día 4: bel ragazzo.

Golpeando la puerta de la celda y entrecerrando sus ojos, el oficial Minho negó con su cabeza murmurando algo por lo bajo y soltando una risa sarcástica miró hacia otro lado, asegurándose que los demás reos seguían durmiendo en sus celdas y no estaban como viejas chismosas tratando de averiguar qué sucedía y por qué él estaba buscando a alguien en la celda de Lee.

-Bang a tu celda-Murmuró abriendo la celda de Felix mientras se cruzaba de brazos. Bang colocó su brazo sobre sus ojos cuando el oficial lo alumbró con una linterna. Faltaba media hora para las seis y un poco más para que el turno del oficial Lee Minho terminara, estaba cansado y harto de los de reclusos como Bang lo eran-. Deberías de bañarte, tienes olor a sexo-Dijo en un tono de voz bajo, quería reír porque Bang aún no despertaba del todo y la forma en la que se movía parecía muy tenso.

-Usted también debería de darse una ducha antes de llegar a casa, oficial Minho-Soltó Chan cuando tuvo todas sus cosas y salió de la celda. Felix aún dormía como un bebé y a pesar de que el mayor quería quedarse a observar unos segundos más al muchacho, decidió que simplemente no era una buena idea-. ¿Cuándo llegará el italiano?

- ¿Salvatore?-El oficial Minho lo miró unos segundos antes de soltar un suspiro mientras cerraba la celda de Lee y se movía a la celda de Bang-. Llega mañana, pero no se sabe todavía en el otro pabellón hubo una revuelta y creen que quienes lo empezaron fueron los italianos.

-No puedes dejar que sea compañero de Felix-Murmuró no queriendo decir esas palabras. Sin embargo no estaba muy consciente aún, el sueño le seguía pasando factura

-No puedo hacer nada, el director dijo que lo coloquemos en la celda de Lee. ¿Crees que si tuviera el control de las cosas dejaría siquiera que uno de esos idiotas viniera a este pabellón? No solo corre peligro Lee también lo corre Jisung, Bang-El recluso empujó su lengua contra su mejilla interna, molesto. Dio un solo asentimiento antes de meterse dentro de su celda, acomodando su futón y luego acostándose sobre este mirando el techo del lugar.

Si en ese momento quería volver a dormir, sabía que no podría porque su cabeza estaba pensando mucho más de lo que normalmente hacía. Sus recuerdos llevándolo a la noche anterior y el como Felix se había quedado dormido a su lado un tiempo después de burlarse de Bang. Chan sabía que él tenía miedo aunque no lo demostrara o disfrazara todo con su tono sarcástico o con burla, pudo notarlo en la forma que le hablaba y en como apretaba sus puños cuando le pedía una explicación de la situación. Bang no podía dársela, no por gusto sino más que nada porque no quería que él siguiera volcando su atención en el problema en sí, quería que se apegara al plan y tuviera cuidado. Los italianos hacía tiempo que venían detrás de él, luego de pasar dos años rodeado de verdes campos y viñedos, supo que la mafia italiana no era una broma y resolvían sus problemas violentamente, ellos no hablaban ni aceptaban reuniones en donde se juntaban a tomar una copa, ellos iban por el asesinato y cuando Bang se infiltró a uno de los clanes para luego asesinar despiadadamente al jefe, supo que tendría a sus súbditos detrás de él hasta que pudieran lograr vengarse. Chan no les tenía miedo, él podía seguir durmiendo tranquilo sin problema alguno, él podía seguir saliendo a la calle sin miedo a que lo atacaran a plena luz del día porque él tenía todo a su favor y siempre se mantenía cinco pasos delante de ellos. Los italianos podían ir por él cuando quisieran, pero cuando se metían con la gente que lo rodeaban, él iría en su caza y los asesinaría sin piedad uno por uno.

Soltó un suspiro observando el techo nuevamente, quería salir ya de ese lugar, pero aún no tenía respuestas. Tenía por asegurado que en dos semanas se iría, pero el oficial Minho aún no volvía a la prisión y Bang dudaba mucho que lo hiciera porque el director del lugar lo tenía en la mira, lo haría sufrir a su manera y haría todo lo que estuviera a su alcance para poder impedir su escape. Porque el director lo conocía a la perfección y a él le gustaba hacer de su vida un infierno, por algo estaba en ese lugar y no justamente porque a los policías realmente le agradaba hacer su trabajo limpiando el crimen de las calles.

-Bang-Murmuró alguien con sarcasmo y observando a la persona que lo observaba desde la abertura que la puerta de su tenía, puso sus ojos en blanco y siguió en sus pensamientos-. Bang-Volvió a murmurar el oficial-, tengo información importante-Y eso probablemente le tendría que haber llamado la atención sino fuera porque el oficial Choi era un mentiroso compulsivo que solo lo buscaba por dinero y drogas.

