6. El vals de las doncellas
Dazai había liberado a Chuuya y junto con él a su tripulación ahora todos navegaban juntos, Atsushi había llegado hasta Dazai quien miraba los mapas
― Dazai-san
― Oh Atsushi-kun – sonrió Dazai - ya conoces a Chuuya ¿no?
― Ah sí pero
― Chico deja que Dazai hable – dijo Chuuya
― Oh gracias Chuuya
― Dazai-san
― Dime Atsushi-kun
― ¿Cuándo iremos a Yokohama?
― Después de que nos lleves a China
― Pero dijiste que me dejarías con mi padre – replico el albino
― Sí, pero no hicimos un acuerdo sobre cuando dejarte con tu padre
― ¡Dazai-san tú!
― ¿Qué sucede Atsushi-kun? ¿no te dije? Todo lo aprendiste de mí, solo espera - dijo el castaño haciendo al albino dudar de si
― ¿y Akutagawa? – pregunto al fin
― Debe estar en el timón – dijo Chuuya
― Gracias – dijo sonriendo el albino
Chuuya sintió un escalofrió correr su cuerpo en cuanto tuvo la sonrisa y volteo a ver a Dazai asombrado
― Te lo dije
― Entiendo – suspiro Chuuya
Atsushi llego al timón viendo al azabache liberado y llevando el mando de Sorrow, se le acerco y este de inmediato lo vio
― Dijiste que no podías ir a China – dijo el azabache molesto
― No es por que quiera ir a China – dijo el albino – debo
― ¿Por qué?
― Por qué...
― ¡¿Por qué Jinko?!
― ¡Si no iban a matarte!
― ¿Qué?
― Si no aceptaba ir a China... iban a matarte...
― Jinko ellos – trago saliva – no debiste aceptar por mí, no lo valgo
― Lo vales – dijo el albino de inmediato – lo vales y mucho – repitió.
― Entonces iremos a China ¿conoces china?
― He ido con mi padre pero nunca he estado despierto
― Ya veo – el azabache miro fijo al albino – eres todo un misterio
― Tal vez
― Jinko...
― No me arrepiento – menciono colocándose a su lado – e-eres especial... - le miro fijo – y yo... Creo conocerte
― ¿conocerme?
― Si, tenga esa sensación de dejavú cuando te veo
El azabache sonrió – dices cosas tan divertidas
Atsushi comenzó a reír – créeme que el hablar contigo es mejor que con las señoras del pueblo – le sonrió – aun que se hacer galletas
― Bueno,... nunca he comido galletas caseras
Atsushi lo miro sonriente, quizá no era tan malo ir con un pirata.
El albino miraba al azabache llevar el timón, se veía enorme y orgulloso de ello, todo era "miel sobre hojuelas" hasta que una espada fue clavada en el timón de lado de Atsushi, asustando al albino al punto de caer al suelo de madera firme – Gin, déjalo – pidió el azabache
― ¿Gi-Gin? – pregunto Atsushi mirando al chico de frente.
Se acercó tomando aquella espada y apunto a Atsushi - ¿Qué quieres con mi hermano?
― E-esa voz... ¿e-eres una chica? – la espada llego a rozar su cuello - ¡NA-NADA! – grito Atsushi asustado
― ¿Qué pasa aquí? – pregunto Dazai quien subía. Al ver la escena sonrió – ooh Gin-kun, tu hermano está perfectamente bien cuidado. – menciono el castaño – Atsushi-kun, ven conmigo
― ¿A dónde? – le reto el albino
― Vamos a comer claro, si no te alimento Odasaku va a matarme
― ¿me seguirás tratando como príncipe solo cuando te conviene? – pregunto mientras el castaño se acercaba a él
― Ara, ara – menciono ya a su lado, tomo su brazo y lo alzo – eres un príncipe Atsushi-kun, y yo sigo con el deber de cuidarte, soy tu caballero personal. No hagas esto difícil
― Dazai-san suélteme – pidió poniendo su mano sobre la suya
― Vamos, vamos
Dazai se llevó a rastras al albino, Chuuya suspiro y miro a Akutagawa – será mejor vigilarlos
― ¿Qué tan grande es ese Dazai-san?
