Capítulo 5.

Capítulo 5.  Eres puro chantaje



— ¡NIÑOS! – Grito Atsushi haciendo a los gemelos caer de la cama, comenzó a reír y salió del cuarto

— ¡ATSUUU! – gritaron los gemelos para seguirlo

Atsushi fue al cuarto de las niñas e hizo lo mismo ahora acompañado por los gemelos. Nyoko grito y Momo comenzó a reír. – bien, es sábado, son las... - miro el reloj en la pared – 9:00 de la mañana, y los niños van a desayunar, vamos, vamos, vamos

— ¡si!

Los niños bajaron en pijama, dispuestos a desayunar, allí vieron a Tanizaki que los esperaba – Bien niños, hoy vamos a hacer algo especial. – Tallo sus manos - ¿listos?

— ¡Si!

— ¿yo puedo unirme? – pregunto Ryunushi aun en pijama.

— ¡si!

Los niños cocinaban en la cocina, con ayuda de Tanizaki, Atsushi y Hirotsu quienes los vigilaban y ayudaban, terminaron haciendo un jugo de naranja fresco, un par de huevos fritos, arroz, y unas salchichas asadas para acompañar. Lo sirvieron en una bandeja y Atsushi les ayudo. Tanizaki y Hirotsu fueron detrás de ellos, en el pasillo se encontraron con Atsuke

— ¿Qu-que hacen?

— Sssh Atsuke

— Es un desayuno para papá

Atsuke los miro, tallo su cuello – hizo falta café ¿debería hacerlo?

— Yo te acompaño – dijo Hirotsu – Espérenos aquí

— Esperaremos – respondió Atsushi.

Atsuke bajo a la cocina, sirvió el café en una taza especial y subió con Hirotsu, este vigilaba que tuviera cuidado. Atsushi abrió la puerta de la habitación de su padre, los niños comenzaron a entrar, uno tras otro. Los mayores se quedaron en la puerta. – Papá

— ¡Buenos días, papá! – gritaron los menores

Akutagawa se despertó confundido, los miro y se sorprendió tanto que hasta se sonrojo, allí estaban los seis en fila mirándolo – papá, el desayuno – dijeron los niños. Akutagawa comenzó a reír, los niños sonrieron también, dejaron todo en la mesa de cama y fueron a abrazarlo.

Akutagawa los abrazaba con fuerza y alegre, únicamente aparto su mirada de sus hijos para ver a Atsushi, quien les vigilaba desde la puerta.

— Mira papá, Hina y yo hicimos el jugo – dijo Taiyou

— Es delicioso papá – agrego Hinata.

— Yo hice el arroz – menciono Momo

— Y yo las salchichas – dijo Nyoko

— Yo hice los huevos – le sonrió Ryunushi

— Y yo... el café – añadió Atsuke

Akutagawa les sonrió – me parece delicioso y estoy dispuesto a comer absolutamente todo, pero... con ustedes, vayamos todos a la cocina

— ¡SI!

Los niños salieron corriendo del cuarto a tomar a Atsushi y abrazarlo, incluso dieron vueltas en el pasillo, Akutagawa los miraba con ternura - ¡Atsu! ¡Atsu funciono!

— Vamos todos a desayunar

— ¡si!

Los niños salieron corriendo – esperen, esperen niños no corran – dijo Atsushi siguiéndolos

— Papá – le llamo Atsuke

— ¿sí que pasa?

— Creo que Atsu me cae un poquito bien...

— Si, a mí también

Ryunosuke y Atsuke llegaron a la cocina donde Atsushi bailaba y jugaba con los niños, a decir verdad, Ryunosuke quedo impactado de ver la forma tal fácil del albino al moverse, en cuanto su canción termino, el baile también y los niños morían de hambre - ¡servido! – dijo Tanizaki.

