día 30: ¿quién es narae?.

Chan no estaba en la celda cuando Felix se levantó al día siguiente. Su cabeza aun recordando como el cuerpo del italiano caía inerte al suelo, desde donde él estaba sentado había podido escuchar como sus vértebras se rompían y el sonido de estas quebrándose le había dado escalofríos en todo el cuerpo mientras desviaba la mirada porque simplemente había sido... mucho.

El lugar estaba ordenado y en silencio cuando se sentó en el futón, estirando sus brazos por su cabeza antes de sentir como esta le punzaba en dolor. Se levantó muy despacio y comenzó a lavar sus dientes antes de lavar su cara y hacer sus necesidades. Buscó, en los lugares que sabía, alguna pastilla para su dolor y cuando lo encontró sonrió adormilado antes de tomarla. Arriba de la pequeña mesa que había en la celda, se encontraba el celular de Bang el cual tenía la pantalla apagada, pero la naturaleza curiosa de Felix le gritaba en el oído que revisara cuando sabía que hacer eso estaba mal.

Dejó ese extraño sentimiento de lado y se sentó nuevamente en el futón cuando tuvo en sus manos su libreta de dibujos. Era desestresarte, su cabeza viajaba y le daba lindos sentimientos cada vez que ponía de todo su empeño para realizar dibujos. Su estilo variaba, pero siempre iría por ese estilo que amaba tanto y se mezclaba con otros, el realismo junto con el de manga. Su estrés parecía liberarse por completo cuando realizaba lo que más le gustaba y a pesar de que solo era por unos cuantos minutos, él los sentía como los mejores.

La puerta de la celda sonó cuando la abrieron y sus ojos se encontraron directo con los de Kyle que le sonrió suave antes de sentarse frente a él. Tenía varias bolsas en sus manos y mientras él volvía su mirada a la libreta, el muchacho extranjero colocó una en el suelo antes de deslizarla con suavidad hasta donde Felix estaba.

— ¿Sucedió algo?—Preguntó el rubio mientras daba pequeños trazos al dibujo que estaba realizando. Sus manos se movían por sí solas mientras esos ojos parecían penetrantes, pero le estaba dando su estilo, los brillos que le pondría a esa mirada cuando el dibujo estuviera terminado, eran los que él quería ver más adelante.

—Nop. Hada me dio estas bolsas de dulces y quise venir a compartirla contigo también me pareció buena idea hacerte compañía.

—Te mandó Bang, ¿no es así?—Kyle era muy malo para disimular mientras sus mejillas tomaban un color rosa por haberse visto descubierto en la mentira tan simple que había dicho. Felix rió cuando notó la situación en la que Kyle se encontraba, tan avergonzado de sí mismo—. No hay razón por la que debas avergonzarte. ¿Quieres tener una amistad conmigo?—Preguntó mientras dejaba la libreta a un lado y lo miraba fijamente. Él encogió sus hombros.

— ¿Tú quieres?—Felix asintió con su cabeza y Kyle sonrió—. Bang ha ido a hablar con el director Mang por algo de lo que sucedió ayer. Probablemente quiera echarle toda la culpa a él.

—Pero si él no tuvo que ver en eso, hasta lo que nosotros sabemos—Encogió sus hombros antes de estirar su mano, tomando un puñado de gomitas que estaban a un lado mientras miraba como Kyle tenía la boca llena de caramelos.

Hyunjin llegó unos minutos después, entrando a la celda mientras gritaba algo y le robaba algunos dulces a Kyle quien se quejó en voz alta, pero Felix observó el brillo en sus ojos con el que lo miraba, tan lindo y puro que sonrió inconsciente desviando su mirada nuevamente a su libreta sin querer incomodar a nadie.

— ¿Bang sigue hablando con Mang?—Preguntó Kyle a Hyunjin quien asintió con su cabeza e hizo un sonido de afirmación con su boca.

—Sí, pero Mang no puede contra Bang. Estamos hablando literalmente de Bang, Kyle. Mang se debe de orinar en los pantalones cada vez que lo ve—Felix rió bajito ante eso—. A Bang no le agrada casi nadie. Hada y nosotros somos un caso especial, pero tú Ricitos... tú has robado su corazón y en los meses que lleva aquí adentro nunca lo vi comportarse de esa manera con absolutamente nadie. ¿Qué truco has utilizado?

—Hyunjin—Regañó Kyle mientras lo miraba y negaba con su cabeza para que cerrara su boca porque a ellos realmente eso no les interesaba, pero Hyunjin siempre parecía ser una vieja chismosa que indagaba en todo como nunca—, cierra la boca—Murmuró muy bajo al idiota que tenía sentado a su lado pretendiendo que Felix, quien estaba sentado frente a ellos, no estaba escuchando nada.