― Es el capitán de esté navío, el me recluto a mi
― Ya veo... - le miro fijo
― Entiendo, Dazai estuvo en una misión secreta, no sabía que era por ese chico. Solo sé que es el príncipe vale mucho vivo, y más por su interior. Conoce secretos que su misma mente bloquea, así que trátalo bien
― ¿será polizonte?
― Solo lo usaremos para conseguir caminos y mapas, Dazai quiere devolverlo al reino después – miro fijo al azabache – después de eso toda la tripulación desapareceremos en busca de los tesoros... sin excepciones
― Si capitán
Chuuya se retiró, ambos Akutagawa se miraron – hermano... ¿ese chico?
― Es un príncipe encaprichado conmigo, pero no es mal chico... - suspiro el azabache – se ira cuanto tengamos la información, tú lo oíste
― Tu no dejas que nadie se acerque... ese chico es más. – dijo molesta su hermana
― Por favor, olvídalo. – suspiro mirando al mar – es un príncipe. No pertenece a nosotros
― Como digas hermano
Era de noche cuando Atsushi estaba sentado en el camarote mientras Dazai ataba una cuerda – Dazai-san... estoy aburrido
― Es normal, tardaremos 4 días en llegar a China
― ¿Qué es lo que hay en China que lo tiene impaciente?
― No es lo que hay, si no, las canciones
― ¿canciones?
― Las canciones que cantas, ¿Quién te las enseño?
― ¿no fuiste tú?
― No, cuando yo llegue al castillo... tu pasabas las noches mirando al océano y cantabas
― ¿yo... conozco canciones piratas?
― Es por el lugar donde naciste
― Dazai-san ¿Qué sabe de mí? ¿Por qué todos ocultan todo?
― Porque ni siquiera yo sé que eres
― ¿eh?
― Hay una leyenda que surca los mares – Dazai se levantó y se acercó a Atsushi – se dice que los dioses que crearon al océano dejaron 7 llaves. Si encuentras las llaves podrás ser el dios del mar
― Pe-pero yo no sé de llaves
― Las llaves no son llaves Atsushi-kun, son personas, criaturas, cosas
― ¿qu-que dices?
― Sé que la primera llave fue un reloj de bolsillo, sé que la tercera llave fue una pata de palo, sé que la cuarta llave fue una moneda, y se... que la séptima llave... fue un animal
― ¿un animal?
― La mascota del Dios en aquel entonces, el dio a su mascota como llave y le dio vida eterna
― Dazai-san comienza a asustarme con sus cuentos de hadas
― Cree lo que quieras Atsushi-kun, pero los cuentos de hadas no son – suspiro profundo por la negación – necesitaré que vayas al frente
― ¿po-por qué?
― Porque necesito oírte cantar
― No voy a cantar
― ¿en serio? – sonrió Dazai - ¿no te preocupa tu querido pelinegro?
Atsushi lo miro sorprendido - ¿Por qué hace esto Dazai-san?
― Lo necesito, necesito el libro de los deseos
― ¿libro de los deseos?
― Es lo que obtienes cuando tienes las llaves
― ¿Por qué quieres ese libro Dazai-san?
― Quiero obtener una piel que perdure dentro del agua
― ¿Qué?
― Entonces... ¿cantaras? O... lo ¿degolló?
― Vo-voy a cantar
― Adelante, pero antes
― ¿pero antes?
― Te vendaré los ojos
Dazai le coloco una venda en los ojos, abrió la puerta del camarote, Atsushi salió, Dazai lo sostenía. Akutagawa vio desde arriba como Atsushi iba hacia la proa con Dazai llevándolo - ¿Qué pasa?
― ¡TRIPULACIÓN! – grito Dazai y la tripulación miro a Dazai - ¡Está noche, tendremos la preciosa presentación del tigre blanco bajo la luz de la luna
― ¿eh? ¿Dazai-san? – susurro Atsushi.
