3 | Curación
Curación: La capacidad de curar lesiones y enfermedades de los demás, a menos que esa persona sea mala o ya haya muerto.
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S.E // La 7ª Suprema
"Harry," Respondí con timidez, antes de que una mueca de dolor apareciera en mi rostro cuando accidentalmente puse mi pie en el suelo. Sus pálidos ojos jade se clavaron en mi pie herido; cejas frunciéndose como se acercó a mí.
"Jesús, ¿qué pasó?" sopló, los ojos aún pegados a mi pie sangrado. Me moví incómoda, aclarando mi garganta para que el mirara hacia arriba, y lo hizo.
"Estaba ... erm ... persiguiendo a mi perro," Hablé con timidez, como su mirada se movió a los tacones puestos en el lado de la acera. "Yo sé, soy estúpida, pisé unos pedazos de vidrio de una botella rota y yo-" empecé a divagar, las mejillas encendidas como me sentí un poco avergonzada por alguna razón. Aquí estaba, persiguiendo mi puto perro, descalza, con ropa de trabajo.
"Persiguiendo a tu perro, ¿eh? Wow," sacudió la cabeza riendo ligeramente. "Ven adentro, deja que te ayude con eso," se ofreció, arqueando una ceja en mi pie lesionado.
"Oh, no, no quiero molestarte! Sólo iré a mi casa, voy a estar bien", balbuceé antes de comenzar a cojear lejos torpemente. Pero me detuvo cuando él envolvió sus dedos alrededor de mi brazo y tiró suavemente.
"No puedes cojear así todo el camino de vuelta, perderás mucha sangre. Déjame embalarlo", insistió, sus ojos verde bosque mirándome de forma persistente hasta que accedí y suspiré con un movimiento de cabeza.
Después de recoger los tacones, empecé a tratar de caminar, cojeando por delante de él antes de que se aclaró la garganta como una señal para detenerme. Yo le devolví la mirada interrogante.
"Creo que debería cargarte, porque-", me dijo, haciendo que me riera y el me interrumpiera bruscamente.
"Estoy segura de que puedo caminar" Rodé los ojos, haciendo que bufara en molestia y se colocara delante de mi. "Harry, es un corto camino a tu casa, puedo caminar! ¡Oye! ¿Qué coño estás haciendo?" Empecé a gritar cuando el echó el brazo por debajo de mis muslos y alrededor de mi espalda, levantándome de inmediato, al estilo de novia.
"Dios, eres jodidamente terca," gruñó en voz baja mientras me llevaba a su casa. "Deja de revoltearte, estoy tratando de ayudarte."
"Ayudarme!? Estaba perfectamente bien caminando de vuelta a casa, pero tu tenias que insistir en ayudarme," Negué con la cabeza, arrugando la cara en él. Él me había recogido con tal facilidad que me sorprendió, mi culo y muslos gruesos siempre me agregaban peso.
"No voy a dudar en soltarte si comienzas a lloriquear de nuevo", amenazó, haciendo que me aferrara a sus hombros con más fuerza.
Pero una vez que vi la sonrisa dibujada en sus labios desde el lado de su cara, rodé los ojos y aflojé. Incluso si me dejara caer, podía flotar, pero es evidente que no podía hacer eso delante de él. Siempre habían momentos en los que deseaba usar mis poderes, por diversas razones, pero no podía y tenía que resistirme. Esa sensación era inmensamente frustrante, pero tenía que superarlo.
Mis pensamientos se disminuyeron lentamente como sentí el olor a almizcle de Harry embriagarme. Me encantaba un tipo que olía bien, y Harry olía jodidamente increíble. Mi mirada se movió a sus dedos llenos de anillos que estaba atravesando mi muslo mientras me llevaba. Ninguno de los anillos se parecía a los que llevaban Los Salvadores, que era un anillo de titanio negro, con las palabras 'Salvatores Vivat', su lema, grabado en él. Me sentí relajarme un poco en el descubrimiento mientras me llevó a su casa.
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Yo lo observe cuidadosamente mientras sacaba fragmentos de vidrio de la herida de mi pie con unas pinzas limpias. Durante la última hora, había estado tratando de entrar en su cabeza, pero curiosamente fue como si hubiera un campo de fuerza bloqueando el acceso. Siseé en voz baja cuando cavó un poco más profundo en la herida, extrayendo un fragmento ligeramente más largo de vidrio y soltándolo en un pañuelo.
"Listo", pronunció en voz baja, antes de que procediera a limpiar mi pie y aplicar una gasa para absorber la sangre. El silencio cayó sobre nosotros otra vez, mis ojos azul-verde mirándolo sin vergüenza, como él frunció los labios y continuó tratando a mi herida.
