29. Así mori por tu amor

Gogol regresaba alegre a la cabaña que tenían para rentar – Dos-kun, regrese del mercado

― A pesar de que estamos de vacaciones sigues saliendo solo

― Fui por ingredientes, aquí la comida es muy natural ¿no es hermoso América?

― Gogol

― ¿si Dos-kun?

― Sabes... Desde que me diste tu corazón me he sentido inquieto por algo

― ¿Qué es? ¿estas inseguro? Yo te lo entregue con todo placer Dos-kun

― Solo es esa profecía que leía cuando apareciste en mi mundo ¿recuerdas?

― ¿la de Hades? – le sonrió – por ahora no hay problema, no deberías preocuparte. Hades se quedará en el infierno por millones de años

― ¿no? Quiero decir... ¿no sientes una presencia demoniaca en esté lugar?

― Bueno... se sentía pesado en el mercado

― Me alegra no estar loco, te pediré que cuides de mi Gogol, odiaría que un seguidor de los infiernos me atacará, podré vivir mientras tu vivas pero... ¿Qué pasa si uno de ellos está buscándome?

― Dos-kun ¿estas asustado?

― Si, aterrado 

― No, no te preocupes, yo te protegeré a pesar de todo, no importa que o quien, jamás dejaré que nadie se te acerque - Gogol le abrazo y Fyodor sonrio amplio y victorioso.

Después de ese día, Gogol y Fyodor fueron a visitar a Atsushi, todo con el motivo de que Fyodor se sintiera más seguro, antes de entrar a la casa, pudo sentirlo, el olor al reino del inframundo, claro se acercaba el solsticio – Atsushi – le llamo desde la puerta. Se sorprendió cuando el azabache la abrió, el olor era mayor

― Oh, eres el amigo de Atsushi

― Si, traje a mi pareja, quería que Atsushi lo conociera

― Un gusto – dijo Fyodor

Atsushi se asomó – Gogol, ¿Cómo has estado? – dijo sonriente

No podía evitarlo, su amigo se veía feliz pero la unión era imposible y sobre todo porque Fyodor estaba asustado, su corazón debía seguirlo, esa tarde se despidieron, Gogol no dudo en hablar sobre el asunto con Sigma, estaban de acuerdo en algo... Debían asesinarlos.

Akutagawa desapareció por dos días que era lo que duraba el solsticio en el reino de los vivos. Cuando el azabache regreso del solsticio, Atsushi no estaba en casa, pero tuvo la suerte de encontrar con Gogol en los muelles – Gogol, ¿sales ya de América?

― Si, Dos-kun quiere regresar al nuevo mundo – dijo sonriente – por cierto, hubo una emergencia en peticiones. Atsushi fue al clan zhan

― Ya veo... ¿tardará?

― Ir y volver le tomará un par de meses, deberías buscar algo que hacer mientras

― De acuerdo... Gracias por cuidar de él en estos dos días – dijo sonriente

Gogol trago saliva, evadió la mirada y se fue.

Después de ese día, Akutagawa no volvió a ver a Atsushi durante 50 años. El chico vagaba por el mundo yendo y viniendo de continente en continente buscando al guardián que le había abandonado, cansado de ir y venir, decidió volver a América por un tiempo, descansaría y volvería a buscarlo, entre aquellos pueblos fue donde lo encontró. 

Su corazón latia emocionado de verlo de nuevo, seguramente había pasado el mismo tiempo buscandolo, sin pensarlo dos veces corrió hacia él y lo abrazo. El albino estaba sorprendido de que un hombre desconocido lo abrazará - ¿disculpe...? – le llamo el albino

― Atsushi, te he buscado por 50 años

― Usted no parece de más de 25

― ¿perdiste tus memorias? ¿fue tan dura tu lucha? No importa, te ayudaré a recordarme

― Está asustándome, si quiere lo ayudo pero sería bueno que no me abrace así

Una pelirroja llego y miro a ambos chicos – cariño – le llamo la chica y el albino sonrió

