día 28: ¿por qué tigre de invierno?.
—Queda poco para que los puntos empiecen a caer. Estás cicatrizando a la perfección—Felix sonrió y movió sus pies, que colgaban de la camilla, hacia adelante y hacia atrás. Bajó la parte superior de su uniforme y miró unos segundos a Changbin—. ¿Todo bien?—Preguntó el enfermero.
—Sí, ¿tú?—Lo había notado algo extraño, un poco más ansioso, un poco más feliz. Cada vez que estaba a su alrededor tal vez actuaría un poco más cohibido y le costaría mirarlo a los ojos. Felix no se quejaba de su comportamiento, simplemente quería saber si había hecho algo para que él actuara así.
— ¿Hum? ¿Yo? Sí, bien, bien—Los ojos mieles de Felix se encontraron con los de Bang que estaba al otro lado de la habitación apoyado contra el umbral de la puerta, sus grandes brazos cruzados frente a su pecho y esa aura de indiferencia rodeándolo. El mayor encogió sus hombros porque a pesar de que no estaban hablando, él sabía a la perfección lo que Felix quería preguntar.
"¿Que mierda pasa con tu amigo?" Él estaba más que seguro que si su chico hubiera hablado, esas palabras hubieran salido de su boca. Y Chan realmente quería contestarle, pero la realidad es que ni él mismo sabía lo que sucedía con Changbin y su extraña forma de comportarse.
—Hum, ¿okey?—Estaba tan confundido porque incluso ahora, que podía leer a Changbin, él sabía que estaba mintiendo y no estaba bien. Probablemente había otra cosa incomodándolo, pero él quería seguir sabiendo qué sucedía.
—Changbin—Llamó bruscamente Bang mientras lo miraba fijamente—, ¿qué sucede?—Preguntó en voz baja mientras observaba que Felix se bajaba de la camilla y se ponía a observar algunas cosas de la enfermería.
—Rubiecito—Llamó el fiscal Choi y Felix lo observó antes de acercarse a él cuando le hizo una seña para que lo hiciera. Bang quiso detenerlo a que fuera, pero su mano derecha le negó con la cabeza, impidiéndole que hiciera cualquier movimiento.
—Creo que me enamoré del amigo de Felix—Soltó haciendo que el más alto frunciera el ceño.
— ¿Qué amigo?
—Ese tal Wooyoung. El que tiene una cafetería y va a ayudar a Jisung a tener trabajo cuando salga de aquí—Respiró hondo, Chan mirándolo fijo sin poder entender su forma de actuar. Changbin era frio y seco, pero ahora parecía escupir flores cada vez que hablaba. No conocía a ese Wooyoung más de lo que Felix había dicho, era su único verdadero amigo fuera de la prisión y quien lo había aceptado sin pedir nada a cambio más que una sincera y pura amistad—. Lo vi una sola vez, pero creo que me robó el corazón en el momento que sonrió—Chan seguía ahí, sin comprenderlo del todo, pero asintiendo de igual forma a lo que él decía.
—Ten cuidado con lo que haces—Murmuró Bang porque a pesar de que Changbin era muy bueno en todo lo que hacía tenía algunas manías y adicciones que llegaban a arruinar a quien estuviera a su lado, no era de una mala forma sino más bien era algo inconsciente.
—Lo sé, lo sé—Dijo asintiendo con la cabeza porque a pesar de que no estaban comunicándose para nada, ellos entendían cada cosa que no querían decir y Changbin sabía a la perfección a lo que Bang se refería.
— ¿Bang está hablando de él?—Preguntó el fiscal Choi, Felix algo reacio a acercarse a él frunció el ceño y lo observó fijamente no queriendo responder ni siquiera decir alguna palabra—. No me tengas miedo, rubiecito. No puedo decir mucho de tu chico porque como sabrás, mi cabeza vale lo mismo que la de él afuera o aquí adentro, quisieron asesinarme hace unas semanas. ¿Piensas que si tú me dices una mínima cosa voy a traicionarles?—Soltó una risa algo gastada, Felix no sabía si por el tabaco o por su edad—. No lo haré, rubiecito. Fui un amigo muy cercano al padre de Chan, por lo que, nunca lo traicioné y ahora que volví a encontrarme con su legado tampoco pienso traicionarlo a él. Mi fidelidad siempre va a ser con el imperio Bang, sea quien sea el que esté a cargo. Ahora, ¿tu noviecito te ha contado algo de su vida?
