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Las ciudades en ruinas, el estruendo de la desesperación, y la lucha desenfrenada por la supervivencia en un apocalipsis despiadado.

Él, junto con otros supervivientes, intentaba enfrentarse a la crueldad de un mundo que se desmoronaba a su alrededor. Los recursos escaseaban, las relaciones se volvían frágiles y cada día era una batalla para asegurar un mañana. Doyoung, sin embargo, poseía una habilidad única que se manifestó en medio del caos.

La lucha por sobrevivir se volvió más intensa a medida que Doyoung desentrañaba los misterios que yacían enterrados en su habilidad única. En un fatídico día, mientras exploraba ruinas en busca de respuestas, se encontró cara a cara con aquellos en el lugar que no dudaron en atacar.

Un estallido resonó en el aire, y Doyoung cayó al suelo, herido de muerte. Sus ojos, llenos de determinación, se cerraron mientras la realidad se desvanecía a su alrededor. La última imagen que tuvo fue la visión de un cielo rojizo.

Todo se volvió negro.

Cuando Doyoung recobró la conciencia, se encontró inmerso en una atmósfera etérea. Una luz resplandeciente le rodeaba, acariciándole la piel. Se sentía como si flotara en un sueño, pero algo en su interior le decía que esto era diferente, que algo extraordinario había sucedido.

Una luz brillante se manifestó frente a él, Doyoung extendió la mano hacia ella, sintiendo la calidez que emanaba. Como si estuviera guiado por una fuerza invisible, tocó la luz, desencadenando una oleada de sensaciones desconocidas que lo envolvieron.

Cuando abrió los ojos, se encontraba en un lugar completamente diferente. Una cama de tela fina y suave lo recibió, y al levantar la vista, quedó maravillado por la habitación. Una lámpara de diamantes colgaba del techo, reflejando destellos de luz que danzaban por las paredes adornadas con piedras preciosas.

—¿Dónde estoy? —murmuró para sí mismo, asombrado.

—Yo tampoco sé, sí se pero no sé, talvez en el cuerpo de alguien más...– murmuró una como si susurrara en sus oídos. Doyoung se asustó el miró a sus alrededores.

La confusión se apoderó de él mientras intentaba recordar cómo había llegado allí. Sus pensamientos se volvieron turbios, una mezcla de recuerdos borrosos y sensaciones fugaces. El susurro le sugirió que había experimentado una transmigración.

—Hubo un cruce entre las líneas...los dos entramos al mismo tiempo, ¿Puedes creerlo?

—¿Qué? ¿Quién...eres?– preguntó Doyoung.

Ya no soy nadie.

¿Entonces por qué estás aquí?

Cuando tenía una vida que contar, me enamoré, viví junto a él. Al final, al ser un mortal, tuve que morir. Mi amante quiso cumplir mi deseo, que era que fuera felíz, pero creó una maldición...con mi alma. Lo engañaron y enloqueció. Tuve que absorber los minutos de vida de los demás por muchos años y ahora se me dio la oportunidad de tomar consciencia, en ese momento apareciste tú.

—¿Yo...? Ni siquiera...ni siquiera pedí estar aquí...

De repente, la puerta se abrió con cautela.

Oh, esa es sirvienta principal.– dijo la voz.– oh, ese parece ser tu médico.

Un escalofrío recorrió la espina dorsal de Doyoung ante la inesperada presencia de ambos.

—¡Su alteza real!– dijo asustada la sirviente, entrando con el que parecía ser un médico.– Es...¡Está despierto!– el médico se acercó a Kim para tomar su manos y revisar su estado.– Su alteza real, nos preocupaba que hubiera dormido tanto tiempo. ¿Se siente bien? —preguntó la sirvienta con una mezcla de ansiedad y respeto.

Doyoung, aún aturdido por la confusión, asintió levemente.

—Sí, estoy bien, supongo. ¿Cuánto tiempo he estado dormido?– preguntó Doyoung.

Ah...ni siquiera yo puedo recordarlo.– se quejó la voz. Doyoung empezaba a creer que esa voz era molesta.

La sirvienta intercambió una mirada rápida con el médico antes de que el Dr. Park tomara la palabra.

—Su alteza real, ha estado dormido durante casi una semana. Nos preocupaba que hubiera algún problema de salud que no hayamos detectado.

