40 por ciento.

Jeon Jungkook no descansó ni siquiera después de regresar a Seúl. Le dijo al secretario Hong que buscara el lugar donde posiblemente estuviera Park Jimin por cualquier medio.

— Director, creo que la policía lo está vigilando.

El secretario Hong lo dijo con mucha cautela. Era comprensible. Llevaba más de 10 días buscando a Park Jimin. Sin embargo, no podía pedir la ayuda de la policía.

—No me importa cuánto gastes, así que sólo encuéntralo.
Mantenlo en silencio para que los rumores no salgan a la luz.

—Sí. Ah, y… Tiene una cita hoy…. Lo sabe, ¿verdad?

Preguntó con más cuidado esta vez. Jeon Jungkook adivinó cual era la cita de la que estaba hablando, pero no contestó.

—Es una reunión única, así que tiene que ir esta vez.

Había olvidado por completo su cita con Shin Ah-yeon por haber estado dando vueltas por la montaña. El Secretario Hong parecía haberlo ajustado todo por su cuenta.

—Ya apareció el artículo por cierto. Lo he comprobado yo mismo.

Jungkook arrugó las cejas ante las palabras que siguieron.

—¿Qué artículo?

—Hoy ha salido el artículo con respecto a Shin Ah-yeon. Ese artículo que le pedí que revisara cuando estaba en la montaña, pero…

—Ah.

Jungkook recordó tardíamente, cavando en su memoria. Ahora que lo pienso, recuerdo que el Secretario Hong me mostró un artículo con Shin Ah-yeon cuando andaba buscando a Park Jimin.
El contenido era exactamente el esperado. La hija mayor de NX, Shin Ah-yeon y Jeon Jungkook, están saliendo.

Cuanto antes, mejor, así que accedió a enviar el artículo lo antes posible.

La presidenta Yoo se sentirá aliviada al ver el artículo. Y si ella se siente aliviada, Park Jimin estará a salvo por el momento.

—…¿Debería hacer que bajen el artículo? Aunque ya debe de haber aparecido en el portal principal.

—No, no. Así está bien.

Jungkook asintió tardíamente con la cabeza, y sólo entonces el secretario Hong se inclinó de forma relajada y salió del officetel. Jungkook se tumbó en el sofá y se restregó la cara. Parecía que el cansancio de hace unos días estaba llegando tardíamente. Incluso aunque ya publicó un artículo por adelantado, no quería encontrarse con Shin Ah-yeon. No, para ser exactos, no quería salir en una cita. No era suficiente con dedicar toda su energía para encontrar a Park Jimin de inmediato. Ni siquiera tenía una idea de dónde podría estar ese pequeño omega caminando por esta amplia nación llamada Corea. Y…
‘…Puede ser que esté realmente embarazado’.

Le dolía la cabeza de sólo pensar en Park Jimin, pero cuando pensaba en el posible ‘embarazo’, no podía siquiera respirar.

‘¿Cómo te atreves a tener a mi hijo en tu vientre y andar por ahí libremente?’

Era absolutamente imperdonable. Park Jimin andaba deambulando por ahí con su propio hijo. Si le atrapaba, juró castigarlo como es debido.

A pesar de su enfado, Jeon Jungkook se vio obligado a lavar su cuerpo sucio y a cambiarse de ropa.

Él sabía cómo era su abuela. La presidenta Yoo haría cualquier cosa por el Grupo Keystil. En otras palabras, era una persona que podría matar a Park Jimin en cualquier momento si lo consideraba una amenaza.
Es por eso que debe reunirse con Shin Ah-yeon del Grupo NX. Sólo en caso de que Park Jimin difundiera rumores sobre que el director ejecutivo de Keystil, Jeon Jungkook, lo tenía encarcelado. 

Sin embargo, Jeon Jungkook se cuestionó de repente. ¿Eso tiene sentido?