-No tengo una mierda encima, oficial Choi -Soltó molesto porque no había nadie en la tierra que fuera tan molesto como Choi lo era. Él siguió insistiendo un tiempo más hasta que Minho le pidió que se retirara a revisar otra celda.

-A las once traen al italiano, no sé qué mierda hicieron, pero lo traen hoy.

- ¿Estás jodiendo? Maldita mierda-Murmuró mientras pasaba una de sus manos por su rostro, inquieto.

-Vuelvo el lunes, Bang. Cuida de Jisung y fíjate en tu amante.

-Jisung sabe defenderse solo, oficial Minho.

-Pero Lee no y sabes que si él se mete en problemas, Jisung también lo hará-Bang soltó un bufido.

-Bien, bien. Estoy harto de esta mierda-Dijo mientras negaba con su cabeza.

Por ese motivo no le brindaba seguridad a nadie porque debía de andar detrás de su culo como si tuvieran cinco putos años y él realmente no estaba para eso. Tenía más cosas de las que debía de preocuparse como por ejemplo su escape y seguir manejando a su grupo porque a pesar de que por ahí podía mandarlos un poco, tenía que tener mucho cuidado con lo que ellos hacían afuera, un paso en falso y todos podían entrar a ese lugar de por vida.

-Yo también-Dijo con sarcasmo Minho y por lo poco que Bang sabía, en esos momentos en los que Jisung se mantenía aburrido y lo único que parecía saber hacer era hablar; Le había comentado una tarde que Minho estaba cansado de fingir y que no podía esperar más para que Jisung cumpliera con su condena, la cual le darían un nuevo juicio en un mes y por lo que Minho aseguraba es que a él le reducirían la sentencia a unos pocos meses por el buen comportamiento que tenía.

Su cabeza en ese momento no podía pensar con claridad nada y lo único que parecía calmarlo era llevar su mente hasta el muchacho de cabello rubio y ondas. Y eso, lo estaba odiando más que nada.

Pasado el mediodía Bang se acercó a la celda de Felix, observando como este parecía acomodar algunas en el pequeño lugar. Sus ojos se movieron por su cuerpo tapado por el overol y soltó un suspiro, desde la noche anterior que no podía dejar de pensar en lo bien que se vería usando otra ropa.

-Oh Bang-Murmuró Felix cuando vio al hombre parado en la puerta, observando hacia dónde él estaba-. ¿Sucedió algo?

- ¿Los oficiales te dieron la noticia?-Haciendo una mueca, Felix asintió.

-Sí, por eso debo de hacer algo de espacio. Ya me habían dicho que no me acostumbrara a estar tanto tiempo solo-Encogió los hombros molesto y aunque trataba de ocultar lo asustado que estaba por el simple hecho de que el traslado de la persona que estaba buscándolo se había adelantado, parecía casi imposible.

- ¡Lee tienes visitas!-Con el ceño fruncido miró al oficial que le había gritado y levantándose de su lugar, se acercó hasta el guardia que lo esperaba.

-Ten cuidado-Murmuró Bang antes de retirarse nuevamente a su celda.

-Cariño estás muy tenso-Soltó Jisung haciendo un suave masaje en los hombros de Bang que se encontraba sentado en una de las mesas con la mirada en la puerta del lugar-. ¿Qué sucede?

-Adelantaron la llegada del italiano para hoy-Soltó. Jisung aflojó el agarre que tenía en los hombros del otro e hizo un sonido extraño que Bang reconoció como que estaba preguntando algo indirectamente-. Minho no vuelve hasta el lunes, me pidió que cuide de ti.

-Aw, ¿no es tierno? Se preocupa más de lo que tú te preocupas por tu amor.

- ¿Quién es mi amor?-Murmuró queriendo distraer su cabeza de las malas cosas que estaba pensando.

-Yo, obviamente. Soy tu amor desde hace muchísimos años y no puedes vivir sin mí, cariño-Bang rió bajo antes de negar con la cabeza-. Éramos almas gemelas en el pasado y en esta nos volvimos a reencontrar en estas circunstancias.

-Cierra la boca, Hada. Voy a mi celda-Jisung asintió con esa sonrisa que le había encantado a Bang desde el primer día que lo vio en ese lugar y se alejó de la mesa para ir donde Hyunjin estaba y lo llamaba.

Felix aún seguía manteniendo su ceño fruncido cuando se sentó en la silla esperando a la persona que había ido a visitarlo. Ese día realmente no esperaba a nadie, sus amigos lo habían dejado de lado, Seungmin iba una vez por semana y dudaba mucho que alguno de sus padres se hubiera enterado de lo que había sucedido con él. Por esa razón se sorprendió cuando vio a Wooyoung entrar al lugar con una mueca de completa preocupación, lo observó detrás del vidrio durante mucho tiempo mientras buscaba en algo en su rostro.

