día 34: revuelta.

La explosión se escuchó en todos los pabellones, los gritos comenzaron a escucharse en todo el lugar mientras Felix se levantaba desorientado y sin saber muy bien qué sucedía. Bang no estaba y el rubio bien sabía que había salido a dar una de las tantas vueltas a la enfermería. Jisung y Kyle entraron un tiempo después cuando el muchacho trataba de entender qué estaba sucediendo en la prisión y por qué todo el mundo parecía estar gritando con una euforia exhaustiva. Kyle, que estaba con sus pantalones bajos hizo todo lo posible para levantarlos con rapidez mientras le preguntaba a Hada si se encontraba bien.

— ¿Qué sucede?—Preguntó el futuro psicólogo mientras sus ojos brillaban con miedo—. ¿Y Bang?

—No sé qué sucede, Hyunjin dijo que nos quedáramos acá—Murmuró Kyle mientras echaba su cabello hacia atrás, sus manos temblando un poco porque bien sabía lo que estaba sucediendo en el lugar.

—Bang estaba en la enfermería, vendrá en unos minutos—Jisung se sentó al lado del muchacho mientras acariciaba su brazo derecho con una de sus tiernas manos mirándolo a los ojos y comunicándole con los suyos que no había nada de qué preocuparse aunque por dentro estuviera muriéndose del miedo.

—Felix tienes que estar tranquilo ¿sí? Esto sucede cada tanto, pero no hay de qué preocuparse. Si te pones nervioso será peor, vamos a mantenernos refugiados acá mientras esperamos que Bang y Hyunjin vuelvan.

— ¿Qué está sucediendo?—Su voz saliendo un poco más firme, pero de igual forma sintiendo el miedo calar por cada parte de su cuerpo, congelándole los huesos y queriendo paralizarlo en su lugar.

—Los oficiales. Tomaron la prisión, hace unos años que no sucedía, pero han estado en desacuerdo con muchas cosas que el director ha estado haciendo—Dijo Kyle, abrazándose a sí mismo, no llevaba la parte superior del uniforme y el frío parecía calarle los huesos.

—No están de acuerdo con hacer todo lo que él dice. Minho escuchó hablar a unos cuantos oficiales de que de alguna forma u otra, debían de parar lo que él estaba haciendo y eso es apoyar todo lo que quienes están aquí adentro hacen.

— ¿Hablas de Bang? Porque sé que el director le ha permitido hacer muchas cosas a él.

—Puede ser, pero Bang es el rey de esta prisión, los oficiales le temen a él y su mafia. No creo que se atrevan a meterse sabiendo de las cosas que es capaz de hacer—Dijo Jisung mientras veía a Kyle apoyarse contra la pared mientras negaba con su cabeza, no dando crédito a lo que Felix decía. Él estaba seguro que los oficiales no tenían tanta valentía para meterse con Bang cuando bien sabían que tanto sus vidas como las de su familia estaban en juego.

—Puede que sea más por los italianos. Han hecho cosas y el director no les ha dicho nada, muchos oficiales están del lado de Bang por lo tanto su fidelidad está con él en muchas ocasiones. Si estuvieran en su contra, hubieran hecho algo para parar lo que él planeó con Salvatore y Yong.

—Aunque le tengan miedo y su fidelidad esté con él, si uno solo se pone en su contra y prepara un plan para hacer algo como lastimarlo u otra cosa, se sumará un segundo, un tercero e incluso un cuarto. Y así se formara un grupo que irá creciendo de a poco hasta que sea lo suficientemente grande para poder llevar a cabo cualquiera sea el plan que hayan realizado.

—Mierda—Murmuró Kyle mientras pasaba ambas manos por su rostro soltando un pequeño gruñido—. De igual forma ¿Qué podemos hacer nosotros? Tú te pondrás en riesgo y Bang va a salir de cualquier problema en el que se meta, y si algo te sucede, él empezará por nosotros por dejarte ir tras él o cualquier imbécil que quiera lastimar a tu novio ¿entiendes eso? No podemos arriesgarnos más que obedecer todo lo que él diga.

—Pero...

—Felix, Kyle tiene razón. No podemos desobedecer a Bang, él mandó a Hyunjin para que nos dijera que estuviéramos contigo porque sabe que estabas aquí solo, si alguien quiere venir por ti por cualquier mierda que quieran hacer en contra suya, no podemos permitir que siquiera se les cruce por la cabeza hacer eso. Quedémonos aquí hasta que Bang vuelva ¿sí?