El lugar se quedó algo en silencio, Kyle y Hyunjin discutían muy por lo bajo y el sonido del celular rompiendo todo momento casi pacífico puso en alerta a Felix. La pantalla se iluminó y el nombre que mostró cuando el rubio lo tuvo entre manos le erizó el vello de su cuerpo. Narae nuevamente volvía a hacer su aparición mientras Felix volvía a tener un molesto debate mental.

—Acompáñame a ver si Bang ya terminó de hablar con el director—Dijo Hyunjin mientras miraba fijamente a Kyle quien tenía sus ojos en Felix. El extranjero podía ver como el rubio estaba apretando el lápiz entre sus dedos, poniendo sus nudillos en blanco.

Hyunjin se llevó a Kyle a rastras mientras este negaba con la cabeza molesto porque se lo llevara de esa forma.

— ¿Hola?—Preguntó cuándo atendió la llamada después de estar estúpidamente decidiendo si era buena idea o no.

—Hola Chanie—La voz que se escuchaba del otro lado era suave, muy fina, como de una niña pequeña y a Felix se le vinieron un sinfín de preguntas que se agolparon unas con otras e intensificaron su dolor de cabeza.

—Hum... no soy Chan—Murmuró Felix con voz calmada y segundos después la llamada se cortó.

La mayor pregunta que ahora estaba molestándolo y le estaba dando tantas señales dolorosas era, ¿Chan tenía una hija?

Bang supo que algo estaba mal en el momento que entró a la celda. Felix estaba sentado en el futón con su libreta de dibujos en su mano derecha y en la izquierda su teléfono celular. Mordió su labio inferior con fuerza antes de mirar al rubio.

— ¿Felix?—Su voz baja y algo ronca lo sacó de su ensimismamiento y lo miró alarmado—, ¿sucede algo?

—Bang... ¿quién es Narae?—Los ojos oscuros del mayor se agrandaron un poco por la repentina pregunta e hizo todo lo posible para no demostrarle que esa pregunta, de alguna forma, había hecho que sus manos temblaran.

¿Era momento de contestar con la verdad? Mierda, realmente era el maldito momento para contestar con la verdad y él estaba tan molesto por eso. Sus ojos se encontraron con los mieles y en el tiempo que lo llevaba conociendo, Felix nunca lo había mirado de esa forma. Estaba enojado y él lo entendía a la perfección, ni siquiera tenía algo para justificarse por las mentiras que había soltado. Y como nunca en su vida él estaba consciente de las mentiras que había soltado y realmente quería arreglar todo este malentendido, y seguramente, todas las dudas que molestaban a Felix por su culpa.

—Te mentí—Fue lo primero que dijo cuándo se sentó frente al rubio.

— ¿Narae es tu hija?—Preguntó con confusión.

— ¿Qué? No, ¿por qué crees que es mi hija?—Felix rodó los ojos.

—Porque tiene voz de niña, duh—Dijo como si fuera lo más obvio, estúpidamente molesto.

—No, no tengo hijos—Rascó la parte trasera de su nuca—. Te mentí en varias ocasiones para ocultarte quién realmente es Narae.

—Entonces, ¿quién es? Dijiste que no ibas a mentirme sobre ella, Bang.

—Lo sé y no quería hacerlo, pero tienes que entender que hablar de ella no me hace sentir cómodo—Felix asintió con su cabeza, pero la mirada en su rostro seguía diciéndole que no estaba creyéndole absolutamente nada—. Cuando me preguntaste si tenía hermanos y dije que no, fue una mentira. Narae es mi hermana menor—Con una ceja enarcada y sus brazos cruzados en su pecho, Felix miró los movimientos que hacía y la forma en la que hacía una mueca con sus labios sabiendo que ella causaba más de una reacción en su rostro—. ¿Quieres que te cuente toda la historia? Bien, pero quédate sentado porque es larga—Soltó un suspiro—. Yeonjun siempre planeó tener dos hijos varones. Que yo haya nacido primero y haya sido el primogénito fue un logro, un regalo y el mejor sueño cumplido que alguna vez pudo desear. Narae llegó unos años después, cuando yo tenía 6. Yeonjun nunca fue un padre interesado en nada, nunca se presentó en ningún estudio médico mucho menos a los ultrasonidos en donde decían el sexo de su futuro bebé. Cuando nació Narae, él se decepcionó, se molestó tanto con GyeonGi por haberle dado una niña y no otro niño que como castigo me mantenía a mí encerrado con maestros privados para que no pudiera ver a mi madre y mucho menos a mi hermana.

Apoyó sus manos en el suelo, doblando un poco la muñeca mientras se hacía un poco para atrás. Sus ojos no dejaban los mieles contrarios por nada a medida que iba relatando absolutamente todas las mentiras que había estado guardando, logrando que el peso en sus hombros se aligerara bastante.

