día 10: niño bonito.
Los dolores en su espalda baja eran insoportables así como el dolor en las marcas que Bang había dejado en sus caderas. Se levantó del futón en el suelo y soltó un bajo gemido por las punzadas que sentía, Bang había sido brusco y a pesar de que había disfrutado de la forma en la que él lo había follado, ahora era molesto haberlo dejado hacerlo.
Tomó una botella de agua de las que Bang tenía escondidas y le dio un trago largo, refrescando su seca garganta. Levantó su libreta del suelo soltando una baja risa cuando recordó que él lo había revoleado cuando trepó en el regazo del mayor. Aunque unos segundos después frunció el ceño, había una carpeta manila debajo de una mesa pequeña que había en la celda. La levantó del suelo y su instinto de querer ver de qué se trataba le ganó, abrió la carpeta encontrando que era un archivo de un recluso y no cualquier recluso. El nombre y apellido parecieron brillar frente a sus ojos y soltó un suspiro cuando siguió leyendo.
Chan miró hacia arriba cuando Felix se paró frente a él, en sus manos tenía la carpeta de Salvatore y el ceño fruncido que poseía le decía que estaba molesto.
— ¿Cuándo ibas a decirme que el enfermo con el cual comparto celda es un maldito abusador?—Bang puso sus ojos en blanco antes de estirar sus brazos sobre su cabeza.
— ¿Por qué había necesidad de hacerlo?—Preguntó sentándose en su lugar y enarcando una ceja. Él no tenía explicaciones para darle a Felix—. No es para tanto—Dijo restándole importancia al asunto.
— ¿No es para tanto?—Preguntó molesto y asustado de la persona con la que compartía celda—. ¿Me estás jodiendo? Literalmente se estaba masturbando a mi lado, si tú no me hubieras sacado de ahí... no me quiero imaginar que mierda hubiera hecho—Trataba de mantenerse calmado, pero no podía miles de cosas se ponían en su cabeza—. Estabas ocultándome esto.
—No tengo por qué darte explicaciones de lo que hago, Ricitos.
— ¡No me interesa tu mierda! Lo que tú hagas, no me interesa, Chan. Me interesa la mierda en la que yo estoy metido—Tiró la carpeta al suelo con un ruido sordo que se escuchó en todo el lugar, justo al lado de la pierna de Bang que lo miró con el ceño fruncido—. Eres un hijo de puta. ¡Vete a la mierda!—Tomó unas cuantas cosas que le pertenecían antes de intentar escapar de la celda del mayor quien ágilmente se levantó de su lugar y luego, tomó del brazo a Felix antes de estamparlo contra la pared de al lado de la puerta.
— ¡Uh hay pelea de pareja!—Gritó uno de los reos de la celda continua.
—Voy a decirte una sola maldita cosa—Se acercó a él mientras su agarre pasaba a su rostro. Felix queriendo soltarse a toda costa— no voy a darte putas explicaciones cuando no eres nada mío. Manejo mi mierda por mí mismo y no hay nada en el mundo que me haga decirte algo ¿escuchaste?
— ¿Tienes problemas de sordera o algo por el estilo? Te dije que tu mierda no me interesa, pero cuando tu mierda me involucra a mí quiero saber todo ¿entendiste tú? A ese hijo de puta lo pusieron en mi celda porque te busca a ti, quiere información sobre ti y no le interesa realmente si estás muerto. Ellos te quieren vivo y a mí eso no me importa. Chupo tu polla por mi seguridad, para que ellos no me molesten, pero eso lo hace el doble de imposible—Escupió en su rostro y Bang sonrió burlón antes de empujarlo más contra la pared.
Nunca nadie antes lo había enfrentado de esa manera, pero ahí estaba Lee Felix escupiendo en su rostro unas cuantas verdades y el como él no era el centro de universo.
— ¿Entonces por qué me la sigues chupando, muñeco?—Felix sonrió con sorna antes de empujar a Bang haciendo que se movieron los centímetros suficientes para que él pudiera salir de su zona—. No te preocupes, voy a arreglar esto—Murmuró porque desde un principio es lo que había planeado, nada más que no quería que ni Jisung ni Felix se enterara de lo que estaba pensando hacer.
