"Me siento afortunado de tenerte a mi lado,"

Thomas, desde el sofá, se quitó los auriculares, "Perdón Dyl, ¿qué decías?"

"Que adoro las nuevas fotos, sobre todo la del girasol."

Thomas frunció el ceño, "¿Cuál girasol...?"

"Hasta la puse de fondo de pantalla, mira," Dylan le enseñó su teléfono.

"¡Maldición! ¿Cómo conseguiste esas fotos?" Thomas sonreía levemente avergonzado, "Además, no sabía que se podía hacer eso... Yo también quiero tenerte en mi celular."

Dylan sonrió y le dio un piquito, tirándose a su lado en el sofá, "Te enseñaré, solo tienes que abrir la galería y-"

Thomas miraba atento lo que Dylan hacía, pero el castaño no decía nada, por lo que se giró a mirarlo, "¿Y luego?"

"Casi todo son fotos mías."

"Me gusta tomar fotos de las cosas que amo, ya sabes."

La sonrisita de Thomas luego de esa afirmación fue lo único que Dylan necesitó para lanzarse a darle un gran beso, de esos que te quitan el aliento y dejan los labios hormigueando incluso segundos después de separarse, aquellos que Thomas tanto disfrutaba y que Dylan adoraba.

"Te tomaré más fotos, solo si me besas así más seguido."

Dylan sonrió grande, "Es un trato."