Los niños se habían sentado perfectamente a comer, aquello tenía a Ryunosuke totalmente fuera de sí, ellos corrían y no hacían caso al menos que le alzará la voz y ahora, incluso los gemelos que jamás desayunaban estaban sentados – papá – le llamo Ryunushi – siéntate a comer

— Sí, claro

— Buen día señor – sonrió Atsushi

Akutagawa simplemente se sonrojo.

◇♡◇


Más tarde, ese mismo día. Atsushi doblaba la ropa de los gemelos y entre ello, aprovecho que no había nadie para sacar aquella falda que consiguió – no estoy del todo seguro que deba meterme en esto, pero... ¿si no lo apoyo yo quien? – Suspiro – daré todo de mí.

Los niños jugaban en su salón cuando Atsushi se acercó – Hinata, ¿puedes venir un instante?

— Yo también – dijo Taiyou

— Oh, no, solo Hinata un momento

— No tardo Tai – le sonrió Hinata

— Apúrate Hina

Ambos fueron a la habitación, Atsushi se sentó en el suelo – bien... te prometí algo y – saco la falda de su espalda – dahaaa

Hinata se sonrojo y sonrió – es... es bonito, es bellísima ¿puedo usarla?

— Es tuya

— ¿¡es mía!? - grito con emoción y luego tapo su boca al ver a Atsushi con su dedo sobre sus labios

— Si, toda tuya

Hinata se llenó de lágrimas, pero no lloro, comenzó a ponerse la falda por encima de su short, cuando termino se miró al espejo – oh... oh... me veo... me veo tan bonito... - Atsushi sonrió viéndolo

— Si, te vez bonito Hinata.

Hinata abrazo a Atsushi con fuerza – gracias Atsushi...

— No hay de que...

— ¿Cuándo puedo usarla?

— Bueno, iremos paso a paso ¿de acuerdo? Primero Taiyou, luego tus hermanas y hermanos, y los empleados

— ¿y luego papá?

— Si, dejemos a papá al final por esta ocasión

— ¡gracias Atsu! – grito volviéndolo a abrazar.

Atsushi y Hinata regresaron después de esconder la falda.

Así que iniciaron su plan de presentación e iniciación.

El primero fue Taiyou, su gemelo primero pregunto dos cosas - ¿tendré una nueva hermana?

— No, no, es que Hinata siempre le ha gustado

Taiyou miro a Hinata con falda - ¿eres feliz Hina?

— Si... Mucho

Taiyou sonrió y abrazo a Hinata – te queda súper duper, me encanta

Hinata sonrió y también lo abrazo.

La segunda fue Momo, ella estuvo curiosa un rato, pero no tardo en adaptarse, no tenía nada que decir

La tercera fue Nyoko, ella estaba feliz porque tendría alguien más a quien peinar

El cuarto fue Ryunushi, este se preocupó de momento, pero lo acepto a los pocos días.

Entonces, faltaba Atsuke, Atsushi trago saliva de ello pues el chico aun no lo aceptaba del todo, llegaron sus 5 hermanos a la habitación con Atsushi frente a ellos, el chico de cabellos negros y ojos filosos los miro - ¿Qué sucede?

— Suke... bueno, queremos decirte algo

— Aja ¿para eso traen al nano? – se quejo

— Bueno, es porque... Yo comencé esto

Atsuke se levantó - ¿Qué paso?

— Yo... - hablo Hinata saliendo entre sus hermanos.

Atsuke se sorprendió de ver a su hermano con falda y un moño en su cabello, cortesía de Nyoko, claro. Hinata apretó sus manos que sostenían su falda – a mi... me gusta esto – explico – y Atsu consiguió una falda para mí, entonces... Yo estoy feliz

Atsuke se agacho a la altura de Hinata - ¿realmente te gusta? – pregunto y Hinata asintió

— Fue gracias a Atsu que ahora tengo el valor de mostrarles, que... tengo una falda

Atsuke acaricio su cabello, lo cargo y miro a Atsushi – bien, creo que tú y yo saldremos

— Atsuke, mira yo...