—Vete a la mierda de igual forma—Soltó saliendo de la celda haciendo a Bang soltar una risa burlona y negar con su cabeza.
—Como tú quieras—Mordió su labio con fuerza porque realmente Felix tenía un culo gordo que parecía rebotar cada vez que caminaba.
Miró hacia el techo del lugar aún con una sonrisa jugando en sus labios. Felix podía volverlo loco y él simplemente no haría nada porque estúpidamente parecía haber caído por ese muchacho maleducado y de buen culo.
Se aseguró que Salvatore no había vuelto a la celda cuando salió al momento que un guardia gritó que era hora de las duchas, y soltó un suspiro cuando notó que su compañero de celda tampoco había llegado al lugar. Pero su ceño se frunció cuando notó las duchas muy vacías, había dos reclusos y se escuchaban voces desde afuera, notó el acento y que estaban hablando en otro idioma unos segundos tarde cuando su cerebro reaccionó de que tal vez podía estar en problemas.
Tomó sus cosas con rapidez e intentó salir de las duchas, pero un pecho fuerte se lo impidió y cuando miró hacia arriba un tipo le estaba sonriendo. Sus ojos celestes lo miraron de arriba abajo, tenía una tupida barba oscura que peinaba con dos de sus dedos.
— ¿Por qué quieres escapar dulzura?—Preguntó con burla tomando a Felix por los hombros y empujándolo hacia atrás. Hizo una seña y los únicos dos reclusos que se encontraban en las duchas cuando el rubio había llegado, se pusieron en la puerta. Habían tres tipos más con quien lo estaba empujando ubicándose detrás de él, vigilando nuevamente el lugar—. Mi nombre es Fabrizio, es un gusto. Soy el hermano menor de los Capello y alguien me ha dicho que no estás queriendo colaborar con nosotros, niño bonito—Se rió bajo y burlón—. ¿Sabes algo? Los rumores corren rápido por aquí y se anda hablando que estás por terminar con Bang—Felix enarcó una ceja y enfrentó su mirada, molesto de que se hablara algo así.
Si ese rumor seguía expandiéndose por todo el lugar todos sabrían de eso, cuando era una mentira. No habían terminado nada porque siquiera algo había empezado. Él y Chan no eran una verdadera pareja, pero los de afuera no lo sabían y si debían de seguir fingiendo hasta que él tuviera que salir de ese lugar, claro que lo haría porque no se iba a arriesgar a que por culpa de ese rumor vinieran a molestarlo como en ese momento.
—Así que si lo dejas a él, puedes venir conmigo, dulzura. Puedo darte la misma seguridad que él sin necesidad de que me chupes la polla, ¿y sabes por qué? Porque solo quiero saber algunas cosas de Bang y son cosas que van a beneficiarme—Sonrió y a Felix ese gesto le pareció tan repulsivo—. Vamos, puedes comenzar a hablar. Dime, por ejemplo, ¿sabes cuánto dinero tiene en el banco o su número de cuenta?
— ¿Tú crees que él me diría esas cosas?
—Oh, parece que a alguien le gusta refutar las cosas—El tipo tenía un excelente coreano, no como el de Salvatore—. Mira, te haré decir las cosas por las malas si no comienzas a colaborar por ti mismo—Encogió sus hombros—. Te sigo escuchando, puede decirme cualquier cosa. Los rumores dicen que está contigo desde hace un tiempo, se conocieron cuando él se encontraba afuera y que tú has hecho algo para poder estar con él aquí adentro.
—Estás demente. No sé una mierda sobre Bang—El tal Fabrizio lo tomó del cuello, harto de las cosas que decía y como parecía negar que él estaba saliendo con Bang. El italiano sabía que estaba mintiendo y conocía muchas más cosas de las que suponía, el brillo que tenía en sus ojos le hacía saber la realidad.
—Entonces chupa mi polla y te dejaré libre.