"Así que, vives aquí?" Arqueé una ceja, haciendo que su mirada se moviera rápido en la mía antes de alejarse.
"Sí, con unos amigos", respondió, tirando de sus cejas oscuras mientras se concentraba en limpiar la herida.
"Dijiste que eras nuevo en este lugar, ¿cuándo has llegado aquí?" Le pregunté con curiosidad.
"Hace una semana", respondió, haciéndome fruncir los labios.
"¿De donde?"
"Tu si que haces muchas preguntas", advirtió, su mirada todavía centrada en mi pie mientras fruncía el ceño ligeramente.
"Soy una persona curiosa por naturaleza," me defendí, haciéndolo reír suavemente. Sus ojos parpadearon hasta encontrarse con los míos, mirándome como si estuviera mirando profundamente en mi alma.
"La curiosidad mató al gato," sonrió él, irritándome porque estaba siendo arrogante, pero también haciendo que mi estómago se enrollara de manera poco natural. Su sonrisa podría ser ilegal.
"Pero la satisfacción le devolvió la vida," Respondí copiando su sonrisa, causando que la suya temblara un poco antes de que se ampliara con diversión.
"¿De verdad crees que mis respuestas te traerían satisfacción? Podría estar mintiendo, sabes," tarareó, retirando la gasa como limpio los lados de la herida.
"Bueno, ¿estas mintiendo?" Repliqué, arqueando una ceja desafiante.
"No me has dado ninguna razón para hacerlo, así que no, no estoy mintiendo," él me miró de reojo, haciendo que estrechara los ojos en él.
"Algunas personas mienten sin tener alguna razón," le dije, haciendo que se burlara de inmediato.
"Todo el mundo tiene una razón para mentir," respondió, haciendo que separa mis labios para contradecir lo que dijo.
"Por cada buena razón que hay para mentir, hay una mejor razón para decir la verdad", dije en voz baja, con los ojos como dardos cuando su mirada cayó sobre mí.
Miró hacia otro lado, lamiéndose los labios mientras pensaba para sí mismo, mientras que envolvía un vendaje alrededor de mi pie. Sentí como mis palabras tuvieron algún tipo de efecto sobre él, provocando que un silencio un poco tenso cayera sobre nosotros una vez más mientras envolvía el vendaje y lo mantuvo en su lugar con un clip.
"Ya he terminado", sopló, levantándose de un salto y limpiando todos los tejidos sucios y sangrientos.
Salimos de la mansión, yo insistiendo en que me dejara caminar. Sugirió que usara algo para cubrir mis pies, pero los tacones no eran adecuados, así que amablemente me prestó un par de calcetines limpios, que eran bastante grandes para mí, pero acogedores.
"Caminare contigo a casa", ofreció y yo asentí en silencio, envuelta en mis pensamientos antes de recordar a Nymeria de repente.
"Mierda", dije en voz baja, con los ojos muy abiertos, antes de girar y mirar a mi alrededor frenéticamente.
"¿Qué pasa?" puso en duda.
"Mi perro, no sé dónde está," le dije, preocupación inundada en mi tono antes de que me dijera a mí misma que me calmara. Nymeria era fuerte y ha desaparecido varias veces.
"Yo te ayudaré a buscarla", me dijo, con las manos tocando mi brazo de modo tranquilizador antes de empezar a caminar hacia delante. "¿Recuerdas hacia donde desapareció? Oh y como es ella?"
"Ella en realidad, entro por tu puerta principal," le dije, metiéndome en mi mente, cerrando los ojos un momento para conectar mi mente con la de Nymeria.
Era algo que solía hacer cuando era niña, cuando me la dieron y ella era un cachorro y yo era sólo una niña; nuestra mente se conecto inmediatamente. Así que, cada vez que estaba perdida, me basta con conectar la mente con la de ella y guiarla de nuevo a mí.
"Ella es un husky siberiano, totalmente blanco con algo de gris. Su nombre es Nymeria," le dije rápidamente, antes de llegar a lo profundo de mi mente y localizarla. Una vez que la encontré, empecé a guiarla de nuevo a mí, con mi mente conectada a la de ella.
"¡Ahí está!" Llamó Harry, señalando a mi perro que trotaba junto con otro. "¿Con mi perro?" añadió también en confusión.
Me apresuré a los dos perros que estaban caminando juntos, acercándose a nosotros. Inmediatamente me puse de rodillas cuando Nymeria llegó corriendo hacia mí, envolviendo mis brazos alrededor de su cuello peludo. Mis ojos miraron a mi lado, viendo a Harry agacharse, hablando con su perro.
"¿Quién es tu nuevo amigo Nymeria?" Espete, pasando mis dedos por su pelaje blanco puro mientras jadeaba feliz, mirando a su lado.