— No puedo ir solo a comprar faldas y vestidos ¿no?

Los niños se alegraron, se abrazaron haciendo a Atsushi y Atsuke abrazarse también, bien, realmente Atsuke no se sentía mal de ello.

Los empleados fueron sencillos, en pocos días Hinata andaba con falda en la casa hasta que llegase su papá, así que se sentía sumamente feliz.

Habían ido todos a comprar nuevos vestidos, Nyoko y Momo también, los seis hermanos y Atsushi se le pasaban bien así, y así pasaron otras tres semanas sin que le dijeran nada a Akutagawa. Seguían asustados.

Atsuke tomo a Atsushi aquel día - ¿Qué ocurre Atsuke?

— Quiero ir a comprar algo para Hinata y mis hermanas...

— Entiendo pero

— Por favor, llévame – pidió

— No puedo dejar a tus hermanos...

— Yo puedo vigilarlos – menciono Hirotsu

— Si, ve con el joven Atsuke – pidió Tanizaki

— Ay... Gracias chicos y

— Vámonos – pidió Atsuke jalándolo

El albino iba feliz, pues si, Atsuke no daba su brazo a torcer, pero aquel era un gran avance.

Fueron a una tienda popular, Atsuke llevaba la tarjeta de su papá, él, Ryunushi y Nyoko tenían una por emergencias y gustos pues eran los mayores. – nada me gusta – se quejó Atsuke

— Yo... conozco un lugar bien padre ¿quieres ir?

— Mmm... bueno, si piensas que conseguiremos buena ropa

— Quizá mucho mejor que está, no te prometo la mejor calidad, pero... si variedad

Atsuke comenzó a reír – bien, quiero ir.

Tomaron un taxi y fueron a los suburbios, allí había cientos de casas y locales, Atsuke miro curioso hasta que lo vio, un edificio enorme con ropa por todos lados. – woow

— Te presento, las pacas de ropa – dijo sonriente Atsushi – no te alejes mucho y si vez mucha gente junta, es buena, pero es probable que tengas que jalar el cabello de alguien más para conseguir lo que quieras

— Es una guerra – dijo emocionado – quiero hacerlo

— Vamos

— ¡sí!

Ambos fueron en búsqueda de ropa, Atsuke estaba asombrado de los precios, de las peleas y si, termino peleando por un vestido con una señora. Lo cual no paro de reír, Atsushi había ido a su ayuda. Después de las compras, habían ido a comer donde Atsuke no paraba de contarle todo a Atsushi como si él no hubiese estado allí, estaba completamente emocionado. – Fue tan increíble – dijo al finalizar, estaba tan cansado

— Me alegra que te gustará, ahora hay que volver a casa, termina tu malteada

— Voy, voy

Atsushi había pagado ya, aunque aún seguían sentados, el albino solo esperaba al menor cuando apareció - ¿eh? ¿Atsushi? – fue llamado, el albino miro aquel chico. Atsuke también lo miro, un pelirrojo – Atsushi, cuanto tiempo

— Ma-Mark, ¿Qué haces aquí?

— ¿Cómo qué? ¿qué hago aquí? – pregunto entre risas levantando al albino y abrazándolo – cuanto tiempo... sigues igual de lindo y atlético, mírate nada más ¿sigues bailando en el casino? – pregunto y el albino le tapó la boca

— ¿bailando en un casino? – pregunto Atsuke molesto

— Oh, aay perdón amiguito, no te vi

— Sí, eso me di cuenta – menciono Atsushi molesto

— ¿bailas en un casino? – volvió a preguntar

— Bueno, es que ya me escucho – dijo Mark

— No, espera, no es

— Sí, es un gran bailarín, todos se emocionan y le lanzan dinero, tu madre es excelente

— No es mi madre – dijo molesto mientras se levantaba – y jamás será parte de la familia – añadió yéndose

— ¿dije algo malo?