—No voy a chupar nada. Déjame ir—Murmuró e intentó rodearlo, pero dos de los tres tipos que se encontraban detrás de Fabrizio lo tomaron de los brazos antes de arrastrarlo y colocarlo delante de quien parecía ser su jefe. Las cosas que utilizaba para su higiene cayeron al suelo con un ruido sordo que aturdió por unos segundos los oídos de Felix—. ¡Suéltenme!—Gritó intentando sacarse de encima a los dos tipos que eran enormes y parecían tener el triple de fuerza que él—. ¡Te dije que me sueltes, maldito cavernícola!—Por más movimientos bruscos que hacía intentando soltarse era en vano, los tipos parecían sostenerlo sin ningún esfuerzo mientras siseaban por lo bajo para que se mantuviera quieto y callado.
Hicieron que se pusiera de rodillas con brusquedad, logrando que las golpeara contra el suelo y soltara una maldición por lo bajo por el dolor que eso le había provocado. Tomaron su cabello en un puño logrando que mirara a Fabrizio y mientras este sonreía con burla, lascivia, Felix quería escupir en su rostro. El italiano colocó su dedo pulgar e índice en las mejillas del rubio, apretando con fuerza mientras lo obligaba a mirarlo. Acarició el rostro contrario y Felix tenía muchas ganas de que lo soltara, quería lavarse el cuerpo completo porque se estaba sintiendo sucio. El dedo pulgar del más alto se movió por sus belfos mordiendo con fuerza los propios.
—Tienes una hermosa boca—Murmuró—. Apuesto que sabes chuparla muy bien—Era asquerosa la charla sucia que intentaba darle, quería vomitar.
Y él estaba pensando seriamente en hacerlo porque sabía bien que a los depredadores sexuales no les gustaba el olor a vómito en sus víctimas, era algo que no soportaban y les resultaba asqueroso. Si él hacía eso, tal vez este tipo lo dejaría ir, realmente quería que lo dejaran en paz por un solo momento. Ya era agotador incluso aguantar las miradas cuando salía al patio.
— ¡Hijo de puta!—Soltó dando una bofetada en la mejilla derecha de Felix. Había intentado introducir su dedo pulgar dentro de la boca de Felix y este no había tenido mejor idea que morderlo—. Mira, pequeña puta. Que le entregues tu culo al imbécil de Bang no quiere decir que eso te va a ser un grande aquí ¿entendiste? Eres solo un pedazo de mierda que le encanta mover su culo para tener seguridad.
El menor hizo una mueca, su mejilla dolía y estaba seguro que estaba roja. Las lágrimas se habían acumulado en sus ojos mientras miraba con rabia al idiota que se había atrevido a golpearlo. Mordisqueó su labios hasta que sintió el sabor metálico en estos haciéndole saber que se los estaba lastimando. Fabrizio siguió mirándolo con esa sonrisa que le ponía los pelos de puntas así como los otros tipos siguieron sosteniéndolo para que no se moviera y siguiera anclado al suelo.
—Dicen que Bang es grande, pero no creo que lo sea tanto.
—Por algo no han podido atraparlo y tienen que estar buscando todos sus puntos débiles para poder saber una cosa mínima de él—Escupió con veneno en su voz sonriendo con burla cuando el otro lo miró molesto. Seguramente se estaría llevando otro golpe, pero realmente no le importaba. Y realmente se lo veía venir, pero el dolor fue más intenso, lo había golpeado tan fuerte que su rostro había quedado de lado y la sangre de su belfo inferior había comenzado a chorrearse por su comisura.
Fabrizio comenzó a desabrocharse la parte de arriba del uniforme de la prisión mientras hacía una seña a quienes Felix dedujo eran sus guardias. Su ropa fue arrancada y sintió las lágrimas bajar por sus mejillas, sabía lo que venía a continuación y no quería imaginar nada más. Era mejor si él lo golpeaba y perdía la consciencia porque en ese momento se encontraba solo y nadie vendría a ayudarlo.
Porque estaba más que seguro que Bang no iría en su ayuda.
