JiMin miraba a su novio, YoonGi solía concentrarse mucho en su trabajo, realmente amaba verlo concentrado.

NamJoon solía robarle a su novio, y aunque no lo diga directamente, ha sobornado a SeokJin un par de veces para que saque a NamJoon del estudio y tener un tiempo a solas con su gatito.

Estaba sorprendido por ver esas cartas que solían ser acompañadas de una flor y selladas como si fuera el siglo XV en Europa, de esa forma en la que solo lo había visto en series occidentales.
No se quejaba porque en secreto se ilusionaba al despertar cada mañana y encontrar una carta nueva, nadie podría conocer esa faceta de su novio, YoonGi era muy reservado respecto a sus pensamientos y emociones frente a los demás, pero cuando estaban a solas, ya sea porque los chicos habían salido o se encerraban en el Suga's Lab, YoonGi era cariñoso y su sonrisa no dejaba de estar presente... bueno, eso si en algun momento dejaban de besarse...

La verdad, él se sorprendía, ya había estado en una relación con una chica en la secundaria, y afirmaba su sexualidad sin problema, pero cuando TaeMin le confesó que MinHo le gustaba, realmente estaba aterrado, sabe que la sociedad tiene muchos prejuicios y temía que acabaran lastimando no solo a ellos como humanos sino también su profesión. La industria de la música era como caminar en una capa muy fina de hielo, en cualquier momento podía romperse.
También le daba curiosidad como es que se daban las relaciones homo, y se pasó días buscando blogs porque realmente quería que su amigo fuera feliz, hasta había armado planes de conquita que al final no fueron necesarios porque para su feliz sorpresa, MinHo correspondía a TaeMin y más tardó en darse cuenta que en que ese par se volviera pareja.

JiMin los felicitó y deseó que sus decisiones no los lastimara.

Sin darse cuenta, comenzó a mirar más a YoonGi, su mayor podría ser su tipo y quizás todo se dio desde ese run donde estaba vestido como una estudiante. Pero no fue la ropa, sino que por un instante pensó en como hubiera sido su vida si YoonGi hubiera estado en su misma escuela. Quizás hubieran corrido a los baños para besarse en los descansos justo como en los animes bl que solía ver a escondidas de los integrantes del equipo.

Antes de que pudiera pensarlo, ya se estaba sonrojando al compartir espacios cerrados con Yoon.

Fueron noches largas antes de admitir en sus pensamientos que estaba atraído por YoonGi. No pensó que fuera algo malo porque al final era su vida, lo que lo detuvo en un principio era el pensar como reaccionaría la sociedad si llegaban a esparcir rumores de ellos dos saliendo, TaeMin tenía citas secretas y muy privadas con MinHo, pero JiMin sabía lo dificil que había sido para YoonGi llegar tan alto.
Estaban en el esplendor de su carrera musical y no quería ser el culpable de que todo se derumbara para su mayor. YoonGi siempre había sido un hyung que respetaba y admiraba por su talento y esfuerzo. No quería quitarle eso... así que solo guardó silencio...

Pero, había algo que siempre los juntaba, JiMin no dejaba de estar nervioso porque los roces entre ambos solían provocar sus tartamudeos y sonrisas avergonzadas, además de que había cierta complicidad cada vez que se miraban los ojos. Nunca pudo imaginar que YoonGi correspondería sus sentimientos, aun cuando solo se trataba de una atracción.

No puede olvidar aquella noche donde ambos compartieron habitación, una vez se apagaron las cámaras, YoonGi encendió la lamparita de su lado de la cama, y preguntó si estaba dormido, JiMin estaba ansioso, no sabía que esperar de esa pregunta y suspiró de anticipación. YoonGi lo invitó a acompañarlo y beber un poco, a falta de copas y que ninguno quería llamar la atención mas de lo necesario, decidieron beber de la botella de vino por turnos.
Ambos se relajaron luego de los primeros tres tragos, y comenzaron a platicar....

"Me gustas, JiMin..."

No sabe si YoonGi lo recuerda, pero esa noche se besaron por primera vez. Los suspiros y respiraciones se mezclaban tan bien, que no sabrían separar ni la suya ni la de él.

El vino se terminó, y tal vez ambos se habían embriagado... el uno del otro...

Cuando YoonGi por fin le pidió salir, JiMin realmente sentía que era un sueño, y de ser así, no quería despertar...

Y quizás seguía viviendo un lindo sueño junto a YoonGi... su novio que lo miraba desde su escritorio, como lo más hermoso del mundo...