"Whoa ella es grande," Harry notó, mirando al perro con los ojos ligeramente abiertos mientras me reí a la ligera.
"Ella es un híbrido, un husky siberiano, parte lobo," le informé, antes de contemplar como su propio perro ladró alegremente antes de acercarse a mí. Una risa sorprendida salió de mis labios cuando me lamió la cara, tratando de no hacer una mueca mientras le frotaba la cabeza con amor.
"¿Que raza es esta?" Interrogué con una sonrisa, antes de inclinar la cabeza para mirar a Harry quien me miraba extrañamente con sus labios separados. "¿Harry?"
"Lo siento, sólo estoy ... joder, eso es tan raro", respiro, sin dejar de mirar a su perro lamiéndome la mano.
"¿Que pasa?" Fruncí mis cejas en confusión.
"Mi perro, Zeus, no le gustan las br- digo, la gente." Harry rió con ansiedad, provocando mi propia risa. Pero aún tenía una pizca de sorpresa en sus ojos mientras me miraba vincular con su perro.
"Bueno, a Nymeria no le gustan los hombres", señalé, encontrando extraño que ella estaba al lado de Harry. Dando vueltas a su alrededor y ladrandole por atención, él sonrió suavemente hacia ella, agachándose para acariciarla. Estaba a punto de decir que no le gustaba los cazadores de brujas, pero me contuve, afortunadamente.
"Tal vez soy diferente", sonrió, rascándole detrás de las orejas.
"Tal vez yo también soy diferente," Reflejé su expresión, igual que Zeus frotó su cara contra la mía, jadeando alegremente.
"Tal vez", sonrió, haciendo que yo, extrañamente, sonriera también.
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"Joder, ya me preguntaba cuándo estarías de vuelta", exclamó mi tía Sephy tan pronto como abrí la puerta. Puse los ojos en ella, pasando a su lado como entre en la mansión.
"Bueno, estoy de vuelta ahora, deseas algo?" Interrogué con sarcasmo, haciéndola poner sus dedos juntos y torcer la muñeca. Como movió la muñeca, mi oído empezó a sonar de una manera extremadamente dolorosa provocando que llore de dolor.
"Esa no es la forma de hablarle a tu tía, señorita," ella sacudió la cabeza en decepción como frunció el ceño.
"Lo siento, Perséfone. Me pregunto dónde está Hades, tal vez él pueda relajarte," Sonreí, agachándome cuando ella movió su mano, haciendo que una almohada de la sala de estar volara y casi golpeara mi cabeza.
"Muy graciosa," ella comentó con sarcasmo, antes de que ella frunciera el ceño cuando me vio sosteniendo mis tacones."Que te paso en la pie?"
"Es una larga historia", suspiré, moviéndome más allá de ella en la casa. Decidiendo que estaba demasiado cansada para caminar penosamente por las escaleras, me teletransporté mí a mi habitación, dejándome caer sobre la cama matrimonial. Podía escuchar la tía Sephy gritando desde abajo que dejara de hacer eso mientras corría a mi habitación.
"Atticus me dijo que corriste a perseguir a Nymeria," dijo ella, sentándose en el borde de mi cama como me enderece, abriendo el vendaje. "¿Cómo te paso eso?" -preguntó tía Sephy, mirando a la herida con preocupación.
"Pise unos pedazos de vidrio," murmuré, tocando la punta de la herida antes de arrastrar los dedos hacia abajo. A medida que lo hacía, la piel se curo, cerrando la herida. Parecía como si no le hubiera pasado nada a la parte inferior de mi pie antes.
"¿No podrías haber hecho eso antes?" cuestionó, en referencia a lo que acabo de hacer con mis poderes curativos.
"No, tenia vidrios en el pie," le dije en un tono claro, poniéndome de pie antes de sacudir el pie derecho. Se sentía normal.
"Hay algo que no me estás diciendo," tía Sephy tarareó con desconfianza como simplemente mantuve la boca cerrada. "Lo averiguara pronto!" dijo en voz alta antes de salir de mi habitación y cerrar la puerta.
Suspiré profundamente; mi Tía Sephy siempre trataba de controlar cuando se trataba del tema de los hombres. Nunca he tenido un novio serio antes, pero he tenido muchas aventuras de una sola noche, así como un par de amigos. No era como si la tía Sephy estaba en contra de los hombres o en contra que yo estuviera con ellos; era que se preocupaba por mi y llegaba a ser un poco sobre-protectora conmigo. Todos Los Salvadores eran hombres, tenía miedo de que cualquiera de los hombres con los que dormía, sólo para satisfacer mis necesidades sexuales, sería un cazador de brujas y me matara mientras teníamos sexo.
