Una vez, el príncipe de las tinieblas visitaba un campo, y vio a una oveja atada a un poste. No lo penso dos veces, y la soltó.

La oveja caminó hasta el terreno del vecino de su dueño, y se comió todos los sembradíos de raíz.

El dueño del sembradío salió, y al verla, sacó su rifle y la asesinó. El dueño de la oveja, al ver lo que este había hecho, sacó su rifle, y le disparó hasta matarlo. La esposa del dueño del sembradío tomó el rifle, y le disparó al dueño de la oveja. El hijo de este, tomó el rifle, y asesinó a la mujer. Y el joven fue juzgado y condenado a muerte.

En la ejecución, Lucifer se acercó al chico para llevarlo con él al infierno por su pecado. El chico lo miró a los ojos y le preguntó: "¿por qué nos hiciste hacerlo?". Lucifer miró al chico un tanto divertido por su pregunta, y luego le respondió con toda tranquilidad: "yo solo solté a la oveja. Fueron ustedes quienes agrandaron el problema". Luego rió un momento y dijo: "Ustedes lo humanos... Son unas excelentes criaturas impulsivas... Pero malísimos asumiendo sus actos".