Latte


Jimin

Mi día iniciaba a las 5 de la mañana, tenía mi rutina establecida, tomaba una ducha preparaba mi desayuno y me iba directo a la cafetería. Las puertas al público se abrían a las 7 am, yo a las 6:30 ya estaba preparando todo, mi personal entraba a las 6:45 inmediatamente empezaban labores también.

—Chicos y ¿Gresia?— mi repostera

—Al parecer ya no va a venir señor, se va a mudar a Gwaju y empieza a organizar el viaje hoy.

—Tendré que meterme a la cocina hoy, les encargó el mostrador, Melanie ¿Puedes poner un letrero de se solicita repostero?

Pensé que tardaría un poco más en encontrar el reemplazo de mis repostera pero a los pocos días, apareció una, pero no era cualquier persona, cuando entro preguntando por el empleo sentí como mi corazón se paralizó y volví a tener 17 años.

—¿Anabelle?

—Oh Jimin.

Anabelle fue la primer chica en la que me interese, ella siempre ha Sido muy alegre y positiva, yo era muy tímido en la escuela media y aunque no era alguien muy bajo me molestaban por verme algo “delicado” cosa que nunca fui muy popular, pero ella siempre me saludaba, me sacaba plática y trataba siempre de socializar conmigo siendo que ella tenía a media escuela tras de ella, hombres y mujeres la seguían mucho y morían por su amistad.

Casi al terminar la escuela media empezamos a salir, no se de donde saque el valor para hacerlo pero más sorprendente fue que ella aceptará. Así viví la relación más bonita en toda mi vida y jamás volví a repetir algo igual, lamentablemente ella tuvo que mudarse y nos fue imposible seguir.

 —¿Eres el dueño?

—Si

—Vaya, había escuchado lo popular que era este lugar no me imaginaba que el tímido Jiminshi fuera el dueño.

—Ya no soy tan tímido.

—Lo se, te digo eres muy popular en la zona. Pero en fin ¿Me harás la prueba para repostera?

—claro ven te mostrare la listas de postres que manejamos.

Mientras ella veía nuestro menú, hacia anotaciones de algo en una libreta, después se puso hacer el primer pastel de la lista, que era el mas complicado de elaborar, ella estaba demasiado concentrada en lo que hacia, mientras yo estaba embobado en ella, sus facciones no había cambiado nada,  su cabello, sus ojos todo era igual que en la escuela media. Termino por hacer el pastel, y traje a todo el equipo para que lo probara porque aunque por mas ganas tenia de que ella se quedara debía ser una aprobación conjunta.

—¡No te pases! Esto es mas rico que el que Gresia hacia.

Una de las asistentes se emociono de mas y se acabo de un bocado la rebanada.

—Tiene razón, creo que los clientes subirán si ella se queda, por mi perfecto jefe.

Era verdad el postre era delicioso, así que sin mas que decir ella se quedo con el puesto de repostera. Llegaba incluso mas temprano que yo al momento de abrir, así que decidí llegar un par de minutos antes, no quería que le pasara algo en lo que esperaba a que yo llegara. Servía  y nos poníamos al día, al parecer estuvo comprometida un tiempo, pero por problemas algo graves con el sujeto se fue de la ciudad y regreso aquí, estuvo estudiando para maestro pastelero, pero por la relación toxica que tuvo nunca termino por eso no podía aplicar a algo mas grande.

Sus postres se hicieron populares, incluso el menú creció un poco mas con adiciones de sus recetas, no nos dábamos abasto con la clientela tuve que comprar un par de maquinas mas, y contratar otra persona para el despacho de los cafés, en pocos meses que ella empezó con nosotros había venido de otras partes para reclutarla le ofrecieron mejor salario, un mejor puesto y demás, pero ella siempre los rechazaba cordialmente.

—Bien chicos, gran trabajo el de hoy, tuvieron buenas propinas bien merecidas, los veo mañana para otro turno, ¿Y Anabelle?

—En la cocina jefe, ya sabe  como es ella, no le gusta dejar a medias nada, esta haciendo los pedidos de mañana.