― Lucy, disculpa, estaba ayudando a esté chico

― ¿Qué? – cuestiono el azabache molesto

― Oh cariño, siempre eres tan bueno con todos – la chica se inclinó – mi nombre es Lucy, estoy casada con Atsushi. Con gusto te ayudaré a su lado

― Está confundiéndome con alguien, así que quiero ayudarlo a encontrarlo

― ¿Qué dices...? – cuestiono el azabache - ¿no dijiste que no podrías amar a nadie más? - estaba furioso, dio paso a retirarse y Lucy le miro molesta

― ¿Cómo sabe eso? – cuestiono Lucy molesto

― Lucy, tranquila. Quédate con tus padres, ayudaré al joven

Atsushi siguió al azabache hasta alcanzarlo – disculpe, disculpe – le llamo hasta tomar su brazo y el azabache lo aparto

― No me toques

― Disculpe... Yo... No sé qué sabe o que no, pero decirle a Lucy que nuestro matrimonio es arreglado fue muy descortés

― ¿arreglado? ¿no la amas?

― No... pero... debo hacer – suspiro – sus padres y los míos arreglaron esto pero aun así yo...

El azabache tomo sus hombros y sorprendiendo al albino lo beso. Atsushi se separó mirándole en gran sorpresa - ¿qu-que está haciendo?

― Atsushi... te ayudaré a recordarme, huiremos, no necesitas esto

Atsushi se apartó y corrió, no planeaba quedarse con un hombre que le había besado. 

Sigma miro aquello, había decidido vigilar por si acaso, se acercó al azabache – ríndete, cerbero

― ¿Quién eres?

― Soy otro guardián, Gogol y yo estuvimos de acuerdo en esto

― ¿Qué le hicieron? – pregunto furioso

― Si otro guardián te asesina, significa que estabas haciendo algo mal

― ¿lo mataron por que salía conmigo?

― La unión con un oscuro y un guardián de luz no debe ser jamás

― ¿pero por qué él? ¿Por qué le hicieron eso?

― ¿nos crees idiotas? Sabemos que no podemos asesinarte, solo tú puedes decidir suicidarte

― ¿me recordará?

― Imposible, cuando un guardián es asesinado por otro guardián, se olvida de su ser guardián. Por más que presiones no te recordará en cientos de años

― Y nos llaman a nosotros oscuros. Ese chico me ama y yo a él

― Entonces haz que te odie por otra eternidad, chico malo

Sigma desapareció, Akutagawa estaba molesto, sabía lo que debía hacer, y su mal cumplimiento en el solsticio le ayudaría, llevaba esos 50 años sin regresar, planeaba regresar ese año pero con lo que acaba de descubrir su destino estaba tachado. Cometería suicidio para volver un día pero antes debía causar desgracia a todo lo que Atsushi amaba ― No saben en la grande que se han metido malditos guardianes, no solo pagaran ustedes, también sus malditos resadores 

Investigo un poco por el pueblo y supo que Atsushi era pescador, así que a pocos días de saberlo fue hasta los muelles encontrándose con él, sonrió de verlo trabajar, siempre era dedicado. – Atsushi – le llamo y el chico se sorprendió, se sonrojo

― Se-señor por favor no haga eso de nuevo, mi familia está cerca 

― Oh no, no, es que... Escribí algo para ti

― ¿para mí? E-eso es descortés

― Es una canción, tu voz me recuerda a mi viejo amor, era una chica encantadora. Discúlpame ese día estaba borracho así que... está es mi forma de disculparme

― ¿con una canción de su novia?

― Lo que pasa... Es que ella murió – dijo decaído – tenía la esperanza de que pudieras cantarla para mi...

― ¿no me está engañando?

― Claro que no, soy sincero... Murio dejando un gran vacio y ahora... Con esa canción se que podré recuperarle algun día, uniendo nuestras almas en la eternidad...

― Será un placer – menciono alegre de escuchar al azabache sincero. El azabache le acerco la hoja - ¿a-ahora? Ha-hay gente y Lucy está cerca

― Bueno, sería bueno que ella escuchará también ¿verdad?