— ¿Qué tal todo? – cuestiono Atsushi – Mark, te llamo luego

Atsushi fue tras Atsuke, esté iba caminando al auto molesto – Atsuke, Atsuke espera

— ¿Qué espere qué? ¿Qué nos engañaste? Engañaste a mi papi ¿él sabe que bailas?

— Bueno, no... pero

— ¿entraste a la casa para seducirlo y ser mi madre nueva? ¿por eso ese chico dijo eso?

— ¿Qué? No, Atsuke escúchame

— No quiero escuchar nada de ti. Absolutamente nada.

Atsushi se molestó, entro al taxi con Atsuke mientras lo ponía sobre el asiento y el encima – escucha Atsuke, tienes que escucharme

— Suéltame

— Si, trabajo en ese lugar porque no tenía de otra, no tenía casa, ni nada, solo éramos mi hermano y yo, yo quería ser bailarín, un simple bailarín, pero tuve que hacer eso, yo sé... Yo sé que no lo entiendes, ni tampoco lo sabes, pero tú no sabes lo que es no poder comer ni tener donde vivir, yo solo

— No debiste hacerlo ¡jamás debiste hacerlo! – grito – no le diré a mi papá, pero debes irte ¡vete!

Atsushi trago saliva – bien, pero no puedes decirles a tus hermanos, absolutamente nada

— O-ok...

Atsushi suspiro, el taxi los dejo en la dirección, Atsuke solo miraba a Atsushi y esté no le miraba. En casa, Atsuke fue corriendo a su habitación, Atsushi trabajo normal aquel día, Akutagawa llego, los niños jugaron, cenaron y termino por mandarlos a la cama.

Atsushi toco la puerta del mayor – adelante

— Hola, señor don jefe

— ¿Qué sucede? ¿algo mal con los niños?

— No, no... Yo... - suspiro angustiado y se acercó – me temo que... Tengo que renunciar está noche

— ¿Qué? Pero los niños

— Sí, yo... en verdad lo lamento, sus hijos me importan muchísimo, los adoro, y esto... - comenzó a llorar – esto me duele, pero... No puedo evitarlo

— Entiendo – añadió sin verlo. – su liquidación...

— No, está bien así. Gracias por todo

Atsushi salió de allí limpiando sus lágrimas, Akutagawa por fin alzo su mirada y lo vio salir del despacho - ¿Qué paso? – cuestiono sin entender

Hirotsu pudo ver al albino subir llorando y le siguió, lo encontró haciendo maletas – joven Atsushi ¿Qué hace?

— Tengo que irme Hirotsu, yo no... Yo no soy bienvenido aquí, ni tengo futuro, yo... - siguió llorando – yo no quería ser su madre, ni mucho menos pero solo pensé que esto era una linda familia, ni siquiera se tratar bien con niños, los niños en el orfanato siempre eran tan malos pero estos niños... Estos niños son tan increíbles...

— ¿Por qué te vas? Quédate, ellos te adoran

— Y yo a ellos, los adoro tantísimo... - limpio sus lágrimas y metió todo en la maleta – me voy

— Pero

— No me detengas

Hirotsu intento tomarlo, pero el albino lo esquivo, bajo corriendo las escaleras y salió de casa sin cerrar la puerta, Hirotsu se quedó apenas en las escaleras, el escándalo hizo a Atsuke y Ryunushi asomarse - ¿Qué paso? – pregunto Ryunushi

— El joven Atsushi... Acaba de renunciar

— ¿Qué?

Atsuke trago saliva y miro a su hermano quien empezó a llorar – pero Atsu... Atsu estaba con nosotros...

— Lo sé, no sé cómo le diré esto a sus hermanos – menciono Hirotsu conmovido también.

Atsuke miro hacia la puerta, se sentía mal por ello.