Todos se fueron y yo me fui a la cocina, Anabelle cantaba de una manera algo desafinada pero con mucha pasión la letra de “we will rock you”, usaba un batidor de globo como micrófono, su cabello estaba atado de manera graciosa, su mandil lleno de chocolate, su cara con algo de betún y harina en ella. Tome mi teléfono y le tome un par de fotos, ella poso incluso para algunas.

—¿Te falta mucho?

—No, solo decoro el pastel y los cupcakes.

—¿Es a ellos o eres tu la de la decoración?

—No me juzgues, todo artista tiene su proceso.

—Me imagino, el tuyo es el proceso del desastre.

Se encoje de hombros y me regala una sonrisa, toma una manga pastelera, para concentrarse en los detalles del pastel. Sus labios se veían sumamente apetecibles con ese brillo peculiar que tenia.

—¿Vez algo que te guste?

Sonrió sin quitar la vista de su decorado, ella le gustaba jugar con mi cordura de esta manera, siempre le decía “Tal vez”, pero no se hacia mas grande el tema.

—En realidad si.

—¿Si? ¿Y que es eso?

—Pues quiero ver a que saben los labios de la mejor repostera de todo Seúl

Soltó una risita nerviosa, se paro señalándome con la manga pastelera.

—Ese es siempre ha sido tu problema Park Jimin, no eres mas proactivo con lo que deseas, ¿Quieres un beso? Robalo y acepta las consecuencias.

No la deje terminar cuando casi salte la barra que nos separa a los dos, la tome de la cintura analice un poco su rostro que parecía sorprendido por mi acción, pero pronto su vista se fue a mis labios, no la hice esperar mucho antes de poder sentir esa boca tan delicada, en el primer beso sonreí, tenia un gusto a vainilla. Acaricie su nariz con la mía, sentí un cosquilleo cuando su aliento roso mis labios, ella jalo de mi camisa para acercarme de nuevo, ahora tomo el control del beso, su lengua invadió mi boca, la sangre de mi cuerpo inicia a concentrarse en cierta área, pero quería controlarme, es solo un beso, me dije, aunque mi mano fue hacia su cadera, ella bajo su mano a mi entrepierna, pero antes de que yo digiera algo, una alarma nos saco de trance a los dos.

—El pastel de mañana, debo de

—Si anda ve

Se fue al horno a sacar el pastel, yo estaba apoyado de la barra pensando en lo que acababa de pasar, escuche que se quito el delantal, y lo puso aun lado de mi.

—Se que estas pensando, pero de una vez te digo, que estas complicándote mucho la vida Jiminshi, tienes dos opciones, la primera es quedarte ahí parado analizando todo, la segunda es invitarme a tu casa.

Cerramos la cafetería y nos fuimos directo a mi casa, estaba muy nervioso me temblaban las manos al abrir la puerta, le cedi el paso para que entrara primero, analizo todo con sus lindos ojos, soltó su cabello y el olor de su champo me pego directo en las fosas nasales.

—¿Sabes? Puede parecer que estoy tranquila pero en realidad muero de nervios.

—¿Por qué?

—No lo sé, creo que me siento como si tuviéramos 17 de nuevo.

Me acerque a ella, acaricie sus mejillas de forma delicada, para acercarme a sus labios y dejar un pequeño beso.

—Esa época de mi vida había sido la mejor, hasta ahora que volviste.

—Me hubiera gustado no haberme separado de ti, volver antes de conocerlo a él, entregarte un corazón sin daños.

—No me importa esperar lo necesario para repararlo, me ofrezco totalmente a ti, úsame para olvidar si lo deseas, me encargaré de que mis recuerdos son los únicos que dominen tu mente.

Ella sonrió con algunas lágrimas en los ojos, la acune entre mis brazos, ella beso mi cuello, me tense un poco, sentí que sus dedos desabotonaban mi camisa.

—Jimin, ¿Puedes hacerme el amor?

—¿Segura? No te voy a presionar con esto, podemos hacerlo poco a poco.

Se mordió el labio, me miró de nuevo y me besó algo más rápido, en verdad estoy tratando de resistirme pero pensar que puedo volver a sentirla me gana en la razón, la tome de la mano y la lleve a mi habitación, ella me empujó a la cama, comenzando a desnudarse enfrente de mi, cuando el pantalón de deslizó por sus bellas caderas, después tomo el inicio de su blusa y la saco dejándome ver un juego de lencería que acentuaba esas curvas perfectas, sin dejar de verla me acerque al buró de mi cama y abrí el cajón buscando rápidamente algún preservativo, ella coloco sus manos en la espalda mirándome de manera curiosa, cuando miro que saque un par de paquetitos plateados no pudo evitar reír un poco.

