♪Dos♪
La mirada de color chocolate se posa sobre el escritorio de la recepción, desde donde una mujer de cabello negro y ondulado lo invita a acercarse, mostrando una larga uña pintada de bermellón, como sus labios. Los grandes ojos negros se clavaron directamente en todo su cuerpo, juzgando su aspecto, en su bello rostro, mostrándose satisfecha con lo que estaba frente a ella. Cuando Oikawa se acerca lo suficiente puede ver el nombre de la mujer, escrito en una placa a su costado sobre el escritorio.
Cilepht Bleacker
—Buenas tardes, señorita— el chico decide regalarle su sonrisa más brillante, esa con la que deslumbraba a la mayoría de mujeres.
—¿Oikawa Tooru? Obviamente debe ser usted, deme un momento para ubicarlo con el señor Kuroo— el tono de voz era realmente alegre, parecía que le emocionaba la idea de un nuevo modelo en la agencia. O simplemente su buena apariencia.
—Muchas gracias— un guiño siempre ponía a suspirar a las chicas, pero ella en específico solo había soltado una corta risita.
Con el teléfono pegado al oído, la chica tamborilea sus dedos sobre la mesa, esperando pacientemente a que contestaran su llamado.
—Iwaizumi, Oikawa está aquí ¿Donde será la entrevista con el señor Kuroo?— la respuesta recibida es de unos cuantos segundo para luego dar las gracias y colgar—. Disculpe, Iwaizumi, el asistente del señor, vendrá por usted enseguida para guiarlo, por favor tome asiento mientras espera— pide, señalando unas sillas en fila a un costado del lugar.
Pero Oikawa no llega ni a la primer fila cuando Iwaizumi, su amigo de la infancia, ya está allí para llevarlo a su destino. El chico se ve demasiado formal, más de lo que Oikawa había podido ver en toda la vida de su amistad.
—Iwa...— había querido empezar su saludo, cuando se ve interrumpido par tomar su mano. La expresión de su rostro era resplandeciente.
—Lo tienes, Oikawa— le asegura, comenzando a guiarlo entre los pasillos hasta un elevador, en el que deben detenerse para esperar su llegada.
—¿Lo... Tengo?— su cerebro no termina se hacer sinapsis.
—Kuroo ve potencial en ti— Iwaizumi lo empuja dentro del elevador cuando este se abre, estando vacío.
Presiona el número 16 y las puertas se cierran, dejándolos con la sensación de vértigo que produce el elevador al subir por varios pisos. Es esa misma acción la que brinda el tiempo suficiente a Oikawa para procesar la información que Iwaizumi había conseguido. Ni siquiera podría figurarse una manera en la cual el jefe de esa agencia de modelaje lo aceptara de buenas a primeras.
─Eso sí, tienes la aprobación de Kuroo, que es la mano derecha de la dueña del lugar─ termina de informar Iwaizumi mientras las puertas se abren lentamente para que puedan salir del pequeño espacio─. Hoy tendrás una reunión con Kuroo, las preguntas banales para contratarte, luego una sesión de prueba y con la suerte que traes seguro él mismo agenda una cita con Clearke para poder hablar sobre ti siendo la cara que represente a la empresa ahora.
Oikawa no podía terminar de digerir un poco de información cuando su amigo ya se encontraba bombardeandolo con otra tanda. Era realmente alucinante, y eso que el reloj apenas apuntaba a las 09:00 a.m., siendo el chico demasiado puntual para sus entrevistas.
─¿Podrías paras un segundo? No termino de asimilar algunas cosas...─ Oikawa intenta que su amigo deje la loca carrera que se traía.
─¡Apresúrate, Oikawa, Kuroo te está esperando y tienen bastantes pendientes para hoy!─ regaña, llevando aún más aprisa al guapo modelo.
En ese momento las puertas que daban a la oficina de Kuroo se abrieron, mostrando al hombre sentado detrás del gran escritorio. La mirada felina se divierte al hacer un recorrido por todo el cuerpo de Oikawa, pero eso no le molesta realmente.
Una extraña electricidad recorre ambos cuerpos, dejándolos con la mirada fija sobre el otro.
—Pasa, Oikawa.
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