Capítulo 26

A la mañana siguiente me desperté temprano y un poco mejor. Me las había arreglado para no ser descubierta de que en realidad había llegado pasadas las doce de la noche. Por suerte, mi madre y Lucy no se habían dado cuenta de la hora en que había llegado, porque si no se me hubiera armado y en estos momentos estuviera castigada, francamente no quería eso. Aunque pasar el tiempo en mi habitación mientras estuviera castigada no era tan mala idea ya que con un buen libro en mis manos no me sentiría tan mal. Pero lo más extraño de todo era que cuando había llegado, me había dado cuenta de que el auto de mi madre no estaba y eso me había preocupado un poco ya que en los últimos días había estado actuando muy rara, que hasta ni paraba en casa, tal vez eso me había salvado a recibir una buena reta.

Tenía que averiguar dónde había estado, pero en estos momentos solo deseaba seguir durmiendo, no, esperen hoy debía  ir a un partido de fútbol  y me emocionaba tanto que me había olvidado incluso de mi ataque de la noche pasada, me encontraba mejor, tal vez con un poco de dolor pero eso era todo. Así que dejando a un lado mis pensamientos de Caleb, el ataque de asma, el castigo me propuse a seguir durmiendo un poco más, cuando el sonido de un mensaje hizo que maldijera. Me restregué los ojos e intente concentrarme un poco antes de leerlo. El mensaje era de Caleb.

Caleb: Buenos días. ¿Cómo amaneciste? ¿Estás mejor de la crisis asmática? ¿Sigues enferma?

La sorpresa de ver su nombre en mi celular tan temprano hizo que me enderezara de golpe, para dejarme caer otra vez sobre la almohada a recordar nuevamente los sucesos de la noche anterior. Prácticamente aun podía sentir sus labios sobre los míos provocando que me estremeciera bajo las colchas. Nuevamente me llego otro mensaje.

Caleb: Llámame cuando despiertes...

Fingir lo de la noche anterior estaba difícil y peor fingir que nada había pasado. Pero el recuerdo de él cerca de mí, de sus labios, su paciencia al ayudarme a superar el ataque, sus manos acariciándome acabó conmigo.

Yo: Buenos días, amanecí bien, gracias y por suerte estoy mucho mejor. De hecho ya estoy despierta.😊

En menos de un minuto sonó mi celular. No sabía qué hacer ¿Debería ignorar la llamada? Así que al final  hice caso a mi corazón.

—Hola.

—Hola bebe —su voz hizo que me alegrase al haber contestado.

—Caleb... Gracias por lo de anoc...—empecé a decir yo.

—Quiero verte hoy en el campo —interrumpió él.

Mi corazón me latía a cien por ciento en el pecho y le sonreí al techo. Quería verme a pesar de todo y eso me gustaba mucho, me encantaba.

—Está bien —respondí enseguida.

—El partido empezará a las diez.

—¿A las diez? —pregunte.

—Sí, si gustas puedes ir un poco más temprano así podrás disfrutar de la previa. Y de paso podría mostrarte algo del vestuario.

—¿Puedes hacer eso? No se molestara tu entrenador y tus amigos ¿Están bien?

—Eh, no... Pero hablaría con el entrenador. Y los chicos están bien, no te preocupes por ellos. De hecho están en concentración.

—¿Y tú no estás en la concentración?

—Que va, soy un buen estratega —afirmó seguro— de hecho recién estoy por llegar a la concentración.

Pues debería estar en concentración para poder desempeñar mejor en el campo de juego. Ya que él era quien distribuía y armaba el juego.

—Ya, señor estratega. Estoy deseando verlo jugar hoy.

Escuche que Caleb reía al otro lado de la línea.

—Te encantara verme, te lo aseguro.

—Si tú lo dices...

—¿Acaso dudas de mi capacidad de jugar, querida fiera salvaje?

—No, no lo dudo.

—Perfecto.

—Bien, te veo luego. Adiós.

Vaciló un poco antes de decir algo más.

—Nos vemos luego, cariño.