-Felix, Felix no sabes lo mucho que le tuve que rogar a tu abogado para que me dijera en dónde estabas-Lloriqueó mientras miraba al otro-. ¿Cómo estás? ¿Te han molestado, te han hecho alguna cosa? Si es así diles que voy a patearlos en el culo, soy cinturón negra-Pero Felix sabía a la perfección lo mucho que él estaba mintiendo y el miedo que bailaba en sus ojos por estar en un lugar así. Wooyoung era paz, era todo lo bueno que una persona podía ser y siempre estaba preocupándose por los demás.

No eran amigos, eran más bien conocidos que habían hablado una tarde en los pasillos de la universidad cuando Felix se venía quejando de una clase y un profesor, y Wooyoung había llegado a hacer una entrega de los postres que realizaba en su hogar. Wooyoung se había parado y le había preguntado si él estaba bien, y luego de que Felix despotricara acerca de lo idiota y poco paciente que era su profesor, el mayor le había dado unos pocos consejos para sobrellevar a ese tipo de profesores. Luego todo se había dado aún más extraño porque era Felix quien pasaba por la cafetería de Wooyoung y hablaban un poco antes de que el menor se fuera a la universidad.

-Woo no había necesidad de que vinieras acá. Sé que este tipo de lugares no te gustan y te ponen muy ansioso, era mejor si simplemente te comunicabas con Seungmin para saber qué sucedía conmigo. Me han molestado el primer día, pero ya conseguí seguridad, no tienes de qué preocuparte.

-Te traje algunas cosas, espero que los policías te lo den. Hay comida y algunas cosas más, creyeron que te traía droga o algo por el estilo, revisaron absolutamente todo. Y no digas que no había necesidad de que venga, sí la había. No sabes lo preocupado que estaba por ti, nadie me decía nada e iba a entrar en pánico en cualquier momento. Me planté en la puerta del bufet en donde tu abogado trabaja durante cuatro días seguidos hasta que le gané por cansancio y me dijo en qué prisión estarías-Hizo una pausa mirando con disimulo a la puerta detrás de Felix en donde se ubicaba un oficial que de vez en cuando miraba hacia donde estaban-. Si algo está sucediendo Felix, dímelo. No haré mucho, pero trataré de hacer todo lo posible mientras estés ahí adentro. ¿Cuánto tiempo estarás?

-Cincuenta y seis días a partir de hoy. Querían que pagara una multa de veinte millones de wons, pero no tenía esa cantidad, me esperaba algo de medio millón o un millón, no eso. Decidí pasar los sesenta días preso antes que otra cosa.

-Tú sabes que cuando salgas tendrás un lugar en mi cafetería. Estuve arreglando algunas cosas y el mes que viene puede que ya la abramos, voy a estar esperándote con ansias-Dijo con esa sonrisa que parecía iluminar todo y que a Felix tanto le gustaba.

- ¿En verdad? Felicidades, hyung. Estoy muy feliz por ti, luego de tanto tiempo esperando por esto al fin tu sueño se está cumpliendo-Dijo con una sonrisa verdadera después de tanto tiempo.

Ambos se quedaron charlando por un largo tiempo más, hasta que un oficial llegó y les dijo que ya había pasado el tiempo para la visita.

Cuando Felix volvió a su celda, luego de ir directamente a las duchas y luego al patio, no creyó lo que se encontraría dentro. Había un tipo, cabello algo largo y rostro cincelado, agradables ojos color avellana y el cuerpo grande. Tenía una mandíbula bastante marcada esparcida por incipiente barba, cuando le sonrió, Felix se dijo que él tenía una muy linda sonrisa, pero seguro como el infierno que él caería ante eso, podía ver la maldad detrás de esos llamativos ojos y de esa sonrisa.

-Bel ragazzo-Soltó en un perfecto italiano con voz ronca y profunda-, stasera posso farti cavalcare il mio cazzo*-Felix tragó con fuerza y agradecía infinitamente a su madre por obligarlo a tomar esas clases de italiano en su niñez y adolescencia- O posso persino tagliarti la gola se non mi dai le informazioni di cui ho bisogno*.

Bien, ¿ahora qué hacía? No sabía si correr o quedarse estancado en la puerta de su celda como lo estaba haciendo en ese momento. Si corría ¿hacia dónde debía de ir? Porque no había visto a Jisung ni a Bang, y había escuchado por ahí que el matón estaba con visitas de alguien importante. Podía ver como sus ojos se llenaban de hambre mientras lo miraba y se acercaba a él poco a poco, como un depredador acechando a su presa. Y Felix no quería ser la maldita presa de nadie; No podía ni siquiera gritar porque nadie estaría de su lado en ese lugar de mierda.

