Vecina

La vecina junto a nuestra casa es una anciana muy agradable. De esas que son muy arrugaditas y que uno piensa que debe tener como 100 años. 

Ella me saludaba cada vez que me iba a la escuela cada mañana y cuando regresaba por la tarde, y los fines de semana la observaba limpiar su entrada mientras jugaba con mis juguetes. 

A mi padre nunca le gustó que yo hablara con ella, y nunca había querido decirme el por qué, hasta que cumplí 10 años. 

— A esa anciana la conozco desde que tenía una edad menor a la tuya... — dijo mientras la observabamos a través de la ventana, limpiar la entrada como siempre

No comprendí a lo que se refería. Mi primera impresión fue que la vecina había vivido en esa casa desde siempre. Así como nosotros.

Ahora que tengo 17 años, comprendo a lo que mi padre se refería. La vecina continúa saludándome cada vez que voy y vengo del instituto, mientras realiza sus actividades diarias en la entrada de su casa. Pero ella siempre se ve igual, como si los años transcurridos no le afectaran en nada.





Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top