día 5: que quede en claro.

El sábado por la madrugada, Felix despertó sudando y temblando. No era bueno para sobrellevar las situaciones bajo presión y a pesar de que él mismo sabía que había hecho una buena actuación la noche anterior, los estragos que trajo consigo el tener que obligarse a hacer y decir cosas que nunca haría, a enfrentar a una persona como el tal Salvatore lo era lo habían dejado agotado y con su estabilidad mental baja.

Chan en su futón se removió y abrió los ojos en alerta, observando fijamente la forma en la que Felix parecía a punto de entrar en una crisis de pánico. Bang sabía a la perfección que él no pertenecía a ese mundo y que le sería muy difícil acostumbrarse, si no es que nunca lo haría. Se sacó la parte de arriba del uniforme de la prisión, quedándose con una camiseta blanca y se la colocó por sobre los hombros a Felix quien lo miró asustado, con los ojos abiertos en grande y brillando.

-Soy yo-Murmuró bajo-. Soy Chan-Más que eso, no sabía qué más podía hacer porque no tenía idea de cómo consolar a una persona o siquiera pensar en cómo debía reaccionar a este tipo de situaciones.

-Por favor, no te vayas, no me dejes solo-Soltó, el miedo incluso se sentía en su voz y Bang se preguntó en qué momento todo se iría a la mierda. Negó con su cabeza a pesar de que sabía que él no podía verlo por la oscuridad que había en la celda.

-Está bien, estoy aquí-Tampoco es como que él pudiera levantarse y simplemente irse. Primero porque a las diez de la noche cerraban automáticamente las celdas y no se abrían hasta la mañana siguiente. Y segundo, Bang tenía algo que ver que él reaccionara de esa forma porque se había metido en casi problemas por su culpa porque estaban buscándolo.

Pero Chan tampoco podía calmar la sed de sangre que muchas veces lo consumía. Él tenía que hacerse con los enemigos, tenía que disfrutar de su sufrimiento y ver como lo que habían logrado se derrumbaba gracias a él. Les gustaba humillarlos frente a todo el país, que supieran las cosas sucias que hacían y el cómo se manejaban cuando alguien no les servía. A Bang le encantaba tenerlos sentados en una silla mientras le suplicaban que no les hiciera nada, que por favor los dejara libres porque comenzarían a hacer las cosas bien. Él no creía en sus mentiras y acabar con su sufrimiento, y su larga vida en el corrompido mundo, era lo mejor que podía hacer. Él gustoso aceptaba la venganza, le encantaba vengarse de los demás y los italianos no habían sido la excepción. ¿Qué puedes hacer cuando un corrupto hombre se lleva a alguien preciado en tu vida y le hace cosas inimaginables dejándole un gran trauma que le llevó a atentar muchas veces contra su vida? Él había hecho lo que su consciencia le ordenó y había asesinado al jefe de los Capello sin ningún remordimiento, él había visto la oportunidad y realmente no la había desperdiciado. Él había nacido para vivir esa vida y moriría dentro de eso de la peor o mejor manera, como a la muerte mejor le pareciera llegar.

-Yo... No sé si podré aguantar mucho-Esas palabras eran como un déjà vu que jodía con su cabeza de formas que no podía describir. Sus ojos estaban puestos en Felix, su cuerpo había dejado de temblar y su voz sonaba más estable, pero de igual forma algo se abría paso en su pecho mientras veía como pequeños temblores atacaban su cuerpo. Él realmente había hecho una buena actuación y pudo ver con sus propios ojos como la tensión estaba consumiéndolo antes de que apareciera por detrás.

Ya había besado a Felix y lo había tocado de más, pero ahora no sabía realmente qué debía de hacer o cómo debía de comportarse. Quería darle algo de consuelo, pero era muy malo para darlo. Entonces, movió su gran mano a la espalda baja del muchacho y este pareció tener escalofríos, dio un suave y lento masaje, tratando de enviarle algún tipo de mensaje que le indicara que él estaba ahí y nadie iba a dañarlo.

-No es bueno que sigamos con esto-Dijo Bang en tono duro, jugando con el piercing de su labio inferior. Felix se había calmado y había esperado una media hora para volver a hablar-. Te dije que no era bueno que te brindara seguridad. Los rumores corren rápido, Lee.

-Puedo controlarlo-Murmuró mirándolo a los ojos y Bang sabía que él no estaba mintiendo para nada. Lo había leído en su mirada brillosa-. Voy a poder controlarlo, no dejes de brindarme tu seguridad-Rogó. Y Chan realmente amaba cuando rogaban por algo de él, pero ahora ver como Felix se colocaba sobre sus rodillas y lo miraba, le dejaba un mal sabor de boca.

