23. El juego del destino

Chuuya mordió su labio, Dazai se sostenía con dificultad en proa - ¡MUY BIEN! – Gritaron ambos en sus distintos lugares - ¡haré ese maldito trato!

El aire se calmo, Gogol y Atsushi se sonrieron entre si - ¿Qué... acaban de hacer? – cuestiono Akutagawa

― Nada importante – respondió Gogol

― Pronto saldrá. ¿crees que podamos acercarnos al triangulo?

― Jinko ¿Qué estás planeando?

― ¿eso te importa? Confía en mi Ryu

― Maldición...

Akutagawa subió a proa, la tripulación apenas se levantaba después de la tormenta, Dazai tocia aferrado al mástil, el azabache corrió entre la madera mojada y salto algunos miembros de la tripulación, subió las escaleras a toda velocidad tomando el timon, giro todo a babor y engancho su espada justo al frente dirigiendo su destino hasta el triángulo. Bajo de un salto a proa de nuevo, y como una dulce aparición tomo al castaño – Dazai-san, estará bien

― Chuuya... necesito ir con Chuuya

― Lo ayudaré

Akutagawa llevo a Dazai hasta los calabozos, allí Chuuya se encontraba sentado al lado de Sigma quien seguía atado y estaba dormido – Chuuya ¿estás bien? – pregunto el castaño llegando a él

― Sí, todo está bien...

― La marea está incontrolable – menciono Akutagawa. Miro a Sigma, esté le sonrió y volvió a hacerse el dormido - ¿Qué...?

― ¿hacia dónde nos dirigimos? – pregunto Chuuya

― Estamos cerca del triángulo, probablemente seremos tragados

― Da-Dazai eso significa...

― El triángulo significa algo más – escucharon a sus espaldas

Los tres voltearon mirando a Atsushi y a Gogol – Atsushi ¿Cómo te...

― Déjalo Akutagawa, no es fácil de encerrar a alguien como él

― Hicieron el trato – dijo Gogol

― Ambos estuvieron de acuerdo – agrego Sigma quien se había soltado

― ¿de qué hablan? Nosotros no estuvimos haciendo nada juntos

― No juntos – dijo Sigma

― Pero si al mismo tiempo – menciono Gogol

― ¡te dije que te deshicieras de ellos! – grito Chuuya – no pueden estar juntos

― Pero ahora lo estamos – sonrió Gogol

― Ryu, ¿nos acercaste al triangulo?

― Akutagawa... ¿tú nos traicionaste?

― Simplemente hago lo correcto, Capitán Chuuya – miro a Atsushi – puse el barco hacia el triangulo

― Tengo algo que confesar – añadió Atsushi mirando a Dazai y a Chuuya

― ¿ahora que más nos tienes que decir?

― Hace 500 años, no se llamaba Triangulo. Se llamaba Torikami

Dazai y Chuuya abrieron sus ojos, - ¿Qué estás diciendo Atsushi-kun? – cuestiono Dazai molesto

― ¿Qué es Torikami? – pregunto Akutagawa

― Un reino que existió hace 500 años, donde la gran Yamata no Orochi vivía y fue asesinada a manos de un guerrero, pero antes de eso... la gran serpiente de ocho cabezas asesinaba a cientos de doncellas hermosas como sacrifico, hasta que el príncipe Susanwo asesino a la serpiente y le propuso matrimonio a la princesa

― ¿Vamos hacia esa serpiente? – pregunto Akutagawa

― No, vamos a pagar la deuda de Dazai-san y recuperar el cuerpo de Chuuya-san – dijo Atsushi

― Atsushi ¿Qué estás haciendo? – cuestiono Akutagawa molesto – tu querías huir

― Si... -el menor se dio media vuelta - Pero gracias a Dazai-san termine de recordarlo todo y hay algo que yo también quiero recuperar – miro a Sigma a su lado y a Gogol al otro – y ya nadie me lo impedirá

Atsushi salió de los calabozos y Gogol miro a Sigma – Así que por eso hizo esto

― ¿Qué deberíamos hacer Sigma?

― Atsushi no se detendrá ahora que tiene como recuperar su honor

― ¿deberíamos matarlo?

