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Después de adentrarse en el bosque, el grupo se bajó de los elefantes. Tenían que caminar desde aquí.
A Jungkook le preocupaba que Jimin, quien tenía un cuerpo débil, lo pasara mal, pero Jimin caminó valientemente por el bosque.
Pensó que no podría soportarlo porque estaba muy emocionado, pero fue sorprendentemente serio y profesional. Incluso le aconsejó a Jungkook que matara el sonido de sus pasos, diciendo que no era bueno asustar a los animales. La seria apariencia de Jimin mientras exploraba los alrededores, hizo que Jungkook pareciera conocer el significado de enamorarse de la misma persona dos veces.
—Oh, Jungkook. ¿Puedes ver eso?
Mientras caminaba, Jimin estiró su dedo. Había dos ciervos en el punto donde señalaba. Parecía que no le tenían miedo a la gente, ya que no se escaparon a pesar de estar a una distancia bastante cercana.
—Vaya, es realmente increíble…
Cuando uno de los guías le permitió acercarse, Jimin dejó inmediatamente el camino y se acercó a los ciervos. Jungkook miró a su alrededor y siguió a Jimin.
La mayor parte de la hierba era lo suficientemente alta como para llegar a la altura de su cintura, y los árboles eran tan densos que resultaba difícil saber dónde estaban, pero Jimin se adelantó con entusiasmo. Jungkook estaba preocupado por él, pero como dijo, sus habilidades de supervivencia eran mucho mejores, por lo que solamente se mantuvo en silencio detrás de él.
Había todo tipo de animales en el bosque. Dondequiera que pisara, los bichos huían, los pájaros volaban entre los árboles e incluso aparecían serpientes.
Jungkook se sentía al borde de la muerte. Todo tipo de bacterias, gérmenes sucios y excremento de animales estaban por todas partes.
— Vaya, ¿esto es realmente caca de leopardo?
Jimin estaba encantado de ver el excremento de un animal salvaje, ya sea que supiera sus inquietudes o no.
—¿Puedo tocarla?
…Incluso la tocó.
—¿Ya viste, Jungkook? ¡Puede que haya un leopardo cerca de aquí…!
—Sí. Sí, lo vi.
Apretó el desinfectante y lo aplicó en las manos de Jimin, y luego rápidamente lo aplicó en las suyas. Estaba loco por querer lavarlo con agua y jabón.
—¡Oh, creo que ahí también hay caca de leopardo! ¡Cierto!
Jungkook siguió los pasos de Jimin, agitando las manos sin parar para evitar que los bichos se abalanzaran sobre él. Quería volver a casa de inmediato. Echaba de menos un baño y una comida adecuados. Sin embargo, al ver a Jimin tan feliz, el sufrimiento pareció disiparse un poco.
Los guías locales les han advertido en varias ocasiones sobre los peligros de este bosque. Al parecer, varios lugareños han resultado heridos por los depredadores. Jimin también dijo que había visto ese tipo de incidente en un documental antes.
Jungkook trató de restarle importancia. Es un suceso muy raro, y además estaban acompañados de guías locales que estaban familiarizados con el bosque, así que pensó que no debía preocuparse. Si fuera una zona tan peligrosa, no habría venido. Sin embargo, cada vez que oía ruidos, no podía evitar sentirse nervioso.
Poco después de la expedición, el grupo decidió tomar un descanso. Jimin le ofreció a los guías bocadillos traídos de Corea.
Cuando lo vio ser tan amigable, se puso celoso, pero entonces recordó lo que Jimin le había dicho anteriormente. La historia acerca de ser amable con otros por él, fue una de las tantas cosas que aprendió de Jimin.
De todos modos, Jungkook se estaba volviendo loco porque quería lavarse de inmediato. Debido a la larga caminata, todo su cuerpo estaba sudado y el olor a elefante todavía le picaba la nariz. Las suelas de sus zapatos estaban empapadas de algo que no sabía si era excremento o barro.
Y sobre todo… Aquí no había ningún retrete. A Jungkook le resultó difícil aceptar ese hecho.
Se vió obligado a sacudir su ropa y miró de reojo. Jimin estaba hablando con los guías sobre esto y aquello. Al escucharlo hablar sobre animales y viendo sus ojos brillar, pensó que era bueno haber venido.
—Esto… ¿Dónde puedo encontrar un baño…?
Cuando Jungkook preguntó, tratando de ocultar sus dificultades, los guías señalaron con la barbilla hacia los arbustos con caras que parecían decir por qué estaba preguntando tal cosa. Jungkook contuvo la humillación y sacó toallitas húmedas de su mochila.
—¿Quieres que te acompañe?
Preguntó Jimin, pero Jungkook negó rápidamente con la cabeza. ‘Ir juntos. De ninguna manera’. Por muy casados que estén, nunca podría mostrarle su apariencia en el baño
—Volveré rápido.
—Pero… ¿Estarás realmente bien, Jungkook?