— ¿Y a usted qué le importa?—Se cruzó de brazos, molesto. Miró al tipo con una ceja enarcada mientras ponía sus ojos en blanco.
—Si no vas a decirme nada, está bien. Pero da tú también el primer paso para que él te diga todo lo que tal vez no está seguro de soltar. Seguramente hay muchas cosas que quieres saber, pero no tienes la valentía de preguntar. Mi intención no fue esa, pero cuando le preguntaste a Changbin quién era Narae, lo escuché. Sin embargo y estoy seguro de que a Chan no le has preguntado absolutamente nada por miedo a que él te conteste con las verdades que has sospechado desde un principio, ¿o me equivoco?—Esta persona... él tenía una manera de leer a las personas tan bien y a pesar de que Felix siempre trataba de mantener sus emociones en un nivel muy bajo, él había adivinado todo lo que pasaba por su cabeza... ¿en tan solo unos minutos?—. No creas que soy bueno para estas cosas. Simplemente he observado y a pesar de que no han estado saliendo mucho de su celda, por razones obvias, hay cosas que ambos hacen que da a conocer como son en realidad. Aunque no quieras admitirlo, eres inseguro en algunos aspectos de la vida.
—Felix—Llamó Bang y le hizo una seña para que ambos salieran de ese lugar. Desde donde estaba pudo ver que él se sentía incómodo hablando con el fiscal y lo mejor que podía hacer, y pensar, era sacarlo de ahí.
—Dile a Chan que te diga el significado de tigre de invierno, entenderás muchas cosas más.
A pesar de que no quería pensar de más, él salió de ese lugar tomando la mano de Bang y con su cabeza preguntándose qué tanto le haría entender saber ese apodo insignificante que a Chan parecía molestar y hacerlo odiar.
— ¿Te molestó algo que él dijo?—Preguntó Bang cuando entraron a la celda, tomándolo suavemente de las mejillas y besándolo, tan suave y a la vez tan duro.
—Hum no.
No podía concentrarse. No con Bang besándolo de esa forma, siendo paciente cuando movía sus labios contra los suyos y acariciando cada parte de su cuerpo como si nunca lo hubiera recorrido con sus manos e incluso con sus belfos. Los largos y delicados dedos de Felix se posaron en el cuello de Bang y con sus pulgares dio suaves caricias, tocando donde estaba su pulso antes de entregarse una vez más a ese hombre que lo tenía como un demente.
— ¿Qué quieres saber?—Chan preguntó cuándo se pudo separar del muchacho dejándolo con un piquito de lo más tierno en sus labios.
—Tu apodo—Murmuró mirándolo a los ojos—, ¿por qué tigre de invierno?
Bang se sentó contra la pared y estiró sus piernas para luego hacer una seña con sus manos, indicándole al rubio que se sentara en su regazo porque necesitaba su calor, necesitaba de alguna forma tenerlo cerca.
—No me gusta ese apodo porque me lo decía mi padre siempre, todo el tiempo y desde que soy muy pequeño. El significado, sin embargo, no lo puso él, lo dio mi madre. GyeonGi siempre trataba de que todo lo malo que Yeonjun hacía contra mí, no me perjudicara tanto, entonces cuando yo le reclamaba a él, el por qué me decía ese apodo nunca supo qué decirme. Mamá le dio, de alguna manera, un significado bueno, algo lindo—Entrelazó su mano con la de Felix para después dejar un suave beso en la mejilla contraria—. GyeonGi dijo que tigre de invierno hacía alusión a la flor de mi nacimiento, la cual es la flor de tigre y Yeonjun siempre tenía algo para decir cada vez que mi madre me decía eso. El significado que tiene esa flor es "por favor, ámame" y él decía que cuando era niño siempre, de alguna forma u otra, buscaba el amor paternal e incluso el maternal el cual siempre me fue negado. Era un niño, necesitaba de eso, sin embargo ninguno fue capaz de demostrarlo bien o darme tan solo un poco. La aprobación de ellos siempre la quise tener, desde muy niño fui manipulado para llevar adelante una empresa, un imperio que no era mío, que no era mi esfuerzo.