― ¿Qué se supone que dicen ustedes dos ahora? – expreso el azabache molesto

― ¿mataran a Atsushi-kun? – pregunto Dazai – mientras nos libere podremos ayudar

― Si, ayudaremos – expreso Chuuya

― Ustedes... son lo peor, se les ofrece liberar de sus pecados y solo piensan en matarlo devuelta

― Akutagawa desde un principio pensábamos en huir

― Atsushi jamás nos detendrá porque Dazai y yo estamos destinados a estar juntos por toda la eternidad

― Hagan lo que hagan no lo permitiré, ya traicione una vez a Atsushi y está vez nadie me detendrá que estar a su lado

Akutagawa planeaba salir del calabozo cuando Sigma lo empujó hacia una de las jaulas, Akutagawa cayo al suelo y lo miro furioso - quieren morir ¿eh?

― Queremos morir

― Pero no podemos

― Por eso tu tampoco vendrás

― ¿de qué?

Gogol y Sigma cerraron la puerta, los tres adentro escucharon el sonido de las llaves – genial, los guardianes de las deidades nos encerraron – se quejó Chuuya

― Akutagawa-kun

― ¿Qué?

― ¿Qué eres para Atsushi-kun?

― No lo sé, él quería darme su corazón, luego quería huir ahora se quiere quedar, no lo entiendo

Sigma y Gogol fueron a buscar a Atsushi - ¿Dónde crees que esté?

― Seguramente escondiéndose de nosotros

― ¿nosotros? Tú lo volviste a encerrar

― Tu tuviste la idea de encerrarlo

― Pero el único que se lo llevo fuiste tu

― No fue mi culpa que ese demonio fuese tras él

― Y ahora quiere recuperarlo

― Atsushi debe estar furioso con nosotros, no noté que recordó todo

― El dios de aire lo detendrá, él es vida, no nos haría daño a nosotros

― La muerte lo persigue a él por su traición

― Por su bien deberíamos de volver a encerrarlo

― Por Atsushi, deberíamos hacerlo

Sigma y Gogol se dieron las manos, lo que nadie sabía es que lejos, al otro lado del mundo y dirigiéndose al triángulo de las bermudas navegaban misteriosos y rectos – Esté barco ¿nos llevará nuestro destino? – los zapatos resonaron en la madera, Rimbaud le miro serio, su cabello largo se movía entre el frio viento del cambio. Sin soportar la mirada siniestra suspiro y miro a su acompañante

― Mi destino me espera, no importa lo que pase – dijo sonriente – Gogol siempre seguirá mis órdenes, me guiará a la verdad

― Escucharon a Fyodor, todos estén listos, la guerra seguirá – Grito Shibusawa

― Los perros que liberes, me encargaré de volverlos a encerrar – menciono divertido Fyodor

Rimbaud miro su mano, quizá aún no era tarde para avisar, ni mucho menos... Te volver a intentar protegerle. – Tengo un plan – sonrió Rimbaud – solo necesitaré del joven Thorne

― Soy Hawthorne, señor

― Puedes tenerlo – le sonrió Fyodor

El platinado solo le quedo de opción el seguir al mayor fueron hasta el camarote del señor pues Draconia proporcionaba enormes espacios, incluida la iglesia donde él rezaba para todos los piratas ¿Por qué? Bueno, creía firmemente en que todos podían ser liberados de sus pecados. El castaño miro al platinado, sonrió al verlo tan serio

― Joven Hawthorne... ¿Rezarías por mí?

― Solo hay un Dios para mí a quien venerar

― Y si pudiera decirte... Que se la historia de tus antepasados

― Es ridículo, nadie fuera de mi familia la conoce. Es sagrada y

― Margaret y Nathaniel, un amor puro que fue profanado por un civil, un simple chico encapuchado que al robar el corazón de tu mujer se volvió el peor de todos

― ¿Cómo?

― Hawthorne... ¿rezarías por mí?



...

Bueno, ya casi se resuelve toda la historia, la verdad me emociona descubrir secretos pero estoy algo estresada acomodandolos, veran serán varios capítulos donde leeran sobre el pasado de Atsushi, Chuuya, Dazai, etc, y me estreso por que estoy asi de "en mis notas puse que primero este" y luego es tipo de "ooooh queda genial si pongo primero esto" y pos así

Como buena noticia estaré subiendo capitulos de 7 mares seguidos, uno o dos diarios, esperenlos con sus teorias

¡Gracias por leer!

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