― Claro – dijo el albino sonriente.

Atsushi comenzó leyendo la canción, como si fuese natural comenzó a cantar, el albino y el azabache se vieron a los ojos, el albino se perdió en su mirada mientras cantaba

Los vientos están a mi favor
suelten el lastre y la carga ya
Aguas poco profundas iré
pues el timón a estribor girare

A puerto pronto llegaré
pues mi eterno amor me espera allí
Alegre viaje para llegar
y esposada de otro la vi

Los vientos están a mi favor
el aire mi curso tomo
y fue allí donde comprendí
mi amor el océano es

Los vientos están a mi favor
el aire mi curso tomo
y fue allí donde comprendí
mi amor el océano es

Los vientos están a mi favor
lo que un barco es... es libertad
Pues los vientos están a mi favor
mi corazón el mar lo tomo
el aire falto
mi cuerpo se ahogó
mi amado océano es
Los vientos están a mi favor
solo los muertos cantaran
la canción de los vientos

Cuando Atsushi volvió en sí, todo el mundo estaba en el suelo, una de las cabañas comenzaba a quemarse, el albino estaba completamente sorprendido, tomo los hombros del azabache – oye... ¡¿oye estás bien?! – Grito - ¡hey!

Atsushi salió del bote confirmando todo, todos estaban muertos, Akutagawa respiraba agitado, había usado toda la desgracia de la que conocía, no solo asesino, profano y destruyo el pueblo mientras Atsushi cantaba, crucifico su corazón dejando únicamente al albino en un pueblo lleno de muertos y desgracia. 

Sigma al ver tal desastre no pudo evitarlo, ¿Cómo podría dejarlo todo así? Atravesó a Atsushi antes de que otra cosa pasase y fue con el azabache con el chico en sus brazos – provocaste un gran desastre

― Escucha esto maldito guardián hijo de puta – dijo sonriente y orgulloso – la única razón de que esté débil por esto es porque no he ido al infierno en 50 años, podrás matarme pero por lo menos te enseñe la lección. Nadie se mete con mi eterno amor

― Ojala te refundas en tu hogar el infierno

Sigma atravesó a Akutagawa, en este caso el azabache se volvió ceniza. Había un enorme desastre en todos lados. Los guardianes lo sabían, los guardianes del inframundo eran lo peor, ellos jamás morían y solo ellos mismos podían acabar con sus vidas ¿y qué? Vivian unos años en el inframundo, estudiaban y volvían al mundo humano a hacer de las suyas, Gogol y Sigma decidieron encerrar a Atsushi para que el can cerbero jamás pudiera encontrarlo, y así hubieran logrado su cometido, si años adelante una tripulación comandada por un joven llamado Sakaguchi no lo hubiera encontrado al lado de Sakunosuke su fiel caballero. Desenterraron a Atsushi y con ello el destino volvió a tomar su curso.

...

Atsushi despertó una vez más, Akutagawa dormía a su lado, trago saliva al verlo – Cerbero... - susurro el albino.

En la proa, Chuuya y Dazai miraban las estrellas, el mayor se acurrucaba en el hombro del castaño – hey... Esto, ¿no sientes mucha paz?

― Si... Creo que se siente bien saber que pronto todo terminará

― Si... Quisiera que lo logremos pronto – menciono sonriente – ¿lograremos estar juntos de vuelta?

― Bueno estoy seguro que si se lo pedimos a Atsushi-kun él nos reuniera

― ¿estás seguro? ¿y si vuelves a matarlo?

― Bueno, él sabrá qué hacer con nosotros ¿no crees?

― Si – sonrió – oye, bésame

Dazai sonrió, tomo la mejilla del mayor y colocosus labios con los suyos, era tierno y reconfortante, doloroso y melancólicopero era todo... era nada. 


...

Por si les quedo duda, los guardianes oscuros no pierden la memoria pero Akutagawa clavo su alma a la de Atsushi con esa canción 

Ya no quedan más secretos, solo resolver el dilema ¿Dazai y Chuuya viviran o moriran?

¡Gracias por leer!

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