¿Cómo es que Ricitos parecía evolucionar cada hormona de su cuerpo? ¿Cómo es que en tan pocos días que llevaba de conocerlo le hacía querer hacerlo suyo de todas las maneras posibles? Sonrió de medio lado, negando con la cabeza. Se suponía que estaba tratando de ser serio y aterrador, pero simplemente verlo ahí abultando el labio le jodía la cabeza de sobremanera y quería, no, no quería, necesitaba con urgencia hacer todo lo posible para tenerlo rogando por él, tenerlo debajo suyo pidiendo más y diciéndole al oído lo bien que lo hacía sentir.

-Mantente cerca de mí-Soltó, la voz ronca y baja. Felix notó el repentino cambio y enarco una ceja-. Salvatore no va a joder tu vida mientras sepas que eres mi amante, él pasará el mensaje y los demás sabrán que contigo nadie puede joder. No importa quién sea o quién venga, nadie querrá meterse contigo. Si alguien te molesta solo dímelo e iré por él.

- ¿Eres jefe de una mafia?-Bang rió y negó con la cabeza.

-No somos una mafia. Todo mundo habla de eso, pero realmente no lo somos. Tal vez se vea de esa forma, pero yo no. La gente que está conmigo, es mi familia y a mi familia la protejo-Felix se acercó un poco.

- ¿Has matado gente?-Le sorprendió el repentino interés que él tenía sobre su vida.

- ¿Por qué quieres saber tanto? ¿Acaso estás reuniendo suficiente información para traicionarme?-Los ojos grandes y brillosos lo observaron fijamente mientras negaba con la cabeza. Pero Felix también podía ser muy bien actor y estar mintiendo en ese preciso instante. Bang no confiaba a la primera, después de varias pruebas realizadas él elegía si confiar o no.

-Te juro que no-Dijo con la voz pequeña.

-Otro día, tal vez cuando tengamos más confianza te cuente muchas cosas-Asintió más para sí mismo que para Felix.

¿Qué podía hacerle confiar a él tanto en Felix para contarle cosas casi privadas de su vida? No le daba su confianza a casi nadie, pero si este chico quería ganársela, él sería capaz de contarle muchas cosas. Incluso esas de las que no hablaba con nadie, ni siquiera con Jisung quien se había convertido en su más grande confidente. Si Felix realmente estaba dispuesto a esperar a que confiara en él, más adelante las charlas serían inmensamente largas.

A las nueve de la mañana Jisung, Bang y Felix junto a otros reos se encontraban en la cocina de la prisión, Lee confundido sin entender muy bien qué sucedía. Sus ojos se posaron en Jisung mientras un oficial se paseaba por el lugar mirándolos de arriba abajo, deteniéndose justo al lado de Bang que apretó la mandíbula fuertemente cuando el tipo sonrió con burla.

-Hoy harán el almuerzo para los reclusos-Soltó-. Las cosas que necesitan están acá y lo que tienen que preparar se encuentra anotado en ese lugar-Señaló sobre una mesa unos cuantos papeles.

-Los fines de semana tenemos distintas tareas-Comenzó explicando Jisung-. Pero los demás las hacemos porque Bang se sienta a mirar como los demás trabajábamos-Puso sus ojos en blanco y miró a Chan que se encontraba sentado sobre una mesa con sus brazos cruzados y mirando hacia otro lugar-. Hacemos distintas cosas, estamos en un sector durante dos semanas hasta que el director de la prisión o alguien más decide cambiarnos. Antes de estar acá, estaba en la huerta que hay al otro lado de este pabellón, es un lugar lindo, cómodo, pero cuando es verano es totalmente un infierno estar algunas horas bajo el sol.

- ¿Son tareas fáciles las demás?-Jisung hizo una mueca y una seña con una de sus manos antes de indicarle que lo siguiera.

-Depende de cuánta experiencia tengas fuera de la prisión. Pasé tiempo de mi adolescencia en el campo de mis abuelos, tengo experiencia en eso. Tengo cero experiencia en la cocina-Murmuró y Felix rió.

-Si tú me enseñas algunas cosas, yo puedo enseñarte a cocinar. Tengo experiencia en esto, ayudaba a un amigo a realizar sus postres y mi hermano mayor es chef, pasaba mucho tiempo en su restaurante mirando o ayudándolo-El bajito soltó un gritito antes de asentir con su cabeza y colgarse del brazo de Felix quien sonrió feliz. Chan en cambio, hizo una mueca y tapó uno de sus oídos, era molesto escuchar a Jisung con su chillona y molesta voz.

