Cuando Ana y yo cumplimos un año de aniversario, le regalé un collar con una perla atravesada por la cadeneta. A ella le encantó.

Al siguiente año le regalé otra perla diferente para que la pusiera en su collar. Y así, seguí haciendo lo mismo cada año.

Ahora cumplimos 10 años de casados, y esta vez, ella me dijo: "me gustaría poner un colmillo en el medio". Esas son las perlas que más le gustan.