Felix asintió aunque no quería hacerlo, aceptando lo que ellos decían, molesto con él mismo porque si fuera fuerte nadie tendría que estar cuidándolo en ese lugar, porque si supiera pelear podría defenderse por sí mismo y no tendría que estar esperando a que alguien lo hiciera por él. Bien sabía que no era fuerte físicamente, era bastante débil y lo único que tenía de bueno era la forma en la que se defendía con palabras y el mal carácter que siempre cargaba. Tal vez, también era fuerte mentalmente aunque muchas veces su cabeza parecía querer traicionarlo y lo convertía en un potencial paciente en la carrera que se encontraba estudiando. Más no quería depender de nadie en ese lugar y él no negaba que adoraba la forma en la que Bang se comportaba a su alrededor, en cómo lo defendía y cuidaba, pero también quería ser valiente por sí mismo y dejar de ser un debilucho y en ocasiones, un llorón.

El de bucles mordió su labio inferior con fuerza mientras miraba hacia la puerta de la celda esperando, deseando que Bang entrara y le dijera que estaba bien y no había ningún problema, nadie lo había lastimado y esa intención no la tenían con él, más cuando entró Hyunjin al lugar el corazón se saltó un molesto latido y cuando él habló no supo qué mierda realmente hacer.

—Los policías tomaron a Bang, intenté defenderlo e impedir que se lo llevaran, pero esos hijos de puta me golpearon—Y hasta cuando él nombró eso, Felix se dio cuenta que su nariz y belfo inferior sangraba.

Y todos sabían que Bang era fuerte y la mayor parte del tiempo no necesitaba ayuda, pero eran muchos y no sabían qué harían con él.

Hyunjin rió por algo que Changbin dijo mientras Bang solo estaba apoyado contra el escritorio con sus brazos cruzados en su pecho y la mirada aburrida puesta en sus botas negras. El fiscal Choi hoy se encontraba más hablador que lo normal y eso a Chan lo irritaba tanto que quería gritarle que cerrara la puta boca de una vez, pero se contuvo y sus ojos oscuros observaron hacia la ventana que tenía la enfermería cuando escuchó el sonido de un disparo al aire.

— ¿Qué mierda?—Preguntó el enfermero y sus ojos de dragón se ubicaron en dirección en donde su jefe estaba mirando.

—Es una revuelta, si hacen silencio escucharán los gritos, pero esta vez no son los reclusos los que la armaron.

— ¿Son los oficiales?—Preguntó Hyunjin mientras miraba a Choi.

Unos segundos después en donde se debatían qué eran los ruidos fuertes que venían de afuera, se escuchó la explosión y Bang se puso en alerta poniéndose recto y dispuesto a salir por la puerta.

— ¡Quietos y pongan las manos detrás de la nuca! ¡Los cuatro!—Gritó un oficial pateando la puerta de la enfermería para que se abriera, apuntándoles con un rifle mientras más oficiales ingresaban al lugar—. Ahora se pondrán de rodillas y al primero que haga un puto movimiento le meteré una bala en el cráneo.

—Oficial no hay necesidad de ser tan brusco—Soltó el fiscal Choi.

— ¡Cierra la boca, maldito viejo!—Gritó un muchacho más joven, más ansioso queriendo de alguna forma ver sangre derramada.

Bang sonrió con burla y acató la orden que estaban dándole. Los cuatro se arrodillaron en el suelo mientras mantenían sus manos detrás de su cuello mirando a los oficiales que parecían demasiados aterrados para hacer eso.

— ¿Qué mierda te hace gracia, Bang?—El primero que había entrado gritando para que se mantuvieran en silencio se acercó al hombre mirándolo desde arriba, apuntándole en el medio de su frente mientras una sonrisa curvaba sus labios.

Chan hizo una mueca cuando el oficial colocó la boca del rifle en su frente, empujando está con fuerza mientras murmuraba algo por lo bajo. No le dolía, simplemente le molestaba que ese idiota se creyera genial solo porque tenía un arma en sus manos, si él tuviera una todos ellos en este momento estuvieran arrodillándose frente a él y suplicando porque no los matara. Sin embargo se quedó en silencio, observando, poniendo atención a cada mínimo detalle porque en todo debía haber un hueco, un solo y mínimo hueco que le permitiera a él hacer un movimiento dando vuelta todo el estúpido plan que habían organizado.

—Tú me das gracia. ¿Crees que puedes contra mí? No estoy solo, oficial. Así como tú tienes a estos imbéciles detrás de ti, quienes por cierto están muertos de miedo, yo también tengo gente detrás de mí pero quienes me siguen no están tan asustados como los tuyos...

