⁶besos salvajes, sin aliento, provocados por un regalo sincero
"¿Y? ¿Te gusta?"
Thomas ni siquiera disimuló la enorme sonrisa que floreció en sus labios apenas la moto quedó a la vista luego de encender las luces del garaje.
"¡Oh por dios, Dylan! ¡¿Es la BMW R 1200 C?!"
Ni siquiera volteó a ver a su novio asentir, sabía que era esa, la había visto incontables veces en las películas de James Bond.
"Puedes tocarla Tom, es toda tuya." Dylan sintió la necesidad de especificar lo último, pues el rubio estaba con las manos estiradas pero sin llegar a tocar la moto, los ojos de Thomas brillaban y el corazón de Dylan no podía estar más feliz ante el bonito panorama. "Además, está nueva,"
Thomas por fin volteó hacia Dylan, "Estoy sin palabras Dyl, no puedo creer que hayas conseguido una-" Los ojos del rubio volvieron a la moto, "¡Las dejaron de producir hace ya 20 años!"
"Lo sé,"
Thomas sonrió aún más y se formaron las arruguitas que Dylan tanto adoraba besar, templado como estaba, simplemente abrió los brazos cuando Thomas se acercó a abrazarlo.
"Te ves feliz, me alegro que te gustase."
"¿Gustarme? ¡Si es preciosa! ¡Me ha encantado!"
Thomas lo tomó por los hombros, mirando a Dylan a los ojos, el castaño lo tomó de la cintura, "Muchas gracias Dyl," dijo en pequeño, su novio sonreía y Thomas solo tenía ganas de besarlo hasta dejarlo estúpido.
Dylan se sonrojó ante la fija mirada de Thomas a su rostro, "Que bueno que te haya gustado-" Rascó su nuca, nervioso, "Sé que prefieres más hacerlas que comprarlas, pero..."
A Thomas le pareció adorable lo rojito de las mejillas de Dylan, su mente espiralando a situaciones donde Dylan empezaba así y terminaba peor; definitivamente estaba con ganas de verlo deshacerse entre sus brazos.
Dylan sí esperaba que Thomas lo besara, tal vez un piquito o dos como mucho, pero no así, con un beso que lo dejó sin aliento, batalla de lenguas y choque de dientes, donde Thomas tomaba el control para luego hacerle cosas libidinosas que lo dejaban sintiendo estrellas.
El beso fue eterno, al menos para ellos, Thomas lo tomaba de la nuca con fuerza y jalaba su pelo, Dylan apretaba a Thomas entre sus manos y gemía su nombre entre besos. Ni siquiera se dio cuenta del lamentable jadeo que soltó cuando Thomas lo alejó, una sonrisa pícara de labios rojos justo frente a él.
"Me encantó Dyl, ¿subimos a mi habitación para un agradecimiento correcto?"
Dylan balbuceó, ni siquiera respiraba, "Tus- tus padres están-"
Thomas volvió a besarlo. A Dylan no le importó nada más.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top