Dazai tomo la venda y dejo los ojos del albino al descubierto, Atsushi miro al azabache pero sus ojos fueron invadidos por la luna, sus ojos se tornaron completamente amarillos, Akutagawa miro al albino – Jinko...
Atsushi camino sin conciencia, la tripulación lo miraba, Chuuya se acercó a Dazai - ¿cantará?
― Cantará...
― Cupido me ha flechado... la riqueza me da igual... Solo a de consolarme mi marino audaz jovial... - el barco se tornó oscuro, en medio de la proa, alucinaciones aparecieron, eran mujeres con largos trajes que bailaban – doncellas vengan todas, quien quiera que seas, que el amor de un audaz marino, surca el embravecido mar...
― Son hermosas... - dijo Tachihara
― No las toques, ni aceptes nada de ellas – dijo Chuuya molesto
― No se dejen engañar, Atsushi-kun no intenta matarnos, ellas si
― Jinko... - Akutagawa lo miraba fijo, estaba preocupado
― Cupido me ha flechado... - Atsushi se paró frente al azabache. Las ilusiones subían hacia Akutagawa - la riqueza me da igual, solo a de consolarme, mi marino audaz jovial
― ¡Akutagawa no dejes que te toquen! – grito Chuuya
― No las toques tu más bien – se quejó Dazai
― Cupido me ha flechado... la riqueza me da igual... solo a de consolarme... mi marino audaz jovial...
Gin tomo a su hermano, saltaron hacia la proa, Atsushi volteo a verlos una vez más - ¿qu-que es ese chico capitán? – pregunto Hirotsu
― Es una llave...
― Mi capitán. ¿buscaremos el libro?
Dazai se acercó a Atsushi, tomo sus hombros. Atsushi lo miro – solo a de consolarme... mi marino audaz jovial – canto una vez más – Dazai acerco a Atsushi a la punta de la proa mientras el albino cantaba, las doncellas le siguieron
― Akutagawa
― ¿si capitán?
― Ve con Atsushi, toma su mano
― Pero Capitán
― Hazlo, Dazai no lo podrá consolar y si no deja de cantar nos iremos todos
― Cupido me ha flechado... la riqueza me da igual... Solo a de consolarme mi marino audaz jovial... - Dazai soltó a Atsushi, este se agarraba del barco, Akutagawa se acerco
― Toca sus manos, nada más. Evita que te mire a los ojos, y que no te toquen las doncellas
― S-si...
― Cupido me ha flechado... - Akutagawa toco la mano del albino, esté sonrió y miro al azabache, el mayor evito su mirada pero aun así, miro su sonrisa - la riqueza me da igual... - se acurruco en el hombro del azabache - Solo a de consolarme mi marino audaz jovial... - Akutagawa miro a la tripulación, Dazai le indico quedarse quieto por señas - doncellas vengan todas, quien quiera que seas, que el amor de un audaz marino, surca el embravecido mar...
Las mujeres se tiraron por la borda, Atsushi se desmayó y el azabache lo sostuvo – Da-Dazai-san
― Sostenlo – dijo Dazai subiéndose a la proa – están dejando el camino
― Chuuya se asomó, el agua brillaba y marcaba un camino – TODO A ESTRIBOR – grito Chuuya
― Vamos por ese cofre – sonrió Dazai
Akutagawa sostenía a Atsushi, acomodo su cabello, trago saliva. Probablemente aquel pequeño estaba en peligro y eso estrujaba su corazón que creía muerto.
...
Mi querida tripulación lectora, Atsushi es el camino, la llave y la duda.
¿Alguien sabrá sobre los misterios que ocultan los mares?
En está ocasión presente una canción conocida, bueno por latino américa por que su versión original en ingles es más... explicita y larga, en mi opinión me gusta más pero necesitaba algo corto que diera a entender mucho y dejar más dudas, algo conocido. así que use, "Mi marino audaz"
¡Gracias por leer!
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