Bang quiso seguir hablando, pero un golpe en su nuca le hizo cerrar los ojos con fuerza un mareo atacándolo por completo cuando los abrió y cuando un segundo golpe fue dado en el mismo lugar todo se puso en negro y cayó al suelo con un ruido sordo. Hyunjin se abalanzó contra el idiota que había golpeado a Chan sintiendo como muchos pares de brazos lo tomaban, lo tiraban contra el suelo y lo golpeaban con fuerza en el rostro con la parte trasera de uno de los rifles.

Entre dos oficiales altos y musculosos tomaron a Bang de los brazos cada uno mientras lo arrastraban fuera de la enfermería, Hyunjin fue dejado en las celdas mientras ellos seguían llevándose consigo a Changbin y el fiscal Choi también. Recibieron los gritos de varios reclusos cuando pasaron por las celdas de presos que esperaban su sentencia o ser llevados al pabellón de la muerte, por tener a Bang desmayado mientras avanzaban con sonrisas burlescas en sus rostros, sin ser conscientes de que estaban cavando su propia tumba. Llegaron a la oficina del director para encontrarlo de la misma forma que a ellos los habían amenazado, junto a él estaba el oficial Minho que quien con su mirada gatuna y sorprendida repasó el rostro de Bang. Las manos del director de la prisión y las de Minho se encontraban en su espalda, atadas con precintos mientras se encontraban arrodillados en el suelo.

— ¿Qué podemos hacer con todos ustedes? Usted señor Choi está aquí por toda la corrupción que hubo en su fiscalía, pero aún tiene muchos secretos por soltar ¿no es así? Quien me causa más intriga aquí es el enfermero, su historial está limpio y solo tiene una detención de cuando tenía diecisiete por disturbios en la vía pública, pero bien sabemos que es la mano derecha de Bang por lo tanto no debe estar tan limpio como nos intentan hacer creer.

Changbin curvó la esquina de su boca mientras negaba con su cabeza. Era sorprendente que estos imbéciles pocos inteligentes pudieran haber deducido eso, pero algo le decía que había sido alguien más, alguien con más poder que estos simples oficiales. No dijo absolutamente y con ansiedad observó a Bang que aún no despertaba, pero soltaba pequeños gruñidos en medio de su desmayo. Soltó un suspiro cuando vio a Choi moverse para que los oficiales lo dejaran, alguien golpeó su cabeza y cuando nuevamente se levantó con algo de dificultad sus ojos se cruzaron con los del enfermero.

—Dile a Chan su padre no pudo haber sido capaz de asesinar a GyeonGi—Changbin lo observó con desaprobación, negando con la cabeza para que se mantuviera callado y quieto, sin embargo, él se paró frente a uno de los oficiales le hizo frente.

Todo pasó demasiado rápido, Bang recién despertaba cuando lo primero que vio fue al fiscal Choi con una bala en medio de su entrecejo, la sangre chorreando por el agujero que le había provocado la muerte al instante.

—Oh mierda—Dijo Minho cuando vio la forma en la que el cuerpo del fiscal cayó y como Bang colocó su gélida mirada sobre el muchacho que le había disparado al hombre.

—Carajo—Soltó Changbin.

— ¿Qué mierda están haciendo?—Preguntó el director Mang mientras observaba con nerviosismo a los oficiales que parecían muy dispuestos a empezar con una balacera en ese pequeño lugar.

La mirada de Bang se movió por toda la oficina contando en total una cantidad de cinco policías, todos armados. Dos estaban dispuestos, los otros tres simplemente estaban ahí por conveniencia, más no les veía dispuestos a tratar de realizar algo y dudaba mucho que fueran capaces de seguir una orden sin temblar en el momento de ejecutarla. Él podía realizar algo, podía moverse para tomar al idiota que lo había amenazado con un rifle en la cabeza y tenerlo de rehén porque una vez que él hiciera eso, los otros no pondrían sus vidas en juego. El problema también estaba en que Minho se encontraba atado aunque la mirada que le dirigiera fuera extraña, como si él tuviera que saber algo que no.

