Tenía muchas ganas de que alguna chica fuera la que al azar se escogería, con la idea de que todo esto se volviera un poco más interesante. Veía papeles tras papeles, habían coloridos, blancos y hasta negros. Tomé entre mis manos el color negro que tenía una letras blancas y un pequeño dibujo.

-Henrietta...

Mis súplicas se escucharon, por fin una bella chica. Me le quede mirando fijamente mientras fumaba con esa elegante pipa para cigarrillos, su vestimenta tan hermosa, tan obscura y esos labios carnosos de color negro, era tan hermosa.

-que tanto me miras?- dijo molesta - a caso te gusto?.

Mis mejillas se tornaron rosa, los otros chicos góticos me miraron con desprecio. Henrietta apago el cigarrillo.

-que esperas mejillas conformistas? Entra ya en el cuarto- dijo mirándome.

-S-si- dije casi segura.

Entramos y Token cerró la puerta, antes que está se cerrará por completo note como Token tenía cierto temor en su cara.

-bueno esto es nuevo para mi así que...

No pude acabar de hablar y Henrietta se me lanzó encima. Me tomo de las muñecas, poniendo mis brazos uno a cada lado de mi cabeza. Suspiro y se le escapó una pequeña risa.

- que creías que iba a pasar?- susurró lanzando un aroma a cigarrillos y café que por cierto no me molestaba.

Comenzó a besarme el cuello,y lentamente hasta llegar a mis labios en los cuales plasmó un beso eterno y hermoso. Era tan agridulce que me encantaba y me llenaba de vida. Nos separamos por unos segundos en los que ella regresó a mi cuello.

-Henrietta- se me escapo de los labios.

-veo que realmente querías esto no _____?- dijo lamiendo ligeramente mi cuello.

La puerta se abrió sin avisar, todos me quedaron mirando, incluso Henrietta. La cual comenzó a reír a carcajadas.

-deberias mirarte a un espejo- dijo buscando su pipeta encendiendo otro cigarrillo.

Corrí al baño, muchos me miraban y reian, otros sólo me miraban sorprendidos. Al llegar al baño no me fijé que Henrietta venía tras de mi. Al mirarme al espejo note que parte de mi cuello, mi boca y parte de mi cara tenían labial negro. Comencé a reír, oi a Henrietta reír también tras de mi, ella entró al baño y cerró la puerta.

-ay preciosa, no te queda nada mal el negro- Reímos nuevamente -_____.

-Henrietta..

Nuestros labios volvieron a unirse y lo que paso a continuación...fue magnífico.

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Me puse a leer comentarios de personajes anteriores y la curvy gótica estaba bien solicitada 7u7 sucias. Jaja para que vean que volví.