Jisung frunció el ceño. Se suponía que era la hora de las duchas, pero no veía a nadie moviéndose para ese lugar como siempre hacían. Vio a Kyle, Hyunjin y Beomhwa sentados en una mesa hasta el fondo, quienes le hacían una seña para que se acercara hasta donde estaban. No veía ni a Bang ni a Felix en ninguna parte y se preguntaba si eran ellos quienes estaban dentro de las duchas.
— ¿Sabes qué sucedió?—Preguntó Hyunjin. Jisung con su ceño fruncido negó con la cabeza.
—No, creí que ustedes sabrían algo—Dijo apoyando su cadera contra el borde de la mesa.
—Hay dos tipos cuidando la puerta. No sé quiénes son, nunca los vi—Algo en la mente de Jisung se removió con molestia.
— ¿Vieron a Felix?—Preguntó alarmado. Kyle bostezo y negó con su cabeza. Beomhwa frunció el ceño no entendiendo.
— ¿No está con Bang?
— ¿Quién es Felix?—Preguntó Beomhwa. Hyunjin lo miró como si estuviera bromeando antes de darse cuenta que no lo estaba haciendo y él realmente no sabía quién era Felix.
— ¿Ricitos de oro?—Hyunjin miró al muchacho que estaba ahí por delitos informáticos y este abrió su boca asintiendo luego con su cabeza.
— ¿Han visto a Bang?—Los tres negaron.
Jisung se movió por el lugar, mirando dentro de la celda de Bang no encontrando a nadie en el lugar, pero sí habían algunas cosas tiradas en el suelo. Luego fue hasta la celda de Felix, encontrando a Salvatore con los ojos cerrados mientras estaba apoyado contra la pared. Su preocupación estaba creciendo porque era extraño que ninguno estuviera por el lugar.
—Hey, imbécil—Entró unos centímetros a la celda mientras el otro le hacía una seña con la cabeza y un ruido con su boca para que siguiera hablando—. ¿Has visto a tu compañero de celda?—El idiota gruñó por lo bajo para luego negar con su dedo índice.
Para ese momento Jisung podía decir que quería comenzar a morder sus uñas. Bang podía estar en cualquier lugar, como la enfermería o con alguien que lo haya venido a visitar, pero Felix no. Él sabía que las únicas dos personas que visitaban a Felix ya lo habían visitado y no había nadie más, él no salía de las celdas cuando Bang desaparecía, no tenía la confianza para estar solo en el lugar. Incluso revisó en su celda, pero Felix no aparecía y él realmente ya estaba nervioso.
Bang entró al lugar, su cabello mojado y esa sonrisa burlona en su rostro. Jisung buscó a Felix, pero él no venía con él y ya estaba imaginándose la peor de las cosas.
— ¿Dónde está Felix?—Preguntó, impaciente, su cuerpo moviéndose nervioso. Bang frunció el ceño, suponía que debía de estar en su celda.
—No lo sé. Salió enojado de mi celda hoy por la mañana. Supongo que debe de estar en la suya—El pequeño rubio negó con su cabeza mientras comenzaba a morderse las uñas—. ¿Por qué nadie está en las duchas?
— ¿Dónde te has duchado tú?
—En la enfermería hay una—Encogió los hombros—. ¿Qué sucede con las duchas?—Volvió a preguntar mirando hacia donde estaban Kyle, Beomhwa y Hyunjin.
—No lo sé y Felix no aparece por ninguna parte—Su ceño se frunció y Bang se acercó a una mesa mirando a un grupo de reclusos que se asustaron apenas lo vieron acercarse.
— ¿Qué sucedió?
—Y–Yo... Creo que vinieron desde otro pabellón—Fue lo único que dijo antes de que Bang ya estuviera caminando hacia las duchas.
Habían dos tipos cuidando la puerta que tragaron saliva con fuerza cuando lo vieron acercarse, pero reacios a dejarlo entrar se juntaron más, sus brazos tocándose formando un tipo de muro que impidió el paso de Bang.
— ¿Quién demonios está ahí adentro?—Preguntó. Los tipos se miraron entre sí no contestando lo que había preguntado.
Fue rápido en el momento que Bang colocó una de sus manos en el cuello de uno de los grandotes, apretándole la tráquea mientras este boqueaba buscando respirar normal. Intentó defenderse, pero era Chan que parecía ser un experto y estar un paso adelante que todos ellos.
