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90 por ciento.
—Así que este trimestre, será mejor que nos centremos en el desarrollo de nuevos productos…
El gerente general Yoon, que hablaba a través de la pantalla, tosió un par de veces. Su mirada estaba concentrada en el hilo de tejer rosa que sostenía su jefe en la pantalla.
Jeon Jungkook había encendido la videoconferencia y estaba ‘tejiendo’ algo a lo largo del informe. Gracias a esto, todos los ejecutivos clave de Keystil Leisure que participaban en la videoconferencia estaban atentos a la pantalla.
Nadie imaginó nunca que Jeon Jungkook tuviera como hobby, o afición, hacer ropa pequeña. Uno de los ejecutivos que no podía superar su curiosidad se olvidó de apagar el micrófono y dijo: —Son calcetines,
¿verdad? Calcetines del porte de un dedo. Incluso llamó a un empleado que estaba a su lado para que mirara la pantalla.
De todos modos, dado que estaban en una reunión con el director ejecutivo, el gerente general Yoon terminó su discurso profesionalmente en lugar de preguntarle qué era lo que estaba sosteniendo.
Jeon Jungkook, por su lado, estaba en un problema muy serio en este momento.
Detuvo la aguja y comenzó a contar los puntos en el calcetín que tenía menos de la mitad del tamaño de su palma. Uno, dos, tres… Creo que sería mejor acortar la distancia entre los puntos… Parecía que tendría que volver a revisar su libro de tejido.
– —Ah, umh, ¿Director Ejecutivo?
No fue hasta que el gerente general Yoon lo llamó cuidadosamente que Jungkook dejó la aguja y el calcetín que tenía en la mano, de manera muy cautelosa
– —De acuerdo, por favor, envía los datos a mi correo.
Después de la reunión, Jungkook trasladó con cuidado el calcetín que había estado tejiendo a una canasta. Cuando estaba a punto de levantarse, de repente midió el tamaño del calcetín con el de su dedo.
La planta del pie no tenía ni siquiera la longitud de su dedo índice. Cuando comprobó la ridícula y pequeña talla, su cara se puso ligeramente roja.
—Oh, ¿ha terminado la reunión?
El secretario Hong entró en el restaurante y recogió su computadora portátil. Cuando trató de hacer lo mismo con la canasta de la lana, Jeon Jungkook se la quitó con cierta brusquedad.
Se sintió confundido por un momento, pero cuando vio la forma en la que Jeon Jungkook sostenía la canasta en sus brazos, desistió de decir algo. Sin embargo, estos días, afortunadamente ya no era dejado en el pasillo ni tratado como menos que un ser humano. Realmente no podía entender qué clase de milagro era este, pero Dios mío, Jeon Jungkook incluso había empezado a preocuparse por su alimentación. Aunque era obvio que alguien le había pedido que lo hiciera.
Cuando Jungkook llegó a la habitación, Jimin estaba con los ojos cerrados escuchando un programa de meditación. Cuando lo vio relajado con la espalda apoyada en la cabecera de la cama y con las manos puestas sobre su vientre, una sonrisa de alivio se extendió en sus labios.
Era bueno que siguiera concentrado en la meditación a pesar de haberlo escuchado entrar. Jimin ahora necesitaba concentrarse en sí mismo, no en Jeon Jungkook. Se sentía aliviado de poder verlo controlar su respiración de buena manera.
– —Respire profundamente y exhale. Tómese su tiempo y respire de nuevo…
Mientras respiraba profundamente, Jungkook se sentó en una silla junto a la cama, puso la cesta con la lana en su regazo y siguió con el tejido del calcetín. Era la primera vez que tejía, pero no fue tan difícil. Tendía a aprender cualquier cosa rápidamente, y era más fácil y agradable hacerlo cuando pensaba que era algo para Jimin.
Después de terminar la meditación, Jimin abrió los ojos, comprobó la presencia de Jungkook a su lado, y abrió los ojos aún más por la sorpresa.