-Hada cierra la boca-Soltó molesto, la cabeza le dolía y estaba seguro que se dormiría en cualquier momento ahí sentado.

Él no había vuelto a dormir luego de la pesadilla de la que Felix se había despertado, había sido muy difícil el siquiera intentarlo, estaba alerta a todo y en el silencio de su celda, escuchando la suave respiración de Felix a su lado, se dijo que tenía que salir de ese lugar lo más pronto que podía. Ya no aguantaba ni un segundo más, estaba harto de estar encerrado hace meses y siempre hacer las mismas malditas cosas. Por eso estaba esperando el lunes y a su visita con ansias porque le confirmarían lo que ya sabía y lo que había esperado. El oficial Lee no volvería a la prisión, lo habían ascendido y trasladado a otro lugar. El director de ahí sabía la cercanía que el guardia tenía con Chan y por eso le dificultaba las cosas.

-Puedo estar a un paso delante de ti-Murmuró muy bajo, para sí mismo sin saber que había dicho algo que estaba pensando en voz alta.

Unas risas llamaron su atención y frunció el ceño cuando vio a Salvatore entrar a la cocina acompañado de dos reos más, el tipo no le prestó atención a su presencia porque sus ojos se habían enganchado de Felix desde que había entrado. Bang apretó la mandíbula porque al parecer el italiano descerebrado quería aprender las palabras que le había dicho por las malas. Él no era de quedarse de brazos cruzados cuando amenazaban la integridad de alguien que lo rodeaba, él atacaba al instante, pero por ese momento quería ver toda la perspectiva desde afuera, si Salvatore daba un paso en falso él lo tomaría del cuello y apretaría hasta romper su garganta, hasta escuchar como se ahogaba con su propia y estúpida sangre. Sin embargo, el tipo no dijo nada, siguió su camino hasta el final del lugar en donde Bang sabía que estaban los lavabos en donde se encargaban de lavar toda la ropa de los reos en ese pabellón y sonrió con burla cuando lo notó y agachó la cabeza. Él era el rey de ese lugar y todos los idiotas que estaban en su contra lo respetaban por las buenas o empezando a respetarlo por las malas.

Sonrió furtivo cuando Felix comenzó a moverse por la cocina, manejándose como si conociera todo a la perfección. Y no era bueno que estuviera sonriendo así y por más que quería reprimirse más que nada, todo parecía ponerse en su puta contra.

Luego del almuerzo sacaron a todos al patio, el cual ese día compartían con otros pabellones por ser sábado. Jisung se quedó cerca de Felix mientras él buscaba algo en su celda, aprovechando el momento que el italiano no estaba en el lugar. Bang había escapado al patio con la excusa de que quería fumar, pero Jisung lo conocía bien y solo quería asegurarse que nadie robara su lugar, ni rondara cerca algún idiota que quisiera molestarlos a ambos. Felix tomó una libreta, unos lápices y algunas gomas que Wooyoung se había encargado de llevarle la vez que lo visitó.

- ¿Estás listo?-Preguntó Jisung dando unos pequeños saltitos que se le hacían muy tiernos a Felix. Él parecía ser muy dulce para estar en ese lugar, pero así como aparentaba eso, él sabía la razón por la cual estaba preso.

-Sip-El rubio se colgó del brazo contrario mientras apuraban el paso.

-Por ser sábado nos dan una hora más de "recreo", solo si el pabellón completo se ha portado bien. En el pabellón siguiente iniciaron una huelga y le quitaron esa hora, también encerraron a quienes la iniciaron.

-Tienes buena información.

-No le chupo la polla por nada a Minho -Soltó saliendo al patio buscando con la mirada a Bang hasta encontrarlo en el lugar de siempre. Se encontraba fumando y con la vista en un grupo de personas que estaban más alejados de él.

Cuando llegaron hasta donde Chan estaba, él dejó pasar a Jisung, pero detuvo a Felix colocando su mano en la rodilla contraria, haciendo una seña con su cabeza que el menor entendió a la perfección. Con cuidado y sin vergüenza alguna, Felix se sentó en el regazo de Bang, apoyando parte de su espalda en su pecho y sintiéndose cómodo. El mayor colocó una de sus manos en el muslo contrario apretando con algo de suavidad antes de apoyar su nariz en la nuca del otro.