Mi corazón me latía a toda velocidad cuando salte de la cama y al mirar por la ventana vi mi jeep estacionado en la entrada, como lo había prometido. Salí de la cama y fui afuera donde estaba mi jeep viendo una nota metida bajo el limpiaparabrisas. La cogí y al leerla no pude evitar sonreír, en la nota había escrito "Gracias por lo de anoche y por podes ayudarte" había firmado con "El increíble Caleb" Permanecí ahí no sé por cuántos segundos mirando la nota. Volviendo a mi habitación le escribí un mensaje.

Yo: Gracias por traer mi jeep...eres un genio.👌

Después de pulsar enviar me fui a bañar y luego al armario a buscar algo que ponerme, necesitaba enfocarme en algo que no fuera Caleb, cuando ya me había vestido y estaba secándome el cabello el celular me aviso que me había llegado un mensaje. Lo alce de la mesita de noche y me quedé un momento mirando la pantalla, mientras intentaba controlar las series de emociones que tenía en estos momentos.

Caleb: Puedo demostrarte que soy mucho más que un genio.

Yo: ¿Mucho más?

Caleb: sí... mami chula,  mucho más... jajaja. Ya sabes. 😈😎

Guau, no esperaba que llegáramos a esto. Diablos.

Yo: ¿De qué estamos hablando?

Caleb: ¿Tu qué crees? 🤔

Yo: No sé, dímelo tú.

Caleb: me refiero a que soy un genio con la pelota, ¿En que estabas pensando?🙄

Yo: Pues... en eso justamente.

Caleb: Uyuyui... Mmmmjuju.  Picarita noo... Me gusta que pienses en cosas sucias.

¿Qué? No estaba pensando en nada malo. Bueno si estaba fantaseando y mucho. No pensaba admitir eso, no señor.

Yo: Caleb... él que está pensando en cosas sucia eres tú... mejor deberías concentrarte en el partido. Mira que falta poco para que empiece.

Genio, sí, soy una genio al cambiar de conversación. Ya que era pésima en estos temas de ligar y más cuando se está coqueteando.

Caleb: Tranquila cariño, estoy más que concentrado.😌

Yo: bien... ahora te dejo que te concentres aún más. Te veo luego.

Caleb: Muero por verte, Alina. Y gracias por desconcentrarme... jajaja😂😂

Yo: ¿Enserio?

Caleb: Te veo luego cariño.😚😚

Genial, a veces era un idiota, un idiota sexy. Al que iría a verlo jugar, ya que estaba emocionada por que me recordaba cuando solía ir con mi tío al Estadio Monumental a alentar al equipo que llevaba en el corazón, la banda roja siempre estaba en mí, RIVER PLATE. Era el equipo que me hacía ilusionar todo el tiempo, que al verlos por la televisión o cuando iba de vacaciones a Buenos Aires no me perdía ningún partido, siempre iba a verlos jugar y no había palabras para describir lo que se vivía en ese estadio. Esos jugadores que lo dejaban todo en la cancha y como olvidarse del entrenador, definitivamente era un Crack, el mejor de Argentina y de Sudamérica. También alentaba al Real Madrid, me gustaba su juego, pero era más por Cristiano Ronaldo. El sentimiento por RIVER era una obsesión, era mi equipo, era mi casa, y gracias a ese equipo y a mi tío, adoraba, amaba el fútbol. Claro que me gustaba el fútbol americano, el baloncesto, pero nada se comparaba con la emoción que te hacía sentir gritar un gol, renegar cuando el árbitro cobraba una falta que no existía, o cuando lanzaban un tiro de penalti y tu solo rezabas para que el balón terminara al fondo de la maya . Nada era más emocionante que abrazarte con tus amigos, familia y festejar una victoria, nada era tan  emocionante que vivirlo y eso hacía que todos disfrutáramos de lo hermoso que era y seria el fútbol.

Gracias, espero estén disfrutando la historia... no se pierdan los capítulos que se vienen muchas cosas. cuidensen mucho, y no se olviden de votar y comentar por favor...!

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