muy silenciosos caminamos tras el doctor, quizás ambos teníamos miedo y yo mucho más, se trata de mi Jonny.
—Tomen asiento —obedecímos—, señor Cáceres, usted está en perfecta Salud —Lo miré confundida, ¡se desmayó en mis brazos y tiene perfecta salud! Aunque a la vez sentí un alivio—, son muy pocas veces que suceden estos casos, pero su esposo está pasando por los síntomas de una mujer embarazada y si mis sospechas son ciertas usted señorita está esperando un hijo del señor Cáceres.
«¿Que?¿Un hijo?» pensé.
—¿Cómo? ¿Un bebé en su vientre? —Señaló Jonny.
—Sí señor, quiero que se haga una de estas pruebas rápidas y luego te saquemos un poco de sangre para exámenes más definidos ¿comprenden?
Asentí, tomé la prueba de embarazo rápida y me dirigí al baño. Digamos que no sabía cómo se usaba eso, pero creo que lo logré y salió...
—Positivo. —Le dije a Jonny.
Él se levantó y me abrazó fuerte, en mi habían miles de emociones cobrando vida. Pero no me movía o decía algo.
—Calma, aún faltan las pruebas específicas —advirtió el doctor.
—Pero si el bebé está en su vientre ¿por qué yo tengo los síntomas? —preguntó Jonny con un tono más de queja.
—Hay pocos casos, aún no sabemos ¿por qué? —Inyectó la aguja y sacó sangre—, ahora le mandaré las pastillas que debes tomar, en caso de que estés realmente embarazada.
—Está bien... —Forcé una sonrisa algo adolorida.
—Te amo Ana. —Me dio un beso suave y volvió al baño a vomitar una vez más. «asco».
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Caminamos tomados de la mano por un largo pasillo hasta un consultorio, Jonny estaba nervioso, sus manos sudaban sobre las mías.
Había tenido pocos antojos a diferencia de Jonny, que todo le provocaba, vomitaba, se mareaba, ya no se desmayaba, «gracias a Dios», porque la verdad es que él pesa.
Toda mi familia estuvo atenta del embarazo de Erika y el mío, nos consentían y sobreprotegían, no hubo manera de que entendieran que era un embarazo no una enfermedad.
Me acosté en la camilla del consultorio, levanté mi camisa y él aprovechó y acarició mi panza ya grande por los cuatro meses de embarazo, luego la doctora aplicó un gel, junto a el desplazó la máquina con él líquido por toda la superficie.
—El bebé está perfecto —dijo ella—, tienes que ser constante con las pastillas y las vitaminas.
—De acuerdo, lo tenemos en cuenta —aseguró Jonny con buen padre protector.
—Bien. ¿Listos para saber el sexo del bebé? —preguntó la doctora, una sonrisa se posó en los labios de los tres.
—¡Sí! —afirmé.
Recordé las palabras de esas personas que siempre estaban conmigo, Óscar debatiendo con Adrian por ser el padrino, Erika imaginando a las niñas yendo a fiestas juntas, con la protección de Eros. Mi papá quería una linda niña, dijo que la iba a consentir simpre, un dolor de cabeza. Vanesa deseaba gemelos, pero yo no quería eso... no ahora. Eros exigió hermanito.
—¿Sí? —dudó él—, siento nervios...
Tomé la mano de Jonny y la besé.
—Todo va a estar bien y podrás regañar como se debe por tus raros síntomas.
—Tienes razón. Entonces sí —afirmó.
—¿Él siente los síntomas? —preguntó la doctora.
—Sí, gracias a él nos enteramos de mi embarazo.
—Eso es muy lindo —comentó y regresó su mirada a la pantalla—. Bien. Es... Mmm... —se tardó, «¿niña o niño? No lo sabía»—, ajá, es. Es una niña.
—¡Es una niña! —exclamó—, ¡Ana es una niña! —Me besó, con fuerza, sentí que trasmitía amor, emoción, felicidad, cariño—, Hanabeth.
—¿Qué? —fruncí el entrecejo.
—La niña se va a llamar Hanabeth y va a llenar nuestras vidas de colores —ensanchó su sonrisa.
—Un poco extraño, tenemos tiempo para eso... pero bien... —respondí sonriente—, la pequeña Hana.
Llegaron los colores a nuestra vida. Como mi padre, mi madre y el papá de Jonny nos enseñaron una vez, A, b, c... A, e, i, o, u... 1,2,3... Azul, rojo, amarillo... Ahora nosotros empezaríamos a enseñar, para seguir aprendiendo.