—¿Qué es eso?
—Calcetines de bebé. Están en conjunto con los de Jimin.
—Wow…
Como si estuviera realmente sorprendido, la apariencia de Jimin con la boca abierta mientras lo admiraba, era realmente linda.
—¿Por qué estás tan sorprendido? —Sólo… Nunca imaginé que Jungkook pudiera hacer algo como esto. Pensé que serías del tipo de persona que lo hace en secreto en un lugar donde nadie más pudiera verte, pero estás inesperadamente confiado…
—Estoy haciendo calcetines para mi esposo y mi hijo, no tiene nada de malo, así que… ¿Por qué debería ocultarlo?
No es como si no fuera consciente de la mirada de los demás, incluido el secretario Hong. O de la mirada sospechosa que el gerente general Yoon le había dirigido persistentemente antes.
Sin embargo, Jungkook no tenía ninguna intención de ocultar lo que estaba haciendo por su omega. No tenía razones para hacerlo. Ocultar algo y sentirse avergonzado por ello eran actos cometidos por aquellos que no tienen el poder para protegerse a sí mismos.
Jimin sonrió como si le hubiera gustado su respuesta. Por esa sonrisa, pensaba que podía hacer cualquier cosa, no sólo unos calcetines.
—¿De verdad vas a hacer para mí también?
—Sí, los del bebé serán rosados y los de Jimin blancos.
—Entonces haz un par a juego para ti también, Jungkook.
La aguja, que se había estado moviendo hábilmente, se detuvo de repente.
—…No los necesito.
—¡Oye, no digas eso! Tienes que hacerte unos que combinen para tener un conjunto familiar.
Conjunto familiar… Sabía el significado, pero no pudo evitar toser ante las palabras desconocidas. Aunque realmente no necesitaba calcetines de lana blanca.
—Somos una familia.
Tras las siguientes palabras de Jimin, Jungkook sintió como si le hubieran golpeado la cabeza con algo.
—Somos una familia, así que deberíamos tener un conjunto familiar… Asegúrate de llevar también calcetines blancos. Aunque creo que el rosa también te quedaría bien. Porque es un color muy bonito.
Las palabras de Jimin mientras jugueteaba con su tableta, no llegaron a sus oídos. Sólo la palabra ‘familia’ resonó como una campanada en su cabeza.
Nunca ha tenido familia. Una abuela que chasqueaba la lengua cada vez que veía a su nieto, que ha estado luchando por sobrevivir solo desde que era un niño, no podría ser considerada como familia.
Pero Park Jimin era diferente. Estaba seguro de que él podría darle aquello que otras personas conocen como ‘familia’.
—Familia…
Se sintió más real cuando lo dijo en voz alta. Familia.
La ceremonia habían decidido celebrarla después del parto. Mientras tanto, habían comenzado a buscar su casa de recién casados. Jungkook quería elegir un lugar un poco alejado de la ciudad para que Jimin pudiera estar tranquilo. Y Jimin pareció estar de acuerdo, pero igualmente le sugirió una selección más cuidadosa. Jungkook aceptó y también buscó algunos lugares en Seúl.
En el futuro, compartirá su vida con Park Jimin en la misma casa. Comerán juntos y tal vez también vayan juntos al trabajo. Cuando abra los ojos por la mañana, siempre estará Jimin, y podrá verlo acostado a su lado incluso cuando se despierte por las noches.
Era algo en lo que ya había pensado antes de proponerse, pero volvió a sentirse abrumado. Compartir la vida con alguien era algo terrible que nunca hubiera imaginado.
—¿Qué pasa? Nos vamos a casar de todos modos… Así que es normal que seamos una familia…
Dijo Jimin con un mohín juguetón en los labios. Jungkook dejó la canasta, se acercó a él y lo besó. Jimin, quien pareció brevemente sorprendido por el repentino beso, pronto envolvió suavemente los brazos alrededor de su cuello.