— ¿Qué mierda quieren?—Preguntó Bang, ese tono de voz bajo y ronco hicieron tragar saliva con fuerza a algunos mientras sus ojos se dirigían a quien parecían mandar en ese lugar. Él no estaba atado, él tenía libertad de movimiento, tampoco había alguien detrás de él apuntándolo—. Cada uno de ustedes sabe de lo que soy capaz más tú—Señaló al más joven—. ¿Creías que no iba a hacer nada cuando con tu estúpido amigo me encerraron y golpearon en las duchas? ¿Realmente creíste que me quedaría de brazos cruzados? Te refugiabas en el pabellón de los italianos ¿no es así? Y tu amigo se quedó aquí, ¿sabes qué sucedió, no es así? Pregúntale a mis chicos la forma en la que se divirtieron deshaciéndose de él, el cómo gritaba y como cada parte de su cuerpo fue arrancada. ¿Quién quiere ser el siguiente? ¿Tú?—El más joven lo miró a los ojos y supo que la oscuridad que estaba en estos era insoportablemente absorbente, terrorífica, vacía y sin final. Parecía absorberte, llevándote al peor de los infiernos haciéndote arrastrar en sus penumbras y te asustaba tanto.

Chan volvió a cruzar miradas con Minho y entonces, entendió lo que él quería decirle. El oficial Minho se había podido soltar de la mala manera y la forma que con nervios habían ajustado el precinto en sus muñecas. Minho asintió con su cabeza y cuando Bang se levantó sobre su gran altura, mirando al tipo que tenía frente a él, no le dio mucho tiempo para reaccionar y de un momento a otro su gran mano derecha estaba rodeando el cuello contrario mientras que con la izquierda le quitaba el arma.

— ¿Por qué mierda no tienes miedo?—Preguntó el oficial mientras el aire comenzaba a faltarle.

— ¿Miedo? No sé qué mierda es eso, hermano. Soy incapaz de sentir el miedo que tú estás sintiendo en este estúpido momento.

Se colgó el rifle y tomó el arma que Changbin le había ofrecido cuando pudo golpear y dejar en el suelo al idiota que había asesinado al fiscal Choi. Lo colocó en la sien del oficial mientras miraba a los otros tres que dejaron sin ningún problema las armas en el suelo y levantaron sus manos.

— ¿Cuántos son?—Preguntó Bang—. Pregunté algo, oficial... ¿Bok?—Empujó el cañón del arma más contra la sien contraria mientras golpeaba la parte trasera de sus rodillas para que se arrodillara.

—Somos un grupo de veinte o treinta oficiales. Solo queríamos acabar con los beneficios que algunos mafiosos tenían ¿sí? Queríamos terminar con eso.

—Bueno, ya ves que no. Antes de hacer algo, llamaras a los demás que estaban realizando este teatro y les dirás que todo se acabó ¿bien?

El tipo lo hizo un tiempo después, luego de resistirse y que Bang le sacara el seguro al arma, cuando avisó a los demás el hombre no lo dejó hablar más, gatilló y una bala se incrustó en su cabeza para segundos después hacer lo mismo con el que le había disparado al fiscal Choi. Con la mirada refulgiendo en fuego Bang miró a los oficiales que quedaban haciéndoles una seña con su cabeza para que se fueran de la oficina del director.

—Tienes que aprender a controlar a tus oficiales, Mang. Así como esto pasó hoy, puede suceder de nuevo, fíjate a las personas que contratas porque no todos van a estar de tu lado y siempre van a encontrar una oportunidad para traicionarte. El oficial Yoonki es bueno en lo que hace, pero los demás y más quienes están del lado de los italianos, debes cuidarte de esos.

Se pasó la mano por el pelo mientras giraba unos centímetros, mirando al cuerpo que se encontraba tirado a unos pasos de él. El fiscal Choi aún tenía los ojos abiertos, su mirada vacía y fría puesta en dirección a la pared. Por más que lo miraba, él no sentía nada, no le causaba nada verlo tirado en el suelo con un balazo en la cabeza probablemente para hacer algo, pero de igual forma parecía no tener ningún efecto sobre él.

— ¿Dónde está Hyunjin?—Preguntó mientras veía como Minho se encargaba de soltar al director Mang.

—Probablemente fue a tu celda, quiso defenderte y lo golpearon para luego soltarlo porque no les servía.

Bang dejó que los demás se encargaran antes de moverse con rapidez a su celda, su cabeza pensando en una sola maldita cosa y era Felix. Él necesitaba ver con sus propios ojos que ninguno había ido a su celda para sobrepasarse con su chico porque si algo sucedía con Felix tenía más que asegurado que el infierno sería desatado nuevamente y nadie querría presenciarlo.

Cuando llegó a su celda, Jisung, Kyle y Hyunjin estaban ahí mientras que Felix parecía a punto de entrar en una crisis que calmó cuando lo vio ingresar y corrió a sus brazos, envolviéndolo en un fuerte abrazo que parecía apaciguar a la bestia de Chan que se aferró al rubio sin importar qué podían pensar los demás.

Felix era una de sus más bonitas debilidades y lo cuidaría como nada en el maldito mundo.

¡gracias por leer!

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