Al día siguiente sus hermanos lloraron sin parar, Ryunushi y Atsuke intentaron animarlos, sobre todo Atsuke, pero era imposible. Hinata ya no quería usar las faldas y Momo poco a poco dejo de hablar de nuevo. Ryunosuke vio aquello como un berrinche y en lugar de verlos, decidió contratar a otra nana, la cual los trato mal y por consiguiente ellos a ella. Dejando a la mujer allí apenas una semana.

Las nanas comenzaron a ir y venir de nuevo, nadie era cariñoso con ellos, nadie los trataba bien solo iban por su trabajo, y allí fue cuando Atsuke entendió. Aunque era demasiado tarde. – Hirotsu, los niños necesitan zapatos nuevos para la escuela. ¿Puedes llevarlos? Los alcanzaré en la plaza

— Sí señor.

— Michizou los llevará

— Por supuesto señor.

Los niños habían ido a comprar, Ryunosuke llego para cuando los niños tenían ya sus zapatos, únicamente llego a pagarlos. – bien, volvamos a casa

— Papá ¿podemos comer un pastelillo?

— Tenemos en casa

— Pero la tienda no está muy lejos

— Señor – susurro Hirotsu – recuerde pasar algo de tiempo con ellos

— Cierto... - los miro – si niños, vayamos a la tienda juntos

— Llevaré los zapatos al auto

— Por favor, y regresa ¿te pido un café?

— Gracias, señor, sería de gran agrado para mi

— Bien

Ryunosuke comenzó a andar los sus hijos en la plaza, obviamente llamaban la atención, Atsuke llevaba a Momo, y Ryunushi a Nyoko; Ryunosuke llevaba a Hinata y Taiyou. Era una simetría perfecta, los cabellos negros y el blanco de Ryunushi, los ojos filosos, andaban a la par, llegando a la cafetería donde ubicaron la mesa más grande. La chica del mostrador trago saliva – hay son muchos...

Entonces salió, Momo fue la primera en verlo salir de la parte trasera donde estaba la cocina - ¡ATSUSHI! - grito. Todos los niños lo miraron y gritaron igual. Salieron corriendo de sus asientos y lo abrazaron excepto por Atsuke.

— Ni-niños ¿Qué hacen aquí?

— ¡ATSUSHI! ¿Por qué NOS ABANDONASTE?! – comenzaron a gritar

— Ah, es-esperen – se agacho quedando más bajo de unos y a la altura de los menores – niños, no griten en esté lugar, hay gente que no sabe nada.

— S-si

— Buenos niños – dijo el albino sonriente, y sin dudarlo los abrazo – oh, los extraño tanto...

Llevo a los niños a la mesa de nuevo y miro al azabache – buenas tardes – dijo el albino.

— Atsushi, no creí que trabajarías aquí ahora

— Si, bueno, la dueña es mi amiga y el cocinero también...

— Atsushi, vuelve a casa – pidió Ryunushi – te extraño, te extrañamos...

Atsushi le sonrió nostálgico – también los extraño niños... - miro un momento a Atsuke y suspiro, tomo su bloc de notas - ¿Qué van a querer? ¿Pastel de chocolate, vainilla y fresas para Atsuke?

Atsuke se sorprendió, los niños le miraron – si por favor

Atsushi miro al mayor - ¿café negro?

— Dos, Hirotsu no tarda

— Bien

Atsushi volvió a la cocina y los niños miraron al mayor – papá, debes convencer a Atsushi

— Si, que vuelva Atsushi

— Niños, Atsushi decidió irse, ahora trabaja aquí, sean buenos y no lo interrumpan

— Pero...

— Pero papá

— Papá – le llamo Atsuke - ¿puedo hablar contigo afuera?

Ryunosuke suspiro – bien.

Ambos salieron, los niños aprovecharon para hacer de las suyas, los gemelos y Momo distrajeron a la cajera, Nyoko y Ryunushi entraron a la cocina.