Pero lo que ella no sabía era que yo siempre tenía cuidado. Mi poder de telepatía estaba más allá de lo que cualquiera puede imaginar, no sólo puedo leer la mente de uno, también puedo ver en su pasado. Sin duda no estaba bien que hiciera tal cosa, pero sólo veía detalles, sólo para asegurarme de que las personas que me rodean los cuales no eran una bruja o un brujo, eran buenas.
Normalmente hacia esto con cualquiera que me encontraba; era un proceso rápido, algo así como hojear recuerdos y secretos sólo para ver si la persona quería herirme. Mientras pensaba en volver a los eventos anteriores de hoy, me di cuenta que no había hecho eso con Harry, principalmente porque no podía. No estaba segura de por qué, pero estaba decidida a averiguarlo.
No podía ser un cazador de brujas; no tenía el anillo puesto. El anillo de titanio negro, todos Los Salvadores los tenían, que los protegía de las brujas y algunos de los hechizos que tratábamos de lanzar sobre ellos. Incluso durante los recientes avistamientos de Los Salvadores, los anillos todavía existían. Harry no llevaba uno así que tengo la sensación de que estaba a salvo, a demás que Nymeria no percibió nada cuando lo conoció, por lo que en conclusión, el no era una amenaza para mí.
Decidí tomar una ducha en ese mismo momento. Una vez que me quite la ropa, entré en la ducha y la encendí mentalmente. El agua caliente golpeó mi cuerpo desnudo como suspiré profundamente, saboreando la sensación de gotas cayendo por los lados de mi cuerpo. Me encontré pensando en Harry de nuevo, mordiéndome los labios al pensar en sus labios y dedos.
"¿Por qué estoy tan cachonda" Gemí para mí mismo, moviendo la cabeza ante los pensamientos sucios que estaban tratando de colarse. No he tenido relaciones sexuales en meses y estaba ansiosa por volver a tenerlas, como tuve que concentrarme en el trabajo y la escuela.
Liberando mi mente de mis pensamientos, continué mi ducha y termine rápidamente. Pasé el resto de la tarde enseñadoles a jóvenes brujas cómo dominar ciertos poderes y usarlos para ayudar a la gente, pero haciéndolo con discreción. Eso era algo que Esmeralda Castavet a menudo me regañó por hacer, la madre de Atticus y la directora de esta academia. Ella siempre decía que era demasiado arriesgado, pero era algo que hacía a menudo y siempre le enseñe a mis brujas consejos y trucos para ayudar a las personas con discreción.
El resto de la noche se paso en ponerme al día con Atticus. Sus historias de como detecto a distintas y sorprendentes brujas en todo el mundo siempre me fascinaron, pero luego la arruinaba hablando de todo el sexo que tuvo.
"Juro por Dios Sage, nunca he oído gritar a una mujer tan alto durante el sexo!" explicó, haciendo que me estremeciera visiblemente. "Ella era como un alma en pena!"
"Por mucho que me encanta escuchar tus historias Atticus, la que tratan de tu vida sexual me hacen sentir incómoda a veces," Negué con la cabeza, dejando caer la cabeza sobre su hombro mientras mire Juego de Tronos.
"Eso es probablemente porque han pasado muchos años desde que tu has tenido sexo", se rió, Haciéndome fruncir el ceño a él profundamente, antes de levantar la mano y torcer su pezón a través de su camisa. "¡Ay!¿Por qué sigues haciendo eso?" se quejó. "Sabes que tengo los pezones sensibles." Simplemente se rió en respuesta, sonriendo mientras yo tiraba un poco de palomitas en mi boca, babeando por Jon Nieve, mi personaje favorito.
"Porque estas equivocado, no han sido años desde que tuve sexo. Sólo unos meses," le dije con firmeza, haciendo que sonriera interrogante.
"Ah, sí? ¿Por cuánto tiempo."
"Como si lo recordara," Me burlé en respuesta.
"Ah, pero si lo recuerdas," dijo entrecerrando los ojos hacia mí. "6 meses", declaró, leyendo mi mente como de costumbre."Maldita sea, tu coño ya debe estar seco", comentó, haciendo que lo golpeara.
"Tienes una boca sucia, Atticus," Puse los ojos en él, cavando mi mano en el enorme plato de palomitas de maíz.
"A algunas chicas parece que les gusta", sonrió engreidamente, antes de que empezara a divagar sobre otra mujer con la que dormía.
El resto de la noche pasó muy rápido. Durante las horas después de mi ducha, Harry había dejado mis pensamientos tan rápido como entró en ellos. Me sentí aliviada por eso, pero no me imaginaba que iba a verlo en mis sueños esa noche.
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Que les pareció esta capitulo ?
;););)
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