Doyoung frunció el ceño, incapaz de comprender cómo había llegado hasta ahí, ni siquiera sabía qué hacía ahí, además ellos solo se preocupaban por el anterior "Doyoung"

—Su excelencia, también nos preocupaba que quizás hubiera intentado algo...

Dejó de hablar, y la habitación se sumió en un silencio tenso. Doyoung, desconcertado, buscó respuestas en los rostros preocupados que lo rodeaban.

—¿Intentado algo? No entiendo...

Pareciera que intentar decirte que quisiste quitarte la vida.

La sirvienta exhaló con sorpresa y compasión.

—Su alteza real, parece que hubo malentendidos, talvez... — todos parecían un poco incómodos.

Doyoung parpadeó confundido. El Dr. Park intervino para ofrecer una explicación más detallada.

—Su alteza real.– se inclinó.– según nuestras investigaciones y las notas médicas, parece que intentó causarse daño. Lo encontraron casi inconsciente en su habitación y, por alguna razón, no logró completar lo que intentaba.

La habitación se llenó de un pesado silencio mientras Doyoung procesaba la información. Los fantasmas bermejos figuraron por su mente de manera confusa. Miró a los demás que estaban expectantes.

—No recuerdo... No recuerdo haber intentado algo así.

Yo tampoco recuerdo.– Doyoung estaba un poco molesto, se sentía aturdido cuando escuchaba la voz.

La sirvienta, sin saber sobre la transmigración, explicó con un tono compasivo.

—Su alteza real, es posible que estuviera bajo mucha presión debido a su matrimonio con su alteza real el príncipe heredero...

Doyoung se encontraba en medio de un torbellino de emociones, parpadeó perplejo al escuchar sobre eso.

Oh, sí, te casaste con el príncipe heredero, Jung Jaehyun. Ambos tienen sus propósitos, claro...–

De repente, una persona entró a la habitación.

—Doyoung.—llamó alguien con una sonrisa cálida—. Duermes mucho estos días; cada vez que vengo, te encuentro en la cama.

Doyoung giró la cabeza para encontrarse con la mirada penetrante de un hombre elegante. Su presencia imponente y nobleza evidente le revelaron que él era el príncipe heredero, Jung Jaehyun.

—¿Prin...?– Doyoung fue interrumpido.

—Oh, vamos, Doyoung, si mi madre te ve así pensará que estás enfermo —dijo el hombre, con una risa ligera—. Entonces, dirá que no quiere un yerno enfermo o me pedirá que me divorcie.

Doyoung arqueó una ceja ante lo antes dicho, ¿Yerno?

—¿Y-yo... soy...tu esposo?– fingió. Su cabeza estaba un poco adolorida, tenía que procesar estar casado también, y esa voz seguía molestándolo.

—Sí, esposo —declaró —. Parece que tienes el sueño profundo estos días, y también pareces olvidar nuestro matrimonio.

Doyoung se quedó sin palabras, asimilando la realidad de su nueva identidad y el inesperado giro que su destino había tomado, un matrimonio.

—¿Matrimonio? —susurró Doyoung, sintiendo cómo la palabra resonaba en su mente, una y otra vez.

Jaehyun asintió con calma.
—Sí, Doyoung.

Jaehyun les ordenó a los demás retirarse de la habitación, entonces se sentó a su lado en la cama, una expresión comprensiva en su rostro.

—Entiendo que esto debe ser abrumador para ti. Un matrimonio era lo único que necesitabas para seguir viviendo, y aquí estamos.

Doyoung frunció el ceño, tratando de recordar ese momento crítico en el autobús. Las imágenes parpadeaban en su mente, pero los detalles se desvanecían como un sueño efímero.

—Oye, pareciera que él sabe que estamos de esta forma.

— no quiero esto...—susurró, sintiendo una mezcla de desesperación y resistencia.

Doyoung falso, ¿Cómo que no quieres? ¡Yo tampoco! No sé ni cómo salir de aquí.– Doyoung ni siquiera le prestó atención.

Jaehyun suspiró, como si hubiera anticipado esa reacción.

—Lo siento, Doyoung...

—¿Y si me niego? —inquirió, buscando una salida que parecía escurrírsele entre los dedos.

Jaehyun le miró con seriedad, una sombra de compasión en sus ojos.

—Doyoung, hay algo más que necesitas entender. Este matrimonio no solo es una formalidad social; es una necesidad para ambos. Hay algo más grande en juego que aún no entiendes.