-Mira con disimulo, acaban de decirme que si esos idiotas te veían solo iban a interceptarte para hacerte algunas preguntas. Están del lado de los italianos en el otro pabellón y al parecer esos idiotas no piensan en quedarse quietos en su puto lugar.

-Si sigues alterándote así ellos sospecharan de que en realidad no soy tu amante-Murmuró antes de abrir la libreta que había tomado buscando una hoja en blanco que le permitiera dibujar con tranquilidad.

A pesar de que lo que estudiaba era psicología, siempre había amado el arte. El dibujar siempre había sido un escape, desde muy joven que lo hacía y lo consideraba la mejor cosa que podía realizar. Hyunjin y Kyle se le unieron un tiempo después, hablando con Jisung e intercambiando unas cortas palabras con Bang. Hasta que Felix detuvo su mano y cerró la libreta de golpe, el apretón que Chan tenía sobre su pierna aumentó la presión y mientras él se daba vuelta para mirarlo, el sol pareció oscurecerse de golpe.

-Bang, nos dijeron que tu puta la chupa muy bien-Felix trató de ignorar ese comentario idiota.

-Ignóralos, tú sabes quién eres-Murmuró Jisung a su lado.

- ¿Y eso qué mierda te importa?-Bang colocó su brazo alrededor de la pequeña cintura que el menor poseía.

-Solo estaba pensando que tu zorra fue lo suficientemente inteligente como para chupar tu polla y entregar su culo, le estás dando la seguridad que incluso le negaste a un Yakuza. Oh, ¿y ese militar ruso? A él también se la negaste sabiendo que era alguien poderoso.

-De nuevo, ¿eso qué mierda te importa?

-Cuídalo. No creo que quieras que le suceda lo mismo que a Narae-Sonrió con burla mientras miraba a Bang desde arriba y este no pudo contenerse, hizo a un lado a Felix y se paró.

Felix no entendía bien, pero Bang era más grande que el otro tipo y anteriormente lo había visto algo molesto más no enojado. Y ahora estaba enojado, furioso, colérico y lo confirmó en el momento que golpeó con su puño cerrado en todo el rostro del tipo. Jisung y Felix juraban que habían escuchado algo romperse desde donde estaban. Bang no se conformó con solo ese golpe, golpeó una y otra, y otra vez mientras el tipo reía a carcajadas por haber logrado sacar el lado que Chan había guardado desde que había llegado a la prisión. ¿Quería hacer algo? Obviamente sí, pero no podía porque ellos eran unas bestias y él tenía un cuerpo pequeño con poca fuerza, si se metía en medio de ambos un solo golpe que alguno le diera y él iba a ser el más lastimado en esa pelea.

-No te metas-Dijo Jisung tomándolo del brazo con fuerza cuando Felix hizo el amago de levantarse de su lugar-. A Bang no le gusta cuando se meten en su camino, además no vas a poder hacer mucho. Él se lo buscó, Felix.

-P-Pero-El tipo estaba encima de Chan cuando Felix volvió a prestar atención dando golpes certeros en partes del rostro.

-Que te quede claro, a ti y a esos hijos de puta-Soltó Bang cuando pudo soltarse del tipo-. No nombres a Narae nunca más en tu puta vida y deja a Felix en paz, maldito hijo de puta. ¿Cuántas advertencias les tengo que hacer? Imbéciles de mierda-Echó la cabeza hacia atrás tratando de quitar el cabello que se interponía en sus ojos.

Nadie se metía y eso le gustaba porque él se las arreglaba solo, no necesitaba ayuda de nadie. Sonrió con burla y maldad cuando el rostro ensangrentado del otro lo recibió, tenía los ojos inflamados de los golpes, la nariz le sangraba y tenía una cortadura en el pómulo. Cuando lo tomaron de los brazos soltó una risa antes de darse cuenta que eran dos oficiales y en el momento que el idiota había escupido sangre y también un diente, se burló aún más.

-La próxima vez te asesinaré ¿has escuchado?-Le escupió en el rostro y sus ojos que parecían ser de un auténtico maniático-. ¡¿Han escuchado malditos hijos de puta?! Nadie quiera volver a pasarse de listo, nadie se mete conmigo de esa forma.

Los oficiales se lo llevaron junto al otro tipo y Bang agradeció que el director los fines de semana no estaba en la prisión, pero sabía que el lunes se llevaría un maldito dolor de cabeza. Y mientras a Bang se lo llevaban, Felix se quedó preocupado porque la pelea en parte había empezado por él y no sabía bien qué es lo que le deparaba a Bang.

Si hay algún error en los nombres, por favor avísenme por favor :')

¡gracias por leer! 🌾.

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