Las pausas que hacía, Felix sabía que las realizaba para poder poner su cabeza un poco en orden y seguir con su relato. Sus ojos miraron unos segundos al mayor antes de acariciar con suavidad su rostro y corrió el cabello largo que se interponía en sus ojos.
—Mi madre falleció joven, en circunstancias extrañas y mi padre nunca fue una persona ejemplar, nunca fue alguien que estuvo presente. Siempre estaba en la empresa o en viajes de negocios. Las veces que estaba en nuestra casa, si hacía algo mal me castigaba diciéndome cosas o golpeándome—Había algunas cosas que Bang aún seguía ocultando y que realmente no quería decirlas, le molestaba tener que sacarlas a la luz. Mientras se debatía en soltar eso que sentía tan suyo, simplemente lo dejó ser—. Me parezco mucho a mi madre. Realmente no recuerdo mucho de ella más que su sonrisa y la manera en la que siempre me reconfortaba cuando Yeonjun se cansaba de torturarme. Tenemos el mismo color de piel, se asemeja mucho a la nieve y por eso tigre de invierno.
—Entonces, ¿tienes la belleza de tu madre?—Sonrió coqueto mientras se abrazaba a su cuello porque el calor y el aroma de Bang era tan rico, tan hermoso que daría lo que fuera para tenerlo siempre con él.
—No lo sé—Encogió sus hombros antes de besarlo en los labios—. ¿Puedo decirte algo?
—Claro, bebé. ¿Qué sucede?
— ¿Cuánta confianza tienes con tu abogado?
— ¿Uh? Bastante, creo. Es mi primo además de ser mi abogado, nos criamos juntos. ¿Por qué? ¿Conoces a Seungmin hyung?—La pregunta salió en tono de broma, Bang lo notó, pero ya no podía detenerse a hablar.
—De hecho, sí—Murmuró y Felix abrió sus ojos grandes antes de centrar toda su atención en esta información que estaba soltando.
— ¿Es broma? ¿No es broma? ¿Cómo conoces a Seungmin hyung?
— ¿Es tu primo no es así?—El de ojos mieles asintió con su cabeza—. Era el abogado corrupto de mi padre así como fue... su amante.
— ¡¿Qué?!—Gritó, Bang haciendo una mueca cuando su oído retumbó con fuerza—. ¿Él fue...? ¿Mi primo fue...? ¿Mi primo fue tu padrastro, Chan? Qué asco—Bang lo miró fijamente unos segundos y encogió los hombros—. ¿Él estuvo con tu padre? ¿Cómo cuántos años tiene... o tenía?
—No lo sé, ellos estuvieron poco tiempo juntos. Tu primo probablemente se creyó todas las mentiras que Yeonjun dijo para tenerlo comiendo de su mano. Habrá tenido como ¿cincuenta? Hum, no sé bien, pero da asco.
— ¿Y crees que Seungmin lo amaba? Porque es como veinte años más grande que él—Tuvo escalofríos. Felix respetaba a su primo y sus gustos, pero esto era sobrepasar un límite del asco.
—No lo sé, bebé. Gustos son gustos—Soltó una pequeña risa nasal antes de enterrar su rostro en el cuello, aspirando el aroma a jabón que su cuerpo tenía.
Se besaron un tiempo después, siendo suaves, a veces bruscos y de vez en cuando mirándose a los ojos para confirmar que todo era real y que nada se esfumaría al momento de abrir los ojos. Chan aún tenía mucho por decir, aún seguía diciendo mentiras que no quería, pero que necesitaba decirlas para ocultar unas cuantas verdades de las cuales no estaba listo para soltar.
Simplemente necesitaba uno o dos días más para saber cómo decirle a Felix que le había mentido unas cuantas veces y que algunas cosas que él creía no eran reales. Él realmente no quería hacer que Felix se fuera de su lado.
¡gracias por leer!
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