Sus labios estuvieron mezclados por un tiempo hasta que necesitaron tomar aire. Jimin jugueteó con el cuello de su camisa mientras pensaba en algo, y Jungkook alargó la mano y tomó la canasta que había dejado sobre la silla.
—Jungkook, he estado pensando… En el nombre de nuestro hijo.
Durante las últimas semanas los dos han estado pensando en un nombre para su bebé.
Jungkook había dicho que podían buscarlo en algún registro de nombres, pero Jimin quería construirlo él mismo. Y Jungkook prometió respetar al máximo su opinión y considerar juntos el nombre. Fue entonces que se dio cuenta que no tenía sentido de la nomenclatura.
—¿Tienes alguna idea?
Jimin inclinó la cabeza. Al ver que no respondía de inmediato, parecía ser un nombre que realmente le gustaba o uno embarazoso de decir.
—Dime.
Jimin sonrió mientras agarraba la aguja de tejer y evitaba el contacto visual.
—¿Qué te parece si le ponemos un nombre compuesto, el primero podría ser parte de tu nombre o el mío y el segundo un nombre aparte?
—Está bien. Me gustaría que llevara sólo parte de tu nombre. —¿Hmm? ¿Por qué?
Jimin cogió la lana y jugueteó con ella con las manos. La suave textura se sentía muy agradable mientras pasaba la bola de estambre de una mano a la otra.
—Me preocupa que si lleva parte de mi nombre saque un poco de mi personalidad cuando crezca.
Lo dijo en serio, pero Jimin estalló en carcajadas.
—¿Quieres decir que… Tienes miedo solamente porque pueda parecerse a ti?
Jungkook cerró la boca. No contestó y siguió tejiendo con una expresión solemne.
—Entonces, ¿qué tal si como apodo de bebé le decimos ‘Gukkie’ mientras que su nombre de pila podría ser ‘Jimgguk’? Ninguno de los dos tiene género. ¿Te parece bien?
El tejido tan eficaz se detuvo por un momento. Jungkook miró a Jimin con los ojos inclinados y sonrió sinceramente. Estaba realmente contento. Le había gustado mucho la idea.
—Me gustan, ambos.
Jimin sonrió con orgullo cuando le respondió con una sonrisa refrescante. Como si todavía tuviera algo que decir, miró lentamente hacia los ojos de Jungkook mientras jugueteaba con la lana, y abrió la boca.
—Por cierto, la manera en cómo me llamaste antes… Fue muy buena. ¿Podrías volver a decírmelo?
Jungkook le miró con las cejas levantadas. Sus ojos brillantes eran bonitos, así que sabía lo que quería, pero no quería dárselo. Pero si no lo hacía, sus labios volverían a enfurruñarse.
—¿Te gustó tanto que te llamara mi esposo?
Efectivamente, su cara se puso roja. Jungkook presionó los labios contra su frente, luego se encontró con sus ojos justo delante de su nariz. —Mi esposo, Jimin.
Esta vez, su cara se tornó aún más roja. Jungkook sonrió, se alejó y empezó a tejer los calcetines de nuevo. Jimin agitó sus manos fuertemente.
—Vaya, realmente… Esto es realmente impactante.
Jimin, que había estado abanicándose con las manos mientras respiraba agitadamente, luego cruzó sus brazos alrededor del cuello de Jungkook sentado a su lado. Al girar ligeramente los ojos hacia Jimin, quien estaba colgado de sus hombros, estableció contacto visual.
—Mi esposo, Jungkook.
Cuando lo vio susurrar y sonreír, pudo entender por qué se había avergonzado tanto. Jungkook no ocultó su cara sonriente.
La lana enrollada en la mano de Jimin volvió a la canasta. Parecía que necesitaría mucha más lana para hacer otro par de calcetines para un hombre adulto.
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