Su expresión al preguntar ansiosamente era bastante seria. De hecho, recordó la historia sobre el tigre pudiendo saltar sobre un elefante, pero como no podía mostrar una apariencia asustada, Jungkook sonrió con la mayor frialdad posible.
—Estoy bien. Tú sigue descansando.
Dijo eso, pero Jungkook no estaba bien. Incluso cuando era joven, nunca había defecado en ningún lugar del exterior. Para un alfa culto que fue criado con la mejor educación, eso era un acto inconcebible.
Incluso cuando bebía, nunca había hecho nada imprudente contra una pared. Aunque tampoco nunca ha estado borracho. Estar afuera y derramar excremento en cualquier lugar era algo que una persona no debería hacer. Así que Jungkook tenía que dejar de ser una persona ahora.
Pero no podía evitarlo. Se desabrochó los pantalones mientras pensaba que Jimin tuvo que haber sufrido algo similar. Huyó de él y vivió una vida mucho más peligrosa que ésta. Pensar de nuevo en esa época hizo que su corazón volviera a doler.
Después de comprobar los alrededores varias veces, Jungkook se bajó la cremallera estando aún de pie. Era vergonzoso, pero iba a manejar la situación como un adulto inteligente, para después limpiarse las manos con toallitas húmedas.
Ojalá tuviera desinfectante sin agua. Debería haberlo traído. En el momento en que se volvió con pesar, Jungkook se asustó.
Una enorme bestia que veía por primera vez estaba justo frente a él. Era un rinoceronte.
Aunque estuvo a punto de desmayarse, Jungkook afortunadamente recordó el hecho de que el animal no hacía daño a la gente y lo que uno de los guías le dijo que hiciera. No mostrar sorpresa, no darles la espalda de repente ni hacer ruidos fuertes.
—…No tengo ninguna intención de hacerte daño.
El animal no podía entender las palabras del hombre, pero aun así siguió hablando. Jungkook retrocedió lentamente, con mucho cuidado, a un ritmo que no asustara al rinoceronte. Afortunadamente, no había sido un carnívoro. Por supuesto, había solicitado con anticipación que se excluyeran las zonas donde suelen aparecer los depredadores tanto como fuera posible.
En un principio, el maloliente y gigantesco animal pareció tenerle miedo, por lo que pensó que se daría la vuelta y desaparecería o que no se acercaría. Pero de alguna manera, el rinoceronte dio un paso más hacia Jungkook.
—No te acerques.
Le advirtió con severidad, pero nuevamente el animal no pudo entender el habla humana. Jungkook, avergonzado, dio un paso hacia atrás, y el rinoceronte se acercó un pasó más. Incluso trató de poner su sucio hocico sobre él.
—¡Aléjate! Soy un hombre casado.
Jungkook estaba harto de esto y caminó hacia un lado. El rinoceronte continuó siguiéndolo sin ninguna pizca de miedo hacia él.
‘Maldita sea, qué le pasa a este animal…’
El olor le atormentaba la nariz. Jungkook comenzó a caminar más rápido porque quería separarse rápidamente de esta asquerosa bestia. El rinoceronte le siguió incluso mientras caminaba hasta donde estaba el grupo.
—¡Oh, Jungkook!
Jimin, que estaba sentado en una roca, se levantó de un salto. Los guías locales también se acercaron con miedo.
—Esto, detrás del Sr. Jungkook, hay…
—Lo sé. ¡No he hecho nada, pero no sé por qué esta bestia sigue persiguiéndome…!
El rinoceronte había comenzado a seguirlo repentinamente. Jungkook estaba tan avergonzado que no sabía qué hacer, pero los guías locales se echaron a reír. Parecían convencidos de que el rinoceronte no le haría daño.
—¿Puede hacer algo con esto? Dígale que se aleje.
—No sé hablar rinoceronte.
El guía local encargado de la interpretación respondió juguetonamente y se encogió de hombros. Jimin se levantó y se acercó. Cuando extendió la mano hacia él, sólo entonces el rinoceronte giró la cabeza y desapareció en el bosque.
—Jungkook también es popular con los animales. Jajaja.
Jungkook se sintió aliviado solo después de escuchar la risa de su cónyuge. Trató de no demostrarlo, pero le temblaban las piernas. Jimin examinó su complexión.
—Mi lindo Jungkook, ¿estabas muy sorprendido?
Debería de estar avergonzado por ser un alfa y haber mostrado su lado débil delante de su compañero. Sin embargo, Jungkook no lo estaba. Podría fácilmente haber negado la pregunta, pero no lo hizo. Y se limitó a asentir suavemente con la cabeza.
No se avergonzaba de mostrar debilidad delante de su omega. No le avergonzaba en absoluto ser consolado y protegido por él. Porque era su esposo.
—… Sí, me sorprendió.
—Ay, mi esposito. Ven aquí. Te daré un abrazo.
Jimin extendió los brazos y lo abrazó. Jungkook se acurrucó en silencio tanto como pudo en sus brazos. Para que Jimin, quien era más pequeño que él, pudiera abrazarlo libremente.
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