Mi tío Dan es muy divertido. Él siempre ha sido bueno conmigo. Me compra juguetes, me lleva al parque, me sirve chocolate caliente con malvaviscos cuando voy a su casa, y juega conmigo cada vez que nos visita.

Últimamente no ha ido a visitarnos. Lo extraño. Y mamá no quiere decirme por qué aquellos hombres uniformados se lo llevaron con aquellas pulseras plateadas en sus muñecas la última vez que salimos.

¿Habrá sido por esos niños que llevábamos a su casa después del parque?