Las palabras de Jaehyun resonaron en la habitación como un eco en una caverna oscura.

El príncipe heredero se puso de pie, dejando a Doyoung con sus pensamientos turbulentos.

—Descansa, Doyoung. Espero que te mejores.

Jaehyun se alejó de la habitación, dejando a Doyoung solo con la magnificencia de la nueva vida que se extendía ante él. La lámpara de diamantes destellaba sobre las piedras preciosas.

Doyoung se sumió en un silencio pesado, enfrentándose a la realidad de su situación.

Doyoung falso, puedo darte la información que necesitas, si quieres salir de es– –

¡Cállate! Me duele la cabeza de tanto pensar, solo quiero dormir.

Pero...acabas de despertar, ¿Quieres dormir otra vez?

—Tu voz me irrita, ni siquiera sé que eres, hablemos después y me explicas.

—¡Pero es importante!

La voz seguía molestándolo, así que decidió escucharlo y dormir después.

—Entonces dime, pero que sea rápido.

—Bien, te explicaré rápidamente lo que ha pasado.– hizo un pausa.– ya te dije lo que mi amante hizo...pero pues...mi amante lanzó la maldición sobre tu familia, hace siglos. En aquel entonces, tu familia era conocida por tener una larga vida, tenían poder y dinero también. Mi amante pensó utilizar la vida de ustedes y así lo hizo. Así que quedé encerrado en el cuerpo del primer heredero.

—¿Sí? ¿Del hijo que tuvieron después de la maldición?

— Correcto. Ese hijo tuvo más hijos...y mi alma fue duplicada muchas veces, así que cada hijo recibía la maldición.

—¿De qué se trata esa maldición? Ve al punto, no te entiendo completamente.

—Básicamente, mi alma duplicada en todos esos descendientes le quitaba el tiempo de vida a aquellos que estuvieron a sus alrededores o conocieran de ellos. También, cuando uno de ustedes nacía, mi duplicación les quitaba un 45% de vida. Es decir, si tu tiempo de vida iban a ser 105 años, eso quiere decir que la maldición les quitaba 47 años de los 105 iniciales. A eso, hay que agregarle que también se va absorviendo el tiempo de vida que tienes mientras aún vivas.

Eso...es terrible....¿Pero no hay algo como para deshacerte de eso?

—Algo parecido, sí. La maldición estará activa hasta los 25 años, si no logras casarte antes de esa edad, tienes dos posibles muertes. Una de ellas es morir de vejez, a tus 25 tu cuerpo vivirá medio año más pero en ese tiempo, envejecerás a una velocidad descomunal. La segunda opción...es que tu cuerpo se pudra en un instante.

—Tu amante definitivamente era un tonto para hacer caer a esa familia en esa maldición tan horrible.

¡Sí ya sé, Doyoung falso!

—Oye, pero...dices que se mantiene activa, ¿La manera de desactivarla es casándose?

Sí. El tiempo de vida de tu esposo se comparte con el tuyo, eso quiere decir que morirán al mismo tiempo, la maldición se desactiva y deja de absorver tiempo de vida pero pasa a la siguiente generación.

—Entonces...¿Cómo es que el anterior... murió? Estaba casado...

La voz se quedó callada por mucho tiempo, Doyoung se preguntó a dónde había ido.

—¿Hola? ¿No vas a responder?

Doyoung miró a su alrededor, parecía demente hablando solo.

—Bien, entonces iré a dormir.

¡Te diré!

—Habla.

—Pues, no te asustes, ¿Sí?– suspiró.– El anterior alma tenía la maldición antigua, la maldición original. Eso quiere decir que yo soy el alma verdadera también, no soy un fragmento.

—¿Pero por qué murió? Eso quiero que respondas.

—Se suponía que yo por fin sería libre, soy el alma original así que ya se acabaría la maldición y también la familia de Duques Kim. En el momento en que se casó, le faltaban 60 días para morir, fue entonces que estuve en otro espacio, no pude ver qué ocurría, solo recibí más tiempo de vida. La maldición nunca se desactivó, así que él...

—¿Él?

—Estaba destinado a morir.






...

Cambié un loco la idea original de esta historia :D

Ahora será un poco diferente pero mantiene la esencia jsjsj nos vemos en el siguiente capítulo! Una disculpa por tardar tanto.

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