—Eres tan adorable como recuerdo Jimin.

Me quito los preservativos de la mano para ponerlos aún lado y ayudarme a desnudar, ella siempre llevo el control en nuestros encuentros y al parecer está no sería excepción, al quedarnos completamente desnudos, una sesión de besos húmedos inicio, recorría cada centímetro de su piel con delicadeza, quería sentir como su piel se erizaba al tacto,  la calidez de su ser, ella fue bajando por mi pecho, dejando un camino con su lengua hasta que llegó a mi miembro.

—Anabelle esa boca tuya me va a volver loco.

Tomo mi erección entre sus manos y masturbo de manera lenta mientras con su boca succionaba la punta de mi glande, yo en un impulso tome su cabeza para hacerla bajar más y usará más su boca, tenía los ojos cerrados y mordía el interior de mis mejillas, mi respiración era rápida.

—Voy a…

Intente apartarla pero se aferro a mi miembro bebiendo todo mi orgasmo sin problema alguno, al levantarse, se limpio la comisura de los labios con una mirada satisfecha.

—Eres tan dulce Jiminnie.

 —Esas palabras las debería decir yo.

Me incorpore en mis codos, ella tomo uno de los preservativos y se subió a ahorcajadas, me tomo de los hombros iniciando el movimiento de sus caderas en círculos.

—Debemos despertar otra vez a ese muchacho.

No necesito mucho estímulo, solo sentir la humedad de su vulva caliente, con cuidado abrió el paquete plateado y lo colocó, yo estaba siendo mimado de la mejor manera.

—Quiero que me toques Jimin, que no te contentas, no soy tan delicada como crees.  

Tomo mis manos y la llevo a sus pechos redondos, haciéndome sentir sus duros pezones en las palmas, los apreté haciendo que mi dureza aumentará con el dulce gemido que salió por mi acción, después de que colocó el preservativo, levantó la cadera para introducirme en ella.

Apoyo sus manos en mi pecho para iniciar el rebote de su trasero sobre mi, sus gemidos al bajar, hicieron que se me sentará y la tomara por la espalda haciendo que cada que bajaba la pegará a mi pecho, su labios temblaron cuando mi agarre a una de sus nalgas encajo un poco mis uñas, levanto el mentón que aproveche para morderlo, la gire para recortarla boca bajo, me tomé un minuto para verle la cara excitada, pero ella enredo sus piernas en mis caderas para empujarme dentro de ella.

—Deja de torturarme así, no dejes de moverte, no dejes de follarme.

Metí mi rostro en su cuello para morderlo, me apoye en los codos e inicie a moverme más rápido dentro de ella, el salir y entrar creaba los sonidos húmedos en el ambiente, sus uñas dejaron marcas en mis hombros, luego en mi espalda, sentí demasiado calor, además de que fue un poco más violento, su cuerpo se tensaba bajo de mi.

—Jimin.

Mi nombre en su boca, mi cuerpo unido con ella, sentía lo mismo que aquella primera vez, en un beso para poder saborear aliento caliente ambos llegamos al dulce orgasmo, me apretó tanto un gruñido desconocido broto de mi garganta. Caí con mi rostro en su clavícula, ella acarició mi cabello, sus latidos eran rápidos y tragaba saliva debes en cuando.

—Tu corazón va a salirse  del pecho Anabelle.

—Si me da un infartó será tu culpa.

—Bueno ¿Quién dijo que no se rompería?

—Es Verdad, ¿Jimin?

—Dime

—Si no puedo llegar a amarte como deseo ¿podrías alejarte de mi?

—No lo haré, me encargaré de que no solo tu cuerpo me desee.

Podría salir lastimado pero en verdad no me importaba

Se que me tarde un poco en subirlo pero fue una semana algo complicada, en fin por fin está completo el compilados, con algo más romántico y un tanto tráfico
Con mucho cariño para mi tóxica preciosa Anabelle.

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