— ¿Quién demonios está adentro?—Preguntó nuevamente haciendo que el tipo a quien estaba ahorcando se pusiera de rodillas mientras sus ojos coléricos se fijaban en el otro que no sabía muy bien que hacer—. Si no quieres llevártelo muerto, será mejor que me digas quién está en las duchas. Hada trae mi bardeo*.
—Fabrizio Capello—Y eso fue suficiente para que Chan soltara con fuerza a quien estaba ahorcando al suelo, metiéndose dentro de las duchas, escuchando los bajos gemidos dolorosos de alguien.
Golpeó al idiota que se le vino encima, seguramente rompiendo su nariz porque realmente no había visto en qué lugar estaba golpeando. Estaba cegado y eso no era bueno. Felix estaba de rodillas en el suelo cuando lo vio, lo sostenían dos enormes tipos y su ropa estaba rota. Alguien le estaba abriendo su boca y metiendo su polla en esta, las lágrimas bajaban con desesperación por sus mejillas y tenía sus ojos fuertemente apretados. Le estaba provocando arcadas y eso enfureció a Bang.
Tomó fuertemente de la nuca a quien él suponía era Fabrizio, lo arrastró lejos de Felix y golpeó su cabeza contra la pared con fuerza, logrando atontarlo y que cayera al suelo. No vio el golpe venir y sonrió con burla cuando escupió sangre. Jisung había entrado temblando a las duchas y había encontrado a Felix aun llorando mientras vomitaba en el suelo, su uniforme estaba destrozado y por lo poco que podía ver era que tenía sangre corriendo desde el costado de su frente y por la comisura de sus labios. Alguien estaba tirado en el suelo y había otro golpeando a Bang.
Kyle entró después de Jisung y sacó de encima al tipo que estaba golpeando a Bang antes de que Hyunjin se fuera por el otro. Jisung tiró por el suelo el bardeo de Bang sin importarle si lo tomaba entre sus manos o no, corrió hasta Felix llevando sus manos a su boca cuando notó cómo se encontraba el rostro del otro.
— ¿Te gusta acosar a mi chico?—Preguntó mientras tomaba del cabello a Fabrizio y lo levantaba del suelo. Su voz sonaba baja y había mandando escalofríos por toda la espina dorsal del italiano, logrando que su cerebro reaccionara con terror a esto—. Después de esto vas a ir a decirle a Nicolo que me deje en paz. ¿Qué creías? ¿Creías que él iba a darte información mientras le metías tu asquerosa polla en su boca? ¿Te crees el gran macho por hacerlo? Eres patético—Le escupió en el rostro, cayendo justo en su ojo. Fabrizio no entendía bien que era lo que estaba pasando porque el golpe que Bang le había dado en la cabeza parecía haberlo dejado sin fuerzas.
Chan volvió a golpear su cabeza contra la pared de azulejos blancos logrando ver como estos se manchaban con un poco de sangre. Sabía que no lo había matado, pero le había provocado algunas lesiones. Él no mentía cuando decía que por ese cuerpo moría y mataba, que si alguien sobrepasaba un poco el límite iba a cortarle los dedos y que si lo sobrepasaba del todo lo torturaría hasta asesinarlo.
—Veamos si después de esto querrás seguir tocando lo que no te pertenece—Le tomó la mano y la colocó en el suelo, estirándole los dedos. La sonrisa que tenía en el rostro le hacía poner los pelos de punta a Hyunjin que estaba observando todo lo que él estaba haciendo—. ¿Con cuántos dedos quieres quedarte? ¿Dos o tres? Yo creo que será una buena idea si simplemente te quedas con dos.
—Bang creo que eso es mucho—Quiso intervenir Hyunjin, pero cerró su boca cuando lo miró.
— ¡Cierra la puta boca!—Colocó la navaja filosa entre la unión de la falange proximal y la falange medial, cortando la piel logrando que el italiano gritara con fuerza antes de nuevamente volver a subir y bajar el cuchillo, cortando su dedo corazón. Siguió así con dos dedos más mientras los gritos de Fabrizio le taladraban los oídos.