—Vi a Narae muy pocas veces cuando ella tenía unos meses de vida. Cuando ella cumplió 1 año, mi padre se la quitó a mi madre y la mandó a un internado al sur de Suecia porque no servía para sus negocios, él no podía enseñarle las cosas que me enseñaba a mí. Él no podía ni siquiera pensar en dejarle su imperio a Narae mucho menos siendo mujer. Narae era el peor error que él había cometido y creyó que sacarla de su camino era lo mejor—Felix tragó saliva duramente mientras miraba a Bang a los ojos. Él no podía estar molesto ahora que sabía lo que sucedía y el por qué le había ocultado todo lo de Narae—. Volví a conocer a mi hermana cuando tenía diecinueve y ella trece. El TAP de Narae nunca fue tratado ni siquiera diagnosticado hasta hace un año atrás, por lo tanto fue una sociópata gran parte de su vida ¿entiendes? La expulsaron del internado cuando tenía trece, los directivos se enteraron que casi asesina a una de sus compañeras dándole la cabeza contra el inodoro solo porque la niña no cayó ante sus manipulaciones. Mi madre ya había desaparecido y mi padre nunca nos dio la importancia suficiente, mantenía a Narae encerrada con cientos de maestros privados que le enseñaban ciento de cosas. Yo ya no estaba viviendo en esa casa para cuando ella volvió, pero cuando se enteró que tenía un hermano mayor, me fue a buscar y yo la acepté porque era mi hermanita, quería darle ese amor que siempre se le negó, pero nunca supe cómo hacerlo y era tan molesto.

Felix pudo ver el rostro lleno de incertidumbre de Bang, estaba tan molesto, tan angustiado y a pesar de que no se notaba mucho pudo notar el brillo de tristeza que estaba en sus ojos.

—Ambos nos criamos sin saber el significado del amor o cómo debíamos de hacer para identificarlo y para ese entonces lo que mejor sabía hacer era manipular igual que Narae. Descubrí que había alguien mejor que yo para hacerlo y era mi hermana. Nos dimos amor, pero no un amor verdadero y puro, era tóxico y lleno de manipulaciones, todo para beneficio propio. De mi parte quería hacerme sentir bien creyendo que estaba dándole mucho amor de hermano a Narae y por su parte, ella quería mi atención y que todo lo que pedía se lo diera sin ninguna queja de por medio. Era una nena de papi, literalmente, porque Yeonjun para no tener que enfrentarla simplemente le daba todo lo que le pedía—Hizo su cabeza hacia atrás mientras soplaba un mechón de cabello que se interponía en sus ojos—. Cuando comencé a salir con Jisung, Narae lo odió. Él le estaba robando mi atención y siempre hacía todo lo posible para que sus manipulaciones fueran en contra de Hada, realmente no sé cómo hacía y yo era consciente de lo que provocaba, pero nunca hice algo para detenerla. Me manipulaba tanto y me ponía en contra de Jisung solo porque cancelaba algunos planes que ella hacía conmigo.

—Yo... ¿tu padre la dejaba pasar tiempo contigo?—Bang negó.

—Nunca se enteró. Ella se escapaba y sus mentiras siempre fueron tan convincentes que nadie sospechaba de lo que decía. Yeonjun nunca sospechó que Narae tenía contacto conmigo porque básicamente nunca estaba en la casa, la veía quince minutos los fines de semana y luego desaparecía de su vida.

—Hum entiendo... ¿Jisung la odia porque te ponía en su contra?—Bang asintió bufando.

—Sí, sus manipulaciones eran muchas y mejores que las mías cada vez que Jisung venía y ella estaba presente siempre hacía que lo dejara de lado para que mi atención estuviera en ella y en las cosas que me pedía. No me podía negar porque sentía que ella se merecía todo eso después de que se le había negado tanto e incluso viendo ahora el pasado siento que lo único que logré fue empeorar su trastorno. Me metí en muchos problemas por ella, pero no me arrepiento de hacerlo, simplemente me arrepiento de no haber estado para ella en su momento y haberla cuidado.

—Bebé no sigas si no quieres—Murmuró tomando sus manos y colocándolas en su cintura atrayendo a Bang a su cuerpo.

—Quiero hacerlo, necesito hacerlo, Felix—El menor asintió y murmuró un bien para que él siguiera hablando sin ninguna interrupción por parte suya—. Narae ya no es la misma desde que le sucedió eso...

— ¿Tiene que ver con lo que estaban hablando Changbin, Mimi y tú en la enfermería? Sé que creyeron que estaba leyendo muy entretenido, pero en realidad no estaba haciéndolo. Ustedes no son muy buenos para hablar en secreto.