Por su lado, Atsuke tallaba su brazo – papi... Yo... tu, bueno, su sabes que soy... bueno

— Si, continua

— Yo obligue a Atsu a irse – confeso

— No puedes obligar a un adulto con simples berrinches

— Yo lo amenace... - trago saliva – él... él es bailarín de ballet, un ballet muy bonito

— Aja

— Y había una foto de él en tutu y con sus amigos...

— No entiendo a donde lleva esto

— Es que yo lo amenace a que editaría la foto y te diría que se prostituye para que lo despidieras, y le dije que iba a decirle a mis hermanos que era malo, muy malo

— ¿Atsuke por qué hiciste eso?

Atsuke comenzó a llorar – porque... Por qué no quiero que nadie reemplace a mi mami, y él... yo creí que él quería ser mi mami, y mis hermanos... en-entonces él dijo que no podía seguir haciéndome daño y dijo que se iría pero que no dijera nada o lastimaría a mis hermanos y yo... Yo realmente los lastime alejándolos de Atsushi

— Lo que hiciste fue incorrecto – menciono firme y serio, después lo abrazo – lamento no haber notado que todo era mentira...

— Papá perdóname, perdóname, papá, mis hermanos están así por mi culpa

— Veamos que dice Atsushi de esto ¿te parece? – suspiro – Admito que... Me hace falta en la casa

Atsuke asintió – por favor, papá, habla con él...

— Hablare con él, pero él tendrá la decisión

— Si papi

Mientras tanto con los niños en la cocina...

Ryunushi y Nyoko se habían escondido, Atsushi estaba sentado en una mesa – entonces, ¿son esos niños?

— Si – suspiro – los he extrañado tanto

— Siento que fue mi culpa, - menciono aquel pelirrojo

— No, tenía que pasar... en algún momento lo iban a saber

— ¿quieres un tiramisú?

Atsushi sonrió – no me quieras engordar

— Solo un poquitito, para que sonrías más

— De acuerdo

El pelirrojo se acercó besando a Atsushi. Ryunushi y Nyoko estaban sorprendidos. Se separaron y el chico le sonrió - ¿fresas extra?

— Por fis, Momo y Atsuke aman las fresas

— Ya voy

Los niños salieron de la cocina y vieron a sus hermanos aun entreteniendo a la chica. Los tomaron – disculpe señorita, a veces se alocan

— Eso veo

Regresaron a sus asientos cuando Akutagawa y Atsuke también. Los niños se murmuraban lo que había pasado, y claro, justo llego Hirotsu.

Los mayores se habían entretenido mientras Atsuke se acercó – oigan, convencí a papá para que regrese a Atsu

— Atsuke, no sabes que paso – menciono Ryunushi – vimos a Atsushi besarse

— Si, besarse de beso de labios – dijo Nyoko

— ¿Qué? ¿con quién?

— Con un pelirrojo

— ¿pelirrojo de ojos color verdes? – pregunto Atsuke

— Si

— Ese chico, yo lo vi con Atsu un día

— ¿en serio?

— Si

— ¿serán novios? Quizá están casados

— Si, por que los príncipes y las princesas se besan en la boca

— ¡no! – grito Momo – no me gusta.

Atsushi salió de la cocina con una bandeja con postres, Hirotsu lo miro y quiso ayudarle – Hirotsu, esté es mi trabajo

— Cuando te veo haciendo esto, pienso en ayudarte, disculpa

— Siempre es tan cortes – añadió dejando la bandeja en una mesa especial – bien – les sonrió a los niños - ¿Quién quiere pastel?

— ¡yo! – dijeron los niños rápidamente.