— ¡Mis dedos!—Gritó. La sangre chorreando desde la mitad de sus dedos y por el medio de su frente—. ¡Ese hijo de puta me cortó los dedos!
Los ojos de Bang pudieron registrar a Jisung levantando a Felix del suelo, no lo había visto más desde que había golpeado al italiano y cuando sus miradas se cruzaron Bang apretó su mandíbula con fuerza. Las mejillas de Felix estaban rojas, tenía sangre bajando por su sien y por su labio, su pómulo estaba morado y las lágrimas aún seguían dejando sus ojos. Pateó a Fabrizio en el abdomen y luego en el rostro porque algo se había apretado en el medio de su pecho, y no sabía bien qué mierda era eso.
Los tipos que habían venido con Fabrizio se lo terminaron llevando, a él y sus dedos amputados, mientras este aún lloraba y gritaba. Los oficiales no habían hecho nada porque sabían que quien había ido a buscar problemas había sido el italiano y por lo que se hablaba es que se había metido con el amante de Bang. Ellos ni pensaban en querer meterse en problemas con Bang porque les aterraba lo que podía hacer y porque estaban seguros que no querían desaparecer por defender a alguien como Fabrizio lo era.
Felix lloró en la celda de Jisung, más de lo que estaba llorando con anterioridad. Se sentía sucio, asqueado de sí mismo y a pesar de que sabía que él no tenía la culpa de nada, no podía evitar pensarlo. Jisung lo consoló mientras se aferraba con fuerza a él, reteniendo las lágrimas que querían dejar sus ojos porque verlo sufrir de esa manera había hecho que un puño gigante apretara su corazón. Él no merecía estar ahí, no era de ese lugar y nunca iba a encajar, maldecía al juez que me había dado esa estúpida sentencia.
Unas horas después Jisung salió de su celda, Hyunjin y Kyle lo miraron con preocupación mientras que Beomhwa se mantenía alejado.
— ¿Cómo está?—Preguntó Hyunjin mordisqueando su labio.
—Está durmiendo ahora, pero no aseguro que cuando despierte esté del todo bien—Murmuró echando su cabello rubio hacia atrás. Tenía las mejillas rojas de haber refregado estas—. No puedes entrar ahí—Pero Bang lo ignoró por completo y entró de igual forma a su celda.
—Déjalo. Ven, vamos, ya casi es hora del almuerzo. Comamos algo y luego vuelves a verlo—Hyunjin pasó uno de sus brazos por los hombros de Jisung mientras lo retenía a que entrara en la celda.
—Deja que él se haga cargo, Hada. Bang tiene la culpa de esto—Jisung asintió y se dejó llevar por ambos chicos.
Estaba calmado cuando entró en la celda de Jisung. Felix estaba durmiendo cuando lo encontró, su cuerpo estaba girado para el lado de la puerta por lo cual podía ver las lastimaduras que él tenía en su rostro. Hada poseía un botiquín de primeros auxilios que había cambiado con un oficial por un poco de cocaína y Bang sabía que había sido él quien había curado el corte de su sien y su labio roto así como había puesto alguna crema en el pómulo hinchado y morado de Felix. Sus oscuros ojos se fijaron en todo su rostro, recorriendo cada facción que él poseía y su mano acarició con suavidad su brazo. Felix abrió sus ojos asustado, pero se relajó cuando notó que era Chan.
—Chan—Murmuró y se lanzó a sus brazos—. Gracias—Soltó muy bajito.
Bang se quedó estático en su lugar sin saber muy bien qué hacer mientras Felix parecía haber encontrado refugio en el hueco que se formaba entre su cuello y hombro. Sus brazos se quedaron a sus costados sin saber muy bien dónde ponerlos porque por más que él hiciera algo como abrazarlo su cerebro no estaba de acuerdo con eso.
Porque por más hermoso y puro que Felix le pareciera, él no cambiaría su plan. Él se iría de ahí y no le importaría si Ricitos de oro se quedaba solo en la boca del lobo.
¡gracias por leer!
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top