Jungkook no tenía ninguna intención de casarse con Shin Ah-yeon sólo por ese motivo, el cual era demostrar que no tenía nada que ver con ese posible  escándalo y que planeaba conocer a una Beta normal y construir una familia en el futuro. Es decir, esto solo era una medida desesperada que sólo mostraría un efecto temporal.
Además, en opinión de Jungkook, era poco probable que Park Jimin difundiera rumores inútiles. Un método demasiado sencillo para alguien como él.

Mientras continuaba con sus pensamientos, de repente sintió una sensación de incongruencia. Con la mano que ataba su corbata detenida, Jungkook se miró en el espejo.

‘¿Park Jimin no tenía miedo?’.

Pensaba que ya lo sabía todo sobre Park Jimin, pero al hacer una comprobación exhaustiva de sus antecedentes, ahora, extrañamente, pensaba que realmente no sabía nada sobre él.

Aunque de todos modos, para no permitir que la presidenta Yoo le hiciera daño a Park Jimin, tenía que fingir un encuentro casual con Shin Ah-yeon. Jungkook se presentó lo suficientemente aseado como para no ser grosero con la persona con la que se encontraba por primera vez.

Shin Ah-yeon tenía buen aspecto con el pelo corto a la moda y además era muy alta. Tan pronto como vio a Jungkook, se levantó de su asiento y sonrió ligeramente, haciéndolo sentir relajado.

—No necesita presentarse, ¿verdad?

Cuando Shin Ah-yeon lo interceptó de repente en lugar de saludar, Jeon Jungkook no entró en pánico y se limitó a sonreír.

Jeon Jungkook, sentado frente a ella, tomó un sorbo del agua fría que había traído el empleado y cruzó las piernas.

—¿Por qué estás aquí?

Le preguntó a Shin Ah-yeon. Sus intenciones eran obvias. Era para complacer a la presidenta Yoo. Sin embargo, las intenciones de Shin Ah-yeon eran desconocidas.
Ella sonrió y se echó hacia atrás. Su rostro sonriente era tan frío como su apariencia.

—Nuestro presidente es testarudo. Tiene muchos prejuicios contra su propia hija.

El presidente de NX era tan rígido como la presidenta Yoo. Y Shin Ahyeon era diferente a Jeon Jungkook. Ella no era del tipo que se rebela.

—Así que si no hago lo que me dicen, tendrá más prejuicios. Eso es todo.

Ella sonreía, pero el aburrimiento era evidente en su rostro.

—¿Y de casualidad lo sabes? A diferencia de mi padre, a la presidenta Yoo realmente podría agradarle…

Jungkook, que estaba a punto de decir que no tenía intención de tener nada que ver con ella, se calló. En su lugar, manejó sus expresiones faciales.

El lugar en el que estaban estaba justo al lado de una ventana frontal abierta, y los periodistas podrían estar tomando fotos de los dos desde algún lugar que no se podía ver. 

Tal vez mañana, pasado mañana, o ya esta misma tarde, se publique un artículo más. Adjuntando información debajo de las fotos, confirmando la relación romántica de los dos saliendo con orgullo en el café del primer piso del Hotel Keystil.

—Así que es por eso.

Shin Ah-yeon dijo, tomando un sorbo de café.

—Para el Sr. Jeon Jungkook es lo mismo, y no me interesa para nada usted como individuo. Pero me pregunto si podemos ayudarnos mutuamente.

—¿Qué quieres?

Jungkook la miró y sonrió. No demasiado brillante, solo lo suficiente para parecer lo apropiado en una pareja que está teniendo una cita. Shin Ah-yeon también sonrió moderadamente mientras sostenía una taza de café.

—Por favor, preséntame a la presidenta. No puedo simplemente confiar en mi familia.

—No es difícil. Creo que podría funcionar.

—Eso es un alivio. Mi familia está tan necesitada que no puedo ni hablar.