Atsushi sirvió a los niños, Mark salió de la cocina y dejo los cafés – hola niños – se presentó – soy Mark, amigo de Atsushi

— ¡¿amigo?! – gritaron los niños

— ¿eh? Bueno... - Atsushi tallo su nuca – bien, les presentaré bien – añadió el albino – Él es Mark Twain, chef y pastelero. Es mi novio

— ¡¿NOVIO?! – gritaron los niños sorprendidos. Atsushi comenzó a reír

— ¿Quién es novio? – pregunto Akutagawa quien llegaba a sentarse con Hirotsu

— Ah, bueno, es que les presente a los niños a mi novio – dijo el albino haciendo al azabache toser y mirarlo

— ¿ustedes son novios?

— Si, - dijo Mark poniendo su mano – mi nombre es Mark Twain, Atsushi y yo fuimos novios hace años, tuve que irme a jalar pal norte, pero regresé, platicamos y ahora estamos aquí 

Atsushi lo miro - No tiene nada de malo, ¿no?

— No, no, en absoluto. Solo que no imagine que tuviera novio – añadió el azabache

— Espero disfruten los prostres, extra de fresas para el pequeño Atsuke

— Gracias...

Atsushi y Mark se apartaron, fueron con la cajera, era Lucy. Los tres chicos platicaban normal mientras la familia comía tranquilos, Momo se bajó de la silla y fue del otro lado de la barra – Atsu, Atsu

— ¿Qué pasa mi princesa? – pregunto Atsushi cargando a la pequeña. Limpio su boquita y sonrió

— Atsu, ¿volverás a ser mi niñero?

— Oh cariño... No lo sé, no debería – le sonrió – pero puedes venir cada que quieras

— Si, puedo hacer el postre que quieras – añadió Mark – con todos los decorativos que te gusten

— Si princesa – hablo Lucy – nosotros te queremos, Atsu habla maravillas de ti

Momo se sonrojo, se sentía bien por aquella atención. Ryunosuke noto que faltaba Momo y la vio con Atsushi, se sonrojo de verlos. Entonces, la puerta se abrió – abran paso que llego la verga – hablo, Atsushi tapo los oídos de Momo, los niños lo miraron - ¡Atsu! Bebé, estoy aquí – menciono acercándose – ay por dios ¿tuvieron un hijo ustedes dos? Ahora los partos son más rápidos, está mañana apenas los vi levantarse juntos – se quejó recargándose en el mostrador - ¿quién es está adorable damita? ¿será mi nueva sobrina? 

Atsushi le miro molesto, Lucy tomo a Momo y Atsushi tomo a Toru de la oreja – oye, no, suelta, Atsu suelta, suelta

— Ese es Toru – dijeron los gemelos – si son gemelos – añadieron sorprendidos

Toru salió de la cocina minutos después y se quedó detrás del mostrador calladito. - ¿lo regañaste? – pregunto Mark

— Algo así

— Atsushi me dio un manotazo – se quejó Toru

Los chicos rieron, Atsushi tomo a Momo y la llevo devuelta a la mesa – Atsu – le llamo Hinata - ¿es tu hermano?

— Ah... si, es mi hermano Toru

— ¿podemos conocerlo? – pregunto Ryunushi

— Eh... bueno... - miro a su espalda – Toru, ven un momento

Escucharon el quejido de Toru como el de un niño de primaria al levantarse, se acercó con mala cara y miro a los niños sorprendiéndose – oh, espera ¿estos son los seis maravilla? – Cuestiono alegrándose – Atsu me conto tanto de ustedes, déjenme ver – señalo a Atsuke - ¿Atsuke? – Miro a Ryunushi – Ryunushi – le sonrió y miro a Nyoko – obviamente Nyoko, esas dos coletitas se te ven di-vi-nas, mereces unos moños en ello, tipo sailor moon

— Me gustaría

Toru miro a los gemelos – ustedes deben ser Taiyou y Hinata, Atsushi me contó tanto de ustedes dos y también que ustedes querían conocerme

— ¡si! – gritaron alegres los gemelos

— Y claro, la linda Momo – añadió – Atsushi dijo que tienes una voz de ángel ¿cantas acaso? ¿me llevaras al cielo?