—Sí, tiene que ver con eso. Meses antes de que ingresara a la prisión hubo un problema. De alguna forma los italianos descubrieron que Narae era mi hermana e hija de Yeonjun. Deshacerse de ella les pareció una buena idea para hacer sufrir a mi padre o algo por el estilo. El jefe de la mafia de los Capello, quien estaba en ese momento, era un político muy conocido en Italia y de alguna manera mi padre logró hacerlo enojar. Secuestraron a Narae una tarde en la que yo no me encontraba en la ciudad—El suspiro tembloroso que dejó sus labios hizo a Felix mirarlo a los ojos, los cuales estaban llenos de lágrimas. El corazón del rubio se saltó un latido tan molesto que creyó que iba a morir ahí mismo. Le dolía verlo de esa manera—. La tuvieron encerrada en alguna parte de la ciudad haciéndole cosas de las que me dan asco hablar. Abusaron de ella, tantas veces que le provocaron un trastorno por estrés postraumático, le destrozaron la espalda y tiene un trauma tan grande que le provocaron que su cerebro funcionara como cuando tenía cinco años de edad. Le arruinaron su vida y tan solo tenía veintidós. Ella no está bien mentalmente, los psiquiatras dicen que va a mejorar, pero no lo veo posible. Toma muchas pastillas en el día y a pesar de que siempre hacen lo posible para que ella no se mantenga consciente o pensando constantemente en lo que sucedió cuando recuerda todo me hace sentir tan mal, me llena el pecho de tristeza por verla así. Intentó suicidarse, tantas veces que la última vez creí que realmente iba a perderla. Es lo único que me queda de lo que yo llamo familia, Felix—Él estaba llorando, tan destrozado... Y Felix estaba ahí, abrazándolo con fuerza mientras escuchaba como hipaba en su oído aferrándose a su espalda.

— ¿Dónde está Narae, amor?—Le preguntó y Bang medio sonrió por el apodo dado.

—Ella.. ella...

—Tranquilo, bebé. Respira hondo y mírame a los ojos, estoy aquí para ti, mi amor...

— ¿En verdad no vas a irte? No quiero que te vayas, eres la primera persona que me hace sentir de esta forma tan linda, bebé. No me dejes.

—Ya lo dije, no pienso dejarte y yo nunca rompo mis promesas. Ahora dime, ¿dónde está Narae?

—En un centro psiquiátrico de Daegu—Felix asintió con la cabeza.

— ¿Cómo se encuentra ella ahora? ¿Mejoró algo desde la última vez?

—Hace diez meses que no la veo, amor. Changbin dice que está mejor, dejó de tomar algunos medicamentos, pero sigue tomando algunos para poder dormir porque sigue teniendo algunas pesadillas que la siguen atormentando. Sé que no es la misma, incluso sé que su comportamiento no es el mismo aunque a veces utiliza su don para la manipulación para conseguir cosas a beneficio propio.

—Va a ser difícil, Chan. Va a ser muy difícil y mucho más por los traumas que eso le causó, pero con ayuda va a salir adelante. Verás que con la ayuda necesaria todo va a mejorar, no al cien por ciento, pero se va a recuperar. Ella tiene que entender que esto no es culpa suya.

—Es mi culpa. Todo lo que sucedió, es mi culpa—Felix negó con la cabeza e intentó retenerlo cuando se levantó y caminó por la celda, demasiado metido en su cabeza. La culpa escalando por su pecho y torturándolo.

—Amor, no lo es. Tu padre fue quien tuvo problemas con ellos, no tú ¿entiendes eso? No fue tu culpa—Lo abrazó con fuerza, sosteniéndose de su espalda mientras negaba con su cabeza.

—Yo... siento tanto no haberla protegido.

—Pero lo estás haciendo ahora, Chan. La estás protegiendo ahora y te estás asegurando que ella va a estar bien sin importar qué pase—Entrelazaron sus manos y Felix le dio un pequeño beso en los labios—. Ahora sé porque eres tan sobreprotector con las personas que quieres—Las comisuras de sus labios apenas se curvaron antes de encoger sus hombros.

— ¿Soy sobreprotector contigo?

— ¿Me quieres?—Preguntó sonriendo burlón antes de que Bang lo abrazara nuevamente sintiéndose tan reconfortado en ese pequeño cuerpo—. ¿Narae es la persona que quieres que conozca cuando salgamos de aquí?

—Sí, lo hago. Y sí, bebé, ella es quien quiero que conozcas.

Desde ese momento, en medio de ese abrazo, Chan se prometió empezar a sanar para poder amar a Felix y cuidarlo puramente, no de una forma tóxica porque el rubio parecía haber llegado a su vida como un ser de luz para enseñarle cosas que él nunca había experimentado e iluminar parte de su oscura y pesada alma, y él realmente no se quejaba, estaba tan cómodo con eso.

¡gracias por leer!

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