—¿Y? —Erika espera, con su enorme barriga, una respuesta—, ¿caballero o damisela?
—Querida Erika, le informamos que será la madrina de la próxima damisela Hanabeth Lucía Cáceres Aba. —Mi esposo imitó la voz de un locutor.
—¡Yeii! ¡Lo sabía! ¡Una linda damisela! —gritó ella y me abrazó.
—Traté de venir lo más rápido. —Entró Marcos con la respiración agitada—, ¿ocurre algo?
—¡Es una dama! ¡Una pequeña doncella! —le dijo Erika a mi hermano.
Él solté todo el aire que había contenido.
—Erika, algún día me matarás de un infarto, pequeña rara. Felicidades hermana. —caminó hasta mí y me abrazó.
—Gracias.
—Aquí está la cosa... —dijo Jonny con Eros a su lado.
—Eros... —corrigí—, mi hermoso bebé, ven.
Eros sé acercó sin dejar de ver a todas las personas a su alrededor, luego fijó su mirada en mí, soltó muchas risas y me abrazó.
—Mamá. —dijo con toda claridad—, te amo.
—¡Oh Dios! ¡Que encanto de bebé! —dije con mucha emoción y besé sus hermosas mejillas—, vas a tener una hermanita.
—Manita... —dijo el pequeño.
—Una pequeña Hanabeth Lucía —susurré.
Eros apretó mi mejilla y dejó un beso en la misma. Me soltó y caminó hasta donde estaba Erika sentada, acarició su panza, la miró y ella sólo le sonrió, él niño recostó su cabeza en la barriga y escuchó los latidos de la bebé, sonrió y finalizó su inspección con un beso en la misma.
—Ata —le dijo a Erika.
—Sí pequeño, katalina... —respondió ella.
Luego Eros caminó hacia mí y me miró.
—Hana —afirmó.
—Sí, Hana... —Erika y yo nos miramos, inmediatamente entendimos que el pequeño Eros tenía un gran afecto por las criaturas dentro de esas barriga, pero más afinidad con Katalina Carolina.
«Esa historia sería muy interesante...»
—Yo, exijo ser el padrino de la nueva integrante. —Pidió Oscar mirándome fijamente.
—No, lo seré yo. ¿Cierto? —cuestionó Adrian.
—¿Y si lo sorteamos? —sugerí—, es una buena idea.
—Bien —dijieron ambos.
Tomé dos trozos de papel, y en ellos escribí el nombre de cada uno, los doblé muy bien.
—Que elija la mano inocente... —Esperé que Eros eligiera un de los trozos de papel, cuando lo hizo, guardo el que aún está en mi mano y me dispuse a leer el elegido—, aquí dice... Adrian.
—¡Sí! —celebró el ya antes nombrado.
—Eros rompiste mis sentimientos —Oscar fingió tirteza—, no me hables.
—Oscar no te quejes tanto, ya habrán más pequeños para elegirles padrinos. —dijo Erika—, sin duda te hubiera elegido, pero antes están Jonny y Ana.
—Entonces... Pido ser padrino del siguiente Ana.
—Está bien. —contesté contenta—, vamos a cenar, Lisa nos preparó algo muy rico.
Y al final les doy mi secreto, aprovechen los momentos, cuiden a los más cercanos. El pasado, el presente y el futuro, están conectados. Siempre busquemos ese amor, porque existe, no llegará en un caballo, pero llegará y lo importante es ser feliz con esa persona que se elige vivir o sean ricos con yate.
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PREGUNTAS 💭❓.
1-. ¿Les gustó la historia?💕
2-. ¿Cuál de todos los personajes es tu favorito? :)⭐
3-. ¿Qué parte te gusta más? c:🍼
4-. ¿Ya me sigues en Instagram o en Facebook? Si no es así, te dejo nuevamente mis cuentas.
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5-. ¿La historia sí los dejó reflexionando sobre algo?🍼😏
6-. Dime cual es tu capítulo favorito :)))
7-. ¿Desde qué país me leen? 🌎📌
G e n e s i s A .
NOTICIAS DE A, B, C...
La historia está siendo editada: esta es mi primera historia terminada, sé que ha tenido muchos errores de ortografía y signos. Sin embargo, cuando aprendí todos esos datos ya estaba prácticamente publicada.
¿Por qué la edito? Porque sueño con llevar a mis hijos bellos a grandes concursos. Verla crecer más de lo que ya ha crecido es mi sueño pero para ello debo ser compasiva con los lectores. Amén. Jajaja. Bueno, solo aviso pra que sepan que mis otras historias no poseen este tipo de errores.
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