EL MENSAJE

—No puede ser —repite Verony—. Esto es...

—¿Qué es? —pregunto yo.

—Su perfil —responde Maria.

—Ya. Eso ya lo veo. ¿Pero dónde está registrada? —No conozco la página. Tan solo espero que no sea una web de citas.

—No lo sé. —Mi compañera rubia se encoge de hombros—. La he buscado en todas partes, pero no tiene ni Instagram, ni Facebook, ni Twitter, ni nada de eso. Solo la he encontrado en este sitio llamado...

—¡Wattpad! —grita Verónica.

—¿Lo conoces? —me intriga.

—¿Que si lo conozco? Es mi paraíso. ¡Es una plataforma para lectores y escritores!

—Ah. Bien. —Maria asiente—. ¿Y dónde podemos ver sus fotos?

—No hay fotos. Pero podemos ver su biografía y biblioteca. —Verony coge el ordenador—. Su nombre de usuario es «@». No ha escrito gran cosa en su descripción. Tan solo dice que es una amante de la lectura.

—¿No hay nada interesante? —se decepciona Maria.

—Mmmm... Podemos ver qué novelas lee —propone mi compañera morena.

—¡Qué divertido! —ironiza nuestra amiga rubia—. Seguro que son libros frikis...

El malvado chico, me latiga rico; Otro malote más, que me agarra por detrás; Un susurro ardiente, antes de hincarme el diente —con cada título que lee Verony, Maria y yo abrimos un poco más los ojos—; El chico malvado, y su juego descontrolado; Malo y fornido, enterita me ha comido... —Chasquea la lengua y concluye—: Podría seguir, pero como ya habréis visto, todo lo que lee es bastante cutre y picante.

—¿Historias hot con títulos que riman? —alucina Maria, y le reprocha a Verony—: ¿Cómo no me has enseñado este sitio antes?

Yo no participo en la conversación, todavía estoy procesando el contenido de su biblioteca.

—No te creas que en Wattpad todas las novelas son así. Para nada —advierte Vero—. Hay de todo. Yo solo leo novelas de calidad. Aunque Rebeca parece estar más interesada en estas novelas que, por lo que veo, pertenecen todas a una saga llamada: Una chica diferente frente a un malote potente.

—Oh... mierda. —Me tiro derrotado sobre la cama.

—¿Qué pasa? —me pregunta Maria—. No es nada malo. Rebeca es una persona más a la que le gusta el mambo.

—Sí, el mambo, y los malotes... —Hablo con la cabeza hundida en la almohada.

—¿Y? —no me comprende.

—¡Que yo no soy un malote!

—Menuda tontería... —trata de calmarme Verony—. No tiene nada que ver. A mí me encanta ver Jurassic Park, y no por eso me voy a enamorar de un velociraptor. ¿Te imaginas?

—Por desgracia sí —afirma Maria, y seguido, se dirige a mí—: Tienes que dejarte de tonterías y pasar a la acción. —Vuelve a coger el portátil y le pregunta a Vero—: ¿Cómo se mandan mensajes aquí?

—No creo que se puedan mandar mensajes en un sitio dedicado a la lectu...

—Sí que se puede —me interrumpe Verony y recupera el portátil—. Primero tienes que crearte un usuario. —Me mira—. Andrés, ¿cómo quieres llamarte?

Me incorporo y respondo:

—«@andresforua».

—Muy simple —lo descarta Maria—. Le van los malotes, ¿no? Pues pongamos algo de chico malo. ¿Qué es típico de un bad boy?

—Escupir —apunta Verony.

—Perfecto. Llámalo «@andrescupitajo» —propone Maria.

—Eh, no me pienso llamar...

—¡Hecho! ¡Usuario creado! —avanza Verony—. Eres @. Ahora solo tenemos que abrir el chat, y escribirle algo a Rebeca.

—Eso es fácil. —El ordenador vuelve a estar en manos de Maria—. Primero tenemos que presentar a Andrés. Ella ni siquiera sabe su nombre.

—Exacto —Verony está de acuerdo—. Y también tenemos que hablar del detalle de la notita. Ah, y... ¿Decimos algo sobre el encuentro de hoy?

—¡No, no! Mejor ignoramos lo ocurrido con la señora Rodríguez —decide Maria—. No queremos recordárselo.

—Sí, cierto. —Verony sigue—: Deberíamos escribir un mensaje que sea directo, pero no desesperado.

—Y chulo, pero sin ser grosero —aporta mi compañera rubia.

—Y romántico, pero sin ser muy pasteloso —añade la morena.

—Pues manos a la obra. —Maria se cruje los dedos, y teclea—. ¡Listo! A ver qué os parece.

—Miedo me da. —Me acerco a leer lo que ha escrito.


Hola, nena. 

Soy Andrés, el chico del ascensor. Gracias por el detalle, me ha llenado de amor.

@andrescupitajo


—¿Qué narices...? Es una mierda —rechazo—. Nadie habla así. Quedaré como un poeta barato que, para colmo, se refiere a ella como «nena».

—Te he convertido en un malote romántico —justifica.

—Me has convertido en un imbécil. ¡Borra eso!

—Andrés, puede funcionar —defiende la redactora.

—Maria, no —Verony está de mi parte—. Es una mierda. Bórralo.

—Vale, pues nada —cede—. Ya lo bo... —Se detiene—. Vaya.

—¿Qué pasa? —me alarmo.

—Están tan cerquita el botón de suprimir y el del «Enter» —musita.

—Maria, no habrás... —me temo lo peor, y ella me lo confirma asintiendo—. ¡Te mato! ¡Maria, te mato! ¿¡¿Cómo has podido enviarle ese mensaje?!?

—Tranquilo, ¡igual se puede eliminar!

—No —niega Verony—, no se puede.

Agarro la almohada, me vuelvo hacia Maria y se la estampo en la cara.

—Me lo merecía —acepta, con el cabello despeinado tapándole el rostro.

—¡¡¡Fuera de aquí las dos!!! —ordeno—. ¡Me estáis hundiendo la vida!

—Yo no he hecho nada. Tan solo ayudar —se exculpa Verony.

—¡Me da igual! ¡Fuera de mi habitación! —grito cada vez más fuerte—. ¡¡¡Fuera!!!

—¡Callad, niñatos! —se oye a la señora Rodríguez en el piso de al lado.

—Mira la supuesta muerta, qué energía tiene —bromea Maria.

Me muerdo la lengua para no chillar más. Les dedico una mirada fría y señalo la puerta. Ellas lo pillan y salen de mi habitación.

—Joder... ¡Joder! —lamento cuando me quedo a solas, y agarro el portátil.

Ahí está, en el centro de la pantalla, el mensaje que ha hecho que a partir de hoy suba diez pisos a pie, porque no pienso volver a coger el ascensor... ¡Qué vergüenza!



----------

Lo que no le pase a Andrés con estas dos...

¡Gracias por leer! Y gracias también a todos los que estáis compartiendo fragmentos de la obra en redes: Tiktok, Twitter, Facebook e Instagram. En serio, ¡¡¡muchas gracias!!!


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top