Momo comenzó a reír – Su hermano es bastante agradable – dijo Akutagawa

— Uh, ¿debes ser don señor hielo? – pregunto y Atsushi le tapó la boca

— Mi-mira Toru, él es Hirotsu

— Mumo musto – respondió aun con la boca tapado haciendo a los niños reír. Atsushi lo soltó y Toru le miro – bien, yo venía por ti, pero imagino esperaras a que se vayan

— Sí, es mi última mesa

— Bien – volteo a ver a Mark – hey salchicha curtida ¿vas a llevar a mi hermano?

— Sí, no te preocupes, yo lo llevo

— Bien, no lleguen tarde

— No lo hare rábano macho

— Cállate salchichón – se quejó yéndose

Atsushi volvió a suspirar – lamento eso... Mi hermano... es – Toru regreso y beso a Atsushi en su mejilla

— Perdón, lo olvidaba. Te amo, te veo al rato – añadió yéndose

Atsushi comenzó a reír – es demasiado incluso para mi

— Eso veo – dijo Akutagawa levantándose – estamos por irnos, pero... ¿podemos hablar?

— ¿eh? Ah, claro...

Ambos se fueron a sentar a otra mesa, los niños seguían comiendo excepto por Atsuke quien los miraba.

— Quería hablar contigo sobre tu despedida

— Señor Akutagawa eso ya quedo en el pasado, ya paso un mes, no tiene que decir ni hacer nada

— Quiero que vuelvas

— ¿eh?

— Los niños ya no sonríen, no juegan, apenas y comen, Momo no quiere hablar mucho. Te necesitan – tomo su mano – yo te necesito.

Atsushi se sonrojo, podía sentir una enorme calidez de aquel hombre – Y-yo... -miro a otro lado apenado, aunque con ello se cruzó con los ojos de Atsuke - No... Yo no puedo regresar

— ¿es por el chantaje de Atsuke? Ya me contó

— ¿qu-que le dijo? ¿le dijo?

— Me dijo que te intento chantajear con unas fotografías falsificadas, - Atsushi le miro confundido – sé que estuvo mal, pero he decidido creerte a ti, a tus buenos tratos y a tu amor por mis hijos. Atsuke confeso estar celoso y temeroso por todo lo que paso con su madre, estoy de acuerdo que estuvo mal, pero por favor, danos otra oportunidad. Atsuke no volverá a hacerlo

— ¿puedo hablar con Atsuke primero?

— Sí, claro.

Akutagawa miro a Atsuke y se acercó a su hijo – acércate a él

— S-si

Atsuke llego y se sentó – oye, ¿Qué es eso que de las fotos y?

— Di-dije mentiras, porque necesita un pretexto o papá no me creía que te chantaje con algo... - trago saliva – Atsu... co-cometí un error uno enorme, por favor... Regresa, mis hermanos te necesitan, papi te necesita... - tomo su mano - Yo... Te necesito

— ¿estás seguro de lo que dices?

Atsuke se sonrojo y lo miro – incluso... puedo decirte que, quisiera... Quisiera que, si tuviera otra madre, fueras tú...

Atsushi se sonrojo y comenzó a llorar, Atsuke se acercó y lo abrazo. Limpiaron sus lágrimas, el menor regreso y el mayor volvió. – entonces... ¿hablaste bien con él? - pregunto mientras Atsushi seguía tallando sus ojos enrojecidos 

— Si, él se disculpó – dijo Atsushi y miro al mayor – Señor Akutagawa ¿está seguro de que me quiere de vuelta?

— Si, eternamente, espero que jamás y nunca te vayas.

Aquello sonrojo a ambos, parecía que el recorrido apenas iba a dar inicio. 



...

Drama corto, si, y lo que falta, el drama de verda te juerte

pd. el siguiente capítulo lo llamaré "que bien actuas"

¡Gracias por leer!

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