- ¿Qué información quieres?-Preguntó tratando de controlar el tartamudeo que quería dejar su boca.

-Mi capisci, bellissimo ragazzo. Si dice nei corridoi di questa enorme prigione che tu sia l'amante di Bang*-Murmuró cerca de él. No se había movido de su lugar ni un milímetro. Soltó el aire que no sabía que estaba reprimiendo-. Ti farò una proposta allettante. Rispondi alle mie domande e ti tirerò fuori di qui prima che scada la tua condanna. Il tuo uomo è ricercato tra noi e abbiamo bisogno di lui vivo*-Felix pasó sus dedos por su frente, el sudor cayendo por esta molestándolo.

-Estoy aquí por dos meses nada más. Hazme una propuesta mejor, amigo. Necesito algo fuerte para saber si traiciono a mi hombre o no-Sonrió. Los nervios ayudaban demasiado a la actuación que estaba llevando a cabo.

-La famiglia Capello non perdona, tesoro. È passato molto tempo dall'ultima volta che abbiamo cercato il tallone d'Achille di Bang e tu sei arrivato. Sarai il nostro segreto per vincere.

-Ah, l'uomo che fastidioso*-Rascó su ceja y miró hacia el techo-. ¿Me darás algún puesto en la mafia de los Capello? ¿O qué hay realmente para mí? No me convence salir antes, mi hombre puede sacarme en la mitad de tiempo de lo que yo tengo que pasar acá. Así que realmente tu propuesta no me tienta-Soltó una risita baja, molestando al otro que apretó su mandíbula fuertemente mientras peligrosamente volvía a acercarse a Felix-. Además, ¿por qué Bang parece tener más poder que la familia Capello? Tal vez sea por ese motivo que aún no han podido atraparlo. Porque son todos unos incompetentes-Sonrió grande y tierno provocando sentimientos de querer asesinarlo al italiano que gruñó y se acercó a él con la intención de colocar sus manos alrededor de su cuello. Si el amante de Bang no quería darles información, entonces realmente él no les servía y todo había sido una maldita pérdida de tiempo. Pero tal vez no porque a quien buscaba estaba detrás del muchacho de cabello rubio con el rostro ensombrecido y las facciones siendo más aterradoras.

- ¿Qué mierda se te perdió Salvatore?-Preguntó Bang golpeando una de las manos que estaba cerca de tocar el cuello de Felix-. Parece que te divierte acosar a mi chico en cuanto llegas-Tenía la mandíbula dolorosamente apretada, las venas de sus manos y su cuello se marcaban, y la voz le salía baja, aterradora y algo adormecedora para Felix. El rubio soltó un suspiro y el aire que retenía, acomodando su cuerpo contra el fuerte pecho contrario, la energía con la que había despertado parecía haber abandonado por completo su cuerpo y solamente ahora quería algo que lo hiciera sentir seguro por completo-. ¿Estás bien?-Preguntó en voz baja, suave mientras una de sus manos serpenteaba por la cintura del más bajo.

-Uhum-Murmuró muy bajo queriendo darse vuelta en su lugar y abrazar el cuello de Bang con fuerza.

-Bang en algún momento la familia Capello te tendrá en sus manos-Dijo brusco en un coreano muy malo que apenas se entendía.

-Quiero verlos intentándolo. No han podido hacerlo durante estos últimos años y desde que ingresé a la prisión han intentado de todo, teniendo muchos fallos de por medio-Lo apuntó con uno de sus dedos y luego sonrió burlón-. Ten por asegurado algo, Salvatore. No les tengo miedo, puedo caminar por las calles tranquilo mientras que ustedes se cagan en sus pantalones cada vez que me ven cerca-Atrajo más a su cuerpo al menor y luego lo hizo girar para que saliera de su celda-. Espérame en mi celda-Susurró, Felix asintió dejándose llevar cuando Jisung lo arrastró con él.

-Lo has hecho muy bien, Felixie-Soltó empujándolo suavemente.

-Mi abuela solía decirme así-Soltó con la voz casi rota.

-Felix el lunes volverá a dormir en su celda ¿entiendes? Pero no quiero enterarme que le has intentado hacer algo porque aquí mismo y sin que me importe que mi condena suba, te asesinaré. A ti y a cuanto hijo de puta quiera interponerse en mi puto camino, ¿entendiste maldito idiota?-El italiano asintió.

Bang se retiró de la celda que no le pertenecía y mientras Salvatore fingía obedecer a todo lo que él decía, sonrió con burla y maldad mezclada porque el talón de Aquiles era el pequeño rubio que lo había enfrentado sin una pizca de miedo, sin que la voz le temblara ni un segundo. Y por alguna razón, le agradaba mucho la idea de hacerse con Felix.

¡gracias por leer! 🌾.

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