Con ambas manos sumergidas en tantos papeles, tome la decisión de tomar uno con la mano derecha. Mi mano empuñada indicaba que tenia un nombre en mi poder, fue así que por fin estire el papel y leí su nombré.

-Kyle!- grite alegre en espera del chico de rizos carmesí. De inmediato se aparecio, y sin decir nada entramos al pequeño espació.

-ya saben las reglas- dijo esta vez Clyde cerrando la puerta.

El silenció era muy evidente, tanto que desde afuera se escuchó a alguien decir

-¿y la acción cuando?- a lo que el pelirrojo bufo y yo reí.

-¿pue-puedo besarte?- dijo con la voz entre cortada, de seguro que estaba rojo, ya no podía seguir esperando así que busque su rostro con mis manos y lo bese, al principió el no correspondió del todo, pero pronto comenzó a dejarse llevar, me tomo por mi cintura. Comencé a jugar con esos rizos rebeldes que se escapaban por sobre su frente. El roce de nuestras lenguas lo hacia divertido y sensual.

-se a terminado el tiempo!- grito el culón abriendo con rapidez la puerta y tomando una fotografía con un potente flash que sego a Kyle y a mi.

-Maldito gordo, hijo de puta!- grito Kyle frotando sus ojos, gruño un poco y luego de acerco a mi -¿te...te parece si vamos a mi casa y nos olvidamos de esta aburrida fiesta?- dijo sonrojado, lo que me pareció tierno.

-claro- respondí y nos marchamos de ahí.

Afuera de la casa de Token, el tomó de mi mano y deposito un beso en mis labios, luego de eso el ansiaba tanto como yo llegar a su casa, ya se lo imaginarán.

Haré una especie de segunda parte cuando acabe con todos, sera como después de la fiesta. Ya verán que será el lemon de sus vidas :'v.