Shin Ah-yeon, que dejó la taza de café que sostenía, se rodeó las rodillas con las manos.

—¿Pero puedo hacerte una pregunta?.

Jungkook asintió en lugar de responder.

—¿Por qué está aquí el director Jeon Jungkook?.

La pregunta posterior hizo que Jungkook se inquietara un poco. Podría haber dicho a grandes rasgos que había venido porque la presidenta Yoo se lo había pedido, no había ninguna otra razón. Pero de alguna manera no quería decir eso.

Jungkook respiró lentamente y luego exhalo. Y eligió cuidadosamente las palabras durante mucho tiempo.

—…Tengo a alguien a quien quiero salvar.

Después de escupir la palabra ‘salvar’ de su propia boca, algo se sintió incómodo. ¿Quién salva a quién?
¿Yo a Park Jimin? Después de haberlo encarcelado y obligado a firmar un contrato para dar a luz a un hijo. La palabra ‘salvar’ sin duda tenía una connotación negativa.
Por lo tanto, Jungkook corrigió su postura y corrigió sus palabras esperando que la confusión no se revelara en el exterior.

—No, hay alguien que quiero recuperar.

***

Jimin refrescó y actualizó la pantalla. Sin embargo, no esperó que el artículo de la pantalla cambiaría.
Buscó otros artículos por si acaso. Shin Ah-yeon y Jeon Jungkook, las citas, el grupo NX y el grupo Keystil… Salieron unos cuantos resultados más después de buscar con una combinación de palabras limitadas. Sin embargo, no eran muy diferentes al contenido del primer artículo que vio. 
Nunca había oído el nombre de Shin Ah-yeon. Sólo se enteró por medio del artículo que es la hija del presidente del grupo NX. Y cuando Jimin se enteró de que tenía una ‘relación amorosa’ con Jeon Jungkook, no supo aceptarlo.
Jimin se envolvió la cabeza después de conectar el teléfono celular apagado a una batería portátil. Esta era una variable inesperada, por lo que tendría que pensar en contramedidas, pero no podía pensar en nada.

‘¿Cómo pudiste hacerme esto?’.

Jimin se enfadó antes de ordenar sus pensamientos. Cada vez que veía la palabra ‘amor’ en cada artículo, su corazón se bloqueaba.
Sin embargo, Jimin de repente se preguntó si podía estar enojado.

De cualquier manera, él no era nada para Jeon Jungkook. Desde el principio. Una vez fue su amante, pero era una historia creada por él mismo. Jeon Jungkook nunca lo consideró ni pensó en él como su pareja.

La gente del mundo ni siquiera supo que fue amante de Jeon Jungkook. Todos los recuerdos que Jimin tenía sobre eso, fueron los pocos momentos en que lo había tratado con afecto.

Jimin estaba tan abrumado que ese hecho era difícil de soportar. Se dio cuenta por primera vez de que los buenos recuerdos tenían un peso tan grande.

Y también se dio cuenta de algo más. Si no me encuentra, si consigo la libertad, y decido olvidarme por completo de él.
La buena persona que era Jeon Jungkook, y que solo existía en mi memoria, desaparecería para siempre.

Con los bocadillos restantes en la boca, Jimin se levantó con una bandeja.

Jimin, que salió de la cafetería, dudó durante mucho tiempo y se alejó lentamente. Fue un movimiento no planeado. Originalmente, tenía que pasar un tiempo en un café de cómics hasta que llegara su transporte reservado. Pero… Lo sabía en su cabeza. Que no debía ir allí ahora. Era como si estuviera tratando de ser atrapado por su cuenta. Sin embargo, había momentos en los que el cuerpo no obedecía a la razón. Como con el ‘amor’.

Se detuvo un momento y miró hacia arriba. El letrero del destino, que se veía claramente desde la distancia, parpadeaba bajo el claro cielo de verano.

[Hotel Keystil]